El crítico interior es tu segunda personalidad. No, no estamos hablando de desdoblamiento. Es que dentro de cada persona hay alguien que critica el comportamiento, cuestiona la corrección de tal o cual acción, regaña o condena. Puede parecer que hay un beneficio en hacerlo. Y en efecto, porque las observaciones ayudan a ver los errores y a corregirse. Pero en realidad no es así. Un crítico interior activo condena sin cesar. Esto provoca neurosis, irritabilidad, depresión. ¿Por qué ocurre esto? ¿Es posible librarse del deseo de corregirse constantemente en algo?
Tabla
Definición del concepto
En psicología, el crítico interior es la voz dentro de cada persona, que de vez en cuando critica, es sarcástica, hace dudar, a veces ridiculiza y compara con los demás. A veces parece que esta segunda personalidad tiene una inteligencia fuera de lo común. Ella ve fácilmente los deseos y sentimientos más secretos, como una radiografía revela los defectos, evalúa, da un ejemplo de alguien de la familia y amigos o incluso extraños. Y, lo más interesante, en esta comparación nunca saldrás ganando. El crítico te juzgará en cualquier circunstancia.
La voz interior evaluadora suele provocar cierto malestar en la persona, reduce la autoestima, frena el crecimiento y el desarrollo, impide cualquier cambio. En la mayoría de los casos, es el factor que provoca el desarrollo de ansiedad, depresión, insomnio, autodestrucción. También tiene un impacto negativo en las relaciones.
Mecanismos de formación del crítico interior
El crítico interior aparece en la lejana infancia. Los niños estudian el mundo que les rodea y a sí mismos, mientras se enfrentan a los requisitos y a algunas expectativas de la sociedad. Y si no cumplen estas expectativas, los adultos sienten descontento, que expresan de inmediato. Y éste es sólo el primer factor que provoca la formación del crítico interior.
La segunda es la educación de los padres. En la mayoría de los casos, los padres se guían por reglas y normas generalmente aceptadas, probablemente las que han aprendido de sus padres y madres. Y si las acciones del niño las infringen de algún modo, empieza a criticar, regañar, castigar. Resulta que ya en la primera infancia, el bebé entiende que las acciones que no se ajustan a ciertas reglas, no traen más que problemas.
Al crecer, el niño intenta hacer frente a las experiencias surgidas por el incumplimiento de las exigencias de la sociedad. Esto da lugar a un mecanismo de defensa llamado crítico interior. Habla en la voz de mamá o papá, un profesor de la escuela, un maestro de guardería o cualquier otro adulto que tenga algo que ver con la crianza.
Si un niño fue criticado a menudo de pequeño, no es de extrañar que en la edad adulta dude de cada paso que da y de sus capacidades. Su voz interior controlará absolutamente todas sus acciones, intentando evitar errores y fracasos. Podría parecer algo bueno. Pero, de hecho, debido a esta voz, las personas a menudo caen en el estupor, simplemente negándose a hacer nada. Todo por miedo a fracasar de nuevo. Aquí funciona una fórmula sencilla: inacción=sin errores y meteduras de pata=sin castigo.
Cómo se manifiesta el crítico interior
El crítico interior tiene una serie de signos característicos:
- Una persona está insatisfecha con su aspecto, sus rasgos de carácter, sus maneras de comportarse. Puede experimentar toda una gama de sentimientos: desde una ligera tristeza hasta un fuerte odio. Para ilustrarlo, recuerde cuántas mujeres recurren a la cirugía plástica para corregir defectos no reales, sino inventados.
- Incomodidad y vergüenza intermitente. Tal vez en tu entorno haya personas que se privan de todas las alegrías de la vida como en castigo por malas acciones. Entonces, tienen una crítica interior demasiado desarrollada.
- Compararse con los demás acaba favoreciendo a estos últimos. La persona siente que las personas que le rodean son mejores en todos los sentidos. Esta confianza juega en su contra, provocando el desarrollo de la dependencia emocional, así como la dependencia de la opinión de los demás.
- Irritación persistente. Aparece en quienes están constantemente insatisfechos consigo mismos.
- Perfeccionismo o deseo de ser siempre perfecto en todo.
- Exigente, irreconciliable tanto consigo mismo como con las personas que le rodean. El crítico interior siempre se esfuerza por alcanzar el ideal. No conoce la piedad cuando evalúa y critica a los demás. Además, con el tiempo, la propia persona se asemeja a esta segunda parte de su personalidad.
- Borrado de los límites personales internos. Ocurre que un individuo devalúa a una persona como persona, pero al mismo tiempo exalta en exceso la opinión de personas importantes.
Otra manifestación de la crítica interior está asociada a la falta de naturalidad, emotividad, creatividad, deseo de desarrollo. La persona simplemente tiene miedo de mostrar estas cualidades.
El crítico interior y las relaciones
No se trata sólo de las relaciones románticas, sino también de la comunicación con la gente en general. Según los psicólogos, el crítico interior es el principal protagonista. Y es él quien determina si una persona puede construir relaciones sanas con los demás o no. Hay varios puntos importantes:
- Se dice que el crítico se desarrolla en la infancia como defensa psicológica contra la humillación y otras situaciones traumáticas. Resulta que está vinculado al miedo a ser castigado. En la edad adulta, hace que la persona tema que su pareja le vea como algo malo y le abandone.
- La mayoría de las veces, las relaciones con los demás se basan en el esquema «padre-hijo». El crítico interior nos hace excesivamente dependientes de la opinión de quienes nos rodean. Como resultado, parece que simplemente no tenemos derecho a construir nuestras propias relaciones, prestar atención a nuestras necesidades y deseos, y establecer límites personales.
- El crítico interior nos impide aceptar no sólo regalos, sino incluso el amor de una pareja. Te hace dudar de los motivos de quien te los da, pensar algo así como: él/ella descubrirá lo malo que soy en realidad y todo habrá terminado. Según los psicólogos, una persona con una crítica interior bien desarrollada «obliga» de algún modo a los demás a convertirse en sus jueces. Y al hacerlo, él mismo sufre, volviéndose vulnerable a las críticas.
- Además, el crítico interior «protege» de la intimidad. No permite experimentar sentimientos profundos, obligando a la persona a sentirse siempre como una víctima, a estar asustada, humillada e insultada.
La situación no cambia ni siquiera cuando una persona parece ser capaz de hacer frente a los insultos de sus padres o de su pareja. Pero la voz interior habla una y otra vez de todas las críticas que lleva casi a la desesperación.
Cómo lidiar con el crítico interior
Es mejor trabajar con tu crítico interior con la ayuda de un psicólogo. No dudes en contarle tus experiencias.
Así que, en primer lugar, reconoce que hay otra persona (o voz) dentro de ti, que siempre está buscando un motivo para condenarte o reprocharte algo. Normalmente, durante una sesión, el especialista se dirige a esta misma persona, intentando averiguar por qué critica tan despiadadamente a su «amo». Lo más frecuente es que las conversaciones versen sobre el aspecto, las emociones, la inteligencia, las relaciones con los demás. En la mayoría de los casos, queda claro que el crítico interior es extremadamente difícil de complacer.
Una vez que se da cuenta de la presencia del crítico en su interior, comienza la siguiente etapa de trabajo. El psicólogo le ayudará a comprender en qué se basa el crítico para atacarle. Ahora conocerá la raíz del problema.
El tercer paso consiste en resolver los problemas identificados en el segundo paso. Al trabajar con el crítico interior, su voz se debilita. Se vuelve más tranquilo y sus comentarios son objetivos, dirigidos a apoyar, no a humillar.
Consejos de psicólogos
¿Es posible hacer algo por uno mismo? Sí, seguir unas sencillas recomendaciones junto con ayuda psicológica acelerará la «recuperación».
Por eso, los expertos dan una serie de consejos:
- Limita el espacio de actuación del crítico interior. Por ejemplo, puedes pedirle que no toque tus sentimientos y emociones. Deja que sólo preste atención a tus acciones.
- Aprende a empatizar contigo mismo. En el momento en que el crítico te acuse de algo, intenta justificarte. Di que no tienes la culpa de lo ocurrido y que todo lo que ha pasado es un desafortunado malentendido.
- Intenta cambiar la voz que utiliza el crítico interior. Combínala con las palabras adecuadas y con una imagen diferente. Que sea alguien cercano o, por ejemplo, tu actor favorito. También puedes elegir personajes de ficción.
- Recuerda que las situaciones estresantes son inevitables. Y, tal vez, en algunas de ellas te comportes como antes. No te juzgues por ello.
- Comunícate con tu crítico interior. Exprésale tu gratitud por intentar protegerte durante años y años. Y después, dile que eres un adulto capaz de tomar tus propias decisiones y afrontar las dificultades y los problemas.
Hay otro consejo interesante y bastante eficaz. Para cada problema, encuentra un «Pero». Se parece a esto: Me siento avergonzado, pero es sólo una sensación desagradable que está a punto de pasar. O: Me siento culpable, pero es sólo un hábito, porque no estoy haciendo nada malo.
Ejercicios para trabajar con el crítico interior
Para el primer ejercicio necesitarás un cuaderno o una hoja de papel en blanco. Divídelo en dos partes. En una parte escribe todas las quejas que tengas contra ti mismo. No es necesario recordar el pasado. Deja que sean los momentos de hoy.
Ahora distráete, descansa, da un paseo. Vuelva a las notas dentro de media hora. En la segunda parte de la hoja, para cada observación, escribe un momento positivo obtenido de la situación. Por ejemplo, has llegado tarde a una reunión, pero has dormido bien. O no has podido hacer ni la mitad de las cosas que habías planeado, pero has podido pasar tiempo con amigos a los que hacía tiempo que no veías.
Para que el ejercicio sea lo más eficaz posible, no silencies a tu crítico interior. Déle la oportunidad de hablar y describa detalladamente todos sus comentarios. Si es necesario, añade aclaraciones junto a las afirmaciones. Digamos que has vuelto a fallar en una conversación telefónica. Se trata de una generalización. Aclaración: no ha expresado los términos que le interesan. ¿Cuál es el lado positivo de esta situación? El interlocutor te ha hecho ofertas inesperadas pero muy prometedoras.
El segundo ejercicio se llama «El abogado». Justifícate siempre que tengas pensamientos en la cabeza de que volverás a pasar vergüenza o te enfrentarás al fracaso. En lugar de eso, recuerda algo bueno. Puede tratarse de situaciones en las que hayas demostrado sabiduría, ingenio o creatividad. También deberías decirte algunas frases de apoyo. Elógiese. Exprese su confianza en que esta vez tendrá éxito. Esto te ayudará a tener un poco más de confianza, calma y productividad.
Conclusión
Cada uno de nosotros tiene un crítico interior. Pero a veces se vuelve hiperactivo, causando muchos inconvenientes, como baja autoestima y depresión. Evitarlo no es fácil, pero es posible. Para eliminar al crítico interior, aprende a decirle «basta». Busca los lados buenos y las cualidades en ti mismo. Y por cada queja en tu discurso encuentra algo positivo.
Fecha de publicación: 3-1-2022
Fecha de actualización: 3-1-2022