Un recién nacido es la criatura más indefensa e indefensa del mundo. Todos los padres esperan con inquietud la primera sonrisa, la primera palabra, el primer paso.
Por regla general, los padres están más orgullosos de cada nueva habilidad del bebé que de sus propios logros, personales o profesionales.
Sin embargo, el rápido desarrollo fisiológico y psicológico del diminuto organismo es imposible sin tormentas vitales: intentemos comprender cuáles son las crisis de un niño menor de un año y cómo afrontarlas.
Tabla
¿Qué significa el concepto de brotes de crecimiento en los niños?
El bebé ya se sienta con confianza, dice algunas palabras y está aprendiendo a andar. Pero de repente, literalmente en un instante, pasa de ser un niño sonriente y tranquilo a un pequeño y caprichoso «monstruo». El bebé «no todo es así», no se suelta de las manos de su madre y no la deja dar ni un paso.
Los ataques de histeria son muy frecuentes y, al parecer, ocurren «en el mismo sitio». ¿Reconoce su situación? Puedes felicitarte: el niño ha llegado al «punto X», su primera crisis en la vida.
Dificultad para educar al niño: uno de los primeros indicadores de la crisis del primer año de vida. ¿En qué consiste? La primera crisis: la separación de mamá. Se cree que hasta este momento, el bebé se da cuenta de que la madre y él mismo son un solo organismo.
Como la personita ya domina algunas habilidades, ahora requiere plena autonomía y busca hacerlo todo por sí mismo y a su manera. Pero en esta etapa, las habilidades para la actividad independiente todavía no son suficientes. De ahí las rabietas: un desajuste entre los deseos y las oportunidades.
Tabla por semanas
Periodo | Nombre | Duración |
Crisis 5 semanas | Nuevas sensaciones | Alrededor de una semana |
Crisis 8-9 semanas | Conciencia corporal | De una a dos semanas |
12 semanas | Suavidad de movimientos | Máximo 7 días |
15-19 semanas | Dominio del espacio | Un mes |
23-26 semanas | El mundo de las interconexiones y el concepto de distancia | Tres semanas |
34-37 semanas | categoría mundo, alerta de separación | Tres semanas |
42-46 semanas | secuencia mundo | Mes |
51-55 semanas | Planificación, búsqueda de soluciones, ansiedad de separación | Mes |
60-64 semanas | Tiempo de principios, yo mismo | Mes |
72-75 semana | Mundo de los sistemas | Unas tres semanas |
5: Sentir de una manera nueva
La razón de la inquietud constante en este momento se debe al cambio de los órganos de percepción. El bebé se está recuperando del parto, cogiendo fuerzas, y por eso duerme la mayor parte del tiempo.
Pero entonces se producen cambios :
- la capacidad de ver;
- reconocer los sonidos;
- reconocer las caras de mamá y papá.
El mundo se llena de sensaciones nuevas. Al mismo tiempo, el bebé todavía no es capaz de procesar estas impresiones como lo hacen los adultos, por lo que se vuelve más inquieto que antes.
Puedes reconocer el desarrollo de una crisis por los siguientes signos :
- rabietas y caprichos inesperados sin motivo aparente;
- demandas de atención y contacto corporal constantes;
- deterioro del apetito y del sueño.
Durante este periodo, los padres no deben alarmarse, sino estar lo más cerca posible del niño. Para ello, las tareas domésticas pueden delegarse en familiares y amigos durante un tiempo. No está de más descansar con el niño durante el día y tranquilizarle con contacto táctil (abrazos, caricias, besos, etc.).
8-9: Conocer mi propio cuerpo
En esta etapa, el niño desarrolla nuevas capacidades y posibilidades. El mundo familiar literalmente «se vuelve del revés». El niño mira — y ve, escucha — y oye, huele — y siente, prueba — y saborea.
En una palabra, siente todo lo que antes simplemente no existía en su mundo. El niño está asustado, confuso, necesita tiempo para acostumbrarse. Y lo mejor es acostumbrarse en un entorno familiar: en manos maternas.
Por eso los niños gritan más durante este periodo. Incluso arrastrándolos todo el día en brazos, las madres no consiguen normalizar el estado de los bebés en crisis. Los principales signos de esta fase :
- el niño necesita más atención, actividades, gritos;
- rechazo de extraños y manos;
- disminuye el apetito, aumenta la inquietud durante el sueño;
- aparece el nerviosismo y la irritabilidad; este estado sólo se minimiza «colgándose» del pecho de la madre.
Continúa dando a tu hijo cuidados y afecto, tranquilízalo y elógialo por los pequeños nuevos logros. Socializa y muéstrale objetos, enséñale a mantener la cabeza erguida y sigue dándole el pecho siempre que sea posible.
12: Moverse
El tercer estirón del recién nacido se caracteriza porque el bebé coge por primera vez objetos con las manos: los mira, los frota y, definitivamente, los prueba.
Todo lo que rodea al bebé está lleno de significado, y la variedad de «cosas interesantes» a su alrededor lleva a sobrecargar el sistema nervioso aún no formado.
El recién nacido experimenta un gran estrés, que se manifiesta a través de :
- irritabilidad, malhumor, mal humor;
- llanto irracional;
- deseo de estar en brazos de la madre y, como antes, descansar sobre el pecho.
Ayudar al bebé puede ser la ausencia de ansiedad y miedo, sobre todo. Llevar al niño con usted (cabestrillo para ayudar), ayudar a conciliar el sueño, calmar en caso de ansiedad.
No se olvide de la formación de la independencia: dejar que él mismo alcanzar un juguete. Háblale, cuéntale cuentos, cántale canciones de cuna.
15-19: Dominar el espacio
El bebé comprende que algunos acontecimientos de la vida pueden suceder a su antojo, lo que le sorprende y le asusta al mismo tiempo. Puede manifestarse mediante intentos de gatear mientras está en brazos de un adulto y, durante el llanto, puede querer adoptar la pose de un recién nacido.
Durante este periodo, el contacto táctil habitual no es suficiente. Es conveniente comprometerse con el niño, proponiéndole constantemente nuevos entretenimientos y actividades. Por lo tanto, los juguetes deben ser compactos, ligeros, fáciles de agarrar de la mano del bebé.
23-26: Notar las conexiones
El bebé ya es capaz de coordinar sus propios movimientos y, por tanto, se mueve más. Además, el bebé toma conciencia del concepto de distancia, por lo que se desarrolla la timidez y, al mismo tiempo, se mantiene la necesidad de ver a mamá cerca.
En este momento, los juguetes son una herramienta de defensa. Por lo tanto, lo más importante para los padres es proporcionar un apoyo constante para controlar el entorno.
34-37: Categorización de objetos
Aunque el bebé categoriza objetos y comprende muchas cosas, al mismo tiempo atraviesa uno de los períodos más difíciles de su existencia antes del año de edad, porque por primera vez no confía en las personas que le rodean. Se manifiesta con irritabilidad, inquietud, exigencia, impaciencia.
En este momento no vale la pena prohibir la comunicación con el mundo: los padres sólo tienen que controlarlo todo, dejando que el niño experimente la comprensión del mundo. En este momento es importante no olvidarse de los elogios.
42-46: El mundo de las secuencias
Karapuz intenta plegar y construir, realizar determinadas acciones en el orden correcto, lanzar cosas.
Cada vez es más exigente con las actividades conjuntas, celoso y mimado . Los padres no tienen por qué ignorar los deseos del niño: implíquenlo en las tareas domésticas, enséñenle a ser independiente, por ejemplo, a comer con cuchara.
51-55: Planificar y decidir
El lema principal del niño en esta etapa es «Yo sé cómo». El niño sabe de verdad: encuentra sus propias soluciones a los problemas, comprende la esencia de las acciones, sabe cómo conseguir lo que quiere de diferentes maneras.
En esta etapa, el retoño requiere la atención de los padres, su humor se caracteriza por la inconstancia y los caprichos. Cada vez es más frecuente que el mendrugo se enfade por las prohibiciones. Por eso, la mejor salida es convertir al niño en su pequeño ayudante.
60-64: Yo mismo
Al acercarse al primer cumpleaños, el bebé empieza cada vez más a menudo a defender sus propios principios. El niño empuña con confianza un lápiz, da volteretas, imita a los adultos y hace el tonto. Cada vez con más frecuencia hace valer sus derechos, en particular, con la ayuda de rabietas o lloriqueos, pero también muestra un deseo de independencia.
Durante este periodo, los padres no deben interferir con los herederos en crecimiento. En caso de agresión, conviene negociar, explicando los límites de lo permitido y los conceptos de «puedo» y «no puedo».
72-75: Sistematizar
La última etapa del crecimiento es la flexibilidad del carácter, la formación de la conciencia y la comprensión de las consecuencias de los propios actos. El niño ya sabe que otras personas pueden ser diferentes a él, comprende la diferencia entre lo suyo y lo de los demás, muestra el mundo que le rodea en dibujos.
Antes del cumpleaños, el niño es muy excitable e incluso insoportable en su insistencia.
Los padres deben dar salida a la energía de los niños :
- pasar tiempo activos juntos;
- jugar a juegos ruidosos.
Centrarse al máximo en las inclinaciones y capacidades del niño para poder realizarlas correctamente. Fomentar los nuevos talentos, intereses y habilidades del niño.
¿Por qué es importante conocer los periodos por edades?
Es posible y necesario conocer y saber calcular e identificar estos saltos temporales. Durante el periodo de crisis, el niño requiere mayor atención y, al mismo tiempo, influencia educativa por parte de los padres. Es necesario dar al niño la mayor libertad de acción posible.
En este periodo, los padres tienen que :
- aprender a negociar con el bebé
- darle la ilusión de poder elegir;
- proporcionar decisiones independientes o, en pocas palabras, elección sin elección.
Así, será posible formar adecuadamente la futura personalidad.
Hacer esto no es tan difícil como puede parecer a primera vista. Usted, como padre, decide que es necesario cocinar gachas de avena para el desayuno, mientras da a elegir al niño el tipo de cereales, etc. El niño decide qué comer entre las opciones que le dan los padres.
Este truco puede hacerse con ropa, juguetes y actividades. Así, se matan dos pájaros de un tiro: se satisface la necesidad de independencia del bebé y, además, se forma su pensamiento crítico, lo que ayudará en el futuro a conseguir una persona segura de sí misma, pensante, intelectualmente inteligente y con amplitud de miras, no un sociófobo acomplejado.
Los errores de los padres
Lo principal que los padres suelen olvidar: incluso un bebé indefenso quiere aprender el mundo de forma autónoma e independiente. No hay que comunicarse por igual con un bebé de 9 meses, que ya sabe mucho, y con uno de mes y medio, que apenas ha venido al mundo. Empiece a tener en cuenta los intereses y opiniones «desde los pañales», pero no se exceda.
Los padres ante las manifestaciones de las primeras crisis de los recién nacidos no deben :
- Derrumbarse y ponerse nerviosos, porque el estado emocional se transmite de los padres al niño. Intentar mantener la calma y la paciencia en la medida de lo posible.
- Dejar que el problema «se le pase solo», a la «ya se le pasará». Dedique al niño todo el tiempo y la atención posibles: es en ello en lo que el niño necesita especialmente en cualquier periodo de su desarrollo.
- Centra la atención en el factor de estrés, «saca la cuña». Distrae al niño si ves que se avecina una rabieta.
- Aplica la autoridad paterna utilizando el «método del látigo». Conceda al niño el derecho a elegir, y no lo limite sólo porque, en su opinión, el vástago no merezca indulgencia por travieso y gritón.
- El silencio. Muchos padres de bebés prefieren tratar al niño como a un muñeco, motivados por el hecho de que a esta edad el bebé «todavía no entiende nada». Se trata de un comportamiento fundamentalmente erróneo: hay que comunicarse con los niños, ayudarles a formular sus pensamientos y necesidades, incluso en ausencia de la capacidad del habla.
- Atención somnolienta. Por supuesto, asegúrate de que los objetos potencialmente peligrosos estén fuera del alcance del bebé.
Conclusión
Resumiendo, cabe señalar que en la cuestión de cómo sobrevivir a la crisis del primer año, el principal secreto del éxito es tener una enorme paciencia. Haz todo lo que esté en tu mano para prestar la máxima atención a tu hijo.
No agrave el estado de estrés del bebé con gritos y castigos. Todas las etapas de transición son temporales, sobre todo porque los recién nacidos crecen muy deprisa. Recuerda: los cambios repentinos en el comportamiento del niño sólo significan una cosa: que está creciendo. No se trata de mimos, sino de procesos fisiológicos naturales en la formación de una nueva persona, una persona completa.
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Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023