Según las estadísticas, por cada 100 niños hay 2-3 en los que la adaptación al jardín de infancia transcurrirá con complicaciones.
Y esto se notará no sólo en el estado psicoemocional, sino también en la salud física. Un par de días en el grupo se sustituyen por bajas por enfermedad y así sin fin.
¿Por qué ocurre esto? ¿Cómo facilitar el periodo de adaptación?
Tabla
¿Qué significa este término?
En la mayoría de los casos, los niños se acostumbran al jardín al cabo de unas semanas. Sí, al principio lloran, no quieren soltar a papá o mamá, ignoran los intentos de los educadores por distraerles. Pero pronto la situación cambia radicalmente. El niño va al grupo con gusto, encuentra nuevos amigos, etc.
La variante mencionada es la más común. Pero también ocurre que el bebé no quiere quedarse sin sus padres, es caprichoso, se niega a comer, jugar y dormir. A estos síntomas se añaden problemas para dormir, pero ya en casa, falta de apetito, enfermedades frecuentes y deterioro de la salud general. Difícil adaptación al jardín de infancia
Este difícil periodo dura al menos dos meses. Hay niños que aún consiguen sobrellevar las emociones y acostumbrarse a la necesidad de ir a la guardería. Pero también los hay cuyos padres tendrán que buscar una alternativa.
¿Cuándo es posible que el niño?
En primer lugar en el grupo de riesgo, según los psicólogos, están los niños con discapacidad o, por ejemplo, autismo. Para ellos es más difícil que para otros adaptarse a nuevas circunstancias, encontrar un lenguaje común con extraños.
A la lista se pueden añadir los niños muy pequeños cuyos padres han tenido que dejar el trabajo antes de tiempo. Estamos hablando de la edad de 1-1,5 años.
Curiosamente, la adaptación difícil es posible no sólo en niños con retrasos en el desarrollo, sino también en aquellos que, por el contrario, se desarrollan más deprisa que sus compañeros. En el primer caso, el estado del niño puede estabilizarse aplicando programas especiales de formación. En el segundo caso no son necesarios. Aunque al niño le cueste integrarse en el equipo, simplemente se aburrirá.
Causas de las dificultades de habituación
Las causas de la aparición de dificultades de habituación al jardín de infancia son varias:
- Actitud negativa de los padres. Tal vez tengan una experiencia desagradable de la infancia. O puede que simplemente estén muy preocupados.
- Deseo excesivo de llevar al niño al jardín. Debería considerarlo algo bueno, no un castigo. Incluso si ir al jardín de infancia es una necesidad obligatoria, no debería contárselo a sus hijos. Una sensación de desesperanza no es lo que deben experimentar durante el periodo de adaptación.
- Ansiedad excesiva de la madre. Se trata de un tipo de apego parental, en el que la madre no deja al niño de sí mismo ni un paso.
- El bebé no está en absoluto preparado para el cambio.
- Los padres u otros familiares no hablan bien del cuidador.
- Desde el primer día, el niño intenta salir al jardín durante todo el día.
- El bebé no se acostumbra en absoluto al régimen. Le cuesta levantarse por la mañana, comer a la misma hora, estudiar.
Otro motivo de difícil adaptación es el exceso de trabajo de los niños. A menudo los padres ni siquiera piensan en lo cansado que está el niño, que asiste tanto a la guardería como a algunas secciones. Y después de todo, la psique de los niños todavía se está formando. Simplemente no puede hacer frente a la carga.
Formas de superarlo
Los especialistas han identificado una serie de consejos, cuyo seguimiento ayudará tanto a los padres como a los niños a hacer frente a todas las dificultades que acompañan a un difícil período de adaptación.
He aquí algunos de ellos:
- Ayude al niño a acostumbrarse al régimen . Para ello, hay que acostumbrarle a acostarse y levantarse a la misma hora. Este consejo también se aplica a la alimentación. Es mejor que el desayuno, la comida y la cena tengan un horario. Por cierto, vale la pena revisar no sólo el horario, sino también el menú. Si es posible, hay que adaptarlo a la guardería.
- Explica constantemente por qué es necesario ir a la guardería. Puedes, por ejemplo, compararlo con la forma en que los padres van a trabajar.
- No dejes a tu hijo un día entero hasta que esté preparado para ello. Para empezar, bastará con un par de horas. Después, puedes intentar quedarte hasta la hora de comer y luego para las siestas.
- Las tardes y los fines de semana deben dedicarse a socializar con el niño. Es importante no sólo interesarse por lo que ocurre en su vida, sino también escuchar atentamente y prestar atención.
Hay otro consejo interesante: dale al niño que está contigo algún juguete que le recuerde a casa. Puede ser designado deber, que le verá a la guardería, sentarse a su lado en el almuerzo, dormir en la cuna en la hora tranquila. Por la noche, el juguete les contará a papá y mamá cómo les ha ido el día.
¿No puede acostumbrarse?
La respuesta es afirmativa. En algunos casos, ninguna de las recomendaciones anteriores no dará resultados.
Se puede decir que no se ha producido la adaptación, si se observan los siguientes síntomas :
- El niño no se ha integrado en el colectivo. Se retrae en sí mismo, no se comunica con nadie incluso después de 1-2 meses.
- El bebé rechaza la comida y el agua, no va al baño, tolera hasta el último momento.
- El bebé llora todo el tiempo. Sólo se calma cuando los padres vienen a buscarlo.
Otro signo es un retroceso en el desarrollo, en particular en el habla, el cuidado de sí mismo, etc. Todo vuelve a su sitio en cuanto el niño se queda en casa.
¿Qué hacer si el bebé no se adapta?
Sólo hay tres opciones:
- La primera es hablar con los cuidadores y el psicólogo, que también tienen la responsabilidad de ayudar al niño a acostumbrarse a la guardería.
- La segunda es hablar más a menudo de la guardería, jugar a juegos especiales de adaptación, contar cuentos.
- La tercera es dejar de ir al jardín durante un tiempo. Quizás el problema sea un fuerte estrés y tras la recuperación del organismo se solucionará.
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Conclusión
No todo el mundo consigue adaptarse rápidamente a ir a la guardería. A veces la adaptación es lo más difícil.
El niño no sólo llora y tiene rabietas, sino que también se pone enfermo con más frecuencia de lo habitual. Puedes corregir la situación siguiendo los consejos de los psicólogos. Si es completamente inútil, puedes tomarte un descanso y esperar a que el bebé crezca.
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Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023