¿Sabes reírte de ti mismo? La autoironía es una cualidad importante. Sin ella, definitivamente no es posible hacer frente a la tensión excesiva que tienes que experimentar todos los días. Y si se tiene en cuenta el deseo de los demás para criticar, hacer un comentario o dejar ir en su dirección púas, entonces usted puede una vez más asegurarse de que sin humor no puede hacer. ¿Es posible desarrollar la auto-ironía? ¿Cómo hacerlo?
Tabla
¿Qué es la autoironía?
¿Qué significa autoironía? Es la capacidad de reírse de los propios defectos, meteduras de pata y errores. Es la capacidad de hablar de los defectos de forma positiva, analizarlos y aprender de ellos. La autoironía ayuda a las personas a evitar situaciones conflictivas, a no ofenderse por las críticas y los comentarios, a prevenir la humillación. Protege de sentimientos de culpa, irritación, estrés y estados depresivos. Además, es una buena oportunidad para conservar la autoestima en el nivel adecuado.
En pocas palabras, la autoironía es una crítica constructiva pero positiva.
La autoironía no tiene nada que ver con el autodesprecio. El humor destructivo se asemeja al autorreproche, a la crítica malsana, al insulto. No puede calificarse de relajado. No suaviza la situación, sino que, por el contrario, anima a los demás a compadecerse de la persona. Detrás de la autohumillación, el individuo esconde la inseguridad en sí mismo y en sus fuerzas, la no aceptación de sí mismo como persona. En esencia, se trata de una comparación o un reproche. Mientras que una persona con autoironía se acepta a sí misma con todas sus ventajas y desventajas.
La autoironía en psicología
En psicología, la autoironía es un signo de la salud y madurez de la personalidad de un individuo. Además, la autoironía, según los psicólogos, es un signo de gran inteligencia, fuerte confianza en uno mismo y alta autoestima.
Si una persona es capaz de reírse de sí misma, por ejemplo, de su aspecto o su carácter, la gente que le rodea le percibirá como un interlocutor abierto y amable. Confiarán en él.
La autoironía en filosofía
La autoironía como postura vital se popularizó en el siglo XIX. Sin embargo, su origen se remonta a la época de Sócrates. En general, para las figuras de la época esta habilidad era la esencia del arte (Solger), la oposición a la idea expresada (Losev).
Los componentes de la autoironía
¿Qué es la autoironía? Es la capacidad de reírse de uno mismo con inteligencia. Se compone de varias cualidades personales.
El deseo de ser mejor
El sentido de la autoironía fomenta el cambio. El deseo de superación es inherente a toda persona. Alguien sueña con crecer profesionalmente, alguien, por ejemplo, deportista se interesa por la apariencia. Otras personas se esfuerzan por desarrollarse intelectualmente. No importa lo que una persona quiera mejorar. Lo principal en este asunto es no detenerse, sino avanzar con confianza.
Capacidad de análisis
Si una persona aprende a reírse de sí misma, significa que ya a nivel subconsciente ve sus errores y carencias, y se esfuerza por trabajar en ellos. Lo principal es evaluar y distribuir adecuadamente los recursos disponibles para ello.
La capacidad de analizar lo que está sucediendo, así como de tratarlo con humor ayuda en todos los ámbitos de la vida.
Sentido del humor desarrollado
No todas las situaciones de la vida deben tomarse en serio. En determinadas circunstancias, no se puede prescindir del humor. No sólo te ayudará a levantar el ánimo. También preservará la salud del sistema nervioso.
¿Qué más da la autoironía y el buen humor?
- Las dificultades no te sacarán de la rutina.
- Mejorarás notablemente tu salud, porque, como se suele decir, «toda enfermedad proviene de los nervios».
- Usted tendrá el deseo de corregir sus deficiencias.
- Desaparecerá el deseo de culpar a los demás de sus problemas. Se dará cuenta de que el éxito depende exclusivamente de usted.
Además, la autoironía ayuda a hacer frente a la ansiedad, a los miedos que surgen en el camino hacia la consecución de los objetivos.
Capacidad para hacer frente a las dificultades
Según los psicólogos, la autoironía ayuda a tomar decisiones difíciles, a actuar, a no quedarse parado. Para algunas personas no es fácil. Carecen de la fuerza interior y el valor necesarios para luchar contra graves dificultades. La capacidad de percibirlo todo con humor permite analizar y evaluar adecuadamente la situación.
Aceptación de la responsabilidad
Las personas que tienen la capacidad de auto-ironía, saben que son capaces de resolver cualquier, incluso la tarea más difícil. Y esto a pesar de los casos en que la situación está fuera de control. Siempre tienen recursos ocultos. Ellos le ayudarán a no desanimarse en el camino hacia el éxito.
Beneficios de la autoironía
Ser capaz de reírte de tus defectos conlleva muchas ventajas:
- Estás protegido de forma fiable de las críticas gratuitas de la gente que te rodea, de las frases hirientes y de las barrabasadas. ¿Qué sentido tiene reírse de una persona si ésta ya se ha reído de sí misma?
- Las frases humorísticas sobre uno mismo calmarán una situación acalorada.
- Si tienes autoironía, simplemente no puedes ofender. Aunque alguien le critique con saña a usted y a su opinión, no se lo tomará a pecho.
- Bromear sobre tus defectos te ayuda a destacar tus puntos fuertes. No tendrás que alabarte a ti mismo ni mendigar cumplidos.
- La actitud leal ante los defectos te anima a corregirlos, a superarte. Los que se toman los defectos demasiado en serio no suelen hacer nada para cambiar la situación.
- La autoironía es señal de una mentalidad optimista. Esta habilidad te hará la vida más fácil.
Otra ventaja indudable es el atractivo a los ojos de los demás. La persona autoirónica siempre parece simpática, llama la atención. Esto le permite hacer muchas nuevas amistades.
Cómo aprender a ser irónico
La falta de autoironía no conduce a nada bueno. Una persona siempre se sentirá ofendida por las críticas. Y esto es un camino directo al estrés constante, a la depresión. Por eso hay que saber cómo desarrollar la autoironía.
Hay varias maneras:
- Aprende a ver lo bueno de cada situación. Digamos que te han despedido del trabajo. Seguro que no es una situación agradable. Pero por el lado bueno, por fin puedes dormir un poco.
- Conócete a ti mismo. Determina qué rasgos aceptas y cuáles no. De qué te puedes reír y qué prefieres no tocar. Haz una lista de las cosas que merece la pena arreglar.
- Trabaja tu sentido del humor y tu capacidad mental.
- Aprende a relajarte. La tensión constante es seriedad constante.
- Hazte una autopresentación. Acércate al espejo y cuéntale a tu reflejo tus puntos fuertes y débiles. Repite el ejercicio, pero hazlo con humor.
- Revisa tu círculo social. Déjate rodear por personas que tengan autoironía. Observándolas, te darás cuenta de que reírse de uno mismo no es tan terrible e incluso útil. Además, a nivel subconsciente, entenderás cómo hacerlo correctamente.
- Hay otra forma eficaz de aprender autoironía: incluso si fracasas, elógiate a ti mismo. Al fin y al cabo, te has esforzado, lo has intentado. Recuerda que cada error es una experiencia que te será útil en el futuro.
- Desarrolla habilidades de comunicación. También necesitarás empatía. Estas cualidades te ayudarán a ver el estado de ánimo de la gente, su actitud hacia ti. En consecuencia, aprenderás a bromear sobre ti mismo de forma apropiada, sin causar lástima ni otras emociones similares.
- Los psicólogos recomiendan observar cómo bromean los cómicos. Al fin y al cabo, se burlan de sí mismos en cada actuación. Piensa en qué sentimientos evocan en ti sus palabras. ¿Cómo percibes a la persona que está en el escenario? Las respuestas a estas preguntas le ayudarán a aprender la autoironía, el arte de bromear sobre uno mismo.
También merece la pena resolver tus problemas psicológicos. Quizá el obstáculo para la autoironía sean los complejos, algún trauma psicológico, la baja autoestima o una fuerte dependencia de lo que los demás digan de ti. Mientras no estés «curado», no cabe esperar armonía interna ni amor propio.
Ejemplos de autoironía de mi propia vida
Me ofendían las bromas en mi dirección, los comentarios cáusticos sobre mis acciones, las críticas. Yo ya era muy tímida. Y en esas situaciones me encerraba en mí mismo.
En un momento dado pensé que me faltaba algo. Sí, era la capacidad de reírme de mí mismo. Y empecé a reírme de todo: de mis torpezas («Esta vez ha sido inusual»), de mi entonces plenitud («Pero no se la llevará un viento fuerte»), etc.
A alguien estas bromas le parecerán sin gracia o banales. Pero créeme, es una forma estupenda de protegerte de los ataques del exterior. Cuando uno se da cuenta de sus propios defectos y meteduras de pata, los comentarios mordaces de los demás ya no parecen tan ofensivos. En efecto, ¿cómo pueden humillarme o insultarme, si no sólo conozco mi problema, sino que incluso lo he ridiculizado?
Conclusión
La autoironía es necesaria para cualquier persona. Imagina cuánto más fácil sería tu vida si dejaras de tomarte a pecho lo que los demás dicen de ti. La capacidad de reírte de ti mismo y de tus defectos te ayudará a hacer nuevas amistades, a aliviar la tensión en compañía e incluso a resaltar tus virtudes. Pero lo más importante es que protegerá su sistema nervioso.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023