La contratransferencia en psicología: tipos, diferencias con la transferencia

El trabajo de un psicólogo o psicoterapeuta está asociado a ciertas dificultades. Por un lado — es el fenómeno de la transferencia, cuando el paciente proyecta sus sentimientos y emociones en el especialista. Por otro lado, existe el fenómeno de la transferencia, cuando el propio especialista hace lo mismo. En el segundo caso, la eficacia del psicoanálisis es cuestionable. ¿Por qué? ¿Cómo tratar la contratransferencia?

Definición del concepto

Qué es la contratransferencia

¿Qué es la contratransferencia? La contratransferencia en psicología es una de las facetas de la comunicación entre un psicólogo (consejero) y su paciente. Representa la reacción del primero a las palabras y acciones del segundo. Un psicólogo es tan humano como un cliente, con sus propios sentimientos y experiencias. Y, lo más probable, es que en su interior le acechen conflictos no resueltos. Si una persona los toca consciente o inconscientemente, se desarrolla el fenómeno de la contratransferencia.

Los especialistas dan dos explicaciones diferentes a este concepto:

  1. En un sentido general, la definición es la siguiente: la contratransferencia son todas las reacciones emocionales del asesor hacia el cliente. Incluso aquellas emociones que no tienen nada que ver con sentimientos internos se consideran contratransferencia.
  2. En el sentido clásico, la contratransferencia es una respuesta a la transferencia por parte de la persona.

También existe una definición intermedia. Según ésta, la contratransferencia en psicoterapia es la proyección de los problemas del psicólogo sobre la información proporcionada por el paciente. Al mismo tiempo, puede no estar relacionada con la transferencia.

Diferencias entre transferencia y contratransferencia

¿Cuál es la diferencia entre transferencia y contratransferencia en el asesoramiento? La transferencia es un fenómeno en el que una persona proyecta sus sentimientos y emociones en el asesor. En la contratransferencia, todo sucede al revés. En esencia, se trata de una contratransferencia de problemas no resueltos.

La contratransferencia según Freud

Sigmund Freud

Los conceptos de transferencia y contratransferencia fueron introducidos por Sigmund Freud. En su opinión, el principio de neutralidad debe observarse en el trabajo de un psicoterapeuta y sus pacientes. Pero también hizo hincapié en el importante papel de las buenas relaciones interpersonales. Creía que sin ellas era imposible lograr ningún resultado.

El proceso psicoanalítico, como decía Freud, es un viaje fascinante al mundo interior del paciente, a su vida, sus sentimientos, sus recuerdos. En el transcurso de este viaje, se establece un vínculo especial entre el paciente y el terapeuta que facilita el desarrollo de la relación terapéutica. Freud lo llamó transferencia. Sin este vínculo, no será posible ayudar a la persona.

En el proceso de trabajo, el psicólogo y el cliente tienen una experiencia conjunta, vivencias. Aprenden a sentir juntos, a experimentar algunas situaciones traumáticas. Por un lado, ayuda en el trabajo. Pero, por otro lado, conlleva una serie de problemas.

El consejero tiene una tarea difícil. El asesor no debe cruzar la línea, es decir, no debe introducir sus pensamientos y sentimientos personales en el proceso de trabajo (contratransferencia). Pero al mismo tiempo, el asesor debe intentar no perder el contacto con el paciente.

Sigmund Freud consideraba la contratransferencia como un obstáculo para el trabajo analítico, una manifestación de resistencia por parte del psicólogo. También consideró inicialmente la transferencia como un problema, que complicaba y ralentizaba el trabajo. Pero más tarde, como resultado de un cuidadoso estudio de este fenómeno, descubrió que es una de las herramientas psicológicas más valiosas. No sólo ayuda a identificar los síntomas y las causas de la neurosis, sino también a aprender a controlarla.

La relación de Freud con la contratransferencia era más tensa. En más de una ocasión dijo que este proceso era un gran obstáculo para el psicoanálisis.

Causas y tipos de contratransferencia

razones de la contratransferencia

Hay 5 razones para el desarrollo de reacciones de contratransferencia:

  1. El deseo del consejero de complacer al cliente, de obtener una buena nota por su trabajo.
  2. El miedo del asesor a que se piense mal de él.
  3. Sentimientos románticos o incluso sexuales hacia la persona que acudió a la cita.
  4. Reacción excesivamente emocional hacia el cliente, causada por sentimientos y conflictos internos.
  5. Un deseo obsesivo de enseñar a los pacientes sobre la vida, de darles consejos.

Existen dos tipos de contratransferencia. La primera, homogénea, es una reacción correcta a los problemas psicológicos de una persona. La segunda, idiosincrásica, es una reacción provocada por la experiencia vital y los sentimientos personales del psicólogo.

Curiosamente, la contratransferencia puede ser negativa o positiva. En el primer caso, surge un cierto peligro. El psicólogo o psicoterapeuta, en un intento de comprender los sentimientos del cliente, puede adoptar el papel de juez, culpando a la persona de lo sucedido. Al hacerlo, sólo conseguirá empeorar su estado. Y en el segundo caso, el psicoanálisis, por el contrario, ayuda a ambos participantes de la conversación a hacer frente a sus sentimientos. Esto sucede si el especialista ha vivido la misma situación traumática.

Signos de contratransferencia

Karl Menninger

El psiquiatra Karl Menninger ha identificado una serie de signos y rasgos comunes del comportamiento del especialista que son característicos de todos los tipos de contratransferencia:

  1. Incapacidad para comprender y analizar material relacionado con problemas personales.
  2. Depresión y emociones negativas tras la comunicación con un determinado paciente.
  3. Actitud descuidada hacia la persona. Se manifiesta en aplazamientos injustificados de las sesiones, impuntualidad, etc.
  4. Somnolencia, y a veces incluso quedarse dormido durante la sesión.
  5. Intrusismo o falta total de atención a la parte económica del asunto, la hora, el lugar de reunión.
  6. Fomento de la soltura o, por el contrario, rigidez por parte del paciente.
  7. Deseo de demostrar a los colegas la importancia de la persona.
  8. El deseo de escribir y publicar un artículo sobre tal o cual cliente.
  9. Sensación de que la reputación del paciente o su carrera en general pueden verse afectadas. Miedo a perderlo todo.
  10. Discutir durante la sesión.
  11. Intentar ayudar a la persona fuera de la sesión.
  12. Búsqueda de favores.
  13. Soñar con el paciente.

Otro signo de contratransferencia es preocuparse por los problemas del cliente en su propio tiempo.

Cómo evitar que se desarrolle la contratransferencia

introspección

En este asunto, toda la responsabilidad recae en el psicólogo. En cuanto se da cuenta de que en el trabajo con un determinado paciente se manifiestan los síntomas mencionados, él mismo tiene que buscar ayuda. Hay tres recomendaciones:

  1. Tomarse un descanso del trabajo durante un tiempo para introspeccionar, para comprender sus sentimientos internos.
  2. Asesorarse con los compañeros.
  3. Pasar psicoterapia personal y psicoanálisis. Estos procedimientos deben alternarse.

Curiosamente, Freud recomendaba a los psicoterapeutas revisarse al menos una vez cada 5 años.

Conclusión

Trabajar con un psicólogo puede compararse a una autopista de dos carriles. La transferencia y la contratransferencia en psicoterapia son partes de esta autopista. Mientras que la primera permite encontrar un acercamiento a la persona, la segunda dificulta mucho el proceso de trabajo. En vista de ello, los especialistas necesitan dedicar tiempo al autoanálisis, a resolver sus problemas internos. Sólo así podrán ayudar a sus pacientes.

Fecha de actualización: 11-16-2023