Afiliación: descripción, tipos, motivación de la afiliación

La afiliación se manifiesta en el proceso de interacción interpersonal. Es especialmente evidente en las relaciones de confianza. En el corazón de este fenómeno son la simpatía, la motivación, la confianza, la comprensión y la facilidad. Pero, ¿qué es este fenómeno, la afiliación?

Definición del concepto

qué es la afiliación

La afiliación es la necesidad de una persona de ser aceptada en un grupo de referencia, basada en su deseo de establecer relaciones cercanas de confianza con otras personas. Esto se debe al hecho de que el hombre es un ser social. La afiliación en psicología se caracteriza por la localización mutua y la aceptación incondicional, que surgen en el proceso de interacción entre dos o más individuos.

La presencia de apego psicológico interpersonal ayuda a la persona a soportar más fácilmente las situaciones difíciles de la vida y a combatir el estrés. Si por alguna razón una persona no satisface su necesidad de causar buena impresión, se aliena, sufre soledad y cae en la depresión.

Los psicólogos creen que un fenómeno social como la afiliación surge de las peculiaridades de las relaciones entre padres e hijos y de la estructura del sistema familiar, ya que el niño copia el modelo de interacción con los padres dentro de la familia. Más tarde se materializa en el proceso de cooperación con los iguales. El adulto, mostrando un comportamiento calculador, a través del deseo de ser atractivo intenta satisfacer las expectativas de sus patrocinadores y empleadores.

Tipos

tipos de afiliación

La afiliación se manifiesta en la comunicación, en la amistad, en el amor. En la sociedad se observan 2 tipos de este fenómeno: alta y baja afiliación.

Las personas con un alto nivel de expresión del deseo de caer bien, por regla general, son extrovertidas. Tienen ganas de socializar y llevan un estilo de vida activo.

Las principales características de su estructura psicológica son la vulnerabilidad, la sensibilidad, la susceptibilidad. Es típico de ellos consultar con los amigos cualquier nimiedad, llamar sin motivo. A tales individuos les gusta visitar y recibir invitados en casa. A tales individuos no les fascina el lado sustantivo de los acontecimientos y la trama, sino su base emocional. A menudo tales individuos dependen de las opiniones ajenas, perciben dolorosamente las críticas a las propias.

Las personas con baja afiliación tienden a ser solitarias y filosóficas. Esto no significa que sean ajenas a la socialización. Estas personas también tienen amigos, pero no muchos. Esto se debe a su naturaleza introvertida. La construcción de su personalidad se basa en el aplomo, la autosuficiencia, la calma, la rigidez, la resistencia al estrés. Para comunicarse con una persona viva, las personas con poco afán de causar buena impresión prefieren los libros. En lugar de hablar de sus problemas con un amigo, escriben memorias. Para ellos, el espacio personal es extremadamente importante, en algunos casos reaccionan dolorosamente a los intentos de los demás de violar los límites psicológicos en la comunicación. En los diálogos se cansan de los arrebatos emocionales de los interlocutores, son más importantes los hechos, la lógica, no las emociones. A las observaciones críticas tales personalidades tratan con calma, de los errores que extraer una valiosa experiencia para el futuro.

Por supuesto, la asignación de estos tipos de afiliación es más bien condicional, porque en la vida cotidiana el comportamiento de una persona viene determinado no sólo por las peculiaridades de su psique, sino también por la situación concreta.

Motivación de la afiliación

El motivo de afiliación es la base del origen o el fin de la interacción interpersonal. Se explica por el acercamiento o la separación psicológica de las personas en el proceso de conocimiento mutuo de los demás, el deseo de autoafirmación de las personas.

La motivación de la comunicación se manifiesta en el deseo de una persona de construir relaciones benévolas con los demás. Exteriormente, este tipo de motivación se expresa en la capacidad de cooperar, el apego psicológico, la conexión íntimo-personal. Los motivos de comunicación especialmente brillantes se manifiestan en las relaciones amorosas.

El grado de expresión del motivo de afiliación depende del estilo de las relaciones entre padres e hijos y de la experiencia social del individuo. En el estilo democrático de crianza en los niños se forman cualidades como el coraje social, la apertura, la autosuficiencia, la comunicatividad, el atractivo social, la estabilidad emocional.

Las personas con una alta motivación de comunicación disponen de sí mismas, tienen un alto estatus socio-psicológico en el colectivo. Su opinión tiene autoridad para la mayoría de los miembros de un pequeño grupo social a la hora de resolver cuestiones controvertidas.

El motivo de rechazo es totalmente opuesto al motivo de afiliación. Se expresa en el miedo de un individuo a fracasar en el proceso de comunicación interpersonal, a convertirse en un marginado en el colectivo. Si una persona está dominada por el motivo de rechazo, en el proceso de comunicación se manifestará en forma de rigidez, ansiedad, tensión psicológica, baja autoestima e inseguridad.

Necesidad y objetivos de afiliación

objetivos de la afiliación

La necesidad de afiliación tiene distintas finalidades

  • causar una impresión positiva en el interlocutor durante la percepción social;
  • declarar la intención de mantener una comunicación a largo plazo
  • expresión de simpatía por el interlocutor;
  • búsqueda de amor, apoyo psicológico;
  • adoptar una posición de liderazgo en el equipo;
  • autoaceptación;
  • dominar una relación amorosa;
  • obtener ayuda de una persona en particular;
  • miedo a ser rechazado;
  • presentarse favorablemente en el proceso de gestión de instituciones, empresas y otros objetos sociales.

Ejemplos de afiliación en mi vida

Algunos ejemplos comprensibles de afiliación son:

  1. Coquetería. Deseosa de agradar a un joven, una chica coquetea: enseña las muñecas mientras charla, se arregla el pelo.
  2. Escucha activa. Deseando expresar simpatía al interlocutor, reforzar la conexión psicológica, durante la conversación una persona utiliza la técnica de la escucha activa: hace preguntas aclaratorias, parafrasea las palabras del interlocutor, asiente. Mediante mímicas y gestos la persona muestra su atención, su disposición a continuar la comunicación.
  3. Juego conjunto de los niños. Los niños, expresando simpatía por un compañero de juego, comparten de buen grado los juguetes, se ofrecen a jugar juntos. Con estas acciones intentan impresionar a otro niño, ganarse su favor.

Conclusión

Así pues, la afiliación es el deseo de agradar a alguien. El grado de expresión de este deseo varía en función de las circunstancias externas.

El deseo de agradar es parte integrante de las relaciones interpersonales. Por regla general, sus índices más altos se observan en el momento del primer encuentro, cuando se trabaja en equipo, así como cuando surge una situación estresante, en la que una persona espera recibir ayuda y apoyo de sus seres queridos.

Fecha de actualización: 11-16-2023