Bufonofobia: miedo a los sapos y las ranas

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La bufanofobia es una condición patológica que se desarrolla a nivel psicológico.

El trastorno va acompañado de emociones negativas e incontrolables al encontrarse o pensar en ranas y sapos. Es posible hacer frente al problema de forma independiente o buscando ayuda de un especialista.

¿Qué es y cómo se llama?

La bufonofobia es un miedo pánico a las ranas y los sapos, una de las variedades de la zoofobia. En otras palabras, una persona siente miedo no sólo a la vista de tales criaturas, sino incluso ante el mero hecho de pensar en ellas.

Se trata de un miedo irracional e incontrolable, cuya aparición se produce de forma espontánea. En cada caso concreto puede haber diferentes manifestaciones. A menudo, esta afección provoca la aparición de ataques de pánico. Se trata de una enfermedad que surge a nivel subconsciente.

Ranidofobia es sinónimo de bufonofobia. La batracofobia puede distinguirse entre conceptos relacionados. Se diferencia en que este concepto incluye el miedo a todos los anfibios. Entre ellos pueden encontrarse sapos, ranas, tritones y salamandras.

La bufonofobia es un problema mental y psicológico . Sólo un psicólogo o psicoterapeuta puede ayudar a afrontarlo.

Causas del desarrollo

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La causa exacta del desarrollo del miedo irracional a las ranas nadie ha podido darla todavía. Sin embargo, los expertos identifican una serie de factores que pueden provocar la manifestación de un estado tan ilógico.

Entre las causas más comunes, se distinguen las siguientes:

  • Asco . A la vista de estos anfibios, la mayoría de las personas sólo sienten emociones negativas. No recuerdan cómo es posible admirar a estas criaturas resbaladizas, pegajosas y repugnantes.
  • Prejuicios . Los pueblos de algunos países todavía sostienen la teoría de que el hombre es capaz de convertirse en rana, porque descendió de ella. Las personas impresionables pueden tomarse esto tan en serio que sentirán miedo constantemente por la posibilidad de cambiar de aspecto. Esto puede desencadenar el desarrollo de una fobia persistente.
  • Presagio . Algunos individuos están seguros de que si se coge una rana o un sapo en las manos, el cuerpo se cubrirá de verrugas. No todos se dan cuenta de que la causa de las erupciones es un virus del que están enfermos estos anfibios.
  • Experiencia personal negativa . Por ejemplo, cuando una persona observa un sapo inmóvil durante mucho tiempo, pero en algún momento salta bruscamente sobre él. Ante el efecto sorpresa, la persona observada se lleva un susto, que más tarde se transforma en fobia.
  • Miedo a la muerte por mordedura . Algunas variedades de ranas son venenosas. A menudo la gente teme que el veneno ingerido sea mortal. Sin embargo, no todo el mundo sabe que un sapo venenoso nunca atacará a una persona por sí mismo.
  • Aversión a emitir sonidos . Los graznidos suelen ser causa de irritabilidad y nerviosismo.
  • Incidentes chocantes . Por ejemplo, cuando los niños atrapan sapos, los encierran en un frasco y ven cómo mueren. Estas acciones suelen provocar traumas psicológicos.

A menudo, la causa de la bufonofobia es la aversión personal que la gente siente por los anfibios inofensivos. En raras ocasiones, los prejuicios y los traumas psicológicos son los factores desencadenantes.

Lo más frecuente es que el trastorno empiece a desarrollarse en la infancia. Sin embargo, no es raro que el trastorno fóbico se manifieste en adultos. El grupo de riesgo está formado por personas sugestionables e imaginativas que sucumben fácilmente al pánico. También puede incluir a individuos que han tenido experiencias negativas relacionadas con las ranas.

Síntomas

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Un bufonófobo experimenta miedo no sólo a las propias criaturas anfibias, sino también al verlas en imágenes, vídeos o libros.

Además, le asustan los juguetes con forma de rana, el pantano, cualquier sonido similar al graznido.

Al permanecer en un estado de trastorno fóbico, la persona intenta evitar por todos los medios los lugares donde presumiblemente pueda encontrarse con el objeto del miedo. Pensamientos intrusivos de sapos rondarán por todas partes.

El paciente deja de pensar en otra cosa que no sea su problema. Si en la televisión aparecen representantes de estos anfibios, cambia inmediatamente de canal. Al oír un sonido desagradable para él, intenta huir lo más lejos posible.

Los bufonofóbicos se niegan a descansar y pasear por el bosque, cerca de masas de agua y en parques. Cuando el curso de la enfermedad en una forma grave, estas personas no salen de casa en absoluto, se aíslan completamente de la sociedad. Empiezan a percibir el olor a pantano y el croar de las ranas por todas partes.

Cuando el encuentro no puede evitarse, a los síntomas emocionales se añaden síntomas somáticos. Estos incluyen:

  1. ataques de náuseas y vómitos;
  2. mareos y dolores de cabeza;
  3. sudoración excesiva;
  4. Temblor de las extremidades superiores e inferiores;
  5. Dolor abdominal;
  6. Confusión;
  7. fluctuaciones bruscas de la tensión arterial
  8. arritmia y taquicardia;
  9. sensación de falta de aire y nudo en la garganta.

Algunos bufonofóbicos a la vista del objeto del miedo caen en un estado de estupor, en otros, por el contrario, se produce un aumento de la actividad y la manifestación de ataques de agresividad. Durante los ataques de pánico, el paciente puede suponer un peligro para sí mismo y para los demás.

Diagnóstico

El desarrollo de la bufonofobia vendrá indicado por todos los signos clínicos enumerados anteriormente. Sin embargo, para realizar un diagnóstico preciso, es necesario acudir a un especialista cualificado. El médico realizará una encuesta en el momento de la detección de las dolencias existentes, estudiará la historia vital y el estado del paciente.

Para confirmar la enfermedad, tendrá en cuenta la presencia de los siguientes indicadores diagnósticos:

  • reacciones de evitación;
  • manifestaciones somáticas en el momento del pánico;
  • ansiedad, que aumenta al entrar en contacto con el objeto del miedo.

Ejemplos entre famosos

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En el mundo hay muchos famosos que también padecen bufonofobia y no lo ocultan a fans y periodistas. Entre ellos

  1. Marina Tsvetaeva . La enfermedad comenzó a desarrollarse después de que ella bromeó sin éxito sobre su amigo, con lo que uno a la cara de una rana. Los gritos histéricos golpearon tanto a la famosa, que desde ese momento formó una fobia a estas criaturas anfibias.
  2. Max Barskikh . El miedo a los sapos y ranas lo desarrolló desde la infancia. El factor provocador fue la mordedura de un individuo sin cola en el momento en que el niño quería cogerla en brazos.

¿Cómo superar el miedo uno mismo?

Hacer frente al miedo a las ranas por sus propios medios es poco probable que tenga éxito. Sin embargo, si la enfermedad se encuentra en una fase temprana de desarrollo, merece la pena intentarlo.

Los expertos recomiendan empezar por obtener toda la información posible sobre sapos y otros anfibios. En este caso, la ficción y la literatura científica serán de gran ayuda. Cuando comprenda que las ranas son criaturas inofensivas, intente acercarse a ella.

Al principio, esto se hace viendo fotos o vídeos en los que aparezcan anfibios. Puedes comprar un juguete en forma de sapo, ponerlo en un lugar destacado, mirarlo, mientras prestas atención a las emociones que surgen en ese momento. Al hacer este ejercicio, el miedo irá desapareciendo poco a poco.

Cuando el miedo a ver imágenes de ranas desaparece por completo, el siguiente paso es visitar sus hábitats.

¿Cuándo necesito acudir a un profesional?

Si no puede afrontar el miedo por sí mismo, sólo un psiquiatra o psicoterapeuta le ayudará. En el tratamiento de la bufonofobia se utilizan diversas técnicas psicológicas:

  • Ejemplos positivos . Este método se utiliza mucho cuando se trabaja con niños. Se leen cuentos de hadas, se muestran dibujos animados, donde las ranas se presentan como héroes positivos. Bajo la influencia de tales historias, el niño se convence más rápidamente de su benevolencia y con el tiempo deja de tener miedo.
  • Trabajar con símbolos . El médico muestra al paciente imágenes que pueden representar ataúdes, catástrofes, cruces funerarias, dejando así claro que hay cosas más aterradoras que las ranas y los sapos. En la mayoría de los casos, bastan unas pocas sesiones para eliminar la fobia.
  • Autoentrenamiento . La esencia del método consiste en convencer a la persona de que los anfibios no son peligrosos, no se comen a las personas, no las atacan, nunca se meten en casa.
  • Hipnosis . Se pone al paciente en trance y se forma la reacción correcta ante el objeto del miedo.
  • Psicocorrección . El médico simula para bufonofoba situación especial, hacer frente a lo que es deshacerse de la fobia.
  • El método del «límite subjetivo» . Se organiza al paciente a propósito para que se encuentre con un objeto inductor de pánico. Esta táctica es necesaria para evaluar el comportamiento del paciente y elegir nuevas medidas.

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En los ataques de pánico, debido a los cuales se observa un comportamiento inadecuado, pueden prescribirse medicamentos

  1. antidepresivos;
  2. sedantes;
  3. tranquilizantes.

Los medicamentos sólo pueden tomarse con cita previa y bajo la supervisión del médico tratante.

Prevención del desarrollo o de las exacerbaciones

No existen medidas especiales para prevenir la aparición de la bufonofobia. Pero se pueden utilizar métodos destinados a reforzar el estado general del organismo:

  • vigilar el sistema inmunitario y nervioso
  • mejorar el pensamiento crítico y analítico
  • pasar más tiempo al aire libre
  • seguir una dieta sana y equilibrada
  • hacer ejercicio con regularidad.

Consecuencias y pronóstico

Cuanto más grave es la forma de evolución de la afección patológica, más empieza a encerrarse en sí misma la persona. En las últimas fases, el bufonófobo simplemente se niega a salir de casa, se vuelve poco sociable, se aísla completamente de la sociedad.

Al estar en tensión constante, el cuerpo se agota, lo que a menudo provoca enfermedades somáticas y trastornos mentales secundarios.

Cuanto antes se detecte la bufonofobia, más favorable será el resultado del tratamiento. La solicitud oportuna de ayuda profesional puede devolver rápidamente al paciente a una vida normal y plena.

Conclusión

La bufonofobia es un trastorno mental común entre niños y adultos, fácil de tratar si se detecta a tiempo. Si no se toman medidas para eliminar el problema, una persona bufonofóbica se ve privada de una vida normal, se convierte en rehén de sus miedos. Además, puede ser un peligro para sí mismo y para los demás.

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Fecha de actualización: 11-16-2023