El experimento de Harry Harlow con monos

El desarrollo de las ciencias, entre ellas la psicología, es posible gracias a miles de experimentos y estudios. Algunos de ellos implican a seres humanos, otros a animales. Algunos experimentos son completamente inofensivos, otros se caracterizan por una crueldad excesiva. Entre estos últimos se encuentra el experimento de Harry Harlow sobre la naturaleza del amor. ¿Con qué fin se llevó a cabo? ¿Obtuvo algún resultado serio?

La esencia del experimento de Harry Harlow

Harry Harlow

Para empezar, convendría saber quién es Harry Harlow, cuyos experimentos causaron tanto revuelo en el mundo científico.

Así, Harry Frederick Harlow es un psicólogo que nació en América en los albores del siglo pasado (1906). A los 24 años se licenció y doctoró en Filosofía en la Universidad de Stanford. Después consiguió un trabajo en la Universidad de Wisconsin, donde se convirtió en el fundador de un laboratorio que estudiaba la psicología de los primates.

Interesante. Abraham Maslow, fundador de la escuela de psicología humanista, fue empleado del citado laboratorio.

A Harry Harlow siempre le ha interesado una cuestión: cómo surge y se desarrolla el sentimiento amoroso entre las personas. Para intentar averiguarlo, desde 1957 ha realizado una serie de experimentos con macacos rhesus. En aquellos años se creía que el amor es un sentimiento que surge en un cachorro hacia su madre como criatura que le da de comer. Luego se extiende a los de la misma familia. Harlow se propuso la importante tarea de averiguar si en realidad era así.

En la época en que el científico comenzó su trabajo, la psicología aún no se consideraba una ciencia importante. Por ello, los experimentos que llevó a cabo, a pesar de ser extremadamente crueles, se convirtieron en una importante contribución a su desarrollo.

En 1971, los intereses de Harlow cambiaron notablemente. Su mujer murió de cáncer, y él volcó todos sus esfuerzos en el estudio de las causas de la depresión clínica. Los experimentos seguían realizándose con monos.

Las condiciones del experimento

mono rhesus

Vayamos ahora al grano. Lo primero que hizo Harlow para el experimento «la naturaleza del amor» — estudió las características de los monos rhesus. Descubrió que son mucho más inteligentes que sus congéneres y que se enfrentan con facilidad incluso a tareas complejas. Esto le dio la idea de probar cómo desarrollan el afecto.

El científico separó a los cachorros de sus madres y los metió en jaulas distintas. El suelo de las jaulas estaba cubierto de toallas de rizo. Resultó que las crías sentían una ternura especial por ellas. Los abrazaban, los apretaban contra sí y se resistían ferozmente a los intentos de llevárselos.

El propio Harlow se encargaba de alimentar a los sujetos de prueba. Los monos le percibían como un enfermero y perdían el interés en cuanto saciaban su hambre. Sentían una mayor emoción por las toallas. Este hecho llevó al científico a cuestionarse si la teoría del amor a la madre como fuente de alimento era correcta.

En un intento de comprobar sus observaciones, creó dos monas madre diferentes. La primera era una construcción de alambre. En ella se fijó un dispositivo especial a través del cual las crías podían comer. La segunda era un juguete hecho de tela suave. Harlow vio que los cachorros acudían a la madre de alambre sólo cuando sentían hambre. Pasaban la mayor parte del tiempo con otra «mamá». Se sentaban en sus brazos o se acurrucaban con ella.

mono madre mecánica

La siguiente etapa del experimento de Harry Harlow con monos fue la siguiente: una a una fue equipando a la segunda madre con mecanismos que empujaban al mono lejos de ella. Al principio, el mecanismo simplemente dejaba caer a las crías. Después aparecieron las agujas, que causaban dolor e incomodidad. Aun así, los cachorros se acercaban a su madre. La situación cambió en el momento en que ella se volvió repentinamente fría, lo que hablaba de un rechazo total. Lo que les ocurría a los «bebés» era lo que Harlow llamaba muerte psicológica.

miedo del mono

A continuación, el experimento se volvió aún más brutal. Harlow colocó a los cachorros primero en una jaula con una madre «fría» de alambre y después con un juguete blando. En el primer caso tenían comida, pero esta circunstancia no tenía ningún efecto sobre su estado emocional. Los monos lloraban, sentían miedo y se acurrucaban en un rincón. En el segundo caso se comportaban tranquilos y relajados incluso cuando no había comida en la jaula.

¿Qué demostraron los experimentos? En todos los mamíferos, el objetivo principal de la alimentación es el contacto físico entre madre e hijo, así como el establecimiento del apego entre ellos. Este descubrimiento impulsó la idea de crear arneses para llevar a los bebés pequeños. Además, los médicos de las maternidades empezaron a asegurarse de que las madres pudieran pasar más tiempo con sus bebés.

Consecuencias del trastorno del apego

Los monos que participaron en el experimento crecieron. Como observó Harlow, eran muy diferentes de sus compañeros en cuanto a salud mental. Estos individuos eran muy agresivos no sólo con los demás, sino también consigo mismos. Podían morderse a sí mismos o incluso morderse los dedos. Esto, así como el balanceo de un lado a otro, sugería el desarrollo de autismo.

Las hembras adultas parecían carecer del instinto de reproducción. No querían acercarse a los machos bajo ninguna circunstancia. En un intento de resolver este problema, así como de averiguar qué tipo de cría aparecería, Harlow diseñó un armazón especial que retenía a la hembra hasta que el macho la fecundaba.

Dicha cría terminó tristemente. La mayoría de las hembras mataban a las crías o las ignoraban. Pero había excepciones a la regla: monos que cuidaban de las crías. Pero eran muy pocos.

El pozo de la soledad

pozo de soledad

Al principio de sus actividades de investigación para experimentos, Harlow construyó una jaula especial, que más tarde recibió el nombre de «Pozo de la desesperación» o «Pozo de la soledad».

La jaula era de acero. En una de las paredes había un espejo que permitía al científico observar lo que ocurría en el interior. Más tarde se modificó el diseño. Empezó a parecerse a un cono invertido de paredes lisas. La abertura de la parte superior estaba cubierta con una rejilla.

Al principio, los monos intentaban escapar de su encierro. Pero a medida que pasaba el tiempo, perdían la voluntad de resistir, se deprimían y se arrinconaban. Así, Harlow intentaba mostrar lo que le ocurre a una persona que siente desesperación. Reprodujo literalmente estos sentimientos.

Los sujetos no mejoraron ni siquiera después de ser liberados. Es más, su salud seguía siendo la misma después de varios meses. Estaban gravemente deprimidos. La psique estaba completamente destruida.

Resultados experimentales

experimento resultado naturaleza del amor

¿Qué mostró el análisis de los experimentos de Harry Harlow sobre el apego? ¿Qué fue posible averiguar y cambiar gracias a un estudio tan cruel?

  1. Para que un niño se desarrolle plenamente, no sólo necesita comida. Es importante que tenga contacto corporal con su madre.
  2. El personal de los orfanatos cambió su actitud hacia los niños pequeños. Empezaron a cogerlos en brazos más a menudo, a mecerlos y abrazarlos.
  3. Las mochilas canguro, los fulares y otros dispositivos similares para llevar a los niños pequeños empezaron a utilizarse de forma generalizada.

Estos hallazgos hicieron mundialmente famoso a Harry Harlow. Su experimento se considera un clásico de la psicología experimental.

Lo que les ocurría a los sujetos

La vida de los monos que participaron en los experimentos no resultó bien. Tras reunirse con sus familiares, se mostraban enfadados y agresivos, incapaces de adaptarse. La mayoría sufría autismo o marasmo y moría a la edad de unos 2 años. Aunque los macacos rhesus viven hasta los 30 años.

Críticas

El experimento de Harry Harlow, llamado «la fuente de la desesperación», fue ciertamente útil. Abrió los ojos del público a una serie de hechos interesantes y útiles. Pero fue criticado en la comunidad científica por ser cruel con los animales. En cierto modo lo era. Se les separaba de sus parientes y cachorros, lo que provocaba el desarrollo de un grave estrés emocional.

Otros científicos han subrayado repetidamente la crueldad de los experimentos de Harlow. Vieron que los monos, privados de comunicación y de la oportunidad de vivir y desarrollarse plenamente, enloquecían.

Causó especial indignación el hecho de que los seguidores del científico intentaran repetir el experimento, estudiando para ello monos de otras especies. Los defensores de los animales creían que era posible prescindir de él, utilizando en el proceso de investigación la experiencia acumulada durante la observación de los animales en su hábitat.

Harlow no negó la crueldad mostrada durante su trabajo. Él mismo dijo que era un sádico que intentaba recrear la anormalidad. Lo explicaba por su aversión a los animales. Poco antes de morir, escribió en uno de sus escritos que no le gustaban los perros ni los gatos, y que tampoco entendía cómo se podía amar a los monos.

Conclusión

El experimento de Harry Harlow sobre la naturaleza del amor reveló importantes verdades a la humanidad. Demostró una vez más que el contacto corporal entre madre e hijo no sólo fomenta el apego entre ellos, sino que también protege al niño de enfermedades como el autismo y otros trastornos mentales.

Fecha de actualización: 11-16-2023