El experimento de Massachusetts: falso o verdadero

Hace unos años, una historia llamada «El experimento de Massachusetts» se hizo famosa en Internet. Así, la gente se enteró de la existencia del Dr. James Rogers, de Estados Unidos, que trataba a los pacientes con su propio método. La terapia destacó por su eficacia, pero la sociedad la reconoció como poco ética.

El gobierno de Massachusetts condenó al psicólogo a la pena más alta por sus actos: la ejecución en la silla eléctrica. Pero unos días antes de la ejecución de la sentencia, el médico ingirió una dosis letal de cianuro, por lo que gran parte de esta historia quedó en el misterio.

La esencia del experimento de Massachusetts

Dr. Rogers

El experimento de Massachusetts: ¿qué significa para psicólogos y profanos? El Dr. Rogers desarrolló una metodología única que permite luchar contra los trastornos mentales. Su opinión se basaba en el hecho de que las enfermedades no deben tratarse, sino, por el contrario, aumentar sus manifestaciones.

Un paciente estaba convencido de que había bichos por todas partes. El médico no investigó las causas de esta dolencia; estaba de acuerdo con su pupilo. James escuchó con sensibilidad al paciente y añadió que el gobierno estaba ocultando información sobre los insectos. Con el tiempo, el hombre se calmó y se olvidó de los bichos, lo que significaba que el experimento se había completado con éxito.

Testimonio del paciente del Dr. Rogers

un hombre se creyó una jirafa

Los jueces estatales escucharon el testimonio de un tal Aaron Platnovsky, que fue atendido como paciente en una clínica psiquiátrica. Este hombre se creía una jirafa y no se tomaba en serio ningún argumento lógico, ni se convencía de lo absurdo de su juicio con fotografías de animales.

El paciente dejó de relacionarse con otras personas, rechazaba la comida y masticaba hojas. James Rogers, durante el experimento de Massachusetts, pidió a un conocido de un biólogo que escribiera un artículo poco imaginativo sobre el hecho de que en la naturaleza se encontraban jirafas, que exteriormente no se diferenciaban de los humanos. El psicólogo convenció a su pupilo de que los científicos mantenían en secreto este descubrimiento, y Aaron se curó de su dolencia.

Curiosamente, el método tuvo éxito y el antiguo paciente empezó a sentirse mucho mejor y también encontró trabajo. Pero los jueces no le creyeron y consideraron cruel la experiencia.

Sentencia judicial

A pesar de los resultados positivos, el experimento de Massachusetts fue reconocido como un error, y el propio psicólogo fue considerado un mentiroso por el público. Tras conocerse el veredicto, el médico no se defendió, entregó al juez un manuscrito y le pidió que publicara lo que había escrito en el periódico.

La nota decía que cada persona percibe el mundo a su manera y elige en qué creer. Habiéndose acostumbrado a los juicios erróneos, en opinión de los demás, los pacientes podían vivir en sociedad y trabajar. El legendario psicólogo creía que los enfermos a menudo se quedan solos con sus problemas debido al rechazo de la sociedad.

Por qué el tribunal consideró inmoral que un paciente aceptara un trastorno psicológico

No se sabe a ciencia cierta por qué el gobierno estatal aplicó un castigo tan estricto al psicólogo que ideó el experimento de Massachusetts. En Estados Unidos, las personas que cometen asesinatos violentos y traición son condenadas a la pena de muerte. La violación de los principios éticos y los métodos agresivos de tratamiento pueden castigarse con largas penas de prisión, pero no con la pena de muerte.

Curiosamente, el mundialmente famoso psiquiatra Sigmund Freud utilizó técnicas similares. Observó a un paciente que se quejaba de pájaros imaginarios en su cabeza. El fundador del psicoanálisis pidió a su sujeto que cerrara los ojos y disparó una escopeta no muy lejos del paciente, y luego le mostró un par de palomas matadas. El hombre se olvidó del problema y volvió a su vida normal.

Historia ficticia

falso

El Dr. James Rogers nunca existió, y el experimento de Massachusetts no es más que una ficción. La historia fue inventada por el usuario de redes sociales Alexander Shamarin, y también la difundió en la World Wide Web el 21 de mayo de 2013. El recién aparecido escritor compuso una historia, estilizada como una leyenda, y le adjuntó una foto antigua.

El autor de la falsificación imaginó la psicología y, según los críticos, utilizó la imagen del psicólogo estadounidense Carl Rogers. Pero los hechos descritos son una ficción. Ni la Universidad de Psicología y Neuropatología ni el Dr. James Rogers existieron nunca en Estados Unidos.

¿Cuál es el propósito de crear una falsa

La falsificación despertó muchas emociones entre los internautas. James Rogers y su experimento de Massachusetts ofrecen motivos de reflexión sobre el tratamiento de las enfermedades mentales y la adaptación de los pacientes a la vida en sociedad. Según la mayoría de la gente, el propósito de crear una historia de ficción era el interés del autor por la reacción de la sociedad ante una declaración de gran repercusión.

Es probable que en el futuro la psicología experimental cree métodos similares de tratamiento de enfermedades y los especialistas practiquen un enfoque único para cada paciente. Hoy en día es difícil verificar la autenticidad de los hechos de la época pasada, la línea que separa la realidad de la ficción es difusa.

Quién es entonces la persona de la fotografía

Hunter Thompson

En la foto, los lectores no ven al legendario James Rogers, sino a una persona completamente distinta. Se trata del periodista y escritor Hunter Thompson, que vivió a mediados del siglo pasado y se suicidó. Su vida no puede calificarse de sencilla: el estadounidense sufría problemas de salud y las consecuencias de la agitación familiar.

El psicólogo imaginario está sentado con un cigarrillo en la mano en medio de un lío creativo, y también se indica la fecha del experimento de Massachusetts: 1965.

Conclusiones

El autor de la falsificación admitió que decidió organizar una exposición de historias ficticias para sus amigos en casa. Las historias provocaron un torrente de emociones entre los internautas, por lo que la gente sigue discutiendo sobre ellas hasta el día de hoy. De hecho, los hechos ficticios, las leyendas y los bulos nos rodean por todas partes y persiguen distintos fines: desde el entretenimiento hasta la política.

Programas de televisión, declaraciones a bombo y platillo de los medios de comunicación, artículos con títulos seductores… todo ello induce a error a la sociedad. El reto de la persona moderna es aprender a cuestionar y analizar lo que oye.

Fecha de actualización: 11-16-2023