La fobofobia es el miedo al miedo. ¿Es así, se pregunta? Pues sí. Las personas que han vivido alguna situación traumática en el pasado tienen miedo de volver a experimentar esas sensaciones desagradables. Están tan obsesionadas con sus sentimientos que sienten pánico ante cualquier circunstancia aparentemente peligrosa. Y esto afecta enormemente a su estado emocional y físico. ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué causa la fobofobia y cómo combatirla?
Tabla
Definición del concepto
En psicología, la fobofobia es el miedo al miedo. No a algún tema, objeto o fenómeno, sino a la sensación de miedo en general, al hecho de que una vez más tendrá que experimentar sensaciones desagradables con las que una persona ya se ha encontrado en el pasado.
A diferencia de otras fobias, la fobofobia está causada por los pensamientos del paciente y no depende de la influencia de factores externos. La base de su desarrollo son otras fobias, neurosis y trastornos mentales. Y si en estos estados el paciente simplemente tiene miedo de encontrarse con un objeto o circunstancia que le asusta, con la fobofobia se asusta por los sentimientos emergentes de pánico e impotencia.
A la persona le parece que el miedo le puede sobrepasar en cualquier momento. Se representa vívidamente en su mente todas estas situaciones, por lo que es como si experimentara de antemano sus consecuencias, tanto psicológicas como físicas. Además, se desarrollan la despersonalización y la desrealización. Todo esto puede durar desde unos minutos hasta varias horas.
Lo que una persona teme en la fobofobia
El miedo al miedo adopta muchas formas:
- Se temen las experiencias dolorosas, las emociones dolorosas.
- Surge el miedo por la propia salud. Puede parecer que está a punto de producirse un ataque al corazón o asma. Al cabo de un tiempo, los miedos se deben a cualquier sensación que surja en el cuerpo.
- La fobofobia suele provocar mareos o alteraciones visuales. La persona puede percibirlos como signos de una locura inminente. El resultado es la aparición del miedo por la propia cordura.
- Algunas personas tienen miedo de perder el control sobre sí mismas, su cuerpo y su comportamiento. Temen encontrarse en una situación embarazosa, desmayarse, decir algo innecesario o meterse en problemas.
También con la fobofobia, la persona teme perder el control sobre la memoria y la concentración.
Causas de la fobofobia
En la mayoría de los casos, la fobofobia se basa en situaciones traumáticas, a causa de las cuales una persona experimentó un miedo intenso o incluso terror. Y no importa a qué edad experimentó esta situación. Puede haber ocurrido en la infancia o en la vejez.
Otra razón para el desarrollo de la fobofobia es la presencia de otro miedo. Por ejemplo, alguien tiene miedo a volar (aerofobia). Cada vez que es necesario volar a algún lugar, la persona experimenta una ansiedad sin precedentes, estrés, pánico y un miedo incontrolable. La psique recuerda las sensaciones. «Gracias a ello existe el miedo a volver a experimentarlas. Resulta que al miedo a volar se añade el miedo al propio miedo.
Curiosamente, la fobia puede ser compañera de la neurosis. Esta última, en este caso, desempeña el papel de una complicación causada por el estrés y la ansiedad frecuentes, o de un factor que provoca el desarrollo del miedo.
Hay otros factores que provocan la fobofobia:
- lesiones cerebrales;
- fatiga;
- privación del sueño;
- adicción a las drogas o al alcohol;
- envenenamiento;
- sobreexcitación nerviosa;
- situaciones conflictivas frecuentes;
- presencia de enfermedades somáticas;
- hipocondría;
- trastornos hormonales;
- Sobreprotección en la infancia, violencia, aislamiento forzado;
- supresión de deseos y necesidades.
Las personas de riesgo tienen estas cualidades y rasgos
- sistema nervioso débil
- conflictividad;
- emocionalidad excesiva;
- excitabilidad excesiva, inquietud;
- timidez, timidez;
- baja tolerancia al estrés;
- aumento de la desconfianza.
También se incluyen las personalidades coléricas y melancólicas.
Síntomas de la fobofobia
La fobofobia se caracteriza por un miedo obsesivo y opresivo a revivir experiencias desagradables del pasado. La persona las recuerda en distintas situaciones, por ejemplo, bajo la influencia de circunstancias externas asociadas a ese entorno, al leer libros o ver películas con escenas similares, en conversaciones con otras personas. Y los intentos de olvidar la experiencia son siempre ineficaces. Cuanto más lo intenta una persona, más a menudo aparecen los recuerdos en su cabeza.
La sensación de impotencia y la incapacidad para controlar los pensamientos y la memoria hacen que el paciente intente tomar el control de lo que ocurre a su alrededor. Esto provoca la creación de algunos rituales y la formación de hábitos a veces extraños.
Como ya se ha dicho, en la fobofobia no existe un objeto de miedo específico. Por lo tanto, una persona tiene miedo de casi todo. Por ejemplo, puede temer experimentar claustrofobia durante un viaje en coche o, por ejemplo, un ataque de sociofobia durante un discurso en público. Tal incertidumbre y un sinfín de situaciones «peligrosas» obligan al paciente a limitar los contactos con el mundo exterior. Y afecta absolutamente a todas las esferas de la vida.
¿En qué otra cosa se expresa el miedo al miedo? En la fobofobia también hay síntomas somáticos:
- palpitaciones;
- sensación de falta de aire;
- sensación de debilidad en las piernas;
- mareos;
- náuseas;
- ganas repentinas de orinar;
- escalofríos, sudores fríos;
- estrechamiento del campo visual.
Estas manifestaciones provocan miedo a volverse loco o incluso a morir. En situaciones especialmente graves, la depresión, la ansiedad y el trastorno obsesivo-compulsivo pueden unirse a la fobia. En un intento de mejorar su estado, algunos fóbicos empiezan a consumir alcohol y drogas. También hay quienes abusan de los sedantes.
Mecanismo de desarrollo del miedo al miedo
En los casos en que la fobofobia está asociada a alguna situación traumática, al entrar en ella, el miedo aumenta cientos de veces. Por ejemplo, una persona experimenta pánico y ansiedad si tiene miedo a viajar en coche o en metro.
Pero no es necesario encontrarse en situaciones similares. Los fóbicos sólo necesitan experimentar emociones inusuales o ciertas sensaciones corporales. Y aparecen en cualquier situación estresante. Y el estrés puede ser tanto negativo (hecho un jefe de observación) y positivo (fecha tan esperada).
La fobofobia se desarrolla así:
- Una persona imagina algo que le provoca excitación, recuerda algo.
- Se activa el recuerdo, seguido de la imaginación.
- Aparecen recuerdos sobre lo fuerte que fue la experiencia, lo difícil que fue sobrevivir al ataque de horror.
- El paciente imagina las consecuencias de su pánico, lo que no hace sino empeorar la situación y aumentar el pánico.
El temor a volver a experimentar miedo aumenta la tensión emocional y nerviosa. La persona escucha cada vez con más atención a su cuerpo, tratando de notar síntomas inusuales. Y si los nota, naturalmente se asusta. Se produce un aumento de la dosis de adrenalina. Como resultado, aumenta el ritmo cardíaco, aparece la dificultad para respirar y el mareo. El miedo se hace aún más fuerte y, por tanto, la adrenalina será aún mayor. La sensación general de bienestar empeora. Aparecen las náuseas. Junto con esto, el miedo se vuelve aún mayor. La persona tiene miedo de empeorar. Y así sucesivamente.
Con el tiempo, experimentar miedo se convierte en un hábito. Las personas no sólo evitan las situaciones peligrosas. En algunos casos, se aíslan completamente del mundo.
Consecuencias
La fobofobia se «alimenta» de miedos. A medida que se desarrolla, se convierte en un proceso patológico y obsesivo que simplemente domina la mente y priva de la capacidad de evaluar adecuadamente la realidad. El propio paciente refuerza esta condición, deteriorando cada vez más su salud emocional y física.
La fobofobia es un verdadero desafío para todo el organismo. El corazón y los vasos sanguíneos son los que más sufren. El fondo hormonal y el tracto gastrointestinal también sufren. Debido al deterioro del estado psicológico se desarrollan diversos trastornos mentales. La mayoría de las enfermedades son tratables. Pero hay ocasiones en que se producen daños irreparables en el organismo.
Cómo deshacerse de la fobofobia
Superar la fobofobia por sí solo no será posible. Necesitará la ayuda de especialistas: neurólogo y psicoterapeuta (a veces psiquiatra). El neurólogo descartará afecciones físicas como distonía neurocirculatoria, neurosis o estrés crónico. El psicoterapeuta elaborará un plan de actuación posterior.
En la práctica médica, la fobofobia se diagnostica y trata como trastorno de ansiedad generalizada, que tiene el código CIE-10 F41.1.
En algunos casos, es necesario un examen por un endocrinólogo, ya que el aumento de la ansiedad puede ser un síntoma de tirotoxicosis (aumento de las hormonas tiroideas).
Es importante que el tratamiento de la fobofobia sea complejo.
Terapia farmacológica
Lo primero que prescribe el médico son medicamentos. Ayudan a calmar, reducir la ansiedad, aliviar el estrés y restablecer el sistema nervioso. Los más utilizados son los ansiolíticos suaves y los sedantes suaves. No se recomienda tomarlos sin prescripción médica. La automedicación es peligrosa
Psicoterapia
La terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser la mejor forma de tratar la fobia. Su principal objetivo es enseñar a la persona a controlar sus pensamientos. Si la ansiedad aparece en su cabeza, aprende a encontrarle una explicación lógica.
Según las críticas, después de unas pocas sesiones, se puede reducir la dosis de los fármacos que se toman.
Para hacer frente al miedo a experimentar miedo es muy útil la terapia artística. El médico propone al paciente que represente la ansiedad en un papel. Después, junto con él, estudia y explica detalladamente el dibujo.
La terapia con animales también ha demostrado ser bastante eficaz. En las grandes clínicas neuropsiquiátricas se practica la comunicación de los pacientes con perros, paseos a caballo o visitas a delfinarios.
Métodos de autoayuda
Como ya se ha dicho, es imposible hacer frente a la fobofobia por uno mismo. Sin embargo, seguir algunos consejos sencillos ayudará a mejorar la afección.
Aprenda a confiar en su miedo
Para ello, hay que entender cómo se forma el miedo. Primero se forma una situación, luego se analiza y evalúa, y sólo después se produce una reacción emocional.
Para hacer frente al miedo le ayudarán estas acciones:
- Cierre los ojos. Imagina tus sentimientos, emociones, sensaciones corporales en el momento en que te enfrentas al miedo.
- Abandone mentalmente su cuerpo y apártese.
- Colócate a la distancia más cómoda para ti, donde no experimentes emociones desagradables.
- Si no encuentras un lugar cómodo, imagina que hay una pared de cristal entre tú y el miedo.
- Mira la situación desde fuera.
Haz esto cada vez que sientas miedo. Así verás que la mayoría de los miedos no tienen base en la realidad.
Controle los pensamientos negativos
Como ya se ha dicho, la fobia se alimenta de pensamientos y emociones negativos. Por lo tanto, lo más importante para combatirla es aprender a lidiar con ellos. Para ello, deja de etiquetarte. Si has fracasado, de ningún modo te llames fracasado. Date cuenta de que se trata de una experiencia, una lección, un motivo para cambiar de alguna manera. Debes actuar así incluso en situaciones graves.
Tu forma de pensar y tu actitud hacia ti mismo, y hacia la vida en general, dependen de lo que pienses de ti mismo. Recuérdalo.
Aumenta tu sensibilidad emocional
El estrés constante nos hace ignorar la negatividad que nos rodea o enmascarar el vacío interior con alcohol, trabajo, sedantes, etc. Todo ello provoca el desarrollo de ansiedad y, posteriormente, ataques de pánico. Para evitar estas desagradables consecuencias, aprende a relajarte. Para ello, puedes llevar un diario, hacer yoga o aprender técnicas de meditación. Así podrás notar a tiempo los cambios en tu cuerpo y en tu mente, analizarlos y, si es necesario, tomar medidas.
Afirmaciones
Las afirmaciones son muy útiles en la lucha contra la fobia. Según las investigaciones, las afirmaciones correctas en sólo 21 días forman en la mente actitudes nuevas y necesarias. Cada día repítete a ti mismo que no tienes miedo al miedo, controla tus pensamientos y emociones, cámbiate a ti mismo y a la vida para mejor.
Pronóstico y prevención
Si acude al médico a tiempo, el pronóstico será favorable. Sin embargo, en estadios desatendidos, la fobofobia es más difícil de curar. Lo más probable es que tarde más de un año. Esto se debe a que provoca el desarrollo de otras enfermedades (físicas y somáticas).
En cuanto a la prevención, sencillamente no existe. Lo único que aconsejan los médicos es trabajar con las fobias y los miedos que ya se tienen. También es importante no ignorar situaciones traumáticas del pasado. Por lo demás, las recomendaciones son las de siempre: evitar el estrés y las emociones negativas.
Conclusión
La fobofobia es la reina de las fobias. Esto es exactamente lo que creen los psicólogos. Es el miedo antes que el miedo. Su principal característica, y al mismo tiempo su peligro, es la independencia de algunos sujetos, objetos y fenómenos. El miedo se esconde en los pensamientos de una persona. Por lo tanto, lo más importante en la lucha contra este trastorno es aprender a controlar los pensamientos, así como no dejarse llevar por las emociones negativas. No ignore los síntomas y no retrase el tratamiento. Una ayuda a tiempo te ayudará a recuperar las ganas de vivir.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023