La crisis de la adolescencia inicia y pone fin a uno de los periodos más difíciles de la vida de una persona, a saber, el tiempo que transcurre entre la infancia y la edad adulta. Pero no tengamos miedo de esta palabra. La palabra «crisis» es griega y significa decisión, punto de inflexión, desenlace. Las crisis de la edad no son un trastorno ni una enfermedad, sino un punto de inflexión en el desarrollo humano. Están asociadas a la transición de una etapa de la vida a otra. Concluyen un periodo y ayudan a adaptarse al siguiente.
Tabla
Crisis de edad
El destacado psicólogo soviético L.S. Vygotsky afirmaba que el desarrollo no se produce de manera uniforme. Las etapas estables más tranquilas y largas se sustituyen por periodos de crisis relativamente cortos y tumultuosos. Según Vygotsky, «la crisis es una época de cambios cualitativos positivos, cuyo resultado es la transición de la personalidad a una nueva etapa superior de desarrollo». Es decir, es un fenómeno normal y necesario.
4 diferencias entre un periodo de crisis y un periodo estable:
- Se ha producido un cambio drástico en el comportamiento del niño. Ayer todavía era simpático y obediente, y hoy es como si le hubieran sustituido.
- El principio y el final de este periodo tienen límites borrosos. No se puede decir claramente que la crisis de la adolescencia comience a los once o doce años, y termine a los quince.
- El niño entra constantemente en conflicto con sus padres y otras personas, discute, no acepta ruegos.
- Regresión en el desarrollo: «se ponen en primer plano los procesos de extinción y coagulación, decadencia y descomposición de lo que se formó en la etapa anterior» (Vygotsky L.S.).
Crisis de edad en los niños:
- Recién nacido. Es la crisis más viva e innegable en el desarrollo del niño. Es la transición de un entorno a otro, del vientre materno al mundo exterior.
- 1 año. Se asocia a la transición del bebé de la posición horizontal a la vertical. Se pone de pie, se separa de las manos de los adultos, aparece el habla significativa.
- 3 años. También se denomina crisis del «yo soy yo mismo». A esta edad, el niño se separa de su madre en personas diferentes. Aparece el pronombre «yo». El bebé domina el espacio, aprende a manipular los objetos para los fines previstos.
- 7 años. Se define por la transición de la infancia preescolar a la infancia escolar. Del juego al aprendizaje. Cambia la forma de pensar.
- 11-13 años. La adolescencia propiamente dicha o crisis puberal. (La pubertad es la pubertad). Un rasgo distintivo de la crisis de la adolescencia respecto a otras es la mayor duración de este periodo. En esta época, los niños cambian no sólo fisiológicamente. Se producen cambios en el pensamiento, el comportamiento y la comunicación.
- 15-17 años. La crisis de la adolescencia, cuando hay que elegir profesión. Suele ser consecuencia de la etapa anterior.
Casi todas las crisis del desarrollo de la edad tienen manifestaciones similares. Son especialmente difíciles en los tres años y en la adolescencia.
Signos característicos del periodo de crisis
- negativismo;
- terquedad;
- grosería;
- desobediencia;
- obstinación;
- terquedad;
- depreciación;
- despotismo.
Características de la crisis adolescente
Sí, la infancia no es una época fácil. Hay hasta seis periodos de crisis. Y el más, quizás, el más difícil de ellos — la crisis de la adolescencia. Ya hemos escrito más arriba que ésta es la más larga de las crisis. De hecho, se trata de dos crisis, que surgen una de otra, a menudo sin un intervalo estable entre ellas.
Como cualquier otra crisis, la de la adolescencia no tiene límites claros. Algunos niños pueden tener sus manifestaciones ya a los 9-10 años, otros sólo a los 13-14 años. En las chicas, este periodo suele empezar antes, pero es más tranquilo. En los chicos, la maduración, por regla general, empieza más tarde, pero se manifiesta de forma muy violenta.
L.S. Vygotsky distingue tres fases de la crisis adolescente:
- Fase negativa o precrisis. Los primeros signos pueden aparecer a partir de los 9-10 años. Se extingue el antiguo sistema de valores. Se produce una ruptura de los estereotipos. Comienzan los problemas en la relación entre padres e hijos. Aparecen los primeros signos de la pubertad.
- La crisis propiamente dicha. 13-15 años. Esta fase puede desarrollarse de diferentes maneras: desde una marcada negatividad hacia todas las esferas de la vida, hasta una transición tranquila hacia el dominio de nuevas habilidades. Aparecen nuevos intereses, oportunidades y formas de pensar. Los niños defienden su individualidad con todas sus fuerzas y se separan de sus padres.
- Fase positiva o postcrisis. Llega a cada uno de forma diferente, suele completar la crisis puberal. Es una época bastante tranquila, en la que se forman los valores vitales y ya se ha determinado el camino futuro, y la pubertad está casi terminada.
La crisis de la adolescencia en psicología tiene dos direcciones:
- Dependencia de los adultos. El niño no quiere crecer, no quiere ser adulto, asumir responsabilidades. Se produce una regresión en el desarrollo. Vuelta al comportamiento infantil.
- Independencia. Negación de la autoridad del adulto, rebeldía, negativismo, terquedad. En este caso, el niño defiende no sólo sus derechos, sino también su espacio personal, exige igualdad.
Es importante recordar que la mayoría de las veces en el comportamiento de los adolescentes se manifiestan ambas orientaciones. Nuestro hijo adulto echará espuma por la boca para demostrar que tiene razón, que es bueno para él y «no me toques nada». Pero, de hecho, en ese momento lo que más querrá es que te acerques y le abraces, que le protejas, como en la infancia.
Caracterización de la crisis adolescente desde el punto de vista médico
La pubertad es un periodo de crecimiento y desarrollo del cuerpo, que avanza de forma brusca, irregular y muy activa. Se produce un crecimiento y un cambio intensos del cuerpo. La figura de los niños adquiere gradualmente signos de identidad de género. Las glándulas de secreción interna trabajan intensamente. La musculatura se perfecciona, se produce un proceso de osificación del esqueleto. El sistema cardiovascular también se desarrolla de forma desigual. El sistema nervioso no tiene tiempo de adaptarse a estos cambios, por lo que a menudo entra en un estado de inhibición o, por el contrario, de fuerte excitación.
Tales cambios en el organismo pueden provocar trastornos temporales:
- fluctuaciones de la tensión arterial;
- taquicardia;
- mareos;
- desmayos;
- hiperexcitabilidad.
Estas manifestaciones tienen un impacto directo en la salud y el comportamiento. Provocan irritabilidad, nerviosismo, trastornos del sueño. Los adolescentes se fatigan rápidamente, se vuelven poco atentos en las clases, el rendimiento académico se resiente. Así, podemos distinguir lo siguiente.
Causas de la crisis adolescente
- El rápido ritmo del desarrollo físico y mental conduce a la formación de nuevas necesidades. Pero no pueden satisfacerse plenamente debido a una madurez social insuficiente. En otras palabras, el escolar se siente autosuficiente e independiente. Pero aún no puede llevar la vida de un adulto.
- La actividad principal ahora es la comunicación con los compañeros, no las actividades de aprendizaje. Por eso disminuye el rendimiento académico, y la opinión de los adultos deja de ser importante.
- El desarrollo cognitivo conduce a nuevos conocimientos. El pensamiento pasa de lo figurativo a lo abstracto. Ahora trabaja con su propia experiencia. El niño utiliza sus conocimientos, su memoria, su deducción y su opinión. Esto conduce a la realización de la propia individualidad y singularidad. Reflexiones sobre su propio destino. Miedo provocado por estas reflexiones. Se forman puntos de vista sobre la vida.
- El adolescente experimenta constantemente una contradicción interna entre deseos y posibilidades. Es capaz de evaluar sus capacidades de forma realista y, la mayoría de las veces, crítica. Pero sigue infantilmente preocupado si no consigue lo que quiere.
- A menudo la causa de la crisis de la adolescencia es un conflicto agudo con los padres. Muchos adultos no saben o no entienden que el comportamiento de su hijo durante la crisis de la adolescencia es natural. Está causado por todas las razones enumeradas anteriormente. Pero las mamás y los papás siguen aplicando el viejo enfoque a sus retoños en edad de crecimiento.
Signos de crisis adolescente
Los signos o síntomas de una crisis adolescente pueden dividirse en 3 grupos:
- Psicológicos.
- Sociales.
- Biológicos.
Las principales características de la crisis adolescente se manifiestan por cambios conductuales y cognitivos:
- Negativismo, es decir, falta de voluntad para obedecer y hacer caso;
- Pérdida de interés por las antiguas aficiones;
- Disminución de la productividad cognitiva, lo que conlleva un peor rendimiento académico;
- Una sensación de falta de sentido en la propia vida;
- Sensación de fracaso;
- Miedo al futuro;
- Deseo de demostrar su individualidad por cualquier medio, incluido el comportamiento desviado.
Signos sociales de la crisis de la edad de transición:
- Lucha por la autonomía, independencia de los padres — separación;
- Se ignora la autoridad de los adultos;
- Entrada en lazos horizontales: la comunicación con los iguales se vuelve más importante que con los adultos.
- El deseo de unirse en grupos. Además, en la adolescencia más joven, estos grupos son del mismo sexo. En los mayores hay un interés por el sexo opuesto.
- Subestimación o sobreestimación de la autoestima en función de la comunicación con los iguales;
- Inseguridad sobre uno mismo y el mundo que le rodea.
Los signos biológicos de la pubertad incluyen:
- El inicio de la pubertad y la aparición de los caracteres sexuales secundarios.
- Crecimiento rápido y cambios corporales.
- La aparición de sudoración profusa y el olor asociado a ella.
- Mutación de las cuerdas vocales en los varones.
- Cambios bruscos de humor acompañados de una disminución de la fuerza.
- Erupciones cutáneas.
Todas estas manifestaciones de la adolescencia pueden darse a lo largo de toda la etapa de la edad adulta. Esta época difícil no sólo se debe a cambios psicológicos. Durante este periodo, toda la vida de su «pequeño» cambia rápidamente. Por eso, hay que tener cuidado con ellos y darse cuenta a tiempo de cuándo la crisis se convierte en afecciones dolorosas.
Complicaciones causadas por la crisis de la edad de transición
Ocurre que el niño no asimila los cambios que le suceden. Esto puede deberse a la incomprensión de los padres, los profesores y, sobre todo, los compañeros. También puede deberse a una excesiva carga de trabajo. Está claro que la crisis de la adolescencia es dura. Si no hay tiempo suficiente para descansar, el sistema nervioso dará fallos. ¿Qué puede manifestarse en trastornos?
Trastornos del comportamiento. Histeria. Alienación. Abandono del hogar. Tabaquismo. Consumo de alcohol y drogas. Robar. Desinterés por relacionarse con los compañeros. Ánimos suicidas y otras formas de comportamiento desviado.
Trastornos mentales. Neurosis, incluidos tics, tartamudez, fobias. Acentuaciones. Psicopatías. Trastornos obsesivo-compulsivos. Depresión adolescente.
Quizás el problema más difícil que complica la crisis de los adolescentes es el de la conducta suicida. Rara vez un adolescente desea realmente la muerte. Los intentos de suicidio son un grito de ayuda, un intento de llamar la atención. Es una señal de que una persona se encuentra en una situación crítica, de que ella misma ya no puede hacer frente a sus problemas. Ignorar este problema puede conducir a la tragedia.
En los casos en que usted, como padre, no pueda ayudar a su hijo, cuando vea que han aparecido los trastornos de conducta descritos anteriormente, no intente resolverlos usted mismo. En estos casos, no debe culpar a nadie, sino buscar ayuda profesional. ¿A cuáles? En primer lugar, a un psicólogo. También puedes recurrir a un neurólogo, psicoterapeuta o psiquiatra.
¿Cómo ayudar a tu hijo en este difícil momento de su vida? ¿Cómo prevenir las complicaciones? ¿Cómo mantener una cálida relación de confianza con él? ¿Y pueden conservarse cuando su bebé, aparentemente inmóvil, se vuelve sencillamente ingobernable?
Consejos para padres de adolescentes
- Estudie la teoría para saber cómo debe transcurrir la edad de transición. La psicología de la crisis adolescente como ciencia lleva mucho tiempo estudiándose. Por lo tanto, ahora hay mucha literatura sobre este tema. En ella conocerás la opinión de los mejores psicólogos del mundo, obtendrás consejos y recomendaciones sobre comunicación y educación.
- Acepta como normales los cambios que se están produciendo en tu hijo y en su comportamiento. Sí, es rebelde y desobediente. Sí, no quiere nada. Y es como si nada le interesara. Pero sólo lo parece. Detrás de la aparente indiferencia se esconde una naturaleza vulnerable y resentida.
- Apoyar la autonomía y la independencia. No permita el hyperopeku. En las relaciones con un adolescente ya no son técnicas adecuadas que utilizó recientemente. Este es un momento de cambio, no sólo para el niño, sino también para la reestructuración de todo el sistema familiar.
- La separación es necesaria para la formación de la personalidad de un joven o una niña. Separarse de la familia, de los padres, dejar de estar bajo su influencia puede ser demasiado brusco. Pero con la reacción adecuada de los adultos pasa rápidamente y se restablecen las relaciones.
- Ser capaz de escuchar sin tratar de instruir o hacer preguntas. A menudo los adolescentes sólo necesitan hablar, ser escuchados, pero no dar consejos. Es muy importante aprender a hacerlo. Así sabrás siempre lo que está pasando en la vida de tu joven en crecimiento.
- Estar atento al comportamiento y al estado de ánimo del niño. No pasar por alto el comienzo de los trastornos. No tenga miedo de acudir a un psicólogo y pedir ayuda. Estar al lado del niño, ser su amigo, apoyar sus intereses.
- Tenga la seguridad de que una crisis de transición no es algo eterno. Dura varios años, pero tiene un final. De los adultos depende en gran medida lo que su hijo o hija adulta va a salir de la crisis.
Hablando de la crisis adolescente, recomendaciones a los padres quieren dar y tal:
A menudo, el problema de la crisis adolescente se produce debido a la relación con los padres. Muchos adultos no están dispuestos a reorganizar tan rápidamente, como sucede con un niño de 12-15 años. Esto es especialmente cierto para las madres que no trabajan, pero se dedican a la crianza de los hijos. Sienten que el bebé crece, se descontrola y la madre ya no es necesaria.
Por lo tanto, otro consejo importante para quienes viven con un adolescente: presta más atención a ti misma, a tu salud, a tu negocio favorito. El foco de atención cambia del niño a su vida, entonces habrá menos regaños para él. Hay que recordar que la adolescencia está asociada a la aparición de la necesidad de ser independiente.
Los que piensan que la crisis de la adolescencia puede ser descrito por una fórmula adecuada para todos, se equivoca. No existe tal fórmula. Del mismo modo que no hay dos personas en el mundo que tengan las mismas huellas dactilares. Cada persona, independientemente de su edad, es única. Del mismo modo, el curso de una crisis siempre sigue su propio camino.
Factores que afectan al curso de la crisis adolescente:
- desarrollo físico y mental;
- capacidad para socializar en un grupo de iguales;
- relación con los padres.
La crisis de la adolescencia es brevemente un periodo de rápido crecimiento y desarrollo del niño. Es una transición de la infancia a la edad adulta, acompañada de la separación de la familia y la adquisición de nuevas funciones, conocimientos y habilidades. Al final de este periodo, veremos a un adulto casi formado.
Pero conviene recordar que, por muy maduro que se sienta nuestro antiguo bebé, en el fondo sigue siendo un niño. Tierno, vulnerable, resentido. Necesita comprensión, apoyo y amor. Y un abrazo diario. En muchos sentidos, son los padres quienes determinarán en qué se convertirá el niño. Ten paciencia, y como recompensa obtendrás una magnífica relación con tus hijos en el futuro.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023