Detener el diálogo interno ayuda a una persona a preservar el estado de los recursos, a salvarse del agotamiento. El diálogo interno es la comunicación de una persona consigo misma. Sin control, se convierte en un caos, a veces se convierte en autoexigencia y autogolpe. Por lo tanto, es importante ser capaz de guiar y detener el proceso de comunicación con uno mismo.
Tabla
Por qué es necesario apagar el diálogo interno
¿Por qué detener el diálogo interno? Requiere mucha energía. Si no se controla este proceso, todo puede acabar en agotamiento y enfermedad. Pero primero la psique entrará en modo económico. ¿Qué significa esto? El rendimiento y la productividad de una persona disminuirán. El diálogo interior no se detendrá, pero la psique intentará reponer el equilibrio energético a expensas de otras actividades.
Por ejemplo, una persona se volverá despistada en el trabajo y en los asuntos domésticos, empezará a molestarle la somnolencia. Y cada día se notará más el trabajo del modo económico. Como resultado, una persona será rehén de sus pensamientos y no tendrá más energía para nada. Por lo tanto, es importante y necesario apagar el diálogo interno en la cabeza. Pero a veces puede resultar difícil hacerlo.
Preste atención. Tienes que parar el diálogo de fondo para ahorrar energía para cosas más importantes. Y enciéndelo en esos momentos en los que necesitas tomar una decisión difícil, para librarte de la contradicción interna.
Por qué razones es difícil hacerlo
Por qué puede ser difícil detener el diálogo interno:
- Pensamientos automáticos (AM). Se trata de un concepto de la psicoterapia cognitivo-conductual. AM se refiere a una corriente de pensamientos caóticos que surgen contra la voluntad del sujeto uno tras otro como evaluación de alguna situación. Es decir, cualquier acontecimiento, incluso una anécdota con transeúntes al azar en la calle, se somete a un análisis minucioso y a una evaluación de un modo peculiar para una persona concreta.
- Aumento del nivel de ansiedad. Algunas personas ni siquiera se dan cuenta de que con un sinfín de pensamientos compensan la ansiedad, que no les abandona ni un minuto. Y en este caso, el diálogo interno puede ser total o parcialmente consciente, es decir, deja de ser un fondo. Una persona todo el tiempo se ocupa de algo, piensa en algo, de modo que las preocupaciones, los miedos, la ansiedad no se recuerdan a sí mismos.
- Desconfianza en sí mismo e inseguridad. Una persona duda de la corrección de sus acciones. E incluso para detener el diálogo interno puede resultarle difícil decidir: «¿Y si me estoy perdiendo algo importante?».
Además, los problemas para detener el diálogo interno surgen en personas en estado de estrés y neurosis.
Formas de detener el diálogo interno
En psicología existen técnicas especiales para detener el diálogo interno. Pero además de ellas, también existen reglas. Empezaremos por ellas.
Reglas importantes
Reglas para detener el diálogo interior:
- Rechazo de cualquier evaluación, manteniendo una completa neutralidad. Tus pensamientos no son ni buenos ni malos, son sólo tus pensamientos.
- Aceptación y humildad. Todo lo que te está pasando en este momento, en lo que estás pensando, es valioso y tiene cabida.
- Postura pasiva. No intentes acelerar el flujo de pensamientos ni cambiarlo.
- Paciencia. Encuentra la fuerza para llegar hasta el final. Encontrar el valor para afrontar todos los problemas y pensamientos, especialmente los negativos.
Estas reglas, así como la técnica que se presenta a continuación, ayudan no sólo a detener el diálogo interno, sino también a deshacerse de la fatiga.
Cómo detener el diálogo interno
Cómo detener el diálogo interno (técnica universal):
- Elige un momento y un lugar adecuados, adopta una postura cómoda.
- Cierra los ojos.
- Inspira profundamente y espira lentamente. Imagina que al exhalar, todos los pensamientos y preocupaciones te abandonan.
- Durante un minuto, siga sus pensamientos. Identifica hacia dónde van, cómo encajan, cómo son. No evalúes ni critiques, no intentes cambiar el curso de tus pensamientos, simplemente observa.
- Siente la posición del observador. Permanece en ella. Renuncia a todo. Dígase de inmediato que esto sólo durará un par de minutos. Durante un par de minutos, no decidirás nada ni controlarás tu vida.
- Siente la humildad y la indiferencia sustituidas por la paz.
Al mismo tiempo sentirás que tu cuerpo y tu mente están relajados. Siente este estado, intenta recordarlo. La próxima vez que vuelvas a sentirte rehén de los pensamientos o te sientas cansado, recuerda este estado, imagina que ya está contigo de nuevo. Y si es necesario, repite toda la práctica de principio a fin.
Ejercicios para detener el diálogo interno
¿Cómo detener el diálogo interno? Veamos algunos ejercicios para detenerlo:
- Análisis del peor escenario posible. Adecuado para situaciones en las que la ansiedad y los pensamientos negativos nos abruman. Elige el primer pensamiento. Por ejemplo: «Voy a suspender la presentación de mi informe en el trabajo». Hazte la pregunta: «¿Qué pasará después?». Ante la nueva respuesta, vuelve a hacerte la misma pregunta. Hazlo hasta que llegues al peor final posible. ¿Cuáles son los beneficios de este ejercicio? Cuando llegues al final, tu cerebro decidirá que ya ha pasado todo y se calmará.
- Relajación con una vela. Enciende una vela y no pienses en nada, limítate a observar. Estudia la llama, la cera que fluye y otros detalles. Un efecto similar tiene un ejercicio con mirar el fuego. Por cierto, puede activar un protector de pantalla en el televisor, encontrar un clip adecuado en Internet. O puedes considerar cualquier otro objeto de los que te rodean. Siéntete relajado. Nuestro cerebro no puede hacer varias tareas a la vez. Si lo obligas a estudiar una vela, ya no podrá pensar en nada más.
- Desarrollar la atención plena. Se basa en el mismo principio que el ejercicio de la vela. Cuando te concentras conscientemente en algo, tu cerebro ya no puede procesar en segundo plano ninguna otra cosa. Desarrolla la atención plena en las actividades cotidianas: lavarte los dientes, ducharte, ir de compras, comer, etc. Concéntrate en el proceso. Aprender a vivir el momento aquí y ahora.
- Escuchar audiolibros. Concéntrate en cada palabra, visualiza lo que oyes. Si te distraes con tus pensamientos, no te obsesiones con ellos y vuelve a centrarte en el libro.
- Asociaciones. Imagina que estás mirando el agua. A veces aparecen en ella ondas, olas: son tus pensamientos, un flujo que quieres detener. Imagina que las ondas disminuyen. Siente cómo, al mismo tiempo, tus pensamientos se calman.
- Fantasear. Imagina que estás mirando una pantalla blanca. Mueve tu mirada a través de ella: de una esquina a otra, alrededor del perímetro, en círculo, de arriba abajo, etc.
- Sustitución. Esta técnica te ayuda a deshacerte de una canción que te resulta molesta y se te ha quedado grabada en la cabeza. Sustituye toda la letra por sólo dos sonidos y repítelos al mismo ritmo. Pronto tu cerebro se aburrirá de ella, igual que se aburrió de la canción original.
Hemos desglosado las reglas, formas y técnicas para detener el diálogo interno de tu cabeza. Elige los ejercicios de entrenamiento que prefieras y mejor se adapten a ti, y utilízalos con regularidad.
Queda hablar de los errores que cometen algunas personas al intentar detener el diálogo interno.
Posibles errores
No te obsesiones con la idea misma de detener el diálogo interno. Cuanto más quieras apartarte de algún pensamiento, más te atascarás en él. Haz que tu objetivo sea relajarte, no deshacerte de la voz interior.
No te culpes si no completas con éxito alguno de los ejercicios hasta ahora o si rompes las reglas. Por ejemplo, si no soportas evaluar tus pensamientos y luego te reprendes por los malos pensamientos. Estás aprendiendo, no pasa nada por cometer errores. No te rindas y no caigas en el autoabuso.
Consecuencias de detener el diálogo interior
¿Cuáles son las consecuencias (resultados) de detener el diálogo interno en tu cabeza? Cuando aprendas a hacerlo, sentirás una oleada de energía. La energía liberada puede dirigirse al desarrollo de habilidades, al cumplimiento de deseos y a la realización de planes. Además, ganarás confianza en ti mismo. Como resultado de poner fin a la voz interior, su productividad y eficacia aumentarán, su sueño se normalizará y el trasfondo emocional general será más estable y positivo.
Conclusión
Detener el diálogo interior es una habilidad importante para el autodesarrollo. Ayuda en el autoanálisis, es adecuado como medio de autoayuda en psicoterapia. Como resultado de dominar la habilidad de detener la voz interior, aprenderá a pensar más rápido, su creatividad aumentará. La toma de decisiones será más fácil y rápida, las ideas serán más creativas. En general, todo esto mejorará el nivel de su vida y mejorará la calidad de cada una de las esferas individuales: trabajo, familia, amigos, aficiones, personas favoritas.
Fecha de publicación: 5-12-2022
Fecha de actualización: 5-12-2022