El efecto Barnum (o, de otro modo, el efecto Forer) revela las peculiaridades de la percepción humana de la información, la confianza en su fiabilidad en relación con ellos mismos, por muy vaga y generalizada que fuera en realidad. Hay muchos ejemplos de manifestación de este fenómeno en la vida: en diversas adivinaciones, interpretaciones, horóscopos, previsiones astrológicas y similares.
Tabla
La esencia y la historia del descubrimiento del efecto
Phineas Barnum Barnum
Sobre el efecto Barnum se dice en el caso cuando una persona confía en la exactitud de la descripción de su personalidad y carácter, aunque las formulaciones son generales y estadísticamente probable. En este caso, deben observarse las siguientes reglas:
- en la descripción se utilizan formulaciones vagas y abstractas
- las características deben ser positivas
- contener los rasgos de personalidad aplicables a la mayoría de las personas;
- la persona debe confiar en la autoridad de la fuente de la descripción;
- una persona también debe estar segura de que la característica está hecha individualmente para ella (excepto en el caso de los horóscopos según los signos del zodiaco, la caracterización del nombre y similares).
A mediados del siglo XX, el psicólogo Bertram Forer llevó a cabo un experimento psicológico: se sometió a los estudiantes a pruebas cuyos resultados supuestamente revelaban su personalidad. Al mismo tiempo, en lugar de características psicológicas individuales como resultados de los tests, B. Forer entregó a los estudiantes el mismo texto de un horóscopo con una redacción imprecisa. Los estudiantes tenían que darle una puntuación de 5 puntos basándose en su percepción personal de sí mismos. Al final, la puntuación media fue de 4,26.
El texto utilizaba descripciones generales que podían aplicarse a casi cualquier persona. Eran positivas y caracterizaban al alumno como una persona extraordinaria. Además, la autoridad del profesor a los ojos del público era alta. También se produjo el efecto Dr. Fox: los alumnos apreciaron los resultados de la prueba basándose en su actitud positiva hacia el investigador.
Todos estos factores influyeron en la alta valoración de la descripción no científica de la personalidad extraída del horóscopo. Posteriormente, investigadores independientes realizaron repetidamente experimentos similares y obtuvieron siempre los mismos resultados.
Otra paradoja del efecto Barnum es que no debe su nombre al autor oficial del experimento, B. Forer, sino al artista de circo (como se llamaría ahora, showman) Phineas Barnum, que vivió en el siglo XIX. Era conocido por sus engaños y manipulaciones psicológicas, por lo que fue apodado «El rey de la diversión».
Causas del efecto Barnum (Forer)
A todas las personas, incluso a las más escépticas y críticas, les gusta oír lo que los demás piensan de ellas. Si es posible identificar cualidades de la personalidad y rasgos del comportamiento de forma científica, esto despertará un interés genuino.
La gente tiende a creer más en las características positivas de sus cualidades que en las negativas. Por lo tanto, muchas personas creen en las predicciones astrológicas que las ponen en una luz positiva. Si se encuentran con características negativas de sí mismos como persona, están dispuestos a creerlas sólo si creen que las expresa un profesional de alto nivel.
Hay algunas personas que son más propensas a manifestar el efecto Barnum-Forer. Son las que necesitan más aprobación y apoyo de los demás que otras, infelices por algún motivo, ansiosas y preocupadas. Los que están irritados o deprimidos por algo, inseguros ante la vida.
Estos individuos están moralmente dispuestos a aceptar una descripción positiva de sí mismos, ya que les eleva a sus propios ojos y les da esperanza. Y tan crédulos pueden ser tanto las mujeres como los hombres.
Aplicaciones del efecto Barnum
El efecto Barnum es utilizado por personas que pretenden sacar provecho de personas crédulas que necesitan apoyo psicológico:
- adivinos;
- quirománticos;
- médiums;
- curanderos diversos;
- astrólogos y escritores de horóscopos;
- videntes.
Incluso los vendedores utilizan este efecto. A la gente corriente le cuesta mucho dinero predecir destinos, eliminar males y mal de ojo, tratar con hechizos y pociones.
Por muy interesantes que sean esas inmersiones místicas en su personalidad, merece la pena al menos a veces ser crítico y escéptico con las declaraciones y consejos de esos «expertos».
¿Se puede utilizar el efecto Barnum con buenos fines?
Una persona sometida al efecto Forer-Barnum comienza a actuar de acuerdo con el efecto Pigmalión. Por ejemplo, al estar convencida de la veracidad de las afirmaciones, se comporta de tal forma que las profecías y predicciones se hacen realidad y las características personales tienen confirmaciones reales. Pero existe la otra cara de la moneda: al no percibirse como realmente es, la persona puede sentir un desequilibrio interno, lo que empeora su estado psicológico.
El efecto Barnum puede utilizarse en su beneficio. Para ello, aplíquese afirmaciones positivas y de afirmación de la vida: esto le dará confianza en sí mismo sin ayuda externa, le proporcionará relajación interior y aplomo. Las técnicas meditativas también son eficaces. No es necesario recurrir a extraños, y menos aún a charlatanes, para trabajar sus cualidades personales, aumentar la autoestima y lograr la armonía interior.
Conclusión
El efecto Barnum es un interesante fenómeno de la psicología. A la gente le gusta oír y leer buenas palabras en su discurso. Queremos creer que tenemos una vida feliz, próspera y llena de acontecimientos alegres. Sin embargo, no debemos permitir que los estafadores se aprovechen de nuestros deseos y creer todo lo que dicen. Construimos nuestra propia vida, y el estado de felicidad y satisfacción con ella depende sólo de nosotros. Comprender esto puede protegernos de ser demasiado crédulos. Recuerda: tus éxitos no son mérito de los adivinos ni de la disposición de los astros. Es mérito de tus acciones decididas y coherentes.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023