Diagnóstico de la crisis de la mediana edad en la mujer: síntomas y manifestaciones

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La crisis de la mediana edad en las mujeres es un estado especial acompañado de cambios de humor, percepción pesimista de la realidad, apatía y cambios fisiológicos significativos.

Los síntomas de la crisis de la mediana edad en las mujeres se manifiestan de diferentes maneras. Lo principal es no perderse su aparición, para aliviar la afección si es posible y evitar que el curso normal del estado de crisis se convierta en una depresión persistente.

Información general

El estado de crisis que surge en una determinada etapa (en el periodo de 30, 35, 40, 45 años) del desarrollo psicológico y físico, se caracteriza por un replanteamiento del estatus social de la mujer, sus logros y su papel en la familia.

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La reevaluación de los valores va acompañada de :

  • un estado depresivo;
  • apatía;
  • pérdida del sentido de la vida;
  • negación de actitudes pasadas, principios de vida y patrones de comportamiento;
  • emotividad excesiva, irritabilidad;
  • cambio de puntos de vista, insatisfacción con la situación vital, incluido el trabajo, el estilo de vida, las personas cercanas;
  • aparición de aficiones inusuales y deseo de cambios radicales;
  • revisión de la experiencia y los planes vitales.

La duración de este periodo es individual para cada mujer. Puede tener lugar en seis meses o durar de 2 a 3 años.

Características de la manifestación

La crisis de la mediana edad afecta a todas las mujeres de entre 30 y 45 años. Se desarrolla de forma diferente en cada persona. Sin embargo, hay signos comunes del estado de crisis. Se trata de una especie de etapa de transición, acompañada de un replanteamiento de los valores vitales y de una síntesis de los resultados de la situación actual.

Entre las principales manifestaciones, observadas en casi todas las mujeres durante la crisis de la mediana edad, cabe destacar

  • cambios de aspecto relacionados con la edad, con signos de desvanecimiento;
  • el desarrollo de enfermedades crónicas, acompañadas de deterioro del estado general y pérdida de fuerza;
  • cambios hormonales al inicio de la menopausia;
  • Falta de satisfacción con la vida familiar o profesional;
  • falta de motivación para superar nuevas metas.

En tal estado, la mujer se vuelve apática o, por el contrario, agresiva. Es importante no perderse las primeras campanadas del comienzo de la depresión y no dejarse hundir en ella durante mucho tiempo.

Etapas y fases

Dependiendo del temperamento, una mujer puede no notar en absoluto el inicio de un periodo de crisis difícil, o sumirse en él durante mucho tiempo y con complicaciones que requieren la intervención de un profesional.

Los psicólogos distinguen dos etapas principales de crisis con sus manifestaciones inherentes:

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  • La primera etapa . Se caracteriza por la pérdida de ilusiones y esperanzas. Llega la comprensión de que todo lo mejor ya ha sido, y que lo que se soñó en la juventud, nunca se hará realidad. Tales pensamientos se convierten en la causa de un estado de ánimo decadente y conducen a la decepción no sólo de los seres queridos, sino también de sí misma, privando a la mujer de optimismo y vitalidad.
  • La segunda etapa . Liminalidad — tal definición se le da en psicología. Este término implica la incertidumbre y la confusión de una persona que se encuentra en el umbral del cambio, cuando los valores anteriores están en el pasado, y los nuevos aún no se han realizado plenamente, y sus perspectivas aún no son visibles.

Las mujeres, más propensas al autoanálisis que los hombres, intentan comprender dónde cometieron un error, hicieron algo mal. La búsqueda constante de la causa de las situaciones problemáticas que surgen lleva a hiperbolizar las formas de manifestación de la crisis.

Influencia de los tipos de comportamiento

Los psicólogos distinguen 4 tipos principales de personalidad . Dependiendo de la identidad a uno de ellos, hay una manifestación aguda de la crisis de la mediana edad en las mujeres:

  • Espontánea. La mujer no es capaz de elegir una determinada táctica de comportamiento.
  • Funcional. Caracterizada por la incapacidad de adherirse al plan previsto.
  • Contemplativa. Realiza sus objetivos dependiendo de la influencia de las circunstancias externas.
  • Creativo. Posee la capacidad de controlar las circunstancias, gestionarlas y utilizarlas para alcanzar sus propios objetivos.

El último tipo de comportamiento es el ideal. Una mujer de este tipo es menos susceptible a las crisis, ya que es dueña de la situación y puede evitar las manifestaciones negativas de un periodo difícil.

Manifestaciones características

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Los principales signos de la proximidad del periodo de crisis se dividen condicionalmente en 4 tipos. Estos son:

  1. Fisiológicos, acompañados de cambios relacionados con la edad. Arrugas, piel seca, aumento de peso, disfunción hormonal (aparición de la menopausia) e incluso disminución de la libido.
  2. Emocionales, caracterizados por un aumento de la ansiedad y el nerviosismo o por apatía e indiferencia ante todo.
  3. Cognitivas, que provocan el deseo de cambiar de aires, la reevaluación de los valores y la aparición de pensamientos de divorcio.
  4. Conductual, en la que la mujer se vuelve conflictiva, sucumbe fácilmente a diversos tipos de adicción: al alcohol, al deseo de cambiar el círculo de conocidos.

Durante este período, una mujer es más vulnerable, puede caer bajo la influencia de una secta religiosa, involucrarse en el isoterismo, el misticismo.

Tipos de signos

Las manifestaciones de la crisis son muy diversas. Los psicólogos distinguen dos principales — signos externos y de comportamiento.

Entre las manifestaciones externas destacan :

  • inseguridad, depresión, falta de iniciativa;
  • mayor atención al estado de salud, alimentación sana o, por el contrario, indiferencia total hasta el ansia de alcohol;
  • insatisfacción consigo mismo combinada con irritación, amargura, inestabilidad del estado de ánimo;
  • búsqueda de defectos en las personas cercanas y en uno mismo.

Además, hay insomnio. La manifestación más característica es el desarrollo de un estado depresivo.

Características del comportamiento

Una mujer de mediana edad en crisis puede reconocerse por los siguientes signos :

  • pensar en progresar profesionalmente, hasta el punto de renunciar a un trabajo bien remunerado;
  • insatisfacción consigo misma y compararse con los que tienen más éxito;
  • Reconocer que se es un fracasado y restar importancia a las propias capacidades;
  • deseo de ocultar su verdadera edad;
  • Dificultad para relacionarse con los jóvenes;
  • manifestación de miedo a la soledad, a la proximidad de la vejez y a la muerte.

El rasgo más expresivo de la crisis es la tendencia esbozada a cambiar las relaciones con los hombres. Este periodo se caracteriza por separaciones y divorcios iniciados por mujeres.

Causas

La principal causa del estado de crisis es la presencia de graves contradicciones entre los planes de vida y la imposibilidad de realizarlos. En la mujer, se asocian con la familia, el amor, la comprensión mutua, la confianza en sí misma, el autodesarrollo y la salud. Los problemas relacionados con una de estas esferas provocan el agravamiento de la crisis de la mediana edad de la mujer.

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Entre las causas más comunes del curso agudo del periodo de crisis destacan:

  • Fracaso de la mujer a la hora de tener familia e hijos. El tiempo más productivo se pierde en la búsqueda de logros profesionales. Y durante este periodo, la mujer se ve literalmente consumida por la obsesión en su deseo de casarse y tener un hijo.
  • Complejo de ama de casa. La falta de realización en la profesión y la total dependencia económica del marido: un poderoso provocador de una crisis en desarrollo activo.
  • Cambios de edad. La reacción dolorosa a los signos externos de la edad se complica por la incapacidad de cambiar nada.
  • Las transformaciones hormonales agravan el curso de la crisis. La llegada de la menopausia conmociona a la mujer, provocando no sólo cambios fisiológicos, sino también un estallido psicoemocional, que indica una falta de voluntad para aceptar su yo actual.
  • Fracaso profesional. La baja por maternidad, un trabajo poco interesante o la incapacidad para cumplir los requisitos debido a un tiempo de inactividad prolongado provocan insatisfacción consigo misma y un estado depresivo.
  • Soledad y síndrome del nido vacío. El miedo a estar sola consume todos los pensamientos y se convierte en un requisito previo para la depresión persistente.

El factor más poderoso que complica la crisis de la mediana edad es el miedo a la muerte. Se ve reforzado por la constatación de que ya se ha vivido la mayor parte de la vida y de que lo mejor ha quedado atrás.

Disminución o aumento de los signos de

Además de los provocadores de crisis, hay factores que pueden aumentar o disminuir los síntomas negativos durante este difícil periodo.

Aumentar los síntomas Disminuir las manifestaciones negativas
Entorno familiar desfavorable Comprender y aceptar la temporalidad y naturalidad de los cambios fisiológicos y psicológicos que se están produciendo.
Falta de trabajo favorito Apertura de las emociones
Falta de demanda de mujeres solteras Centrarse en los logros y los aspectos positivos de la enfermedad
Evolución severa de la menopausia Organización de una nutrición adecuada
Estereotipos sociales hacia las mujeres mayores Socialización con amigos y familiares
Abuso del alcohol Planificación de la vida futura
Falta de movimiento y aficiones Estilo de vida activo
Cierre, fijación en las preocupaciones Nuevas aficiones, hobbies

Hay que tener en cuenta que el periodo de crisis es más agudo en las mujeres que son autocríticas y escuchan la opinión de los demás. El curso agudo se observa más a menudo en mujeres solteras que no tienen familia ni hijos.

Aspectos positivos

La crisis de la mediana edad en las mujeres no sólo conlleva cambios negativos, sino también positivos. Esta afección tiene sus propias metas y objetivos. Surge con el fin de :

  • La mujer se miraba a sí misma como desde fuera. Consiguió deshacerse de la negatividad en su vida familiar y social.
  • Mejora el crecimiento y el desarrollo personal. El empujón en forma de replanteamiento de valores es bastante rápido y útil. Da la oportunidad de salir no sólo vencedor, sino también de adquirir un montón de cosas nuevas.
  • Sopesar cuán correcta y buena es la vida real.
  • Mirarse a sí mismo desde el exterior y entender lo que se puede corregir, cómo construir una vida en el futuro.
  • Habiendo mirado alrededor, decidir qué debe cambiarse en el pensamiento y el comportamiento.
  • Darse cuenta de si todo en la vida va como a uno le gustaría.

Sopesando y evaluando la situación, aceptando y comprendiendo los nuevos sentimientos y cambios, al final de la crisis es posible no hundirse para siempre en la depresión, sino obtener nuevos puntos de vista y logros.

¿Para qué sirve conocer las manifestaciones?

El desconocimiento de un fenómeno tan importante como la crisis de la mediana edad puede sumir a una mujer en una depresión prolongada, de la que sólo es posible librarse con la ayuda de un psicólogo o psicoterapeuta.

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Actitud atenta a su condición le permite prevenir el desarrollo de complicaciones tales como :

  • Un sentimiento de desesperanza y sin sentido de la vida;
  • trastornos del sueño o somnolencia
  • pérdida de interés por las actividades favoritas;
  • Dificultad para afrontar la menopausia;
  • empeoramiento del estado general — migraña, trastornos digestivos, aumento de la sudoración, problemas respiratorios.

Sin conocer las causas de la crisis y las peculiaridades de sus manifestaciones, las mujeres son capaces de dar un paso desesperado a causa de pensamientos sombríos sobre su imperfección. Este es un camino directo hacia el autodesprecio y, a veces, hacia pensamientos suicidas.

Es importante darse cuenta de que, cuando sobreviene una crisis, no hay que dejarse llevar por el pánico ni temer el cambio. Aceptar la naturalidad e inevitabilidad del cambio le permitirá seguir adelante con mayor eficacia.

Conclusión

Es posible evitar la naturaleza aguda y prolongada de la crisis de la mediana edad si se comprende y acepta la temporalidad del estado de crisis.

La actividad activa, la búsqueda constante, el autodesarrollo y las actividades atractivas no permitirán que la crisis te doblegue. La capacidad de analizar la situación te librará de la apatía, la frustración y la depresión, te permitirá salir victorioso de un periodo difícil.

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Fecha de actualización: 11-16-2023