El infantilismo mental es una afección en la que un adulto se comporta como un niño. No sabe controlar sus emociones, pensar las acciones varios pasos por delante, analizar y evaluar la situación. Esta enfermedad también puede desarrollarse en niños. En ambos casos, tiene graves consecuencias y deteriora enormemente la calidad de vida. ¿Cómo reconocerla? ¿Es posible librarse del infantilismo y «crecer»?
Tabla
Información general
El infantilismo mental es una patología caracterizada por un retraso en el desarrollo afectivo y personal. La palabra «infantilismo» procede del latín. Significa «infantil, infantil». De hecho, se trata de una discrepancia entre las acciones, las emociones y los sentimientos con respecto a las exigencias de la edad. En la vida ordinaria, una persona infantil es ingenua, dependiente de los demás, a menudo no puede hacer frente ni siquiera a los problemas domésticos comunes.
Curiosamente, la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) considera el síndrome de infantilismo mental como una enfermedad independiente. Su nombre es trastorno infantil de la personalidad.
En algunos casos, el infantilismo mental es un signo de neurosis, psicopatías. A veces es una reacción a situaciones estresantes. De todos los pacientes, el 1,6% son niños. Y el número de niños y niñas es igual.
Causas del desarrollo del infantilismo mental
Las principales causas del desarrollo de esta enfermedad mental son trastornos en el sistema nervioso, disfunciones hormonales, educación inadecuada. También se incluye la predisposición genética. Veámoslo más de cerca.
Uno de los factores que provocan el desarrollo del infantilismo mental son las lesiones cerebrales. Son consecuencia de infecciones, intoxicaciones, lesiones diversas, asfixia, falta de oxígeno (hipoxia). Esta enfermedad es un compañero frecuente de la parálisis cerebral (parálisis cerebral).
El siguiente factor son los trastornos mentales. Entre ellos: retraso mental, autismo, esquizofrenia, retraso del desarrollo. Los niños y adultos con estos diagnósticos tienen un riesgo mucho mayor de desarrollar infantilismo que las personas sanas.
¿Y qué se puede decir de la herencia? Muchas características, incluida la infantilidad, un niño las recibe de sus padres. En muchos aspectos, es la genética la que determina el nivel de inercia del sistema nervioso, la velocidad de los procesos metabólicos, etc.
Y, por último, la educación. Si desde una edad temprana el niño se enfrenta a prohibiciones, hiperepatía o despotismo por parte de los padres, crecerá como un adulto mentalmente inmaduro e infantil.
Sistema de clasificación
El infantilismo mental es congénito y adquirido. También se distinguen 3 de sus subespecies
- Orgánico (complicado). Es consecuencia de lesiones del sistema nervioso central. Las patologías se producen con lesiones craneoencefálicas, asfixia, infecciones e intoxicaciones. Junto con el infantilismo, se desarrolla un síndrome psico-orgánico. Se caracteriza por alteraciones de la memoria, inteligencia reducida, habla empobrecida, incapacidad para recordar nuevos conocimientos y sistematizar los antiguos.
- Condicionado somatogénicamente. Resultado de trastornos en el sistema endocrino, enfermedades crónicas que conducen al agotamiento general, enfermedades de los órganos internos.
- De origen psicógeno. Se desarrolla con una tutela excesiva por parte de los padres, su despotismo, una educación demasiado blanda. También llamado infantilismo psicológico.
Otro parámetro para la clasificación del infantilismo mental es el cuadro clínico. La patología puede ser total y parcial. En el primer caso, el niño presenta un retraso grave en todos los tipos de desarrollo (infantilismo no complicado). Ni su aspecto, ni su comportamiento, ni su estado emocional no corresponden a la edad. Los niños son incansables en los juegos, pero al mismo tiempo no muestran ningún interés intelectual.
Con el infantilismo parcial el desarrollo físico está bien. La psique sigue siendo inmadura. El niño se caracteriza por desequilibrio, irritabilidad, dependencia de los adultos.
Sintomatología
Los principales signos de infantilismo mental son:
- atención inestable;
- tendencia a emitir juicios infundados;
- incapacidad para analizar la información;
- falta de capacidad para planificar las propias acciones;
- descuido;
- irreflexión;
- tendencia a fantasear.
Los niños diagnosticados de infantilismo mental no entienden las prohibiciones, no saben comunicarse con los adultos, no comprenden la necesidad de mantener las distancias. Hay otros signos de la enfermedad.
Capricho
Representa la mutabilidad, la impermanencia. En un adulto o un niño, los deseos cambian a la velocidad del rayo. No se trata de exigencias y preferencias cambiantes a medida que crecen. Se trata de inadecuación, espontaneidad.
A menudo, el capricho se considera voluntarismo, terquedad. Una de sus manifestaciones es la inmadurez mental. Como ejemplo ilustrativo, imaginemos a una persona que ayer estaba dispuesta a dar todo lo que tenía, por la realización del deseo. Hoy no le importa. ¿Hay personas así entre sus conocidos?
Esfera emocional-volitiva inmadura
Las personas infantiles no saben controlar sus emociones. Si una persona está sana, se mantiene bajo control en cualquier circunstancia. Por el contrario, una personalidad infantil es extremadamente inestable en la manifestación de las emociones. Fuertes preocupaciones por nada, irritabilidad por nimiedades rápidamente sustituidas por una calma y una paz absolutas.
Otro síntoma de infantilismo mental o inmadurez es la excesiva impresionabilidad, la incapacidad de mantener los sentimientos dentro de sí mismos, la tendencia a imitar a alguien.
Incapacidad para tomar decisiones independientes
La persona infantil está privada de independencia. No es capaz de razonar, no está preparado para asumir la responsabilidad de las decisiones tomadas.
Posibles complicaciones
Se considera que la principal complicación es la incapacidad para adaptarse en el entorno social, para interactuar con la sociedad. Existen otras condiciones peligrosas:
- Depresión;
- ansiedad;
- psicopatía;
- retraso intelectual secundario.
El paciente no sabe controlarse, no es capaz de evaluar adecuadamente la situación. Busca constantemente un modelo a seguir. Si se ha desarrollado infantilismo mental en un niño, tendrá problemas de rendimiento académico.
Diagnóstico
El infantilismo mental se diagnostica en la edad escolar. El motivo de la visita al médico es la incapacidad del escolar para hacer frente a cargas cada vez mayores, así como para adaptarse a nuevas condiciones. El especialista prescribe una serie de medidas diagnósticas:
- En primer lugar, una encuesta del paciente. La lleva a cabo un psiquiatra. El médico especifica los síntomas, determina su grado de gravedad. Comprueba el grado de adaptación del niño en su entorno. También presta atención a la adecuación del comportamiento, la capacidad de mantener una conversación, concentrar la atención y mantener la distancia.
- La siguiente etapa consiste en realizar pruebas especiales. Se pide al joven paciente que haga un dibujo. Puede representar una casa, una persona, animales, un árbol, etc. El infantilismo se manifiesta al dar a los animales propiedades y características humanas, simplificando los detalles.
- A continuación, el niño o adulto debe realizar otro tipo de prueba. Test de Apercepción de Dibujos (RAT), Test de Apercepción Infantil (CAT). Aquí es necesario mirar atentamente el dibujo y contar lo que ocurre en él.
- Al final, el médico sugiere utilizar cuestionarios (diagnóstico patofarmacológico, acentuaciones del carácter Leongard Schmischek). Muestran la presencia de inestabilidad emocional. Son adecuados para diagnosticar el infantilismo mental en niños mayores de 10 años y en adultos.
Cabe señalar que el diagnóstico ayuda a excluir la presencia de desviaciones tales como oligofrenia, autismo, trastornos del comportamiento. A diferencia, por ejemplo, del autismo en el infantilismo, una persona necesita comunicarse con la sociedad. Pero no puede encontrar un lenguaje común con los demás.
Características del tratamiento, pronóstico
La terapia depende directamente de la forma de infantilismo mental, el grado de gravedad de los síntomas, el estado general de salud. Somatogénico y de tipo orgánico de la patología implica la eliminación de la enfermedad principal. Con psicógena condicionada requiere el trabajo con un psicoterapeuta.
El tratamiento complejo se lleva a cabo en 2 etapas:
- La recepción de medicamentos. Estamos hablando de los neurolépticos, tranquilizantes, antidepresivos. Ellos ayudan a deshacerse de los trastornos emocionales y de comportamiento. Para resolver problemas con la capacidad de aprendizaje, se utilizan nootrópicos. La duración del tratamiento y la dosis las determina un médico. La automedicación es muy peligrosa. Puede empeorar la enfermedad.
- Psicoterapia. El psicoterapeuta trabaja con las emociones del paciente, le enseña a adaptarse a la sociedad, a comunicarse con los demás.
El médico también realiza consultas con los padres del niño. Durante la conversación, explica las peculiaridades del desarrollo y la crianza. Ayuda a excluir la hyperopeka y el control fuerte.
En general, el infantilismo mental tiene un pronóstico favorable. Un tratamiento correctamente prescrito eliminará tanto los síntomas de la enfermedad como la causa de su desarrollo. Si se trata de un niño, a la edad de 10-11 años, su estado mejorará notablemente.
Conclusión
El infantilismo mental en adultos y niños impide que la persona se convierta en un miembro de pleno derecho de la sociedad. Se trata de una afección grave que requiere tratamiento inmediato, pues de lo contrario la persona seguirá siendo un «niño grande». Para ello necesitará la ayuda de un psiquiatra o psicoterapeuta. No hay por qué dudar en buscar ayuda. Un diagnóstico a tiempo y una terapia adecuada ayudarán al paciente a «crecer» emocionalmente.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023