La autoafirmación a expensas de los demás es un patrón de comportamiento destructivo. La autoafirmación como tal es el deseo de una persona de alcanzar y mantener un determinado estatus social, el reconocimiento en la sociedad. Una variante sana de la autoafirmación es el autodesarrollo continuo, la revelación del potencial personal. Sin embargo, algunas personas eligen otra opción: autoafirmarse a costa de los demás. Este modelo de comportamiento y vamos a considerarlo con más detalle.
Tabla
¿Qué es la autoafirmación a expensas de los demás?
Autoafirmación a costa de los demás: ¿cómo? En psicología, se trata de humillar, menospreciar e insultar a los demás para quedar mejor frente a ellos. Es una forma de defensa psicológica.
Una persona autoafirmativa humilla a los demás para demostrar que es más lista, más fuerte, más rica, más guapa, etc. El ámbito de la autoafirmación puede ser cualquier cosa. Algunas personas intentan demostrar que son los mejores en todo.
La autoafirmación está relacionada con el sentimiento de la propia importancia, del propio valor. Las personas se autoafirman para sentirse importantes, valiosas y realizadas en la vida. Es importante que cada persona se dé cuenta de que vive por una razón, que ha conseguido algo en la vida y que tiene cierto peso en la sociedad.
Por qué surge
La autoafirmación a costa de los demás es un mecanismo de defensa de la psique, que ayuda a la persona a protegerse de problemas no resueltos. Se basa en la necesidad de buscar constantemente la confirmación de la propia superioridad e importancia. Si una persona puede demostrar que todos los que le rodean son malos, automáticamente surge en su cabeza la actitud «yo soy bueno». Con ello llega una sensación de confianza, seguridad y comodidad.
¿Por qué algunas personas necesitan confirmación periódica de su importancia? Porque viven con la creencia de «soy malo». ¿De dónde viene esta actitud? Fue inculcada por los padres. No aceptaban al niño, le criticaban, le insultaban, le humillaban, le reprimían, le pegaban, le castigaban, le intimidaban, le comparaban con otros, etc.
Cuando se ven las primeras manifestaciones
La necesidad de autoafirmación a expensas de los demás está asociada a traumas infantiles. Por regla general, en estos casos el niño se enfrenta desde los primeros días de vida a la frialdad y crueldad de los adultos. Por lo tanto, las primeras manifestaciones de autoafirmación a expensas de los demás son perceptibles a partir de los 3-4 años. Y con cada año se intensifica.
El niño insulta y humilla a sus compañeros, se pelea. Fantasea y miente mucho, por ejemplo, cuenta que todos los fines de semana él y su madre y su padre se van de vacaciones al mar. O dice que tiene el mejor teléfono del último modelo en casa, pero que no lo lleva consigo, etc. Es decir, ya en la guardería se nota el deseo del niño de ser el centro de atención, de demostrar su fuerza. Muchos niños mienten sobre el estatus y la riqueza de sus padres. A veces el niño se apropia de los méritos de otras personas, se inventa historias de «superhéroes» sobre sí mismo.
Presta atención. A medida que el niño crece, la esencia de las manifestaciones del deseo de hacerse valer a costa de otro no cambia. Sólo cambia la especificidad y la escala de las historias inventadas, las provocaciones, las críticas, las acusaciones, etc.
Signos
Una persona critica, insulta, provoca a los demás, señala sus defectos, subraya sus errores, provoca, devalúa, excoria los errores ajenos, etc. Al mismo tiempo, exagera sus propios logros, presume de éxitos reales o inventa historias sobre su bienestar. El ámbito de la devaluación de los demás y la idealización de uno mismo puede ser cualquiera: apariencia, habilidades, estatus social, carrera, finanzas, riqueza material, vida personal, etc.
Es interesante. Una persona que se deprecia a sí misma defenderá su punto de vista, aunque se dé cuenta de que está equivocada.
Recomendaciones de un psicólogo
Para dejar de autoafirmarse a costa de los demás, hay que trabajar los traumas de la infancia y las ofensas a los padres. Es necesario recuperar el sentido de seguridad, de autovaloración, de importancia, encontrar una fuente de amor y apoyo en uno mismo, en otras personas. Es necesario aceptarse y quererse, desarrollar la confianza en uno mismo y trabajar la autoestima.
Además, es importante encontrar apoyo entre los demás. Sin embargo, una persona debe comprender que si ella misma no quiere y no quiere cambiar, nadie tolerará constantemente su comportamiento. Sí, la sociedad puede dar apoyo por adelantado y una actitud amistosa, pero entonces se comportará como la persona se merece.
Lo más frecuente es que una persona intente imponerse a costa de los demás sólo en una esfera. Si se trata de ti, entonces tienes que pensar dónde sueles encontrar los defectos y carencias de los demás, de qué les acusas. Esto es lo que te molesta dentro de ti, esto es lo que necesitas trabajar.
Lo último que tienes que trabajar son los límites personales. Primero atacas para que no te ofendan. Así afirmas tus límites. Tienes miedo de que al ser tú mismo, al abrirte a la sociedad, te hagan daño. ¿De qué tienes miedo exactamente? ¿Cuál es tu miedo a los problemas no resueltos, cuáles son esos problemas? ¿Por qué los temes? ¿De qué te está privando? ¿Cuál es tu verdadero propósito? ¿Qué puede hacer la sociedad por ti y tú por ella?
¡Importante! Una autoafirmación sana implica definir un propósito en la vida y elaborar un plan para alcanzarlo, así como satisfacer tus necesidades y deseos. Tienes que vivir de acuerdo con tu potencial, es decir, basándote en tus intereses y capacidades.
Conclusión
La autoafirmación a expensas de los demás está plagada de conflictos y soledad. Y por mucho que una persona demuestre que es mejor que los demás, sigue sintiéndose infeliz y mal. No hay desarrollo personal. La persona no vive la vida que le gustaría vivir. No se siente autorrealizada. Por eso es tan importante trabajar los traumas de la infancia y aprender formas sanas de autoafirmación.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023