¿Siempre expresas abiertamente tus emociones? Probablemente no. La mayoría de la gente, incluso con problemas graves, siempre sonríe. Ocultan la tristeza y la ansiedad tras una máscara de despreocupación e indiferencia ante lo que ocurre. Pero por dentro tienen la verdadera tormenta. Así es como se manifiesta la depresión «sonriente». Es mucho más peligrosa que la versión clásica de la enfermedad. ¿Por qué? ¿Cómo librarse de ella?
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Qué es la depresión «sonriente
En los foros suelen aparecer mensajes de diferentes usuarios sobre la trágica muerte de personas cercanas. La mayoría de las veces ocurre de repente. Ayer mismo una persona sonreía, y hoy ha ajustado cuentas con la vida. En la red hay incluso fotos de futuros suicidas. Viendo sus caras de felicidad, no se puede decir que ya hayan planeado su propia muerte.
La depresión «sonriente» se caracteriza por sonrisas y una actitud activa ante la vida. Sin embargo, en realidad, la persona que la padece es profundamente infeliz. Experimenta graves preocupaciones, sufre una lucha interna. Y, lo peor de todo, nadie lo sospecha.
A menudo, ni siquiera el propio «enfermo» cree en la existencia del problema. Por lo tanto, no busca ayuda ni en familiares ni en psicólogos. Una persona diagnosticada de depresión «sonriente» participa activamente en la vida social, va a trabajar, se comunica con amigos y familiares. Pero esto es sólo una máscara.
Por qué la depresión «sonriente» puede ser peligrosa
Lo más triste de esta situación es la relación entre la depresión «sonriente» y el suicidio. Delante de otras personas, una persona se muestra alegre, enérgica. Pero a solas consigo misma siente desesperación, desesperanza, su propia inutilidad.
Recordemos la reciente y trágica muerte del vocalista de Linkin Park, Chester Bennington. Pocos días después de suicidarse, su mujer Talinda mostró una foto familiar. En ella, el cantante sonríe feliz. Y nadie sospecha lo que está pensando.
Síntomas de la depresión «sonriente
El psiquiatra inglés Cosmo Hallstorm divide los síntomas de la depresión «sonriente» en varios grupos. El primero se refiere al comportamiento. Delante de otras personas y en casa, es muy diferente. Por ejemplo, en el círculo de colegas, una persona se comporta igual que antes. Sonríe, bromea, realiza con responsabilidad el trabajo que se le asigna. En casa, sin embargo, se encierra en su habitación con cara triste. Cuando sus familiares le preguntan cómo está, responde que todo va bien. Las palabras van acompañadas de una sonrisa alegre.
¿Qué siente realmente esa persona con depresión «sonriente»?
- Una sensación de fatiga, de quebranto nada más levantarse por la mañana.
- Sensación de no necesitar nada.
- Falta de esperanza en el futuro.
A diferencia del trastorno depresivo habitual, estos síntomas no se manifiestan por la noche, sino ya por la mañana. Durante el día, el estado se estabiliza.
El segundo grupo de síntomas de la depresión «sonriente» es psicosomático. Son varios:
- dolor de cabeza;
- dolor en la espalda, abdomen, órganos internos;
- deterioro del bienestar general;
- habla más lenta;
- falta de apetito;
- deterioro del aspecto debido a trastornos hormonales.
Sólo un neurólogo experimentado puede reconocer que estos síntomas son signos de depresión «sonriente» y no enfermedades somáticas.
Cómo controlar la depresión «sonriente
Si te encuentras mostrando signos de este tipo de depresión, haz un cambio urgente en tu estilo de vida. Aquí tienes algunos consejos para hacerlo.
Reconozca que está enfermo
Es muy difícil hacerlo. Según los psicólogos, la gente no quiere hablar de sus sentimientos por miedo a parecer débil. Pero al fin y al cabo, la ansiedad, la desesperanza, la apatía, la falta de ganas de vivir… no son debilidad en absoluto, sino síntomas de estrés grave. No hay por qué avergonzarse de ellos. Con tal estado se enfrentan casi todas las personas que viven en el planeta. Es sólo una señal de que algo va mal.
Habla con alguien de confianza.
No ocultes tus sentimientos a familiares y amigos. No des por sentado que no te entenderán, que se enfadarán, que querrán pero no podrán ayudarte. Sí, los que te rodean, por supuesto, no te quitarán algunas de las emociones negativas. Pero si hablas y te escuchan, el estado mejorará notablemente. Este es el primer paso hacia la recuperación.
El papel de interlocutor puede ser no sólo un amigo, un pariente o un buen conocido. Un psicólogo o psicoterapeuta es una buena opción. Cuéntale tu problema al interlocutor. Explícale que no eres tan feliz como intentas mostrar.
También. No creas que hablar es una panacea. Si no estás acostumbrado a hablar de tus sentimientos con los demás, es más probable que te sientas ansioso e incómodo.
Reforzar la autoestima
Es normal dudar de uno mismo. Pero no con la depresión «sonriente». En estos casos, sólo estás empeorando las cosas. Los psicólogos comparan la autoestima con la inmunidad. Te protegerá de muchos problemas si la refuerzas con regularidad.
Hay muchas maneras de hacerlo. Una de ellas es escribirse una carta a uno mismo. Parece ridículo. Pero ¡sabrás lo eficaz que es este ejercicio! Dígase lo que siente, por lo que está pasando. Compadécete, dite palabras de apoyo, asegúrate a ti mismo que todo irá bien.
No trabajes en exceso
Según los expertos, la razón principal del desarrollo de la depresión «sonriente» es la carga excesiva de trabajo. Intente no quedarse hasta tarde en el trabajo y no se lleve tareas a casa. Tampoco es recomendable trabajar a la hora de comer. Durante el día, resérvese unos cinco minutos para descansar. Durante este tiempo, intente no pensar en nada. Haga algo de ejercicio ligero, dé un paseo.
No se olvide de dormir bien. Duérmete en una habitación fresca, sin el móvil ni otros aparatos en las manos. No veas la televisión.
Cambia tu dieta
Añade a tu menú alimentos que contengan vitamina C. Chocolate, plátanos y helados. Favorecen la producción de las llamadas hormonas de la alegría.
Cómo ayudar a un amigo
¿Qué hacer si tu amigo o familiar sufre depresión «sonriente», pero tú no? Hay algunas recomendaciones:
- Haga comprender a la persona que tiene un problema grave. Al mismo tiempo, asegúrele su cariño, su apoyo.
- Conviértase en un buen oyente. No sólo hay que escuchar, sino también oír lo que el interlocutor quiere decir. Piensa con él/ella cómo resolver el problema. Ofrécete a ayudar.
- Ayúdale a mejorar su autoestima. Para ello, ofrécete a hacer algo útil juntos. Es importante que la persona se sienta necesitada.
- Preste más atención. Interésese por la vida de alguien que sufre depresión risueña. No espere que le cuente todo. Haga preguntas, pida respuestas detalladas, no sólo dos palabras.
- Ayude a llevar una vida «normal». No deje que su amigo o familiar se encierre en sí mismo. Invítale al cine, a cafés, a exposiciones. Ofrézcale salir a correr juntos por la mañana.
Otro consejo importante: no dude en sugerirle que consulte a un psicólogo. En algunos casos, no será posible hacer frente a la depresión «sonriente» sin su ayuda.
Conclusión
Estos sentimientos no siempre se ocultan tras la alegría y el buen humor. Muy a menudo enmascaran inseguridad, indiferencia ante lo que ocurre a nuestro alrededor, falta de ganas de vivir. Así es como se manifiesta la depresión «sonriente». Es difícil de diagnosticar y tampoco es fácil de curar. Pero se puede hacer. Esté atento a sí mismo y a sus seres queridos. Muéstrese participativo, brinde apoyo. Demuestre que necesita a la persona.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023