La crisis de la vejez o ancianidad es un periodo inevitable en la vida de toda persona. La mayoría de las veces se caracteriza por una sensación de innecesariedad, confusión, impotencia y falta de sentido de la vida. La persona se da cuenta de que ya no será la misma de antes. A esta constatación se añade el deterioro constante de la salud. Es un panorama desolador, ¿verdad? Pero vale la pena decir que está en nuestra mano cambiarlo todo. ¿Cómo? ¿Existe la posibilidad de evitar la crisis o de sobrevivir con pérdidas mínimas?
Tabla
La crisis de la vejez: ¿qué es?
La crisis de la vejez en psicología se refiere al periodo de edad asociado a la transición de la madurez a la vejez. La propia palabra «crisis» tiene una explicación interesante. Significa un punto de inflexión o un giro brusco, que conduce a la mejora o al deterioro de la vida. Resulta que la crisis de la vejez es un momento de adaptación a las nuevas circunstancias, a la propia edad y al cambio de las condiciones de vida.
La vejez se divide condicionalmente en 3 etapas:
- 60-75 años — envejecimiento;
- 75-90 años — vejez;
- 90 años y más — longevidad.
También se denominan vejez precoz, mediana y profunda, respectivamente. Una persona ya jubilada adquiere un nuevo estatus social y busca otras ocupaciones, ya que lo más frecuente es que no pueda trabajar. Aunque hay quien continúa la actividad laboral durante varios años más. Cabe señalar que los límites de estos periodos se indican de forma aproximada. En la vejez, se difuminan.
Cada una de las etapas del envejecimiento mencionadas tiene sus propias características:
- En la vejez temprana, no es difícil superar la crisis de la vejez. Por lo tanto, no se considera crítica. Es una especie de continuación de la edad adulta tardía, cuando la persona ya se ha realizado en su profesión y en su familia.
- La mediana edad es similar a la edad de transición de los adolescentes. La persona revisa valores y prioridades, mira los años vividos de otra manera y se da cuenta de que ha empezado el final de la vida. Los psicólogos consideran crítico este periodo, porque se asocia con depresión, una aguda sensación de redundancia y soledad, pérdida de cualquier interés. En casos especialmente graves, hay tendencia al suicidio.
- Si la crisis personal se supera con éxito, se produce la vejez profunda o longevidad. Este periodo se asocia a la demencia senil. Es raro que las personas de 90 años o más presuman de una mente clara y de capacidad de reflexión. Las principales características de este periodo son: falta de miedo a la muerte, infantilismo, egocentrismo, espontaneidad infantil y tendencia a fantasear.
Es difícil decir exactamente cómo será una persona en un periodo de crisis. Podemos decir una cosa: en la vejez agudizará sus características personales. Lo más duro de todo este tiempo lo experimentan los introvertidos.
Clasificación
El psicólogo estadounidense Erik Erikson cree que la crisis de la vejez es la octava crisis en la vida de una persona. Su principal característica es un conflicto psicosocial agudamente expresado, durante el cual el individuo se replantea completamente su vida.
La crisis de la vejez y su contenido psicológico son de naturaleza puramente individual. Pero Erikson identificó 3 formas de adaptación, que son las más comunes:
- Una vejez feliz. Llega para aquellas personas que han superado la crisis casi sin dolor. Se distinguen por la presencia de fuerza de voluntad, carácter equilibrado y sistema nervioso fuerte. Se les puede calificar con seguridad de personalidades armoniosas que aceptan con dignidad lo que les ocurre. Estas personas siguen mirando el mundo que les rodea con el mismo interés, recuerdan los momentos positivos de la vida, con amor por su edad. Además, experimentan paz y no tienen miedo a la muerte.
- Vejez infeliz. Afecta a personas que padecen enfermedades crónicas que les causan sufrimiento. Se caracterizan por ansiedad, inseguridad, resentimiento, vulnerabilidad, falta de sentido de la vida. Muy a menudo los pacientes contemplan el suicidio o piden la eutanasia. En la mayoría de los casos se quedan solos, se sienten impotentes, recuerdan y reviven una y otra vez las ofensas del pasado. Por todo ello, la crisis de la vejez se prolonga.
- Envejecimiento psicopatológico. Con este tipo de envejecimiento es casi imposible hacer frente a la crisis. Se observa en personas que sufren depresión o hipocondría, neurosis, demencia senil. Se crean problemas y situaciones conflictivas para sí mismos y para los demás con sus propias manos. Y también tienen miedo de quedarse solos, sin el apoyo de familiares en una residencia. La característica principal de este tipo de vejez es el odio a la edad.
Si una persona mayor es capaz de sobrevivir a la crisis de la vejez, adquiere sabiduría, un sentido de integridad con el tiempo y la sociedad. De lo contrario, experimenta una profunda insatisfacción con la vida, desesperación y desesperanza. Se da cuenta de que ya nada puede cambiarse.
Causas de la crisis de la vejez
Toda crisis personal se caracteriza por la imposibilidad de vivir como antes. El individuo cambia tanto mental como físicamente. Los psicólogos han identificado una serie de factores que contribuyen a estos cambios:
- Una persona deja de trabajar, con lo que pasa de ser un trabajador respetado a un miembro prácticamente impotente de la sociedad, que la mayoría de las veces recibe una pensión miserable.
- Tiene lugar la jubilación y el estatus social cambia.
- La actividad es sustituida por la inactividad y el aburrimiento.
- La sociedad considera a los ancianos como personas que han agotado todo su potencial. Parece que se quedan fuera de la vida.
- Hay mucho tiempo libre, pero no hay dónde pasarlo. El ritmo frenético de la vida se ha ralentizado hasta un punto escandaloso.
- El círculo social se reduce. Los hijos crecen y se van, empiezan sus propias familias, los colegas se olvidan, los amigos enferman y mueren.
- Los pensamientos infelices conducen a la depresión, a una sensación de inutilidad y desesperanza.
- Las enfermedades empeoran, la salud física se deteriora rápidamente.
- La persona se da cuenta de que se ha vuelto dependiente de otras personas. ¿Y quién quiere ser una carga?
El mencionado E. Erikson cree que la crisis de la vejez es consecuencia de un desajuste entre los objetivos y deseos y la forma en que ha transcurrido la vida. Durante este periodo, una persona analiza los años vividos, mira lo que ha conseguido, si ha obtenido lo que necesitaba. Y a menudo el análisis no muestra nada bueno. Al darse cuenta de que el pasado no puede cambiarse, la persona mayor experimenta primero confusión y luego decepción.
Síntomas de crisis
Los procesos mentales y fisiológicos que tienen lugar en el organismo se ralentizan. La persona mayor tiene cada vez más dificultades incluso para realizar actividades sencillas.
Velocidad de reacción
Quizá el signo más importante de la crisis de la vejez. Los impulsos nerviosos se mueven más despacio y el procesamiento de la información que llega al cerebro se ralentiza. E. J. Sternberg, fundador de la escuela de gerontopsiquiatras, descubrió que la reducción de la actividad mental conduce a un estrechamiento de la percepción. Como consecuencia, comienzan los problemas de concentración. El estado mental también se deteriora debido a la disminución del tono y la restricción de la movilidad.
Memoria
Las sorpresas de la memoria son legendarias. Pero más del 90% de las personas mayores la conservan en excelentes condiciones. Sí, puede que les cueste más recordar lo que ocurre ahora. Pero son excelentes recordando el pasado. Seguro que ha oído a veteranos hablar de la Gran Guerra Patria. ¿Se ha fijado con qué precisión y cronología describen aquellos acontecimientos? Al mismo tiempo mencionan los nombres de sus compañeros de armas, nombran los asentamientos.
Tales recuerdos ayudan a sobrellevar la crisis de la vejez. Permiten a las personas mayores volver a su juventud una y otra vez, revivir momentos agradables. Todo esto da placer y alivia, mejora el estado de ánimo.
Atención
La situación de la atención suele ser peor que la de la memoria. ¿Se ha dado cuenta de lo difícil que les resulta concentrarse a las personas mayores? Tienden a distraerse, a confundir el orden de los acontecimientos. Y se dan cuenta de que algo les pasa, sufren por ello, intensificando así las manifestaciones de la crisis.
Inteligencia
En este asunto, no todo es tan inequívoco. Mucha gente cree que la capacidad intelectual disminuye con la edad. Pero, de hecho, no es así en absoluto. En Seattle (EE UU) se realizó un estudio longitudinal masivo durante 20 años. Según el mismo, la inteligencia humana no cambia a lo largo de su vida. Sin embargo, necesita un desarrollo constante. Si la actividad profesional estaba relacionada con el trabajo mental, la capacidad de pensar con claridad se conservará durante mucho tiempo. En caso contrario, se recomienda hacer ejercicio regularmente, por ejemplo, resolver crucigramas.
Etapas de desarrollo de la crisis de la vejez
La crisis de cada persona avanza de forma diferente. Los individuos con una posición vital activa y una autoestima correcta pueden ni siquiera notarla. Los que sufren de inseguridad, sentirán todas sus manifestaciones. Y si no se actúa a tiempo, aparece la pereza, la apatía, seguidas de la depresión.
En su desarrollo, la crisis de la vejez pasa por 3 etapas:
- Reevaluación de los valores, un nuevo conocimiento del cambio interior.
- Toma de conciencia de la propia impotencia, deterioro de la salud física, pérdida de fuerzas.
- Comprensión de la inevitabilidad del envejecimiento.
Las manifestaciones de las distintas etapas tienen características individuales para cada persona.
Tipos de personalidad en la vejez
Los psicólogos distinguen varios tipos de personalidad característicos de las personas mayores:
- Constructivo. Se caracteriza por el aplomo, una visión optimista de la vida, una actitud crítica consigo mismo y una elevada autoestima. Una persona mayor no se deprime por la jubilación, sino que hace planes para el futuro.
- Dependiente. Estas personalidades se adaptan bien a las nuevas circunstancias. Están orientadas a la familia, inclinadas a la obediencia, no tienen ambiciones ni profesionales ni personales.
- Protectoras. Esta persona casi nunca muestra emociones, es directa en sus acciones, siempre dice la verdad y en esencia. En cualquier circunstancia, se esfuerza por ser independiente.
- Autoacusatorio. Este tipo de personalidad se caracteriza por la pasividad, la creencia en la predestinación, la depresión, la falta de voluntad para resolver problemas. La persona mira el mundo a través del prisma de la negatividad. Se siente tan solo que considera que la muerte es la solución a todas las dificultades.
También existe un tipo de personalidad agresiva-acusadora. A estas personas les resulta extremadamente difícil afrontar la crisis de la vejez. Siempre y en todo culpan a los demás, son excesivamente impulsivos, desconfiados, se perciben inadecuadamente a sí mismos y al mundo que les rodea. Además, niegan el hecho mismo de envejecer y tienen mucho miedo a morir.
Diferencias entre la crisis de la vejez en hombres y mujeres
La primera diferencia radica en el marco temporal. Según la Oficina Europea de la OMS, la vejez para las mujeres empieza a los 55 años y para los hombres a los 61.
La segunda diferencia está relacionada con la finalidad de ambos sexos. La mujer es la cuidadora del hogar. Por lo general, no está sujeta a grandes exigencias en cuanto a actividades profesionales y sociales. En el caso de los hombres, ocurre lo contrario. Se les asigna el papel de sostén de la familia, de extractores. Por lo tanto, su carrera profesional está casi siempre en primer lugar. La jubilación se percibe como una tragedia personal. Por ello, la crisis de la vejez se intensifica.
La tercera diferencia se refiere a la soledad. Para una mujer es más fácil adaptarse a ella. Dedica el tiempo liberado a cuidar de la familia, la casa, los nietos o a relacionarse con los amigos. A los hombres les resulta más difícil. A menudo caen en reflexiones sobre el sentido de la vida, su propósito, etc. Analizan constantemente si hicieron lo correcto en tal o cual situación.
Formas de afrontar la crisis de la vejez
Lo principal es no encerrarse en uno mismo. Hay suficientes factores que hacen que la gente sienta soledad y su propia falta de necesidad. Pero si se tienen todos en cuenta, la crisis no sólo no desaparecerá, sino que se prolongará durante muchos años.
Hay otros consejos de los psicólogos:
- No te culpes. Ponte en contacto con tu yo interior. Analiza el pasado, el presente y el futuro y luego acéptalo como fue, es y será en consecuencia. Date cuenta de que no puedes cambiar lo que ya ha ocurrido. Entonces, ¿tiene sentido lamentarse? Escucha lo que sientes. ¿Quizá hay algo que querías hacer realidad, pero nunca te atreviste? Créeme, ahora es el momento de hacerlo.
- Busca un hobby. Si te quedas en casa todo el tiempo, la crisis de la tercera edad no desaparecerá. Por supuesto, la televisión e Internet durante un tiempo te ayudarán a sobrellevar la soledad. Pero incluso ellos provocarán pronto aburrimiento e irritación. Por tanto, búscate una ocupación interesante. Puede ser creatividad, paseos al aire libre, deportes con compañeros. ¿Y por qué no intentar aprender un idioma extranjero? Todo esto te ayudará a erradicar los malos pensamientos y a encontrar nuevos amigos.
- Busca nuevos conocidos. Hay un refrán que dice: más vale un viejo amigo que dos nuevos. En parte es cierto. Pero no en el caso de una crisis de la tercera edad. Una persona puede ponerse triste si uno de sus amigos o conocidos empieza a hablar del pasado. Por eso es mejor conseguir nuevos conocidos. Recuerde que quizá algunos de ellos ya hayan conseguido superar la crisis y estarán encantados de compartir consejos prácticos con usted.
- Participe en actividades comunitarias. El voluntariado te ayudará a volver a sentirte necesario, un miembro de pleno derecho de la sociedad. Puedes visitar orfanatos y residencias de ancianos, ayudar a personas en situaciones vitales difíciles. Visitar refugios de animales también es una buena opción.
- Viaja. Si es posible, visita un país que siempre hayas querido visitar. Es una de las formas más eficaces de distraerse de la crisis y recuperar la alegría de vivir. Si no existe esa oportunidad, haz un recorrido por ciudades cercanas o visita zonas remotas de tu ciudad.
Y, quizá, el consejo más importante: mejore las relaciones con su familia y amigos. No les guardes rencor si parece que no te dedican suficiente tiempo. Tampoco los descuides. Las personas en estado de crisis de vejez tienden a sumergirse en sí mismas y no se dan cuenta de lo que ocurre a su alrededor. Por eso, perdona las ofensas y mantén siempre el contacto. Practique conversaciones íntimas, siéntese con sus nietos, pase tiempo junto a su familia. Este es un requisito importante para quienes quieren vencer la crisis de la vejez lo antes posible.
Conclusión
El envejecimiento es un proceso natural. Y la crisis de la vejez nos afectará a todos tarde o temprano. La única cuestión es cómo la afrontamos. Acéptese a cualquier edad, con todas sus ventajas e inconvenientes. Ten confianza en ti mismo, adopta una postura vital activa, haz amigos, busca un hobby. Sólo así podrás evitar la depresión por haber cruzado otra línea del camino de tu vida.
Fecha de publicación: 3-12-2022
Fecha de actualización: 3-12-2022