La disonancia cognitiva es una discrepancia entre la experiencia (conocimiento) y las acciones (realidad) de una persona, una contradicción de dos alternativas significativas. Cada uno de nosotros se ha encontrado con ella al menos una vez. Por ejemplo, cuando intentamos resolver un problema conocido de la forma habitual, pero por alguna razón nada funciona. «No sé por qué es así», «no doy crédito a lo que ven mis ojos», «no entiendo por qué no funciona, todo debería ser normal»: la gente describe el estado de disonancia cognitiva con frases de este tipo y similares. Averigüemos más sobre qué es la disonancia cognitiva y entendamos su significado con ejemplos de la vida.
Tabla
Definición del concepto
Disonancia cognitiva: ¿qué es en psicología? En palabras sencillas, es un estado mental en el que una persona experimenta malestar asociado a una contradicción interna. El nombre se forma a partir de dos palabras latinas: cognitiio, que se traduce como «cognición, conocimiento», y dissonantia, que se traduce como «incoherencia». Así, la disonancia cognitiva es el conflicto que surge entre la realidad y el conocimiento de una persona (experiencia, creencias, valores). Es algo que no encaja en el sistema de ideas sobre el mundo, las personas, el orden de las cosas.
La disonancia cognitiva puede ser diferente. Por ejemplo, si una persona mira un cuadrado verde y le dicen que es un círculo rojo, surge una disonancia interna en la conciencia del sujeto. O la disonancia surge en una situación en la que un amigo cuenta a todo el mundo el secreto de un compañero. Ese comportamiento no se corresponde con las ideas que tiene el sujeto sobre la amistad.
En algunos casos, la incoherencia cognitiva adopta la forma de dilemas morales. Por ejemplo, cuando un médico tiene que salvar la vida de un terrorista o cuando un psicólogo se entera por un cliente de que éste ya ha planeado el asesinato de alguien. Por un lado, el médico ha hecho el juramento hipocrático y el psicólogo está obligado a guardar el secreto del cliente. Por otro, ambos pacientes son peligrosos para la sociedad y sus acciones no encajan en el sistema de valores y moral de los especialistas.
En el estado de disonancia cognitiva la persona siente malestar. Se manifiesta por ansiedad, tensión. A la persona le parece que está completamente fuera de control de su vida y que corre peligro. En algunos casos, la disonancia cognitiva se transforma en un conflicto interno prolongado, por ejemplo, cuando una persona cada día va en contra de sí misma, de su familia, de sus amigos, de la sociedad («Así no es como me educó mi madre», «Esto no es lo que yo soñaba», «Así no es como yo imaginaba mi vida»).
Presta atención Para la salud mental, es sumamente importante que las acciones, los pensamientos, los deseos, las necesidades y las creencias sean coherentes. Es importante que todo en el mundo interior de una persona sea armonioso, y que cada elemento del interior se combine de forma lógica y adecuada con el mundo exterior.
La teoría de la disonancia cognitiva
El autor de la teoría es el psicólogo estadounidense Leon Festinger. La explicó en 1957. Esbocemos la esencia de la teoría de la disonancia cognitiva:
- Dos elementos cognitivos (pensamientos, creencias, valores, etc.) entran en contradicción siempre que estén interrelacionados (uno se deriva del otro).
- El malestar psicológico derivado de la disonancia hace que la persona se mueva hacia la consonancia (armonía) o tome medidas para eliminar la contradicción.
- Si la disonancia persiste, la persona evitará cualquier situación o condición que pueda intensificar o relanzar el malestar debido a la contradicción.
Leon Festinger detalló su teoría en su libro La teoría de la disonancia cognitiva. La idea principal de la teoría es que los seres humanos se esfuerzan siempre por alcanzar la armonía interior.
Festinger identificó varios tipos probables de relaciones entre elementos cognitivos. Basándose en ellas, denominó varias formas de disonancia cognitiva. Veámoslas todas por orden.
Tipos de relaciones entre los constituyentes de la contradicción:
- Ambas partes no se relacionan o se relacionan con la situación, el caso, el objeto.
- Los elementos son coherentes o incoherentes entre sí.
- Los elementos pueden estar aislados, es decir, no relacionados entre sí.
- Las partes están en disonancia porque cada una excluye o contradice a la otra.
- Las partes están en consonancia si una es complementaria de la otra.
Formas de disonancia cognitiva (por condiciones de aparición):
- Elegir una opción entre varias alternativas. La disonancia surge porque la solución contraria no ha sido eliminada, sino apartada. Es decir, en su interior la persona sigue pensando en otra posible solución. Por ejemplo, una chica está eligiendo entre dos hombres que la cortejan. Ve diferentes perspectivas en una relación con cada uno de ellos y lo considera dentro de su sistema de valores. Elige a uno de los hombres, pero a diario piensa: «Me pregunto cómo sería con ése ahora mismo. ¿Y si fuera mi verdadero amor y no me hubiera dado cuenta? De repente, años después me arrepentiré».
- Una situación de elección, cuando como resultado de una decisión una persona recibirá un castigo o una recompensa. La disonancia se produce en el primer caso, es decir, cuando la elección conlleva consecuencias negativas. Por ejemplo, un hombre estaba pensando si confesar o no a su novia que le había engañado. Quería confesar, pero se dio cuenta de que el desarrollo posterior de los acontecimientos tiene dos escenarios: ruptura de relaciones o perdón y confianza, relaciones aún más fuertes. Por otro lado, ocultar información también tiene dos escenarios: la chica no se enterará de nada, pero el hombre seguirá sintiendo el tormento de la conciencia o la propia chica se enterará de todo y entonces la ruptura es definitivamente inevitable. Al final, el hombre decide confesar y pierde a la chica. Empieza a pensar que no debería haber contado lo de la aventura.
- Conocimiento consciente o accidental de nueva información. Si los nuevos datos contradicen lo que el sujeto ya sabía, se produce disonancia. Por ejemplo, una persona se entera de algo desagradable sobre su pareja. Al mismo tiempo, está segura de que la persona que conoce no podría hacer algo así, no se parece en nada a ella.
- Desacuerdo con la opinión del grupo. Si uno de los miembros del grupo expresa una opinión que difiere de la del grupo o de la de su líder, el resto de los miembros del grupo experimenta una disonancia cognitiva. Por ejemplo, un hijo dice que no quiere ser médico, como insisten sus padres, sino que ha decidido ser albañil. El resto de la familia y los propios padres entran en un estado de disonancia cognitiva: «¡¡¡Cómo, cómo se atreve a ir contra la familia, a desobedecer a sus padres!!!».
¡Interesante! La teoría de Festinger ha sido muy criticada. Se le acusó de duda y ambigüedad de los términos e interpretaciones de las tesis, artificialidad y experimentos poco éticos, validez débil, generalización excesiva. Sin embargo, se sigue confiando en esta teoría, aunque ya no se realizan más estudios sobre su base.
A pesar de las duras críticas, la teoría ayudó a la psicología a sacar varias conclusiones importantes sobre las peculiaridades del comportamiento de las personas:
- Cuanto más se integra una persona en un grupo, más autoridad adquiere éste para ella.
- Las personas prefieren rechazar y odiar lo que les ha hecho daño en lugar de aceptarlo como una experiencia valiosa.
- Las personas tienden a justificarse y a evitar la responsabilidad personal citando los defectos de los demás («Todo el mundo lo hace»).
- Las personas con puntos de vista diferentes tienden a interpretar los mismos hechos de forma distinta. Para evitar la disonancia, una persona hace hincapié en lo que apoya su postura e ignora el resto.
- Si una persona se ve obligada a infligir dolor a otra, tiende a humillar a la persona derrotada. Esto evita la disonancia cognitiva.
- Si una persona se ve obligada a actuar injustamente, se convence de que la culpa es de los demás, que merecen esa actitud. Del mismo modo, si una persona no puede ayudar a alguien, se convence a sí misma de que ése es el destino de esas personas, que ellas mismas eligieron una vida pobre y miserable.
Muy a menudo, una persona se libra de la disonancia cognitiva con la ayuda de la racionalización. Se trata de un mecanismo de defensa en el que el sujeto encuentra una explicación racional, una justificación para algo que no le cabe en la cabeza. Por ejemplo, los niños que han sido maltratados por sus padres se convencen a sí mismos de que es por una causa o un bien. Incluso de adultos, lo justifican con frases como: «Mi padre quería hacer de mí un hombre», «Pero crecí y me convertí en una persona normal. No me pegaban lo suficiente, tenían que volver a pegarme».
Causas probables
Podemos nombrar dos razones principales para la aparición de la disonancia cognitiva:
- Una persona se enfrenta a algo nuevo para ella (situación o conocimiento). La gente dice al respecto: «Mi vida no me ha preparado para esto».
- Elegir el menor de los males. No hay nada perfecto en el mundo, todo tiene un lado luminoso y otro oscuro. Al dar preferencia a una cosa, aceptamos sus defectos, peligros, riesgos, etc. Resulta que no puede haber una elección correcta y excepcionalmente buena. Esto es lo que nos crea disputas cognitivas.
Además, la disonancia surge en un contexto de contradicción de conceptos y creencias de una persona o en una situación en la que las creencias (intereses, necesidades, deseos, valores) de una persona contradicen normas y reglas generalmente aceptadas.
Cómo deshacerse de la disonancia cognitiva
Toda persona se encuentra periódicamente en un estado de discordia. Surge la pregunta: ¿es necesario deshacerse de ella y, en caso afirmativo, cómo? También surge la pregunta: ¿es peligrosa? Todo depende de las peculiaridades de la disonancia (direccionalidad, escala) y del estado de la persona. Si el sujeto experimenta un malestar claro y prolongado, que le impide llevar una vida y un funcionamiento normales, entonces hay que tratar la contradicción. Es mejor, por supuesto, en cualquier caso lo antes posible para restaurar la estabilidad de uno mismo y la lógica de su vida.
¿Cómo deshacerse de la disonancia cognitiva? Hay tres formas de deshacerse de la disonancia:
- Cambiar sus acciones, acciones.
- Corregir los conocimientos y conceptos existentes. Aceptar los hechos tal y como son.
- Ignorar la nueva información sobre lo que causa disonancia.
Un ejemplo sencillo de la vida: una persona que abusa del alcohol se da cuenta de que es peligroso para su salud y le causa problemas psicológicos específicos en su vida. Surge la disonancia cognitiva. Cómo se puede resolver:
- Dejar de beber, es decir, cambiar las acciones y los hábitos, el estilo de vida.
- Convencerse de que el alcohol no es tan perjudicial para la salud, sino incluso útil (un vaso de vino antes de acostarse). Explicar el origen de los problemas de la vida por la influencia de otro factor.
- Seguir bebiendo e ignorar cualquier información sobre los perjuicios del alcohol, ignorar los problemas de la vida y la salud.
Como te habrás dado cuenta, la disonancia cognitiva puede ser un buen motivador para el desarrollo personal, salir de la zona de confort y mejorar la calidad de vida. Por regla general, es así si una persona elige la primera opción de salir de la disonancia.
Es interesante. Sea cual sea la decisión que tome una persona, parece más atractiva después de salir de la disonancia. Esto es así para que no haya dudas sobre lo correcto de la elección, de modo que la disonancia no vuelva a surgir.
Ejemplos de disonancia cognitiva en la vida
Describamos en palabras sencillas el fenómeno de la disonancia cognitiva con ejemplos. ¿Alguna vez ha tenido que decir: «Sé lo que debo hacer, pero no quiero hacerlo»? Por ejemplo:
- Tus familiares han decidido celebrar una gran cena familiar, pero tú por motivos personales (recuerdos, ofensas de la infancia, etc.) no quieres ir.
- Le ocultas algo a un ser querido y te das cuenta de que es mejor contárselo todo, pero tienes miedo.
- Trabajas 2/2 en un trabajo odiado pero estable, renunciando a tus verdaderos deseos y talentos.
- La chica comparte sus preocupaciones con su amiga: «No entiendo por qué me siento atraída por él. Me engaña, no me presta atención, me insulta. Al fin y al cabo, por fuera no tiene nada de especial. Pero aun así no puedo vivir sin él».
Todos estos son ejemplos de disonancia cognitiva. Se pueden continuar sin fin. Se trata de un grupo de contradicciones cotidianas.
Consideremos ahora otro grupo de discrepancias cognitivas. En el trabajo y el aprendizaje, la gente se encuentra a menudo con el fenómeno de la disonancia:
- Estás resolviendo un problema matemático o inventando algo, utilizando fórmulas, calculando algoritmos. Todo parece ser así, pero no sale nada: el invento no funciona, la respuesta del problema es errónea. No entiendes qué falla y te encuentras de nuevo en un estado de disonancia cognitiva.
- Un estudiante, que se preparaba cuidadosamente para un examen y había sacado una papeleta, no pudo responder ni una sola pregunta. Lo único que pudo decir después fue: «¿Cómo es posible? Lo sabía todo».
Preste atención. El desajuste cognitivo es difícil de pasar por alto. Por regla general, «revienta el cerebro», priva del sueño, «cabrea», etc. La persona se desgarra en dos partes. Y no sólo se siente psicológicamente, sino también físicamente.
Conclusión
«No sé cuál es la mejor manera de actuar», «no entiendo por qué lo ha hecho», «no me decido»: así es como se suele describir el estado de disonancia cognitiva. Nos la encontramos todos los días. Sólo difieren los detalles y el alcance de los dilemas. Deshacerse del malestar es imposible sin una elección. Tarde o temprano tienes que tomar una decisión. Y ahora sabes más que nadie que, en el caso de la disonancia cognitiva, no hacer nada o fingir que todo es normal también es una elección.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023