La acrofobia es cualquier forma de miedo a las alturas. ¿Tiene usted miedo a las alturas? Lo más probable es que sí. Las personas que no tienen miedo a los precipicios altos, montañas, atracciones extremas, no son tan comunes. Pero si a veces este miedo está bastante justificado, en algunos casos se asemeja a una neurosis. Una vez en la altura, una persona experimenta una gran cantidad de síntomas desagradables asociados con el estado físico y mental. Es lo que se denomina acrofobia. ¿Por qué se desarrolla? ¿Cómo se puede superar esta patología?
Tabla
Definición de acrofobia
La acrofobia es el miedo a las alturas. La palabra procede del griego. Acros significa alto, y phobos significa miedo. Los profesionales médicos no consideran esta afección una enfermedad grave porque, en su opinión, no afecta en modo alguno a la calidad de vida de la persona. Otras fobias, como el miedo al aire libre y a las multitudes, se consideran más peligrosas. Hacen que las personas se queden atrapadas en sus propias casas. Son incapaces de trabajar con normalidad, así como de realizar actividades sencillas, como comprar en una tienda.
Con la acrofobia, la situación es más sencilla. Saltar en paracaídas o conquistar montañas no son actividades vitales. El miedo a las alturas sólo priva a la persona de algunos entretenimientos. Entre ellas están volar en globo, viajar en teleférico, tirarse por un tobogán en un parque acuático, etc. Además, no podrá vivir en los pisos superiores.
A pesar de todo, el miedo a las alturas es mucho más grave de lo que parece. Es una prueba de que la persona tiene perturbado el sistema nervioso, y también existe el riesgo de que desarrolle trastornos mentales.
¡Interesante! Alrededor del 5% de la población mundial padece acrofobia.
Tipos de acrofobia
Existen varios tipos de fobias asociadas al miedo a las alturas:
- aerofobia — miedo a volar;
- bañofobia — miedo a los cambios bruscos de profundidad o altura;
- ilingofobia — miedo a marearse en las alturas.
También existe la climacofobia — miedo a subir escaleras
Acrofobia y miedo natural a las alturas — diferencias
No hay persona que no se sienta incómoda al borde de un acantilado o en una noria. Y eso es normal. Si no existieran esas sensaciones, la gente se moriría a causa de acciones imprudentes. Pero gracias al miedo natural, te alejarás del borde de la azotea de un edificio alto o del mismo acantilado para no caer desde una altura. Al mismo tiempo, no experimentará ningún síntoma mental o físico desagradable.
Con la acrofobia las cosas son diferentes. El miedo a las alturas como que paraliza la conciencia de una persona, privándola de la capacidad de tomar decisiones adecuadas o, por ejemplo, de escapar del peligro. Con el tiempo, el miedo se intensifica. El malestar aparece a una altura pequeña y no amenazante. Algunas personas temen incluso ponerse de pie en una silla.
El segundo rasgo característico de la acrofobia es el intento de evitar situaciones en las que puedan aparecer emociones desagradables. Una persona normal se comportará con calma si se encuentra en una posición elevada, montada en un ascensor o de pie en el balcón de los pisos superiores. Los que tienen miedo a las alturas evitan esos lugares.
La acrofobia vive en el subconsciente y es completamente ilógica. La persona no puede analizar la situación y comprender que no hay peligro para ella. No se da cuenta de que para caerse necesita dar un paso adelante, y para evitarlo, dar un paso atrás. Simplemente, el terror le frena.
Causas
Decir inequívocamente qué provoca el desarrollo de la acrofobia, es imposible. Los psiquiatras y psicólogos aún no han llegado a un consenso sobre esta cuestión. Pero todavía se destacan algunas razones.
Miedo congénito
Los científicos han demostrado que el miedo a las alturas se establece a nivel genético. Para ello, llevaron a cabo un interesante estudio. La superficie del suelo se dividió en dos partes. La primera se hizo transparente. La segunda no se diferenciaba de un suelo normal. Crearon la ilusión de vacío en la parte inferior. Ninguno de los niños que participaron en el experimento quiso permanecer de pie sobre la superficie transparente, ni siquiera cuando sus padres les convencieron para que lo hicieran.
Trastornos cerebrales
Ocurren después de que una persona haya padecido enfermedades víricas o infecciosas. Los factores de riesgo también incluyen el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes y psicotrópicas.
Constitución especial de la personalidad
Hay personas hipersensibles a todo lo que ocurre a su alrededor. Reaccionan de forma aguda ante cualquier acontecimiento, sienten malestar ante las luces brillantes, los ruidos fuertes o la necesidad de estar mucho tiempo cerca de otras personas. No ven escenas violentas en las películas y tienen miedo a la sangre. Hay alrededor de un 10% de estas personas en el planeta.
Un sistema nervioso muy sensible es una de las razones del desarrollo de la acrofobia.
Situaciones traumáticas del pasado
Tal vez alguien experimentó estrés asociado a las alturas en una infancia lejana. A menudo la persona no recuerda en qué circunstancias ocurrió. Pero esta información queda grabada en su subconsciente.
Problemas de equilibrio
La última razón que provoca el desarrollo de la acrofobia son los trastornos en el aparato vestibular.
Síntomas de la acrofobia
El miedo a las alturas se manifiesta en síntomas de dos tipos: somáticos y mentales.
Somáticos
Una persona se enfrenta a tales signos de patología
- disnea en estado de calma;
- taquicardia;
- mareos;
- palidez de la piel;
- temblor nervioso;
- nudo en la garganta;
- opresión en el pecho, dolor;
- sudoración excesiva;
- sensación de boca seca;
- náuseas;
- malestar estomacal;
- ganas frecuentes de orinar;
- insomnio, largos periodos sin conciliar el sueño;
- despertar demasiado pronto;
- pesadillas, sueño agitado.
Al encontrarse con los síntomas anteriores, muchos pacientes no creen que se trate de manifestaciones de acrofobia. Por lo tanto, acuden a los médicos equivocados, se someten a muchos exámenes, pero siguen sin conseguir el tratamiento adecuado. Como resultado, la fobia se intensifica, provocando el desarrollo de otros trastornos o miedos.
Mental
De los síntomas mentales se pueden distinguir
- inquietud excesiva, prisas;
- irritabilidad, ira;
- agresividad;
- tensión excesiva;
- ansiedad grave;
- pensar constantemente en lo que podría pasar, como caerse;
- ansiedad; malos sentimientos;
- problemas de concentración;
- cabeza «vacía».
Cuando la ansiedad alcanza su punto álgido, el estado del paciente empeora. Debido al espasmo de los vasos sanguíneos, aparecen mareos, es posible desmayarse, pérdida de conexión con la realidad.
Las personas que tienen más síntomas psiquiátricos que somáticos están muy concentradas en sus sentimientos y experiencias. A menudo se deprimen, rechazan el tratamiento, no creen en su eficacia. Debido a una excesiva desconfianza, temen los efectos secundarios de los fármacos recetados por el médico. Tratando de evitarlos, les leen atentamente las anotaciones.
Acrofobia en un niño
En los niños, la acrofobia puede ser congénita o adquirida. En el segundo caso, se desarrolla si el niño se deja caer o cae desde una altura. A veces, el miedo es consecuencia de una hiperprotección por parte de los padres.
Los síntomas de la patología son los mismos que en los adultos. Incluso a poca altura, por ejemplo, en una trona, el niño experimenta taquicardia, mareos, náuseas. A veces aumenta la temperatura corporal.
A los adultos les resulta más fácil controlar sus emociones negativas. Y no siempre es posible hacerlo. Imagina cuánto más difícil es para un niño cuya psique está aún en fase de formación. En caso de pánico, no puede tomar una decisión sobre cómo proceder: quedarse donde está o bajar.
Beneficios y perjuicios del miedo a las alturas
La acrofobia aporta tanto beneficios como perjuicios. Los psicólogos la consideran un instinto reforzado de autoconservación, que no permite a una persona arriesgar temerariamente su salud o su vida. Nunca saltará en paracaídas, no pasará por un puente estrecho sobre el abismo ni montará en atracciones peligrosas. A estas personas no les es inherente el ansia por los deportes extremos. No necesitan adrenalina. Y esto es una gran ventaja. Según las estadísticas, sufren menos lesiones por caídas.
El daño del miedo a las alturas se expresa en el desarrollo de los síntomas somáticos y mentales antes mencionados. Por mucho que una persona intente protegerse, a veces tiene que enfrentarse a las alturas. En esos momentos siente una fuerte tensión. Su corazón trabaja de forma intensificada, y los vasos sanguíneos simplemente no tienen tiempo de reaccionar al rápido cambio del volumen de sangre. Como resultado, la presión arterial aumenta, se desarrolla el estrés. Esto conduce al agotamiento, deterioro de la inmunidad, aumento de la susceptibilidad a diversas enfermedades.
Cómo deshacerse de la acrofobia
Como en el caso de otras fobias, en primer lugar hay que darse cuenta de la presencia del miedo. Y sólo después de que el tratamiento de inicio. Es importante que sea complejo.
Terapia farmacológica
Con la ayuda de medicamentos se pueden amortiguar los síntomas, al menos temporalmente. Muy a menudo el médico prescribe la recepción de los antidepresivos, beta-inhibidores o benzodiazepinas. Ellos ayudan a lidiar con el estrés, aliviar la ansiedad, calmarse.
Pero recuerde que los medicamentos no eliminan la acrofobia, porque la causa de su aparición se oculta en lo más profundo del subconsciente.
Psicoterapia
Encontrar la raíz del problema y eliminar la acrofobia ayudará psicoterapeuta. Varias técnicas han demostrado ser las más eficaces:
- Terapia cognitivo-conductual. Un psicoterapeuta le ayudará a crear actitudes dirigidas a combatir el miedo a las alturas, además de enseñarle a relajarse.
- Formaciones sistémicas. Esta técnica consiste en poner al paciente en un estado de semitrance. En este momento se produce un cambio en su actitud ante la fobia.
- Hipnosis. La persona cae en un estado de sugestionabilidad, durante el cual el hipnoterapeuta corrige su comportamiento.
- Desensibilización. Se utilizan ejercicios especiales para combatir la acrofobia.
- Método Moreno o psicodrama. El psicólogo y el paciente representan posibles situaciones peligrosas y traumáticas.
En algunos casos, se lleva a cabo una terapia de orientación corporal. Su objetivo es estudiar el comportamiento inconsciente del individuo, así como el uso correcto de los métodos de defensa psicológica.
Trabajo independiente
Además de tomar medicación y trabajar con un psicoterapeuta o psicólogo, se recomienda seguir una serie de sencillos consejos:
- No intente hacer frente a la acrofobia en un solo día, acostúmbrese a las alturas gradualmente. Al principio, suba hasta el nivel en el que experimente una leve incomodidad. Escúchese a sí mismo. Asegúrese de que está a salvo. Luego suba al siguiente nivel. Y así sucesivamente hasta que haya vencido el miedo. Si es posible, ten a alguien de confianza a tu lado durante estos momentos.
- Visualiza. Imagina que eres una persona intrépida que no teme saltar en paracaídas o subir a la azotea de un edificio de varias plantas. Haz este ejercicio todos los días. Recuerda que los pensamientos son materiales.
- Enfréntate cara a cara al miedo a las alturas. Por ejemplo, sal al balcón y medita allí. Ve a un mirador alto con amigos. Si tienes miedo al vértigo, al principio no mires hacia abajo.
- Apúntate a una piscina. Aprende a saltar al agua desde poca altura y bajo la supervisión de un entrenador.
- No te escondas de las casas altas. Ve a visitar a amigos y familiares que vivan en pisos altos.
No te cierres en ningún aspecto. Habla de tus miedos, coméntalos con la gente. Quizá ellos también se hayan enfrentado a esos problemas. Así será más fácil enfrentarse a la acrofobia.
Qué hacer si tu hijo tiene acrofobia
Es más fácil prevenir la acrofobia en los niños que curarla. Por lo tanto, intente deshacerse de la hiperpaternidad. Si tu hijo quiere subirse a un árbol, a una escalera o a una cuerda, no se lo impidas. Limítate a controlar el proceso.
Si el niño ya tiene miedo a las alturas, utilice el método de los cuentos de hadas terapéuticos. Que el héroe sea valiente y arrojado, conquiste cimas de montañas sin miedo, pilote un avión o salte en paracaídas. Háblale de ello con voz segura.
También puedes simular una situación en la que el niño sea un socorrista, corriendo en ayuda de alguien. Para mayor claridad, suba el juguete favorito del bebé al estante superior.
Recuerda que la psique del niño aún no está formada. Eso significa que su comportamiento puede corregirse. Los métodos seleccionados de forma competente ayudarán a prevenir el desarrollo de la acrofobia o a reducir su impacto en la vida. Si no puede vencerla por sí mismo, póngase en contacto con un especialista.
Conclusión
¿Qué es la acrofobia? Es el miedo a las alturas. El paciente tiene miedo de absolutamente todo lo que pueda asociarse a ello. Es decir, subir en ascensor, viajar en avión, ir a la montaña, etc. Enfrentarse de forma independiente a este problema es difícil, ya que las causas de su aparición se ocultan en lo más profundo del subconsciente. Pero es necesario combatirlo y preferiblemente con la ayuda de un psicoterapeuta. No se avergüence de sus emociones. Hable de todo lo que le molesta. El especialista le ayudará a encontrar la causa del miedo y a cambiar su actitud ante él.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023