Aerofobia — qué es, cómo superar el miedo

¿Tiene miedo a volar? Las personas que sufren aerofobia tienen miedo. Y este miedo no sólo les pone nerviosos. Se quedan literalmente paralizadas. Su ritmo cardíaco aumenta, su presión arterial sube, les sudan las palmas de las manos. Y eso es sólo el principio. ¿Por qué ocurre esto? ¿Y hay algo que se pueda hacer para librarse de este trastorno?

Qué es la aerofobia

miedo a volar

La aerofobia es un miedo incontrolable a volar. Según las estadísticas, lo padece hasta el 40% de las personas que viven en el planeta. Unos días antes de tener que volar a algún lugar en avión, se ponen nerviosos, ansiosos, irritables y no pueden dormir por la noche. Los aerofóbicos no pueden deshacerse de pensamientos intrusivos sobre el próximo viaje e incluso buscan oportunidades para cancelarlo. Ocurre que se niegan a subir al avión un par de minutos antes de la salida.

Muchas personas confunden la aerofobia con la ansiedad normal ante un vuelo. Los psicólogos explican cuál es la diferencia. En su opinión, la ansiedad disminuye con la experiencia. Cuanto más a menudo vuela una persona, más fácil le resulta enfrentarse a sus miedos. La aerofobia permanece incluso con mucha experiencia.

Ya a bordo, una persona experimenta muchos síntomas desagradables, empezando por palpitaciones y dolores de cabeza y terminando con ataques de pánico, incapacidad para pensar adecuadamente y percibir la realidad.

¡Interesante! Según las estadísticas, el riesgo de morir tras la picadura de una abeja común es de 1 entre 5000000. En el caso de los aviones, esta cifra es de 1 entre 7000000. Cada año mueren millones de personas en accidentes de coche, y unos cientos en accidentes de avión.

Causas

estrés grave

Es difícil decir inequívocamente cuál es la causa del desarrollo de la aerofobia. En este asunto, todo es individual. Pero hay una serie de factores que pueden provocar su aparición. He aquí algunos de ellos:

  1. Fuertes tensiones asociadas a accidentes reales ocurridos durante vuelos anteriores. Hablamos de malas condiciones meteorológicas, aumento de las turbulencias, experiencia insuficiente de la tripulación. Tales casos se fijan profundamente en la mente subconsciente de una persona como experiencias negativas. En el futuro, sus asociaciones con los aviones sólo serán negativas.
  2. Alerta de catástrofes en los medios de comunicación. No todo el mundo tiene acceso a Internet. Y las noticias se propagan allí en un instante. Por eso, incluso los pequeños accidentes aparecen siempre en las noticias. Por eso, las personas especialmente impresionables desarrollan miedo a volar.
  3. Preocupación por el estado de salud. Otra razón para la aparición de la aerofobia. Suele aparecer en quienes padecen enfermedades crónicas. Una persona teme enfermar ante el cambio de presión asociado al aumento de altitud.
  4. La aerofobia también se desarrolla en quienes están acostumbrados a controlar siempre lo que ocurre a su alrededor, por ejemplo, en los jefes de grandes empresas. A menudo no tienen confianza en los miembros de la tripulación, por lo que simplemente les da miedo volar.
  5. Otros miedos, como la acrofobia (miedo a las alturas) o la claustrofobia (miedo a los espacios cerrados) contribuyen al desarrollo de la aerofobia.
  6. Presencia de algún trastorno mental. Puede tratarse de depresión, trastorno de estrés postraumático o trastorno ansioso-fóbico.
  7. En algunos aerofóbicos el miedo a volar se forma en la primera infancia. Todo depende de la educación y el entorno en el que crezca el niño.

Otra razón para el desarrollo de la aerofobia, por extraño que parezca, es la predisposición genética. Este hecho se puso de manifiesto en el proceso de investigación del desarrollo de gemelos en busca de rasgos comunes. Resulta que si alguno de los familiares padecía un trastorno similar, el riesgo de su desarrollo aumenta significativamente.

La aerofobia no se desarrolla en un solo momento. Bajo la influencia de los factores mencionados, se crea una persona, y entonces arraiga una determinada actitud hacia los vuelos y el transporte aéreo. Al principio, dedica mucho tiempo a averiguar los detalles del viaje, a estudiar información sobre la compañía aérea y las estadísticas. Pero esto no produce satisfacción. Debido a ello aumenta la ansiedad, desaparece el sueño y comienzan las pesadillas. Un paciente con aerofobia intenta ahogar sus miedos con sedantes o alcohol. Pero ni lo uno ni lo otro, por supuesto, solucionan el problema.

Aunque la persona esté convencida de que la compañía aérea es fiable, no podrá calmarse. En su cabeza aparecerán de vez en cuando imágenes de accidentes aéreos que ha visto en la televisión o en Internet. Después, la aerofobia se formará definitivamente. En esta fase, la gente tiene tanto miedo a volar que busca formas de evitarlo. Llegan a su destino por otros medios de transporte. Los intentos de tranquilizar a las personas de su entorno simplemente no son aceptados.

Si no se puede evitar un vuelo, la persona se enfrenta a muchos problemas graves ya a bordo del avión. El cuerpo tiene que adaptarse a las nuevas condiciones asociadas al aumento de altitud, así como intentar superar el miedo. Como resultado, aparece el estrés y, después, el agotamiento de las fuerzas de defensa.

Signos de aerofobia

sudoración excesiva

Como ya se ha dicho, una persona empieza a preocuparse mucho antes del vuelo. No puede dormir, porque ve constantemente pesadillas. Muchas personas tratan de calmarse con la ayuda de sedantes. Ellos, por supuesto, mejorar la condición, pero por un corto período de tiempo.

Condicionalmente, los síntomas de la aerofobia se dividen en 2 grandes grupos: vegetativos y mentales. Los primeros incluyen

  • palpitaciones;
  • dolor en la zona del corazón, similar al que se produce en la angina de pecho;
  • sudoración excesiva;
  • respiración rápida;
  • broncoespasmos;
  • temblores, contracciones musculares involuntarias;
  • ganas frecuentes de ir al baño;
  • dolor abdominal, náuseas;
  • enrojecimiento o, por el contrario, palidez de la piel;
  • dolor de cabeza en las sienes.

Entre los signos mentales de la aerofobia se encuentran: ansiedad excesiva, irritabilidad, problemas de concentración, insomnio, aumento de la fatiga y disminución de la eficacia.

Clasificación

La aerofobia es de 2 tipos: aislada y combinada. La primera se produce cuando una persona ha tenido que enfrentarse a una situación traumática real relacionada con volar. Es extremadamente rara.

La aerofobia combinada se desarrolla con más frecuencia. En la mayoría de los casos, es una manifestación de trastornos del espectro obsesivo-compulsivo. Se forma tanto en la infancia como en la edad adulta. Y en los adultos, la aerofobia aparece en el fondo de cualquier patología neurótica.

Consecuencias

La consecuencia más importante de la aerofobia es el comportamiento de evitación. Se trata de un estado en el que la persona intenta evitar el vuelo por todos los medios posibles. Puede decirse que no sólo antes de un determinado vuelo, sino también en otros momentos. De este modo se priva a sí mismo de la posibilidad de viajar, de hacer viajes de negocios y, en general, de llevar un estilo de vida activo.

A esto le sigue una convicción de inferioridad. Esto conduce a la depresión, que naturalmente reduce la calidad de vida.

Si hablamos del estado de salud física, la aerofobia no supone una amenaza para él. La complicación más grave son los ataques de pánico y sus manifestaciones. Ya en el avión, además de ansiedad y miedo, el paciente experimenta taquicardia, taquipnea (respiración confusa y rápida), mareos y dolores de cabeza. A menudo, estos síntomas se atribuyen a otras enfermedades, lo que agrava aún más tanto las manifestaciones enumeradas de los ataques de pánico como la propia aerofobia.

Diagnóstico de la aerofobia

consulta con un especialista

Como puede ver, los síntomas de la aerofobia son similares a las manifestaciones de otras patologías. Por lo tanto, antes de iniciar el tratamiento, es necesario consultar a un especialista. Es importante averiguar si se trata de una enfermedad primaria o de un trastorno que ha surgido en el trasfondo de otra condición patológica.

A la hora de hacer un diagnóstico, el especialista estudia detenidamente los síntomas y la gravedad de su manifestación. Debe averiguar todos los detalles, incluso los menores, por ejemplo, a qué se asocia el miedo. Tal vez sea miedo a que se produzca un accidente de avión, problemas de salud, acrofobia o claustrofobia. Si se sospecha la existencia de comorbilidades, es posible que deba consultar a otros especialistas.

La principal tarea de las medidas de diagnóstico es distinguir la aerofobia de la excitación habitual que experimenta una persona antes de un vuelo. No tiene nada de aterrador, porque es una de las manifestaciones del instinto de autoconservación. En este caso, también hay algunos síntomas desagradables, por ejemplo, palpitaciones o aumento de la tensión arterial. Pero pasan rápidamente.

Cómo deshacerse de la aerofobia

El tratamiento de la aerofobia debe iniciarse sólo después del diagnóstico. Consiste en psicoterapia, toma de medicamentos y aplicación de una serie de consejos de psicólogos.

Terapia farmacológica para la aerofobia

Es posible que necesite tomar sedantes. Le ayudarán a calmarse, aliviar la tensión y eliminar la ansiedad.

En ningún caso se automedique. Pida cita con un neurólogo que elegirá un tratamiento competente.

Psicoterapia

neurolingüística

Existen 3 técnicas muy eficaces para deshacerse de la aerofobia:

  1. Terapia cognitivo-conductual. Tiene que recrear en su mente la imagen del vuelo con la mayor exactitud posible. Esto le ayudará a relajarse, ahogar ligeramente el miedo, la ansiedad y otras emociones negativas. El resultado son asociaciones positivas. El vuelo no le parecerá algo aterrador. Al contrario, aprenderá a disfrutarlo, si no a disfrutarlo, al menos a tolerarlo con calma.
  2. Hipnosis. La hipnoterapia le ayudará a comprender en qué momento apareció la aerofobia. Identificar la causa es el primer paso para deshacerse del miedo a volar. Además, podrá vencer los ataques de pánico y aprender a relajarse en situaciones difíciles o críticas.
  3. Neurolingüística. Esta dirección se basa en métodos psicológicos, neurológicos y lingüísticos de lucha contra las fobias, aerofobia incluida.

Lo principal en el tratamiento es encontrar primero un buen especialista. Es importante que no sólo diagnostique, sino que también elabore un plan de acción claro.

Consejos de los psicólogos

revisión del vuelo en avión

¿Cómo deshacerse de la aerofobia? Hay una serie de recomendaciones:

  1. Recuerde que el conocimiento es poder. Como ya se ha dicho, la aerofobia suele ser miedo a perder el control de la situación. Superar el miedo le ayudará a estudiar a fondo la ruta y el aparato del avión, así como las normas de comportamiento en situaciones de emergencia. Si le resulta difícil superar el problema por sí solo, no dude en pedir ayuda a los auxiliares de vuelo. Los psicólogos aconsejan permitirse tener miedo. Es normal.
  2. Conviértase en piloto. No, no literalmente, claro. Tome una clase en un simulador de vuelo. Imagínese como un piloto experimentado, luchando contra los elementos naturales, aterrizando con éxito un avión. Esto te ayudará a ver la situación a través de los ojos de la tripulación y a calmarte.
  3. Sea un poco explorador. Unos días antes de su vuelo, vaya al aeropuerto, observe a los pasajeros entusiasmados por viajar, el trabajo del personal, el despegue y aterrizaje del avión. Esto te ayudará a habituarte, a acostumbrarte y a aliviar tensiones.
  4. No te sientes cerca de un ojo de buey. Es otra forma de combatir la aerofobia. Evite también los asientos en la parte trasera del avión, ya que las turbulencias se notarán más allí. Siéntese cerca del pasillo en la parte delantera o central del avión.
  5. Lleve ropa que no le apriete y que esté hecha de materiales naturales. Lo mismo ocurre con el calzado. Que sean lo más cómodos posible.
  6. Desplaza tu atención hacia algo interesante y emocionante. Hay muchas opciones: libros, películas, música, juegos. Toma notas, contando en ellas tus experiencias. También puedes charlar con quien esté sentado a tu lado.

Y un consejo más para combatir la aerofobia: domina las técnicas de relajación. Respira profundamente, cuenta hasta 100, repite la frase de que no tienes miedo a volar. También puedes imaginarte el vuelo en su conjunto, el aterrizaje, el viaje posterior al hotel y el descanso posterior. Recuerde que los pensamientos son materiales.

Conclusión

La aerofobia o miedo a volar causa muchos problemas. Te priva de la alegría de vivir y de la posibilidad de viajar, pero en cambio te provoca un montón de síntomas desagradables, como ansiedad, depresión, insomnio, etc. Pero no desesperes, porque se puede vencer. Siga los consejos de los psicólogos, sintonice con lo positivo, piense en cosas buenas. Y, si no puede hacer frente al problema por sí mismo, no dude en ponerse en contacto con un psicólogo.

Fecha de actualización: 11-16-2023