La dromomanía es una tendencia a la vagancia. Se trata de un trastorno de carácter depresivo-maníaco. Nombres alternativos de la violación en psicología: poriomanía, vagabundeo. Más a menudo la patología se produce en el contexto de otros trastornos mentales, menos a menudo es una enfermedad independiente. Vamos a considerar en detalle lo que es la dromomanía en adultos y niños y la manera de deshacerse de él.
Tabla
Dromomanía — qué es
La dromomanía es un trastorno de la esfera emocional-volitiva. El nombre «dromomanía» se forma a partir de dos palabras griegas: dromos, que se traduce como correr, y manía, que significa pasión, atracción. Así pues, la dromomanía es una pasión por huir, un trastorno en el que existe un impulso por vagar.
A veces se denomina ansia de cambiar de lugar, es decir, no hablamos de vagabundeo en el sentido tradicional, sino de mudanzas frecuentes o viajes de por vida. Algunos de los dromómanos consiguen incluso trabajar paralelamente a distancia. Pero la diferencia con estos viajeros es que no planifican su viaje. No saben cuándo ni dónde volverán a caer. Y en el centro de esos viajes no está la idea de ver lugares más bonitos e ir a una ciudad o país concretos, sino el deseo de escapar del lugar en el que la persona se encuentra ahora.
Los psicólogos y psiquiatras distinguen varios tipos de dromomanía: un episodio único (por ejemplo, un adolescente se escapó para llamar la atención), una forma clínica con numerosos episodios repetidos (asociados a trastornos mentales, trastornos en el trabajo del cerebro).
Causas
Causas de la dromomanía:
- Trastornos mentales, por ejemplo: TOC, trastorno bipolar, esquizofrenia;
- traumatismos craneoencefálicos, lesiones cerebrales orgánicas (infecciones, intoxicaciones);
- demencia senil;
- necesidad insatisfecha de atención y deseo de protestar (esta es la razón por la que los adolescentes huyen con más frecuencia);
- conflictos en la familia y/o en el trabajo
- presión social, discriminación por algún motivo;
- conflicto interno (una persona intenta escapar de sí misma).
¡Interesante! En la mayoría de los casos, la dromomanía tiene un curso convulsivo. La huida es una reacción al estrés.
¿Puede nombrar la edad para la que es característica la aparición del síndrome de dromomanía? En general, el trastorno puede presentarse tanto en un niño como en un adulto, pero lo más frecuente es que el primer caso recaiga en la adolescencia. Y no siempre se trata de una dromomanía real. A veces los adolescentes tienen la llamada falsa dromomanía. Su esencia es que el adolescente huye deliberadamente de casa para declararse, llamar la atención o escapar de la presión, el estrés excesivo, los traumas. Algunos adolescentes se escapan de casa después de leer libros y ver películas de aventuras. Hay casos en los que los adolescentes se escapan en pareja.
¿Es posible nombrar un grupo de riesgo? Sí, más que otras personas, la dromomanía afecta a personas impresionables, imaginativas, ansiosas, vulnerables e impulsivas. Y también aquellas que son propensas a los arrebatos afectivos debido a su temperamento y a otras características psicológicas individuales. Además, el grupo de riesgo incluye a personas con baja autoestima, inseguridad, baja resistencia al estrés, infantilización.
Fases de la dromomanía
Etapas de desarrollo de la dromomanía:
- Inicial. Es el momento en que se produce la primera huida en respuesta a la influencia de un factor estresante. Y la huida puede ser sólo de casa, pero con visita al trabajo o al centro educativo (otros lugares habituales), sólo del trabajo (otro lugar) o de la ciudad en general, de todos los lugares habituales a la vez. Después de la primera fuga, en la mayoría de los casos las personas regresan solas a casa.
- Gravedad media. La fuga se convierte en una reacción habitual al estrés. La fuerza del estímulo necesario para tal reacción disminuye constantemente. El menor estrés hace que la persona huya para no resolver los problemas.
- Etapa grave. Los ataques se producen con mucha frecuencia, la persona no se controla en absoluto. Cada ataque es cada vez más imprevisible. El sujeto se convierte en un peligro para sí mismo y para los demás.
Es casi imposible hacer frente a la dromomanía por uno mismo, pero en la primera fase aún se puede intentar. En la segunda y tercera, sólo un psicoterapeuta le ayudará.
Signos
- La persona sale de casa inesperadamente, no se lleva sus efectos personales, no lo planifica;
- la persona no se pone en contacto hasta que termina el ataque;
- la persona no informa a nadie de su marcha, abandona cualquier asunto e ignora sus responsabilidades;
- la persona no se cuida durante el ataque;
- la persona se vuelve agresiva.
En psiquiatría, la dromomanía sexual se considera por separado. La esencia de este trastorno es que el paciente no se limita a vagabundear, sino que va en busca de «aventuras» en forma de relaciones sexuales ocasionales. Con una cierta combinación de una serie de trastornos mentales, una persona así es capaz de cometer una violación, otro delito.
Síntomas
- Atracción incontrolable. El deseo de evadirse le surge de repente a la propia persona y no puede controlar este impulso. El impulso de vagabundear puede aparecer en cualquier momento y en cualquier lugar. La propia persona no se da cuenta de los verdaderos motivos de la huida ni de los desencadenantes.
- Desorganización. La persona no tiene un plan y no sabe dónde y por qué huye.
- Negación de la responsabilidad. Ninguna obligación con compañeros, familiares o amigos detiene a la persona. Ni siquiera intenta ponerse en contacto. Y si alguien consigue encontrarle, comunicarse con él, no puede explicar su comportamiento. Algunas personas ni siquiera recuerdan cuándo, por qué y adónde fueron. Si el ansia maníaca aparece justo en medio de la jornada laboral, la persona lo deja todo y abandona el trabajo.
- Ansiedad. Antes de que comience la fuga, la persona siente una intensa ansiedad, preocupación, miedo y otra serie de emociones negativas. La evasión alivia la tensión.
Todas las manías tienen elementos comunes: impulsividad, incontrolabilidad, anticipación del placer de la acción. Y también las personas en estado de manía tienden a sobrevalorar sus capacidades y habilidades, se distinguen por una actividad excesiva, un comportamiento afectivo.
¡Importante! La principal diferencia entre la dromomanía y una sana ansia de viajar es que en el segundo caso, la persona ansía nuevas impresiones, quiere ver nuevas especies, visitar nuevos lugares, y en el primer caso, huye del entorno habitual, de las obligaciones, de los problemas o de sí mismo.
Diagnóstico y tratamiento
En una fase temprana y en algunos casos con dromomanía se puede hacer frente sin la ayuda de un especialista. Por ejemplo, si un adolescente se escapó de casa y se convirtió para él en un acto de protesta o un intento de llamar la atención, los padres pueden evitar una segunda fuga. Es necesario cambiar el ambiente en la familia, entender a qué se opone el adolescente o prestarle la atención que necesita.
En otros casos es necesario recurrir a un psicoterapeuta. El médico hablará con el cliente, le observará y diagnosticará el problema. En cuanto al tratamiento, se elige individualmente y depende de las características del trastorno y del cliente. En algunos casos se indica medicación y psicoterapia, en otros sólo psicoterapia.
Los métodos y formas de corregir la dromomanía en psicoterapia se seleccionan individualmente. A menudo, los psicoterapeutas utilizan la hipnosis y la psicoterapia cognitivo-conductual. Y, por supuesto, en el tratamiento de la dromomanía son importantes el apoyo de personas cercanas y un estilo de vida saludable.
Personajes famosos con poriomanía
La poriomanía es un trastorno que puede afectar a cualquiera. Las personalidades famosas y de éxito a primera vista no son una excepción. Por ejemplo, Maxim Gorki sufría dromomanía. Su primera escapada de casa, el escritor la hizo en su adolescencia. Probablemente se debió a la influencia de un abuelo estricto, que se superpuso a los cambios de edad naturales de un adolescente.
Modelo Inglés Heather Mills se escapó de casa cuando tenía 15 años. Durante cuatro meses vivió en la calle. ¿Qué la llevó a huir? Un sueño. Quería participar en una feria de carnaval.
Sean Parker, empresario de Internet y cofundador de Facebook, se vio obligado a vagabundear durante un tiempo debido a una serie de empresas incipientes que fracasaron. Vagabundeó entre amigos y aceptó cualquier ayuda que pudo conseguir.
El actor australiano Sam Worthington no sobrevivió a la crisis de los 30 años. Vendió todas sus posesiones y se trasladó a vivir en su coche, con la esperanza de encontrarse a sí mismo y su verdadero camino.
Es poco probable que en el caso de Mills o Parker, Worthington estemos hablando de poriomanía clínica, pero aun así sus historias pueden relacionarse con nuestro tema actual.
Conclusión
La dromomanía es peligrosa: nadie, ni siquiera quien la padece, sabe cómo acabará otra escapada de casa. El trastorno no sólo amenaza la vida y la salud, sino que también conduce a la desocialización. La persona pierde su trabajo, no puede establecer relaciones de confianza y duraderas. Si la persona no tiene parientes, o las personas cercanas le han dado la espalda, se encuentra abandonada a merced del destino. Algunas personas, tras huir de casa, no pueden volver, se convierten en personas sin lugar de residencia, se emborrachan o toman el camino de la delincuencia. Por eso es tan importante contactar a tiempo con un psicoterapeuta, para buscar la causa de la vagancia y combatirla.
Fecha de publicación: 1-31-2022
Fecha de actualización: 1-31-2022