Cómo convertirse en una persona más sociable — consejos de un psicólogo

Cómo convertirse en una persona más extrovertida, abierta, divertida, fácil de llevar, sociable y segura de sí misma es una pregunta que se hace mucha gente. ¿Por qué es tan importante? Una persona como personalidad no puede desarrollarse fuera de la sociedad, por eso es tan importante poder encontrar un lenguaje común con diferentes personas. La sociabilidad es importante en el ámbito laboral, en la vida personal y en las relaciones con los amigos.

Entendamos por qué algunas personas tienen problemas de sociabilidad y cómo solucionarlo.

Por qué hay que ser sociable

Para qué es necesario ser sociable

Las personas sociables y simpáticas atraen más miradas, la gente a su alrededor se siente atraída por ellas. Las personas sociables hacen nuevas amistades con facilidad y establecen contactos útiles. A su alrededor siempre hay muchos que están dispuestos a acudir al rescate, a impulsar algo. Por regla general, las personas sociables y amistosas consiguen más cosas en la vida.

Piensa por ti mismo con quién es más agradable comunicarse: con alguien a quien hay que arrancarle cada palabra con tenazas, o con alguien que siempre encontrará algo que decir, dónde empezar la conversación, pero que al mismo tiempo sabe cuándo es mejor guardar silencio. Por supuesto, lo segundo. Las personas sociables cargan con su energía. Cada vez quieres pasar más tiempo con ellas. Conocen un montón de historias fascinantes, pueden apoyar cualquier conversación, contarnos algo interesante.

Junto a las personas sociables nos sentimos más seguros de nosotros mismos. En presencia de una persona así nos relajamos. De una persona sociable aprendemos muchas cosas nuevas e interesantes. Al mismo tiempo, el tipo sociable amplía regularmente sus horizontes a través de la interacción con diferentes personas.

Si tratamos con alguien que está constantemente callado, frunce el ceño y no sonríe, entonces de un momento a otro surge el pensamiento: «¿Y si he hecho algo mal?». Estamos infectados y cargados con la energía de otras personas. Y si cuando nos comunicamos con una persona sociable nos relajamos, cuando nos comunicamos con un tipo huraño, por el contrario, nos tensamos.

Si no, ¿por qué habría de ser sociable? Estas personas nunca se sentirán solas ni abandonadas. En cualquier situación y bajo cualquier circunstancia, adquirirán conocidos, amigos, compinches. La sociabilidad ayuda a desarrollarse y a sobrevivir, si de repente surge esa necesidad.

Presta atención. Todo es bueno con moderación. La intrusividad y la locuacidad repelen tanto como la reticencia excesiva.

Señales

confianza

La comunicabilidad es un rasgo de la personalidad. Normalmente se utiliza una palabra y no se piensa en su contenido. Mientras tanto, es posible distinguir varios elementos de sociabilidad o signos de una persona sociable:

  1. Apertura. Es la capacidad de hablar con todo el mundo y de todo, contar cosas sobre uno mismo, responder con franqueza a las preguntas de los demás, expresar directamente la opinión personal, etc.
  2. Sentido del humor. Es una actitud positiva ante el mundo, y la capacidad de reírse de uno mismo, y la habilidad para aplicar hábilmente la ironía, insertar una broma, contar un chiste.
  3. Locuacidad. No se trata de locuacidad, sino de la capacidad de hablar de forma bella, clara, coherente y competente con cualquier persona y en cualquier condición, incluida la capacidad de comunicarse en el «idioma» que resulte más comprensible para el interlocutor (por ejemplo, en su jerga).
  4. Finalidad. La comunicación siempre tiene una finalidad. La comunicación en sí es el medio. Por ejemplo, el propósito puede ser resolver un conflicto o establecer un contacto útil, conocerse, intercambiar números, encontrar trabajo, etc. Una persona comunicativa sabe exactamente lo que quiere, por qué y qué está haciendo. En eso se diferencia de un hablador.
  5. Confianza. Otra cualidad estrechamente relacionada con la sociabilidad y la determinación. Sólo una persona segura de sí misma puede expresar y defender su opinión, ser abierta y honesta. Sociable sólo puede ser alguien que no teme ser rechazado, criticado, pasar desapercibido, ser incomprendido.
  6. Moderación. Una persona sociable no sólo sabe hablar, sino también escuchar. Y lo que es aún más importante: sabe pensar antes de decir algo. Una persona sociable siempre tiene en cuenta las características psicológicas del oponente, las condiciones y el contexto de la comunicación, la naturaleza de la relación y mucho más. La capacidad de mostrar la habilidad del tacto, de hacer pausas, de no interrumpir, etc. ayuda a encontrar puntos de contacto con el interlocutor, a establecer contacto, a mantener la comunicación.
  7. Plasticidad. Una persona sociable siempre y en todo lugar se siente a gusto, se adapta rápidamente a las circunstancias.
  8. Creatividad. Está estrechamente relacionada con todos los demás rasgos. Una persona sociable encontrará un acercamiento a cualquier otra persona, independientemente del momento, el lugar y el contexto de comunicación. Sabe cómo enganchar en persona, por teléfono o por correspondencia. Pero no nos olvidemos de la determinación. Si una persona no ve el sentido de enganchar a alguien, entonces con toda la creatividad puede comportarse de forma muy mediocre y comedida.

¿Es posible entender desde fuera si una persona es sociable o no? Sí, y es muy sencillo. Si no le intimidan los nuevos conocidos, los encuentros inesperados, las llamadas telefónicas, las reuniones personales, los viajes a las oficinas gubernamentales, etc., entonces está claro que la persona no tiene problemas de comunicación.

Pero, ¿de dónde vienen estos problemas? Veámoslo con más detalle.

¿De dónde vienen los problemas de comunicación?

Tal vez, al estudiar los signos de una persona sociable, ya haya adivinado que la sociabilidad está estrechamente relacionada con la confianza. Una persona insegura, con muchos complejos y que no se acepta a sí misma, no puede ser sociable. ¿Por qué? Porque tiene miedo al juicio social, al rechazo, a la crítica. Tiene miedo de decir algo equivocado, de parecer estúpido, de cometer un error. También tiene una actitud negativa hacia el mundo entero por adelantado, está seguro de que la sociedad no le acepta.

¿De dónde viene esta actitud hacia nosotros mismos y hacia el mundo? Como de costumbre, las raíces de los problemas hay que buscarlas en la infancia. Los reproches y las críticas de los padres, el acoso de los compañeros, la actitud cruel de los profesores, la represión en la familia… todo esto afecta negativamente a la confianza del niño en sí mismo.

El desarrollo de la sociabilidad depende del estilo de educación familiar. La hiperpaternidad o el autoritarismo, en los que los padres deciden todo por el niño, no se interesan por su opinión, le critican y le mandan callar, hacen que el niño tenga miedo de decir una palabra de más.

El estilo condescendiente de crianza no es menos peligroso. Por ejemplo, si los padres no se comunican con el niño, éste no sólo no desarrolla habilidades comunicativas, sino que también tiene problemas con el desarrollo del habla como tal. Puede que no aprenda a hablar.

¡Qué interesante! Algunas personas, por naturaleza, tienen dificultades para ser sociables. Por ejemplo, los introvertidos sienten fatiga física y psicológica si tienen que comunicarse a menudo y mucho con un gran número de personas. Sobre todo cuando se trata de comunicación superficial (social).

Diferencias en la comunicación entre hombres y mujeres

Diferencias en la comunicación entre hombres y mujeres

Existe la idea de que las mujeres son más sociables que los hombres. Esto no es cierto, la sociabilidad no depende del sexo. Sin embargo, existen algunas diferencias entre la sociabilidad masculina y femenina:

  • las mujeres se orientan al proceso, mientras que los hombres se orientan al resultado;
  • a los hombres les resulta más difícil ser comedidos en la comunicación, sobre todo si no están de acuerdo con el oponente;
  • las mujeres vierten más «agua», los hombres hablan breve y sustanciosamente.

Es importante tener en cuenta que estas características no son axiomáticas. Por ejemplo, a algunas mujeres les gusta hablar brevemente y sin letras innecesarias, y algunos hombres prefieren «rodar algodón de azúcar», utilizar epítetos, abundar en cumplidos. La sociabilidad no depende del sexo, está asociada a las características psicológicas individuales y a las condiciones del desarrollo humano.

Cómo ser más sociable

¿Cómo convertirse en una persona sociable e interesante? Para ser más sociable, trabaja en ti mismo e interactúa con la sociedad.

Desarrollar la sociabilidad

Presta atención a los 2 componentes de la sociabilidad:

  1. Iniciar una conversación. Por ejemplo, puedes empezar con un cumplido, una pregunta sobre un tema general, la frase «Me he dado cuenta de que…».
  2. Mantener la conversación. Empezar con temas generales y pasar gradualmente a lo personal. Haz preguntas aclaratorias basadas en lo que está diciendo tu interlocutor, habla de ti mismo. Intente hacer preguntas a las que el interlocutor sólo dé una respuesta detallada, sin «sí» ni «no».

Ampliar el círculo de comunicación

No persigas la comunicación por la comunicación. Elige a personas que te resulten interesantes, que te respeten a ti y a ellos, que puedan enseñarte algo o que tú puedas serles útil. Al principio de tu formación, ponte como norma hacer cumplidos a todas las personas y conoceros por conoceros. Pero para conversaciones más profundas, elige a gente cercana a ti.

Formas de mejorar tus habilidades sociales

¿Cómo convertirse en una persona más sociable e interesante para un adolescente, una chica o un chico? El sexo o la edad no son importantes. Para ser más hablador, comportarte con confianza y no ser tímido, recuerda algunas reglas de la psicología.

Saber escuchar

Supongamos que ya eres una persona sociable, pero te gustaría mejorar tus habilidades comunicativas. ¿Por dónde empezar? Descomponga los problemas y trabaje en cada uno de los subproblemas:

  1. Tómese su tiempo. Antes de empezar a comunicarte, fíjate bien en la persona. Observa su comportamiento y su forma de hablar. Determina para qué tipo de comunicación está preparada. Algunas personas no toleran que alguien irrumpa en su espacio personal y empiece a preguntar sobre su vida privada. Otras están dispuestas a contar un montón de historias personales a la primera persona que conocen.
  2. Escucha. Esto es importante para mantener la conversación. Escuchando no sólo entenderás mejor a la persona, sino que también podrás hacer preguntas, comentarios o contar tu historia a tiempo.
  3. Busca puntos en común. Estrechamente relacionado con la capacidad de escuchar. Por ejemplo, empieza tu comunicación así: «Ah, y yo también tuve un caso parecido…». O: «¡No te lo vas a creer! Estoy igual que tú…». Inconscientemente simpatizamos y confiamos en alguien que se parece a nosotros en algo.
  4. No seas demasiado confiado. La confianza es buena. La confianza en uno mismo es mala. Defiende tu opinión, pero no insultes a los demás, no los reprimas.
  5. Expresa tu deseo de ayudar. No se trata sólo de ayudar con hechos, sino también con palabras. Por ejemplo, dirija la conversación en una dirección en la que, sin querer, demuestre su experiencia. Puedes ayudar con consejos, educación informativa.
  6. Demuestre iniciativa. Si te limitas a asentir con la cabeza y flotar en el flujo de la conversación, el interlocutor puede pensar que eres una persona impulsiva. O pensará que no le interesa la comunicación, sino que intenta comportarse culturalmente. Por lo tanto, cambie periódicamente de tema, aclare algo, ofrézcase a profundizar en algún problema… demuestre su interés.
  7. Practica el humor. Un chiste apropiado puede ayudar a aligerar el ambiente, llenar pausas incómodas en la conversación, calmar o animar a alguien.
  8. Adaptarse. Es importante saber cuándo, con quién y por qué hay que guardar silencio, y cuándo no hay que hacerlo nunca. También es importante saber ser diferente: hablar y comportarse de otra manera.

¿Qué más hay que hacer para ser más sociable y tener más facilidad para entablar y mantener una conversación? Preste especial atención al estudio de la comunicación no verbal: gestos, expresiones faciales, posturas. Estos conocimientos le ayudarán no sólo a comprender mejor a los demás, sino también a presentarse de forma más competente.

Por qué es tan importante

A través de la comunicación verbal y no verbal damos a la gente información sobre nosotros y aprendemos algo sobre ellos. La comunicación nos ayuda a resolver conflictos y contradicciones, a deshacernos de malentendidos. A través de la comunicación establecemos relaciones comerciales y amistosas, establecemos la vida personal.

Cómo me hice más sociable: mi experiencia

Así pues, hemos descubierto que los problemas de comunicación están asociados a complejos, baja autoestima, inseguridad y miedos. Cada persona tiene diferentes raíces de estos problemas, normalmente relacionadas con una infancia difícil, pero el marco de la insociabilidad se parece a esto. A mí me ocurrió algo parecido en una época.

No hubo problemas de sociabilidad como tales. La comunicación era fácil con las personas que ya eran cercanas y de confianza. Surgieron dificultades a la hora de establecer nuevos contactos y relaciones

Lo que más me ayudó a entablar amistad con el mundo fue la actitud «No me odian. Nadie me desea el mal. Nadie me ataca. Nadie me insulta». Si conoces a gente con esta creencia, las cosas funcionan mucho mejor. Es importante deshacerse de las ofensas de la infancia, las actitudes destructivas y las proyecciones. No puedes ver al mismo ofensor del pasado en cada persona nueva. Sí, tienes que estar preparado para el hecho de que no le gustes a alguien, pero puede que a ti tampoco te guste alguien. Eso es normal. Además, debes estar preparado para que alguien intente imponerse a tu costa, pero no puedes dejar que lo haga.

Presté especial atención al comportamiento no verbal. Probablemente haya oído que si una persona sonríe, su estado de ánimo mejorará. Y funciona. Además, si enderezas la espalda y los hombros, te sientes más seguro de ti mismo. Si sonríes a alguien cuando lo conoces, la persona te devolverá la sonrisa y se volverá más amistosa contigo. Además, todas las personas reaccionan adecuadamente a las bromas y los cumplidos (no hablamos de las que están profundamente traumatizadas y amargadas al máximo contra el mundo entero).

En general, todo se reduce al hecho de que no puedes poner cada cosa en tu cuenta personal y esperar ataques del mundo. Tienes que sustituir el autoexamen y el autogolpe por un sano autoanálisis, autoconocimiento y autodesarrollo. Y tienes que aceptarte a ti mismo. Sí, esto requerirá mucho tiempo y esfuerzo. Creo que el trabajo de cualquier persona sobre sí misma es un viaje que dura toda la vida.

Conclusión

Así que, para ser más sociable, deshazte de los complejos. Trabaja la confianza en ti mismo y mejora tu autoestima. Aprende a establecer y defender tus límites personales, amplía tus horizontes, domina el discurso verbal y no verbal y practica constantemente tus habilidades comunicativas.

La comunicación toma forma cuando eres útil e interesante para el interlocutor. Esto significa que tienes que ser capaz de «escanear» a las personas, identificar sus necesidades y darles lo que necesitan. Recuerda que la comunicación sólo tiene sentido cuando el interlocutor te resulta agradable y útil.

Fecha de actualización: 11-16-2023