Cada día la gente toma decenas de miles de decisiones. Y esto es un hecho. Sin embargo, no siempre se guían por sus propias preferencias y deseos. A menudo se tiene en cuenta la opinión de los demás. Además, una persona busca su aprobación y elogios por la elección realizada. ¿Cómo cambiar la situación? ¿Cómo no depender de la opinión de los demás?
Tabla
- Cómo afecta a la vida la dependencia de los demás
- Cómo aprender a no depender de la opinión de los demás
- Cámbiate a ti mismo, es decir, aprende a ser tú mismo
- Contrólate
- Quiérete a ti mismo
- Dejar de cuestionarse
- Aprende a ignorar las opiniones ajenas si no son constructivas
- Tenga confianza
- Prestar atención a las pequeñas cosas
- No tengas miedo de responder a las ofensas
- Enfréntate a tus miedos
- Ser independiente
- Saber exactamente lo que se quiere e ir a por ello
- Sé sincero contigo mismo y vive el presente
- Rodéate de gente que te acepte
- Las personas de tu entorno también se preocupan por la opinión pública
- Conclusión
Cómo afecta a la vida la dependencia de los demás
Una persona para la que la opinión de la gente que le rodea es importante, pierde en primer lugar su individualidad. Está sometida a una presión constante y no puede tomar decisiones de forma independiente. Y estos no son todos los problemas:
- Siempre y en todos los asuntos se necesita una evaluación externa. Las personas dependientes piden comentarios a todos sus conocidos y amigos.
- No hay poder para contradecir el consejo y la opinión de los padres. Esto es especialmente cierto para aquellos para quienes las decisiones en la infancia y la adolescencia fueron tomadas por mamá y papá. Una persona es sencillamente incapaz de actuar de forma independiente. Siempre dependerá de su opinión. Y da igual la edad que tenga.
- Incapacidad para defender su propia opinión. Si en la infancia, durante el proceso de toma de decisiones, el niño fue sometido a presiones, en la edad adulta es poco probable que sea capaz de demostrar lo correcto o de entrar en una disputa. Más bien, estará de acuerdo con el interlocutor, haciendo retroceder sus deseos y preferencias.
- Sed de ser como los demás. La dependencia de las opiniones de los demás hace que uno sea como los demás y no destaque entre la multitud. Para una persona es importante no ser peor que las personas que la rodean, sino igual que ellas.
Y por último, el problema más importante: las personas adictas evitan cualquier responsabilidad. Están dispuestas a engañar, con tal de negarse a tomar decisiones.
Cómo aprender a no depender de la opinión de los demás
Los psicólogos destacan varias formas de cambiar tu forma de pensar, aceptar tu opinión y encontrar tu propio «yo». Seguirlas te ayudará a convertirte en una personalidad fuerte que no tiene miedo a tomar decisiones y a no cargar la responsabilidad sobre los hombros de los demás.
Cámbiate a ti mismo, es decir, aprende a ser tú mismo
Para ello, hay que desear el cambio lo suficiente. El escritor de ciencia ficción Ray Bradbury dijo una idea interesante según la cual una persona puede conseguir lo que quiere si realmente lo necesita.
Cambiarte a ti mismo empieza por tu forma de pensar. No en vano se dice que nuestra realidad es el resultado de nuestros pensamientos y comportamiento en distintas situaciones. Tienes que pensar detenidamente y decidir qué es más importante: tu vida o la opinión personal de los demás.
Un buen ejemplo de persona que luchó con éxito contra la dependencia de las opiniones ajenas es Salvador Dalí. Según él, adquirió el hábito de ser diferente de los demás en la primera infancia.
Contrólate
Un consejo más que útil. Seguirlo te enseñará a encontrar el justo medio entre tu opinión y la de los demás.
En algunas situaciones, puede que alguien de tu entorno sea más competente en tal o cual asunto o tenga más experiencia. Y, tal vez, sea posible escucharle en el proceso de toma de decisiones. Sin embargo, hay que entender por qué se guía esa persona a la hora de hacer recomendaciones. ¿Realmente quiere ayudar o sólo está imponiendo su opinión? También es necesario hacerse una pregunta: ¿cómo se toma la decisión: según tus deseos y preferencias o para complacer al interlocutor?
Hay muchos ejemplos de este tipo de situaciones. Se aconseja a los jóvenes que se casen porque ya es hora o todo el mundo lo hace. Una madre le pide a su hija que traiga al prometido de su hija para que la conozca porque se avergüenza delante de los vecinos de que la chica aún no se haya casado. La gente suele gastar enormes cantidades de dinero en cosas innecesarias sólo para estar a la altura de la gente que les rodea. Aquí la gente se priva de sus propias opiniones y se deja llevar por las de los demás.
Quiérete a ti mismo
El ideal es diferente para cada persona. De hecho, es un concepto relativo. Un ejemplo para unos suele carecer de interés para otros. En cualquier caso, habrá una persona que tenga una opinión opuesta y condene nuestra elección. Como suele decirse, hay tantas personas como opiniones.
En vista de lo anterior, cabe hacerse una pregunta legítima: ¿por qué gastar nervios y energía intentando agradar a alguien? ¿Quizá sea mejor prestar atención a uno mismo, a su opinión y a sus virtudes?
Una persona que no tiene opinión personal no se gusta a sí misma. De ahí la falta de iniciativa y la indecisión. Corregir la situación ayudará a la autoeducación y al desarrollo.
Dejar de cuestionarse
¿Cómo aprender a no depender de este modo de las opiniones de los demás? Es necesario entender que ocupamos en la vida de los demás ni mucho menos el primer lugar. Una persona está interesada principalmente en sus propios problemas.
Un ejemplo es una situación en un equipo de trabajo. Supongamos que uno de los compañeros casados inicia un romance con una compañera. Lo ocurrido, por supuesto, atrajo a los demás. E incluso discutieron sobre la pareja. Sin embargo, no tardaron más de 10 minutos. El autor del alboroto parece que a sus espaldas hay conversaciones y cotilleos. Está constantemente nervioso, se ruboriza, tartamudea en la conversación y al final abandona. Y ese es su mayor error. Su vida interesó a los empleados sólo durante un breve periodo de tiempo y pronto se olvida el incidente.
Y lo mismo ocurre en la vida real. Aunque el pelo azul, un jersey llevado del revés o una manicura inusual sorprendan a alguien, no durarán mucho. De todos modos, los desconocidos están más obsesionados con lo que pasa en sus vidas. Aunque al mismo tiempo tienen su propia opinión sobre cada tema.
Aprende a ignorar las opiniones ajenas si no son constructivas
Criticar y condenar no será criticado y condenar sólo a esa persona que nunca logró nada, seguía siendo un don nadie. No hay necesidad de ser una persona así. Es mejor escuchar todas las críticas, pero aceptar la que ayudará a cambiar. Steve Jobs dijo un pensamiento valioso sobre este tema: «Tu tiempo es limitado, no lo desperdicies viviendo la vida de otra persona».
Los logros de otras personas provocan muchas discusiones, conversaciones y envidia de aquellos que por pereza, falta de habilidad o fuerza de voluntad no llegaron a la meta. Su única alegría es criticar y condenar a una persona con más éxito. La tarea principal no es sólo expresar una opinión, sino también hacer que se decepcionen de sí mismos y se bajen del supuesto pedestal.
Por desgracia, a veces los «haters» consiguen lo suyo. Si tienes que enfrentarte a este tipo de personas, tienes que convertir la conversación en una broma o tratar lo que se ha dicho con humor. No debes dejarte someter a sus envidias, críticas poco constructivas y opiniones equivocadas.
Tenga confianza
Otra forma de hacer caso omiso de la opinión de los de fuera. No hay que acomplejarse y tratar de mezclarse con la multitud. Por ejemplo, una persona decide cambiar de peinado y teñirse el pelo de un color rosa chillón. Es su opinión y una decisión de la que sentirse orgulloso. Las personas de su entorno lo tratarán en consecuencia. De lo contrario, se volverán burlonas y prejuiciosas.
El tema de la confianza en uno mismo es bastante complejo. Pero aún es posible cambiar uno mismo. Basta con seguir unos sencillos consejos:
- recordar los logros y las victorias;
- asumir la responsabilidad de la vida;
- no tengas miedo de ser realista con tus puntos fuertes y débiles;
- dedicarse a actividades que produzcan placer;
- dedicar tiempo al desarrollo personal;
- Cuidar la apariencia, que también aporta confianza.
También hay que prestar atención a puntos como una postura cómoda, una postura correcta, etc. Al hablar, se recomienda mirar al interlocutor a los ojos.
Prestar atención a las pequeñas cosas
Esto incluye cosas a las que mucha gente ni siquiera presta atención:
- la forma de comunicarse
- modo de vestir;
- la postura;
- el primer pensamiento al despertarse;
- la forma de saludar.
Y eso no es todo. Hay momentos que también merecen ser tomados en serio. Son el optimismo, la capacidad de escuchar atentamente al interlocutor, la moderación independientemente de la situación, el respeto a los demás y la sonrisa.
Éstas son sólo algunas de las «pequeñas cosas» que, de un modo u otro, te ayudan a escucharte a ti mismo y a tus deseos, y a no dejarte llevar por las opiniones de los demás.
No tengas miedo de responder a las ofensas
Hay situaciones en las que hay que responder a las críticas y a los intentos de imponer una opinión de forma brusca e incluso grosera. El libro «Retórica negra: el poder y la magia de las palabras», escrito por Kartsen Bredemeyer, te ayudará. El título habla por sí solo.
Enfréntate a tus miedos
Afrontar tus miedos y tu dependencia de las opiniones de los demás mejora mucho tu autoestima y tu confianza en ti mismo. Es una gran oportunidad para hacerse más fuerte.
Los psicólogos aconsejan prestar atención tanto a los miedos pequeños como a los grandes. Entre estos últimos figuran el paracaidismo, actuar desde un escenario en público o visitar una exposición de serpientes o arañas. De este modo, paso a paso, la persona aprenderá a no temer el juicio exterior y a no escuchar las opiniones ajenas.
Ser independiente
No es necesario hacer preguntas a los demás sobre el aspecto, la ropa y la imagen en general, porque pueden tener su propia opinión al respecto. Cada persona debe gestionar su propia vida. Debe decidir por sí misma qué ropa ponerse, qué cocinar y qué peinado hacerse.
Este planteamiento de la toma de decisiones ayuda a crecer y a ser responsable, y a no prestar atención a las opiniones de los demás.
Saber exactamente lo que se quiere e ir a por ello
Esta forma de no depender de la opinión de los demás ayuda a identificar los deseos y trazar un plan de acción. Los psicólogos recomiendan coger una hoja en blanco y anotar en ella objetivos grandes y pequeños. Esto ayudará a determinar la dirección del movimiento y a controlar su vida.
Si una persona sabe exactamente lo que quiere y adónde va, no necesita las opiniones ni la aprobación de los demás. Es capaz de guiarse a sí misma e incluso de dar consejos.
Sé sincero contigo mismo y vive el presente
Depende del individuo determinar lo feliz que será hoy. Si le importa la opinión de los demás, lo vivirá con miedo y ansiedad, temiendo el juicio y la crítica de los demás. De lo contrario, no le importará quién y qué piense.
No debemos preocuparnos si la gente no está de acuerdo con nuestra opinión. Debemos recordar que la responsabilidad de las acciones y los hechos recae exclusivamente en nosotros. Comprender esto nos ayudará a sentirnos satisfechos con la vida e independientes de la aprobación exterior.
Rodéate de gente que te acepte
Todo el mundo necesita apoyo. Pero no hay que buscarlo en todo el mundo. Es mejor elegir a aquellas personas que apoyarán gustosamente todos los esfuerzos y ayudarán a conseguir lo deseado. Debes evitar a los que te aconsejan renunciar a tus sueños e imponen su opinión.
Las personas de tu entorno también se preocupan por la opinión pública
No debes considerarte una persona equivocada. Las personas de su entorno también buscan la aprobación de sus allegados. Para ellos es importante que se aprecien sus esfuerzos y acciones. Por eso, cuando alguien empiece a criticar, hay que ponerse en su lugar y pensar por qué una persona lo hace. Tal vez vea en nosotros la realización de su sueño y simplemente esté celoso.
Es importante darse cuenta de que hay gente como nosotros. Tienen las mismas preocupaciones que nosotros. Tienen problemas y dificultades similares. Por lo tanto, no hay por qué detenerse al oír la desaprobación de alguien. Hay que escupir sobre la opinión de los demás y seguir adelante.
Conclusión
Entonces, ¿cómo no depender de la aprobación exterior y de las opiniones de los demás? Lo principal es darse cuenta de las consecuencias de esa dependencia. Después, hay que decidir la dirección e ir con confianza a conseguir los objetivos. Es importante recordar que la vida sólo puede guiarse por tus preferencias, deseos y opiniones. Es mejor dejar atrás todo lo demás.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023