El agotamiento profesional es algo familiar para muchas personas. También existe la expresión «estar quemado por el trabajo». Dice que una persona está cansada, ha perdido la motivación y el interés por lo que sucede a su alrededor. La situación no es una fantasía, sino bastante real. El ritmo frenético de la vida agota moral y físicamente. ¿Es posible hacer frente a un estrés tan fuerte? ¿Cómo evitar el desgaste profesional, cómo superarlo, si se han detectado signos de este síndrome?
Tabla
¿Qué es el desgaste profesional?
Las primeras informaciones sobre el síndrome de desgaste profesional aparecieron en los años 70 del siglo pasado. El psicólogo estadounidense Herbert Freudenberger lo caracterizó como una sobrecarga emocional tras un largo trabajo con clientes. Más tarde, el síndrome recibió una descripción diferente. Ahora se trata de la respuesta del organismo a situaciones de estrés.
Muchas personas se dedican por entero a su trabajo. Pasan allí la mayor parte del día, olvidándose de descansar. Durante cierto tiempo su cuerpo no reacciona de ninguna manera a estas circunstancias. Pero en un momento determinado llega la llamada crisis, que conduce al desarrollo de un estrés crónico. El cuerpo deja claro que la reserva de fuerzas vitales está casi agotada. Como resultado, la persona experimenta una serie de síntomas desagradables:
- fatiga constante;
- fatiga excesiva;
- falta de perspectiva;
- pérdida de interés por la vida.
El agotamiento profesional es un conjunto de emociones negativas relacionadas con el trabajo. No importa a quién afecten: un equipo, una empresa o una compañía. Así se manifiesta la deformación de la personalidad, causada por la necesidad de comunicarse en el trabajo con la gente.
Pereza o enfermedad: cómo distinguir el burnout de la procrastinación
El burnout profesional, la pereza y la procrastinación difieren significativamente entre sí. Esta última, traducida del inglés, significa retraso. Se trata de la tendencia de una persona a posponer constantemente la realización de cualquier asunto. Hasta cierto punto, no tiene nada de malo. No en vano inventó un proverbio que el trabajo no es un lobo, no huirá al bosque. Pero entonces una persona sobrepasa el límite de lo permisible, y el retraso se convierte en un problema.
La pereza no es procrastinación. Es uno de sus componentes. Y el agotamiento profesional es justo lo contrario. Una persona está dispuesta a hacer algo, pero no tiene suficiente energía.
Tres signos de agotamiento profesional
Continuando con la investigación, las científicas Christina Maslach y Susan Jackson nombraron los principales signos del agotamiento profesional:
- Fatiga emocional. La persona se queda sin energía. Lucha contra la fatiga laboral constante. Se hace difícil controlarse.
- Despersonalización. El trabajador desarrolla cinismo. No le importa lo que les ocurre a los que le rodean, entre los que se encuentran compañeros, pacientes, clientes.
- Deterioro de los logros. A la persona le parece cada vez más que los intentos de conseguir algo en el trabajo y en la vida son en vano, y que las metas fijadas están demasiado lejos.
Según el mencionado Dr. Freundenberger, el burnout es más susceptible para quienes trabajan en clínicas psiquiátricas. De hecho, el problema es más global. Trabajadores de casi todos los ámbitos se enfrentan a él. Como resultado, las personas y el trabajo de las empresas se resienten.
Para diagnosticar el agotamiento profesional, hay que comprobar si se tiene al menos uno de los «síntomas» enumerados.
Por qué nos «quemamos»
El síndrome se desarrolla por muchas razones. Todas ellas, de un modo u otro, están relacionadas con el trabajo.
Demasiado trabajo
Cada día hay más adictos al trabajo, así como quienes se enfrentan al agotamiento profesional. Es fácil de explicar. Más trabajo significa menos tiempo para descansar adecuadamente. Como consecuencia, aparece el estrés.
Con el tiempo, la persona tiene cada vez más ganas de dejar el trabajo, descansar o al menos dormir un poco.
Si un par de días libres ayudan a remediar la situación, entonces todo es normal. Si no, podemos hablar de agotamiento profesional.
Demasiado cerca del corazón
A menudo el trabajo se convierte en un segundo hogar. Cuanto más tiempo pasa una persona en él, más cerca del corazón lleva todo lo que allí sucede, incluidos algunos fracasos. Reacciona ante ellos de forma más aguda que ante los problemas que surgen en la familia.
Llega un momento en que un «amor» tan peculiar se transforma en odio. La persona se da cuenta de que el trabajo no le aporta más que emociones negativas y fatiga. El resultado es el deseo de librarse de él lo antes posible.
Trabajar demasiado tiempo
Según los psicólogos, hay que cambiar de campo de actividad de vez en cuando. Es conveniente hacerlo al menos una vez cada cinco años. Así se previene el agotamiento profesional. De lo contrario, se desarrolla el estrés. Una persona se aburre en el trabajo, no le ve sentido a seguir trabajando, se siente fuera de lugar.
Crisis de identidad
El agotamiento profesional suele producirse entre los 27 y los 40 años. Es durante este periodo cuando una persona empieza a ver la vida de otra manera. Revisa sus prioridades y evalúa sus logros.
Por lo general, a mediana edad las personas consiguen alcanzar algunos objetivos. Muchos ya tienen vivienda propia, coche, trabajo estable, familia. Pero de repente empieza a parecer que falta algo. La persona quiere más. Pasa su carrera a un segundo plano, empieza a buscar algo que hacer por el alma. La actividad profesional ya no aporta la misma satisfacción.
Inestabilidad económica
Aquí no estamos hablando de falta de dinero en la familia. Estamos hablando de una crisis dentro del Estado. Debido a ella, muchas empresas están despidiendo empleados. Los que permanecen en sus puestos de trabajo tienen que hacer frente a una mayor carga de trabajo. Como consecuencia, primero surge la insatisfacción con la situación, luego el enfado y, por último, el agotamiento profesional. La persona se plantea si ha elegido el camino correcto o si ha llegado el momento de cambiar algo en la vida.
Ignorar los síntomas alarmantes
El desgaste profesional no se desarrolla en un instante. Pasa por varias etapas y tiene síntomas característicos. Muchas personas los perciben como un cansancio banal del trabajo y siguen haciendo las cosas de siempre. La vida se vuelve aburrida y sin interés. Sin embargo, la gente no hace nada, temerosa de perder la estabilidad. Como resultado, su estado empeora cada día.
¿Quién corre el riesgo de sufrir agotamiento profesional?
El síndrome puede afectar a cualquier persona. Pero hay un grupo de individuos que están en riesgo.
Perfeccionista responsable
El retrato psicológico de este tipo de personalidades es el siguiente:
- se exigen mucho a sí mismos y a los demás
- dependen de la opinión de los demás, necesitan reconocimiento
- complacen en detrimento de sus deseos y preferencias;
- se sienten indispensables en el trabajo
- no son capaces de delegar algunas responsabilidades y autoridad;
- sobrestiman sus fuerzas, asumen demasiadas tareas;
- dependen completamente del trabajo.
Hombres y mujeres pueden estar dotados de las cualidades de un perfeccionista responsable. Los primeros se vuelven cínicos y se alejan de los demás. Las segundas se agotan emocionalmente. En ambos casos hay agotamiento profesional.
Trabajar con personas
El agotamiento profesional es más frecuente en quienes, por la naturaleza del servicio, tienen que comunicarse constantemente con la gente. Esto incluye a médicos y otros trabajadores sanitarios, profesores, educadores, trabajadores de servicios, gestores, psicólogos. A esta lista pueden añadirse expertos y consultores que dirigen las actividades de otros.
Las profesiones enumeradas tienen dos características comunes. En primer lugar, asumen la responsabilidad de sí mismos, así como de los clientes y subordinados. En segundo lugar, la eficacia del equipo, la empresa, la compañía depende de la capacidad de hablar entre sí, encontrar un lenguaje común, contener las emociones.
«Lío» en el trabajo
Otra causa de agotamiento profesional. Las difíciles condiciones de trabajo, junto con las peculiaridades de la personalidad, provocan el desarrollo de estrés, fatiga. En mayor medida, esto se aplica a las empresas que son conocidas por los frecuentes cambios de empleados o los llamados «exprimidores».
Señales de un «exprimidor
Las empresas o compañías con una elevada rotación de personal presentan una serie de signos característicos:
- los superiores a veces plantean exigencias poco realistas
- los directivos no pueden establecer relaciones sanas con los subordinados
- las instrucciones y órdenes se contradicen
- los empleados no pueden influir en el proceso de trabajo ni tomar decisiones por sí mismos
- el ambiente dentro del equipo deja mucho que desear;
- hay calumnias y denuncias
- no hay oportunidades de desarrollo profesional en el trabajo;
- los empleados se enfrentan a restricciones y responsabilidades cada vez mayores
- los empleados no son plenamente conscientes de sus responsabilidades.
Resulta que una persona pone todas sus energías emocionales y físicas en el trabajo. Sin embargo, al mismo tiempo no obtiene satisfacción, rendimientos, porque ni los superiores ni los compañeros le proporcionan apoyo.
Si un empleado es perfeccionista o adicto al trabajo, le resultará aún más difícil. En primer lugar, desarrollará burnout profesional.
Signos de agotamiento profesional
Cabe destacar que el síndrome afecta a casi todas las esferas de la vida humana. La persona se enfrenta a dificultades emocionales y físicas.
Se vuelve indiferente
La apatía, la indiferencia hacia las actividades favoritas, el trabajo, la falta de alegría — todo esto indica el comienzo del agotamiento. Por supuesto, puedes intentar deshacerte de estos síntomas, encontrar motivación. Durante un tiempo la situación mejorará. Pero después todo volverá a su sitio.
Cabe señalar que con el agotamiento profesional se pierde interés incluso en la vida ordinaria fuera del trabajo.
Los compañeros y los clientes te cabrean
Como ya se ha dicho, con el agotamiento profesional, a una persona le parece que ha elegido una esfera de actividad inadecuada. Por eso, sus relaciones con colegas y clientes se echan a perder. Parecen estúpidas, inadecuadas. El empleado no puede encontrar un lenguaje común con ellos, entra en conflicto directo. Si los clientes se niegan a seguir trabajando, él no ve su culpa en ello.
Sabe que no sabe nada
Si se mira en general, esto es normal. La perfección es imposible de alcanzar, así que siempre hay algo por lo que esforzarse. Antes de desarrollar el agotamiento profesional, una persona está dispuesta a aprender, a aprender algo nuevo. Ahora no lo necesita. Se considera estúpido, se compara constantemente con sus competidores. Al mismo tiempo, estos últimos ganan considerablemente.
No trabaja bien
Los jefes y los trabajadores de a pie tienen ciertas responsabilidades. ¿Ha notado que cada vez las elude más o las delega en otros? El agotamiento profesional está cerca.
Está constantemente bajo presión
Muchas personas tienen que ocuparse de asuntos laborales incluso los fines de semana. Si descansas un poco, la tensión se libera durante un tiempo. Sin embargo, después vuelve con renovado vigor. Sobre todo si imaginas que dentro de una hora, un día o una semana tienes que volver a trabajar.
Debido a la tensión, aparece la depresión. La persona lucha sin éxito contra la apatía, la falta de alegría, la fatiga.
Aparecen problemas de salud
Desde hace tiempo se sabe que la salud física depende directamente de la salud emocional. La neurosis y el estrés constantes provocan el desarrollo de muchos síntomas desagradables:
- letargo;
- trastornos del sueño;
- dolores de cabeza;
- disfunciones en el tracto gastrointestinal;
- pérdida de peso o, por el contrario, aumento repentino de peso;
- problemas con los sentidos;
- disnea.
Si se ignoran estas afecciones, se convierten en una forma crónica.
Etapas del agotamiento profesional
Los psicólogos distinguen cinco etapas:
- La primera etapa se compara con una luna de miel. La persona está llena de entusiasmo, dispuesta a asumir cualquier tarea. Incluso está dispuesta a sacrificar sus intereses personales en aras del trabajo. Este estado no dura mucho, hasta las primeras tensiones y fracasos. Después, la actividad y la eficacia disminuyen. Ni siquiera el ascenso en la escala profesional aporta la satisfacción adecuada.
- La segunda etapa se caracteriza por fatiga constante, insomnio, falta de interés por el trabajo y la vida en general. El empleado evita realizar las tareas que le han sido asignadas, lo que estropea las relaciones con sus superiores y compañeros. En la comunicación con estos últimos, suele manifestarse agresividad.
- La tercera etapa se denomina crónica. Aumentan los síntomas desagradables, por ejemplo, irritabilidad, depresión, agotamiento emocional. Se desarrollan problemas de salud y sexuales. Es posible la adicción al café o al alcohol.
- Tras la fase crónica llega la crisis. El nombre habla por sí solo. Aumenta la insatisfacción con el trabajo y la vida en general.
- En la última quinta etapa, los problemas de salud mental y física alcanzan un nivel crítico. La persona se enfrenta a una pérdida de sentido de la vida, impotencia y desesperación.
Cada etapa dura meses o incluso años. Por ejemplo, la primera tarda de 3 a 5 años. La última tarda décadas en desarrollarse. En este caso, la persona no intenta cambiar nada, sino que flota.
Cómo resurgir de las cenizas
¿Cómo superar el agotamiento profesional si no hay fuerzas ni ganas de hacer nada? Para empezar, asegúrese de que el diagnóstico es correcto, acéptelo. Para ello, póngase en contacto con un psicólogo. Tendrá que trabajar con él durante mucho tiempo, pero merece la pena. No tenga miedo de visitar a un especialista, ya que la vida futura depende de ello. Él te dirá cómo luchar contra el desgaste profesional.
Hay otras recomendaciones:
- Descansar el tiempo suficiente. Es necesario dormir al menos 7-8 horas. Si asignas poco tiempo al sueño, se producirá un colapso. Por lo tanto, planifique su horario de modo que el trabajo y el descanso se combinen armoniosamente. También vale la pena asignar 10-15 minutos durante el día para relajarse, distraerse.
- Para luchar necesitará emociones positivas. Para encontrarlos, es necesario tomar una pluma, una hoja de papel en blanco. A continuación, debe escribir honestamente los méritos de la obra. Incluso si son pocos, algo positivo es todavía allí. Por ejemplo, es la comunicación diaria con la gente o un sueldo decente al final del mes.
- Sigue el principio del umbral. Separa el trabajo de la vida privada. Es importante liberar la conciencia de los pensamientos sobre el trabajo al llegar a casa y dejarlos fuera del umbral de la casa o el piso. Tras una semana de ejercicios de este tipo, el estado mejorará.
- Para elevar su estado de ánimo y reducir al menos ligeramente los síntomas del agotamiento profesional le ayudará organizar adecuadamente su lugar de trabajo. Coloque sobre la mesa fotos familiares, chucherías agradables, que recuerden algo bueno, imágenes agradables a la vista. Llene el teléfono con música bonita, que le relajará, le calmará en los periodos más difíciles.
¿Qué más se recomienda hacer en caso de agotamiento profesional? Puede ser necesario cambiar de ámbito de actividad. Pregúntese: en qué se encuentra su alma, qué le gustaría hacer si tuviera esa oportunidad. Es hora de hacer realidad tus sueños.
Otra forma de hacer frente al desgaste profesional en el trabajo es cambiar de dieta. La falta de nutrientes, verduras y frutas frescas afecta mucho al rendimiento. El mismo efecto tiene una sobreabundancia de platos grasos, bebidas alcohólicas. Una dieta equilibrada, un régimen de bebida adecuado energiza, da una carga de vigor.
Conclusión
¿Qué hacer en caso de agotamiento profesional? En primer lugar, identificar las causas. Se encuentran no sólo en el exceso de trabajo, la fatiga banal. A menudo es culpa de la excesiva sensibilidad, el síndrome de «excelente», haciendo caso omiso de las señales de alarma dadas por el cuerpo. Superar — un proceso largo y complejo. Sin embargo, con la adhesión exacta a los consejos de los psicólogos, el interés por la vida vuelve.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023