Ambivalencia: manifestación, causas, tratamiento

La ambivalencia es una actitud ambigua hacia una persona u objeto, con ideas y estados de ánimo que cambian constantemente. ¿Se ha encontrado alguna vez con un estado así? Lo más probable es que sí. Muchas personas pueden decir que han experimentado amor y odio, afecto y deseo de marcharse cuanto antes. ¿Es normal? ¿O es hora de buscar ayuda?

Qué es la ambivalencia

psiquiatra Eugen Bleier

La ambivalencia en psicología es una actitud ambivalente hacia un objeto o persona, sentimientos o experiencias contradictorias. El objeto evoca dos emociones completamente opuestas.

El término ambivalencia fue descubierto por el psiquiatra suizo Eugen Bleier a principios del siglo XX. En su opinión, esta condición es un signo de esquizofrenia.

A diferencia de Bleier, Sigmund Freud creía que la ambivalencia es la coexistencia pacífica de impulsos opuestos en el alma humana. Estos impulsos surgen en dos esferas (la vida y la muerte) y se consideran el fundamento de la personalidad. El científico señalaba el hecho de que una persona nace con emociones duales. Las positivas están en el nivel consciente, mientras que las negativas se ocultan en las profundidades del subconsciente. En condiciones favorables «salen a la superficie», provocando en la persona acciones impredecibles y a veces inadecuadas.

El mundialmente famoso Carl Jung amplió el concepto. Según él, el consciente y el inconsciente coexisten armoniosamente en el mecanismo de acción de la psique humana. ¿Qué es entonces la ambivalencia en palabras sencillas? Es la existencia en la mente consciente y subconsciente de dos sentimientos, deseos, emociones o intenciones opuestos o en conflicto con respecto a la misma persona, fenómeno u objeto.

Interesante. F. Scott Fitzgerald decía que la ambivalencia potencia las facultades mentales de cada persona.

La ambivalencia puede ser de tres tipos:

  1. Ambivalencia emocional. Aparece con más frecuencia en las relaciones románticas. El individuo tiene dos sentimientos diferentes por el objeto de adoración.
  2. Voluntad. También conocida como ambición. ¿Qué significa? Una persona tiene dos objetivos opuestos y, en consecuencia, espera dos resultados. Le resulta difícil elegir entre ellos, por lo que pospone la decisión.
  3. Ambivalencia intelectual. El principio es el mismo que en los dos casos anteriores. Sólo que aquí se trata de ideas contradictorias.

También existe un cuarto tipo: la ambivalencia social. Un ejemplo es una persona que vive simultáneamente según las leyes generalmente aceptadas y asiste celosamente a la iglesia. Aquí se incluye también el término tan extendido — ateo ortodoxo. La ambivalencia es evidente.

Ambivalencia en psicología y psiquiatría

Hasta principios del siglo XX, el significado de la palabra ambivalencia se consideraba sólo en la práctica médica. Pero después, como ya se ha dicho, empezó a estudiarse en psicología. Los psicólogos creen que este estado es la norma. Por lo tanto, no hay necesidad de tratar de deshacerse de él. Lo principal es vigilar sus manifestaciones. Sin embargo, conviene recordar que, en algunos casos, la frágil psique humana «se rompe». Como resultado, se desarrollan neurosis y otros problemas graves. Tales casos incluyen:

  • el consumo de drogas psicotrópicas, bebidas alcohólicas, sustancias estupefacientes;
  • estrés grave o shock psicológico;
  • situaciones traumáticas que han dejado una huella indeleble en la conciencia.

Esto incluye el uso de técnicas de alteración o expansión de la mente. Se trata de la programación neurolingüística. En psiquiatría, la ambivalencia se considera un síntoma de muchas enfermedades graves. No se considera una patología independiente. Por lo general, la ambivalencia se asocia a trastornos mentales. Como ya se ha dicho, uno de ellos es la esquizofrenia. Existen otros:

  • depresión en fase crónica;
  • psicosis;
  • ataques de pánico;
  • miedos diversos;
  • neurosis;
  • trastorno obsesivo-compulsivo.

La ambivalencia en tales patologías es la existencia simultánea de varios sentimientos, emociones, sensaciones. No se mezclan entre sí.

Causas de la ambivalencia en una persona

Causas de la ambivalencia en los seres humanos

El estado ambivalente es un síntoma de trastornos mentales. Las causas de su desarrollo se consideran situaciones estresantes frecuentes, conflictos, experiencias fuertes. En cuanto la situación se estabiliza, la ambivalencia desaparece por sí sola. A veces, la ambivalencia es consecuencia de relaciones difíciles:

  • En los niños, la ambivalencia se desarrolla cuando carecen de la atención o el calor de los padres. Otra opción es la sobreprotección, cuando papá y mamá se permiten invadir el espacio personal del niño.
  • La ambivalencia entre un hombre y una mujer aparece si uno de ellos no tiene confianza en su pareja, crea constantemente situaciones de conflicto. También es causada por la inestabilidad en la relación.

Tales situaciones provocan estrés, depresión, histeria, estados neurasténicos. Averiguar la causa exacta de la ambivalencia puede psicoterapeuta, psicólogo o psiquiatra. La elección en este caso depende del grado de su expresión

Ejemplos de ambivalencia

Ejemplos de ambivalencia

El estado ambivalente tiene muchas facetas y características. Algunos ejemplos pueden sorprenderle:

  • Amor a los padres y un fuerte deseo de alejarse de ellos, de vivir separados. En casos especialmente graves, incluso desean su muerte.
  • Amor por el hijo mezclado con el deseo de deshacerse de él al menos durante un par de días, enviándolo con los abuelos para que lo críen.
  • El deseo de vivir en la misma casa con los padres, pero sin escuchar sus moralinas y consejos.
  • Recuerdos nostálgicos del pasado, en los que hubo pérdidas de algo importante.
  • Miedo y curiosidad. En una habitación oscura y vacía se oyen ruidos extraños. La persona tiene miedo, pero aun así va a ver qué ocurre allí.
  • Sadomasoquismo. No se trata sólo de relaciones sexuales. Recuerda los casos en que una mujer es atormentada por un marido alcohólico o drogadicto, pero no se atreve a abandonarlo.

Otro ejemplo de ambivalencia sería tener que elegir entre dos candidatos. Cada uno tiene cualidades buenas y malas. Pero es imposible elegir sólo a uno. Uno quiere combinar las dos para conseguir la pareja perfecta.

Cómo se manifiestan los sentimientos ambivalentes

sentimientos ambivalentes

¿Qué significa el concepto de ambivalencia de sentimientos? Por definición, la ambivalencia es una dualidad de emociones, deseos e ideas. Es una actitud completamente opuesta ante un mismo objeto. Una persona no puede decantarse por una de las soluciones. Su comportamiento y su estado emocional cambian constantemente. Por la mañana puede estar tranquilo, amable. Y por la noche de repente se vuelve histérico, agresivo, provoca peleas. U otro ejemplo, «enfermo» — persona normalmente cauta, cobarde. En un estado ambivalente se vuelve temerario. Después, vuelve a ser él mismo.

Estos cambios no traen más que frustración, pánico y malestar. Conducen al desarrollo de estrés, neurosis y depresión. Un vívido ejemplo ilustrativo de la manifestación de la ambivalencia de sentimientos en psicología es la obra de F. Dostoievski «Crimen y castigo». El protagonista realmente quiere cometer un crimen. Pero recuerda que tiene miedo a la acción decisiva. Dualidad en la acción. Pero en este caso es un síntoma de un trastorno mental.

ambivalencia en una chica

Hoy en día, la ambivalencia (especialmente la ambivalencia social) se manifiesta en algunas naciones. Tomemos Turquía, por ejemplo. Los autóctonos a menudo no pueden decidir si les gusta la cultura europea o la asiática. No quieren violar sus leyes religiosas. Pero al mismo tiempo temen parecer demasiado piadosos ante los turistas extranjeros. A veces las mujeres ponen excusas para llevar tocado. Dicen que es cómodo y bonito. Aunque en realidad cumplen los preceptos islámicos con esa apariencia.

La ambivalencia también es común en Rusia. Y no sólo entre la gente corriente, sino también entre quienes están investidos de poder. Por ejemplo, Alejandro I quiso en algún momento abolir la monarquía e introducir elecciones libres. Pero pronto cambió de opinión, convirtiéndose en un monarca cruel.

Muchas personas no suelen tener opiniones propias, siguiendo ciegamente la propaganda. Por un lado, se esfuerzan por conseguir lo que les imponen quienes les rodean. Por otro, a veces lo consideran una tontería e intentan vivir en armonía con su propia opinión. Así se manifiesta la ambivalencia en el comportamiento.

Ambivalencia en las relaciones

Ambivalencia en las relaciones

La ambivalencia en las relaciones es habitual. Recuerda al menos la frase común de que del odio al amor hay un paso. «Amor y odio»: probablemente hayas oído (y más de una vez) estas palabras. Para ilustrarlo, he aquí algunos ejemplos:

  • Una mujer ama a su marido. Pero experimenta muchas emociones negativas a causa de unos fuertes celos.
  • Una mujer adora a su hijo o hija. Pero por cansancio a veces quiere volcar en ellos toda su irritación, rabia, resentimiento.
  • El niño quiere a sus padres, intenta pasar el mayor tiempo posible con ellos. Pero al mismo tiempo sueña con que no interfieran en su vida.
  • La chica quiere al elegido. Pero le molestan algunas de sus cualidades. Sí, y los amigos íntimos provocan que se reconsidere la relación.

Si la ambivalencia de las emociones en la relación aparece por un corto período de tiempo, usted no debe preocuparse. Emociones a corto plazo no traerá daño. De lo contrario, sin embargo, es posible juzgar acerca de los trastornos graves de la psique.

Diagnóstico y tratamiento de la ambivalencia

Diagnóstico de la ambivalencia

No es necesario intentar diagnosticar la ambivalencia por su cuenta. Debe hacerlo un especialista: un psicólogo, un psicoterapeuta o un psiquiatra.

Diagnóstico

El diagnóstico de la ambivalencia implica una serie de pruebas:

  • Test de Kaplan para determinar el trastorno bipolar;
  • el test de Prister para detectar la presencia de conflictos;
  • La prueba de conflicto de Richard Petty.

Pero, por lo general, la presencia de ambivalencia viene determinada por las respuestas a preguntas como:

  • ¿Abro mi alma a los demás?
  • ¿Estoy dispuesto a discutir mis problemas con extraños?
  • ¿Me siento incómodo manteniendo conversaciones francas con los demás?
  • ¿Temo estar fuera de contacto?
  • ¿Siento ansiedad si los demás no se interesan por mí?
  • ¿La dependencia de los demás me provoca emociones negativas?

Responde con una puntuación del 1 al 5. 1 — completamente en desacuerdo, 5 — completamente de acuerdo.

Tratamiento

La terapia debe ser integral. En primer lugar, debe identificarse la causa de la ambivalencia. Ya se ha dicho que no es una enfermedad independiente. Suele ser un síntoma de trastornos mentales. Queda por identificar cuáles. Para estabilizar la personalidad, el médico prescribe el uso de medicamentos de varios grupos:

  • normotimicos — ayudan a combatir los cambios bruscos de humor;
  • antidepresivos — tratan los trastornos del cerebro que provocan el desarrollo de estados depresivos;
  • tranquilizantes — ayudan a deshacerse de la ansiedad, los ataques de pánico, los problemas de sueño, calman, relajan;
  • neurolépticos — mejoran la concentración, que se ve reducida en un estado ambivalente;
  • nootrópicos — normalizan la circulación sanguínea en el cerebro, mejoran su actividad en los trastornos mentales;
  • somníferos — mejoran el sueño;
  • Sedantes — eliminan la tensión nerviosa, ayudan a hacer frente a los ataques de pánico y las neurosis;
  • Vitaminas del grupo B — normalizan el sistema nervioso, combaten eficazmente la depresión.

La dosis de los fármacos y la duración del tratamiento las determina un médico. En caso de ambivalencia, la automedicación también es peligrosa. Simultáneamente a la toma de medicamentos, sería bueno concertar una cita con un psicólogo. Él le ayudará a encontrar sus puntos débiles, a comprender sus sentimientos, a encontrar la causa de la ambivalencia. Pueden ser conversaciones personales, clases con un grupo, formaciones especiales sobre crecimiento personal.

Si los métodos anteriores no ayudan, significa que el estado ambivalente se ha convertido en patológico. Aquí necesitará un psiquiatra. De lo contrario, habrá graves problemas de comunicación, reacciones negativas inesperadas ante la gente y lo que ocurre a su alrededor.

Conclusión

Así pues, el significado de ambivalencia es ambivalencia. No te preocupes si a veces tienes sentimientos contradictorios hacia una persona, un acontecimiento o un objeto. Es normal. Debes dar la voz de alarma si este estado interfiere en tu vida habitual, estropea las relaciones con los demás, afecta a tu salud emocional. Con la ayuda de un especialista, como un psicólogo o psicoterapeuta, encuentre la causa de lo que está ocurriendo. Después podrás empezar a eliminarla. Los medicamentos prescritos por un médico y una terapia adecuadamente seleccionada le ayudarán a cambiar su perspectiva, aprender a controlar la manifestación de los sentimientos y, como resultado, a ser más feliz.

Fecha de actualización: 11-16-2023