Altruismo: ¿necesitas esta cualidad?

El altruismo en palabras sencillas es la ausencia de interés propio, de motivos ulteriores en el comportamiento. ¿Te consideras una persona altruista? ¿Está dispuesto a ayudar, gastando sus recursos y sin obtener nada a cambio? Si es así, encomiable. Si no, tendrás que reconsiderar tus puntos de vista, aprender a ser abierto y honesto con la gente. ¿Cómo hacerlo?

Qué es el altruismo

Qué es el altruismo

Por definición, el altruismo es la capacidad de hacer buenas acciones sin esperar nada a cambio. Al poseer esta cualidad, las personas prestan ayuda material o psicológica sin esperar recibir beneficios, compensación o incluso gratitud. Tampoco calculan cuántos recursos han gastado.

La abnegación suele asociarse a la libertad interior. Es un estado en el que una persona es ajena al cálculo material y al mercantilismo. Realiza buenas acciones simplemente para mejorar un poco la vida de los demás. Aquí no se habla de prioridades ni de mirar hacia delante.

¡Interesante! «El desinterés es una de las virtudes más loables que dan fama de buenos». M. Cervantes

El altruismo es una cualidad intrapersonal. Se manifiesta y se realiza exclusivamente con acciones, no con palabras. Es la bondad hacia los demás sin esperar gratificaciones para uno mismo.

Una persona altruista no obedece a la sociedad, no evalúa sus actos en función de las consecuencias. Por eso, a veces su comportamiento conlleva pérdidas personales. Sin embargo, a cambio recibe la alegría de darse cuenta de que alguien se ha vuelto más feliz.

Muchas personas se engañan pensando que sus acciones son desinteresadas. Si escudriñamos sus motivos, descubriremos que les mueve el deseo de ganarse elogios o de ganarse la confianza.

Por qué debemos cultivar el altruismo

Nacemos desinteresados. Realizar buenas acciones en beneficio de los demás es un estado normal. Y es lo que aporta la verdadera felicidad.

Las personas tienen la oportunidad de seguir uno de dos caminos:

  1. Anteponerse a sí mismos, a sus deseos. Mostrar egoísmo.
  2. Cultiva el desinterés, siendo cada día más feliz.

Puedes elegir la opción que quieras. La responsabilidad de la elección seguirá recayendo sobre tus hombros. Pero, ¿deberías discutir con tu naturaleza?

Por ejemplo, imagina una situación curiosa. Un pez es elegido para vivir en tierra. Esto es antinatural, ya que debería vivir en el agua. ¿No es cierto? Lo mismo ocurre con el altruismo. Es natural desarrollarlo en uno mismo. No trates de cambiar la naturaleza humana, de «ir a tierra firme». Sólo así experimentarás satisfacción.

Qué clase de persona es altruista

Persona desinteresada

¿Qué significa ser desinteresado? Es ayudar a los demás sin beneficiarse uno mismo. Una persona altruista invierte esfuerzo, recursos y tiempo en quienes le rodean. Y estos recursos no se pagan, no dan beneficios.

Una persona que no piensa en el beneficio tiene una serie de rasgos característicos:

  1. Es honesta consigo misma y con los demás. No tiene segundas intenciones.
  2. No manipula a los demás, no recurre a la astucia.
  3. Muestra compasión.

Para este tipo de personalidades, cualquier recompensa por sus acciones (psicológica o material) se asemeja a un castigo.

Cómo le perciben los demás

cómo perciben los demás a una persona altruista

Alguien sin tormento de conciencia se aprovecha de las personas altruistas. Los demás les aprecian, mostrando gratitud por su ayuda. En general, todo depende del carácter y las cualidades personales.

Por cierto, mucha gente confunde la preocupación desinteresada por el bien de los demás con el altruismo. Hay una gran diferencia entre estos dos conceptos. Las acciones de un altruista a menudo le perjudican. Todo por el hecho de que no ve el peligro.

Según los psicólogos, los altruistas sienten muy sutilmente los cambios negativos en el entorno. Transmiten a través de sí mismos lo que les ocurre a los demás, su dolor, sus emociones. Por ello, ellos mismos experimentan una tormenta de sentimientos. Por desgracia, no siempre agradables.

Cómo se construyen las relaciones con la sociedad

relaciones con la sociedad de una persona altruista

Las personas que hacen el bien desinteresadamente, siempre están dispuestas a responder a una petición de ayuda. Siempre están a favor de la franqueza y la apertura. Por lo tanto, establecen fácilmente contacto con los demás.

Las relaciones con los distintos grupos sociales en las personas altruistas se forman de forma diferente:

  1. En una familia donde la confianza es total, los lazos no harán más que estrecharse. La ausencia de motivos y motivaciones egoístas ayudará a las personas a estar aún más unidas entre sí.
  2. El egoísmo en el colectivo puede jugar una broma cruel. Los colegas suelen aprovecharse de la amabilidad y la irreprochabilidad. Una persona rara vez avanza en su carrera. No puede defender su opinión y sus intereses.
  3. En las relaciones con desconocidos, la situación es mucho más complicada que en los casos anteriores. El exceso de franqueza y confianza suele llevar a la decepción. Además, las personas desinteresadas pueden ser utilizadas para sus propios fines, engañar.

Una persona que está dispuesta a actuar desinteresadamente en beneficio de los demás, cree que los demás deberían ser como ella. Tal opinión le impide evaluar la situación y a las personas con sensatez.

Razones del altruismo

Los psicólogos afirman que esta cualidad aparece en la infancia o en la edad adulta. Y en el segundo caso, deben ocurrir acontecimientos trágicos o inspiradores en la vida.

El altruismo no se desarrolla de forma natural, porque la personalidad debe tener un egoísmo sano y luchar por su vida. Además. Dependiendo de cómo se responda a las muestras de altruismo, la cualidad se desarrolla o se erradica, de forma similar a otros defectos.

El altruismo en un niño

El altruismo de un niño

Los niños altruistas necesitan mucho el apoyo y la comprensión de sus padres. Éstos deben explicar al niño cómo y por qué ayudar a los demás. Esto ayudará a evitar dos extremos: el altruismo y el ascetismo.

El altruismo en el adulto

En los adultos, esta cualidad sólo se desarrolla tras una reevaluación de los valores, una revisión de las prioridades y un cambio en la visión del mundo.

Es difícil decir inequívocamente si el altruismo, que apareció en la edad adulta, es perjudicial o no. A veces es beneficioso. Sin embargo, en algunos casos, tras situaciones traumáticas, puede ser necesaria la ayuda de un psicólogo o psicoterapeuta.

Lo que vale el altruismo

Cuánto cuesta el altruismo

En el mundo moderno, las personas altruistas lo pasan mal. Todo porque hay quienes las utilizan impunemente. He aquí un ejemplo. Seguro que has visto tiendas en las que se da pan gratis a los pensionistas. Para ello, se reserva un escaparate aparte en la zona de venta. Los comerciantes no esperan nada a cambio. Sólo quieren ayudar a los necesitados. Y si al principio el pan llega a su destino, luego se lo llevan quienes no necesitan ayuda en absoluto.

Por desgracia, estos casos se dan en todas partes. Hay gente que no deja escapar a los suyos. Se aprovecharán descaradamente del desinterés y la bondad de los demás.

Evitar este tipo de situaciones ayudará a evitar la reacción de defensa adecuada. Aprende a discernir en tu entorno. Y educa a tus hijos de la misma manera. Enséñales que la generosidad no es una debilidad.

Cómo desarrollar el altruismo

Cómo desarrollar el altruismo

Primero hay que reconocer la falta de esta cualidad. Después, lo único que tienes que hacer es empezar a actuar. Mira a tu alrededor: hay muchas personas que necesitan tu ayuda. Puede ser una anciana con pesadas maletas. O un amigo que necesita apoyo psicológico.

Hay muchas formas de desarrollar el altruismo:

  1. Alimenta a perros y gatos callejeros. Y si es posible, dale a alguien tus cuidados y tu cariño.
  2. Participa en trabajos de voluntariado. Ayuda a quienes se encuentran en una situación vital difícil.
  3. Quizá alguien de tu barrio necesite ayuda física. ¿Por qué no les ayudas a limpiar su piso o su casa, a quitar la nieve del jardín o simplemente a llevarles la compra?
  4. Mantén tu jardín y tu entrada en orden.
  5. Haz lo que puedas para ayudar a orfanatos, hospitales, hospicios.
  6. Ayuda a quienes luchan contra adicciones graves.
  7. Colabora con personas y organizaciones que promuevan estilos de vida saludables y valores morales, espirituales y familiares.
  8. Comparte con la gente los conocimientos necesarios para alcanzar el éxito. Conviértase en un ejemplo para ellos.

Y lo más importante. Aprender a vivir de tal manera que el altruismo sea automático. Para que la ayuda espontánea a los demás se convierta en la norma.

Conclusión

Por definición, la palabra «altruismo» significa hacer cosas buenas por los demás sin esperar nada a cambio. Si eres abierto, honesto contigo mismo y con los demás, siempre franco, dispuesto a ayudar, se puede decir con seguridad: eres una persona que se preocupa desinteresadamente por el bienestar de los demás. Deja que tus acciones no te beneficien. Ganarás mucho más: verdadera felicidad y satisfacción.

Fecha de actualización: 11-14-2022