El análisis transaccional responderá a la principal pregunta de su vida: ¿por qué no puedo hacer nada? ¿Se ha encontrado alguna vez en una situación en la que lo intenta, se esfuerza, pero sigue sin poder conseguir lo que quiere? Puede culpar a cualquier cosa. Pueden ser las circunstancias, la gente que te rodea, la situación del país y muchas otras cosas. Pero, ¿y si el problema está en ti mismo? El análisis transaccional te lo dirá. Su creador, Eric Berne, creía que toda nuestra vida está programada en la infancia. ¿Es realmente así?
Tabla
La esencia del análisis transaccional según Eric Berne
El análisis transaccional (AT) en psicología es una técnica que permite describir y analizar el comportamiento de un individuo o de un grupo. También se conoce como análisis transaccional o transaccional. Se utiliza para tratar problemas psicológicos complejos. Su autor es el psicoterapeuta Eric Berne.
El análisis transaccional de E. Berne apareció en los años 60 del siglo pasado e inmediatamente ganó popularidad. En parte debido a su sencillez y accesibilidad.
El AT persigue varios objetivos:
- Encontrar, eliminar estereotipos en el comportamiento.
- Determinar valores, aprender a tomar decisiones, teniendo en cuenta sus capacidades y necesidades.
- Comprender su mundo interior.
- Comprender la relación con los demás.
- Aprender a no ocultar los sentimientos.
- Confiar en sí mismo.
Es interesante que el análisis transaccional de Eric Berne puede llevarse a cabo en cualquier lugar: en casa, en la escuela, en el trabajo. Se utiliza en los negocios y en la comunicación. Pero muchos psicólogos creen que sigue siendo mejor someterse al asesoramiento de especialistas. Sin su ayuda, no será posible lograr mejoras significativas.
3 estados del yo
Según el análisis transaccional, a lo largo de la vida una persona se encuentra en uno de estos 3 estados: padre, hijo, adulto. Consideremos cada uno de ellos en detalle.
Padre
Un recién nacido aún no sabe nada del mundo. Hasta la edad de mayor o menor consciencia, cuando puede recibir información y formar experiencias (3 años), el conocimiento se lo dan los adultos que le rodean. Ellos tienen una gran responsabilidad. A los niños hay que enseñarles seguridad, hablarles de sentimientos y emociones, explicarles lo que es bueno y lo que es malo. Y parte de este conocimiento los adultos lo transmiten conscientemente, y parte inconscientemente. Además, en este proceso intervienen los gestos, las expresiones faciales, el estado emocional.
Al observar a los padres, el niño crea una imagen de ellos en su interior. En psicología se denomina introyecto. Cada persona tiene muchos introyectos de este tipo en su conciencia. Entre ellos pueden estar no sólo los padres, sino también los abuelos, el hermano o hermana mayor, los amigos de la familia. Los introyectos de los padres son las imágenes internas de los adultos. Los hay de dos tipos:
- Controlador. Es el yo interior que critica constantemente. Desvaloriza todas tus acciones, regaña constantemente. Y eso no es todo. En el estado del «padre controlador» notas cualquier defecto en las personas que te rodean, te enfadas con ellas por ello. Este estado se caracteriza por prohibiciones, restricciones, instrucciones. También hay un sistema de castigos por faltas.
- Cariñoso. Se trata de un progenitor que muestra amor, amabilidad y cuidado. Como en el caso anterior, se trata de una imagen de alguien de la infancia. Estando en este estado, la persona se relaja, descansa, cuida de los demás. Y esto a pesar de posibles dificultades en el trabajo o cualquier otro problema. Aquí también hay castigos de provincias. Pero el «padre cariñoso» es menos categórico, conocido por su diplomacia.
El ego-estado del padre es una parte importante de la personalidad. Ayuda a encontrar un lenguaje común con los demás, a interactuar con ellos. Pero hay casos en los que el «padre» domina. Entonces se produce un conflicto interno. Una persona no vive su propia vida. Se guía por la experiencia de los adultos, cuya imagen permanece en su subconsciente. No merece la pena hacerlo. La experiencia de los demás, por supuesto, es útil. Pero seguirla ciegamente no vale la pena.
Niño
En el análisis transaccional de Berne, el estado del yo «niño» es una experiencia emocional. El niño la recibe cuando aún está en el útero. Después del nacimiento, se la transmiten los padres. Y no importa cómo lo hagan. Lo que importa son los sentimientos y emociones que experimentan y muestran en ese momento. Los niños no pueden pensar racionalmente. Pero sienten sutilmente el cambio en el estado emocional de mamá o papá.
A diferencia del «padre», que se caracteriza por instrucciones y prohibiciones, el «niño» se caracteriza por sentimientos, emociones, satisfacción de necesidades. Esto incluye también sueños, deseos, fobias. Los «padres» son imágenes de adultos. El estado del yo «niño» son los niños en diferentes periodos de tiempo. El estado del yo «niño» es de 3 tipos:
- Adaptativo. Experiencia emocional que proviene de una época en la que estabas influenciado por un «padre controlador». En este estado te sientes temeroso, deprimido, no te permites discutir, aceptas todas las responsabilidades y obligaciones. La principal fobia es ser rechazado. Es un estado en el que tu autoestima cae en picado. Te persigue la vergüenza, el miedo, el resentimiento.
- Rebelde. Un tipo de «niño adaptable». Se trata de una persona que está cansada de todo. Un ejemplo es un adolescente informal. Lo más frecuente es que la informalidad sea sólo un intento de librarse de la influencia de unos padres demasiado estrictos. Hasta los 13-14 años estos niños se comportan de forma impecable. Pero llega un momento en que se escapan del control paterno y hacen «todo tipo de travesuras». Dentro de ellos vive la ira, el miedo. Estallan en protestas. Suele ocurrir a los 3 años, cuando el niño se vuelve demasiado independiente, en la adolescencia y cada 10 años.
- Libre. Este estado del yo se desarrolla en aquellos niños que han vivido en la permisividad. Pero no en el sentido literal de la palabra. Se les ha permitido hacer todo lo que no es peligroso. Este estado se caracteriza por el pensamiento creativo, la creatividad, la alegría. Un «niño libre» en cualquier momento puede levantarse de su asiento e ir a pasear a otra ciudad. O retomar de repente el estudio de la lengua china. Las nuevas ideas en él sólo pulsan la tecla.
La principal ventaja del «niño» — la emotividad, la libertad. Pero tiene un inconveniente: como en el caso del «padre», está alejado de la realidad. Reacciona sólo ante las situaciones que ya le ocurrieron una vez.
Adulto
En el análisis transaccional, este estado se considera algo intermedio entre un «niño» y un «adulto». La persona no es tan emocional como los niños, pero tampoco está sujeta a las actitudes y limitaciones de las imágenes paternas. Los «adultos» pueden percibir adecuadamente el mundo que les rodea, tomar decisiones equilibradas, guiándose por el sentido común.
La conciencia aparece por primera vez a los 3 años. El niño es consciente de sí mismo como persona, comprende que no es como papá y mamá. Por supuesto, es difícil llamarlo «adulto» de pleno derecho, pero ya existen algunas condiciones previas.
Según la teoría del análisis transaccional, una persona pasa la mayor parte de su vida en este estado. Pero de vez en cuando puede ser otra persona. Esto ocurre sobre todo en situaciones de estrés.
Cómo determinar en qué estado se encuentra
Basta con observar un poco el comportamiento. Cada estado del yo tiene sus rasgos característicos:
- «Niño» dice a menudo frases como: «Quiero», «Me da mucha rabia», «Me da igual». Las emociones se muestran en su cara. Puede ser una mirada bajo los pies, labios temblorosos, una expresión de placer.
- Los «padres» prohíben algo constantemente, señalan, recuerdan el sentido del deber. Sacuden la cabeza, lanzan una mirada amenazadora, cruzan los brazos sobre el pecho.
Y, por último, los «adultos». Buscan el beneficio en todo, se ofrecen a calcular el beneficio, discuten la conveniencia de tal o cual acción, decisión. Están constantemente pensando en algo.
Transacciones
En el análisis transaccional moderno, las transacciones son el proceso de interacción entre los estados del yo de dos personas. Constan de 2 partes: estímulo y respuesta. Existen varios tipos de transacciones:
- Complementario o paralelo. El estímulo de una persona se complementa con la respuesta de otra. Se produce la comunicación. Digamos que preguntas: «¿Qué hora es?». Eso es un estímulo. Tu interlocutor responde. Es una reacción. En estas condiciones, la interacción dura lo suficiente. Prácticamente no hay situaciones de conflicto.
- Intersección o cruce. Este tipo de transacciones se caracterizan por los conflictos. Una parte envía un estímulo desde un «adulto» y la otra responde desde un «niño» o «padre». Por ejemplo, un marido pregunta a su mujer dónde está su reloj. Ella, en lugar de responder a la pregunta, dice que él siempre y en todo momento piensa que es culpa suya. Con pequeños reproches y comienza la pelea. Y así seguirá durante mucho tiempo. La situación cambiará si las partes en conflicto pasan conscientemente al estado del ego del «adulto».
Hay otro tipo de transacciones: las ocultas. Son muy diferentes de las otras dos. Aquí intervienen varios estados del yo a la vez. En pocas palabras, una persona dice una cosa pero quiere decir otra. A menudo ni siquiera se da cuenta del papel que está desempeñando en ese momento.
Acariciando
En el análisis transaccional, se trata de otro tipo de interacción entre los estados del yo del «niño» y el «padre». Los niños siempre buscan la aprobación de mamá o papá. En psicología, estas aprobaciones se denominan caricias. Existen tres tipos:
- Verbales. Se manifiestan en cumplidos, alabanzas
- No verbales. Incluyen gestos, expresiones faciales, guiños.
- Físicas. Son los apretones de manos, las palmadas en el hombro.
Se puede «acariciar» a una persona incondicionalmente (por lo que es) y condicionalmente (por cualquier acción). En este caso, el mensaje puede ser positivo y negativo.
Análisis de los juegos psicológicos según Berne
¿Qué son los juegos en psicoanálisis? Se trata de un estereotipo de comportamiento inconsciente que consta de varias partes. Se trata de la debilidad, la trampa, la respuesta, el golpe, la retribución y la recompensa. Las acciones provocan la aparición de sentimientos. Y se intensifican hacia el final del juego. Además, con cada acción aparece la caricia descrita anteriormente. Su intensidad también aumenta.
A diferencia de los entretenimientos habituales y de cualquier ritual, los juegos tienen motivos ocultos, la victoria, el conflicto. Pueden ser sucios y dramáticos.
Según Eric Berne, existen 6 tipos de juegos psicológicos. Cada uno de ellos tiene su propia subespecie:
- Para 2, 3, 5 jugadores. Puede haber más participantes. Un ejemplo es «Mujer frígida», «Alcohólica», «Por qué no».
- Usando palabras, dinero, partes del cuerpo. Son «Psiquiatría», «Deudor», «Necesito una operación» respectivamente.
- Con diferentes tipos clínicos: histérico, obsesivo compulsivo, paranoico, depresivo. Ejemplos son los juegos «Violación», «Wimpy», «¿Por qué siempre es así conmigo?», «Vuelvo a las andadas».
- Según las zonas. Hay juegos orales («Alcoholic»), anales («Slut»), fálicos («Share»).
- Psicodinámicos. Divididos en 3 subespecies: contrafobia («Si no fuera por ti»), proyección («PTA»), introyección («Psiquiatría»).
- Se distinguen por las pulsiones instintivas. Existen 3 subespecies: masoquista («Si no fuera por ti»), sádica («Rastiapa»), fetichista («Hombre Frígido»).
Cabe señalar que los juegos presentan 3 características cualitativas:
- Flexibilidad. Algunos juegos utilizan un solo tipo de material. En otros, sin embargo, se muestra flexibilidad.
- Tenacidad. A algunas personas no les cuesta parar un juego. Pero hay otras que no pueden abandonarlos.
- Intensidad. Los juegos pueden ser ligeros o pesados. También los hay de muchas formas: relajados, tensos, agresivos.
Independientemente del tipo, los juegos tienen un poderoso impacto en la vida de todos.
Características de los juegos según E. Berne
Veamos más de cerca algunos de los juegos del análisis transaccional de Eric Berne. En psicoterapia, tienen finalidad, función, dinámica, paradigma social y psicológico, movimientos y beneficios.
«Alcohólico». | «Te pillé». | «Mira lo que he hecho por tu culpa». | |
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Objetivo | Autocrítica, autoinculpación | Justificación | Como en el segundo caso, justificación |
Papel | El propio Alcohólico, su Acosador, su Salvador, el Simplón | Víctima y agresor | |
Dinámica | Privación oral (privar a una persona de algo importante, lo que conlleva destrucción) | Furia por celos | Las dinámicas de juego pueden ser suaves y duras, implicando ira |
Paradigma social | Un «adulto» pide a otro que le cuente toda la verdad o que le ayude a superar una adicción. El otro promete ser franco | Un «adulto» señala al otro lo que ha hecho mal. El otro acepta que se equivocó | |
Paradigma psicológico | Una persona en el estado de «niño» está jugando a ponerse al día, esperando que no le pillen. El «padre» en este momento da buenas razones por las que es necesario dejar de beber | «Adulto» advierte al «niño» de que ve todas sus acciones. «Niño» se da cuenta de que le han pillado. «Adulto» comunica su disgusto, castigo | Los participantes intentan eludir su responsabilidad. Creen que simplemente no hay nada que reprocharles. |
Movimientos | Primero viene la provocación, luego la culpa y finalmente el perdón. O en otro orden: condescendencia-enojo-decepción. | Hay 3 opciones: provocación-acusación, defensa-acusación y defensa-castigo. | |
Beneficio | La persona se consuela, satisface deseos momentáneos. El alcohol se utiliza como una oportunidad para evitar diversas formas de intimidad. A menudo es un desafío a las personas de su entorno: «Intenta detenerme». | Es una oportunidad para justificar su ira, algunos defectos de carácter. Este estilo de comportamiento permite a dos personas (casi siempre del mismo sexo) intercambiar diatribas airadas. Algunas personas deciden después de un juego así que no se puede confiar en nadie | La amenaza de intimidad sexual acelera el juego. La llamada ira «justificada» ayuda a evitarla. |
En otros juegos, E. Berne sólo distinguía tesis y antítesis. Tomemos, por ejemplo, «Pégame». Normalmente sus participantes no lo desean en absoluto, sino que provocan deliberadamente a otros jugadores. Y a menudo consiguen su objetivo. Entre ellos están los que no son aceptados en la sociedad, los marginados, las mujeres de comportamiento fácil, así como las personas que no encuentran un trabajo fijo. Cuando consiguen el resultado lógico de su comportamiento, sólo tienen una pregunta: «¿Por qué siempre es así conmigo?».
Sobre el concepto de «guión vital»
En el método del análisis transaccional existe el concepto de «escenario vital». Berne escribe sobre ello en su libro «People Who Play Games». Según el autor, el programa de la vida de las personas se forma en la edad preescolar. En la Edad Media, maestros y sacerdotes se atenían a esta regla. Incluso sugerían llevarse a un niño para educarlo y devolverlo a sus padres después de los 6 años.
Berne decía que el guión es un plan de vida, almacenado en lo más profundo del subconsciente. En su formación influyen principalmente la madre y el padre. Según él, el hombre es impulsado a la acción por una fuerza interior. Y por mucho que intente vencerla, el resultado final suele ser distinto del deseado. Por ejemplo, muchas personas se esfuerzan por ganar mucho dinero, pero siguen perdiéndolo. Otros, en cambio, alcanzan el éxito.
Es interesante que los dos primeros años del escenario del niño dependan en mayor medida de la madre. El programa establecido por ella en psicoterapia se considera su protocolo principal, su posición vital.
Durante el primer año después del nacimiento, en la conciencia del niño se forma la confianza o la desconfianza hacia el mundo circundante. Desarrolla algunas creencias sobre sí mismo y sobre los que le rodean. Se da cuenta de que es bueno, de que todo va bien o viceversa.
Lo mismo ocurre con otras personas. Son buenas y están bien o son malas y no están bien. Son posiciones vitales. Vamos a designarlas como Yo y Tú. «Todo va bien» es «+» y «no va bien» es «-«. La combinación de estas posiciones es la base del guión vital de cada persona. Veámoslo con más detalle:
- Yo+, Tú+. Esto es el éxito incondicional. Signo de una personalidad sana, que va con confianza hacia la victoria. Esta posición puede aprenderse en la primera infancia o lograrse trabajando duro en uno mismo.
- Yo+, Tú-. Consciente o inconscientemente, una persona juega al juego psicológico «Tú tienes la culpa». Ve a los que le rodean como enemigos. Es más, se esfuerza por deshacerse de ellos. Esto se aplica no sólo a los extraños, sino también a los familiares, amigos, incluso a los niños. En situaciones especialmente graves, una persona con esta postura se convierte en un asesino.
- Yo-, Tú+. Posición depresiva. Una persona se dedica a la autodestrucción. Y, lo que es peor, transmite este escenario a los niños. Tales personas son en su mayoría melancólicos, perdedores que pasan toda su vida solos.
- Yo-, Tú-. Desesperanza total. Como en el caso anterior, este es el guión del perdedor.
Es muy difícil abandonar tu posición vital y cambiar tu guión vital. Es como intentar arrancar los cimientos sin destruir la casa. Pero aún existe esa posibilidad. Un psicólogo o psicoterapeuta experimentado le ayudará.
Cabe decir que de las posiciones vitales depende cómo se formará la relación con las personas que te rodean. La posición del interlocutor llama la atención en el primer contacto. Y lo similar, como sabemos, atrae a lo similar. Si eres una persona alegre y feliz, entonces tienes el mismo círculo de diálogo. Es poco probable que quiera comunicarse con eternos quejicas.
Literatura sobre el análisis transaccional
Para comprender mejor los fundamentos y beneficios del análisis transaccional en psicoterapia, la literatura especializada le será de ayuda:
- «Análisis transaccional y psicoterapia», Eric Berne.
- «Games People Play. La psicología de las relaciones humanas», Eric Berne.
- «Games People Play. Personas que juegan», Eric Berne.
- «Juegos a los que juega la gente de éxito. Una clase magistral de psicología práctica», Pia Bilund, Kore Christiansen.
- «Técnicas de análisis transaccional y psicosíntesis», Irina Malkina-Pykh.
Estos libros pueden parecer difíciles al principio. Pero leerlos es una gran oportunidad para mirar en tu interior.
Conclusión
El análisis transaccional o transaccional bajo la dirección de un especialista le ayudará a entender por qué su vida es como es y no al revés. Según su creador, Eric Berne, el guión vital de cada persona se establece en su subconsciente ya en la infancia. Y se sigue durante muchos años. Ésta es la raíz de muchos problemas. Si sientes que algo va mal, no tengas miedo de consultar a un psicólogo. Quizá una sesión de análisis transaccional le ayude a corregir la situación.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023