La crisis de 1 año en un niño es la primera prueba seria para los padres. Si mamá y papá saben cómo se manifiesta la crisis del primer año de vida, a qué se debe, podrán evitarse muchos errores en la crianza de la miga. De la correcta reacción de los padres ante el cambio de comportamiento del niño durante la crisis del primer año depende el bienestar psicológico y el desarrollo personal del bebé.
Tabla
- Qué es la crisis del primer año
- Signos
- Cómo se manifiesta la crisis de 1 año
- Causas de los cambios de comportamiento
- Lo que siente el bebé
- Duración de la crisis en un niño de un año
- Momentos peligrosos de la independencia del niño al año de edad
- Cómo sobrevivir fácilmente a la crisis
- El niño no deja que su madre vaya a ninguna parte — qué hacer
- Lo que no se puede hacer en la crisis de 1 año de edad en un niño
- Consejos de la Dra. Komarovsky
- Mis recomendaciones
- Conclusión
Qué es la crisis del primer año
En psicología se consideran los requisitos previos para la aparición de la crisis del primer año de vida del niño:
- caprichos frecuentes, cuyas razones son difíciles de comprender;
- cambios de humor.
El bebé crece y cada día es más independiente. Ya se tiene en pie y ve el mundo que le rodea desde un ángulo completamente diferente. El bebé piensa que se ha hecho grande, que no se diferencia de los adultos. Sin embargo, se le sigue tratando como a un bebé. Esta contradicción y da a luz a una crisis de un año en un niño.
El carapacho de un año se deja llevar en sus acciones por sus propios deseos momentáneos. Pero los adultos le dictan las reglas y prohibiciones. Casi cada «quiero», el niño oye de mamá y papá «no puedo». No entiende la razón de las prohibiciones, por qué es necesario obedecer las normas. En él arde una sed de conocimiento de la realidad circundante, que alberga enchufes, teléfonos móviles, objetos domésticos afilados. Pero vale la pena extender la mano hacia un objeto atractivo, ya que inmediatamente se oye una voz severa: «¡No puedes!». El interés del niño no queda satisfecho, se enfada y llora.
La esencia psicológica de la crisis del primer año de vida del niño es que el bebé no puede combinar en un todo sus propios deseos y las exigencias de los adultos, su necesidad de independencia y su dependencia fisiológica de la madre.
Signos
En la periodización de la psicología de la edad, la crisis del primer año del niño es el límite entre la infancia y la primera infancia. Sus signos son:
- deseo de autonomía
- reacción emocional violenta ante un intento infructuoso de hacer algo de forma independiente;
- intentos de poner palabras a las propias necesidades;
- obstinación y persistencia en conseguir lo que se quiere;
- esforzándose por desarrollar su propia opinión, diferente del punto de vista de los adultos.
Por regla general, el primer brote de la crisis de un año es el más brillante, porque el bebé por primera vez se siente conflicto intrapersonal emocional, no sabe cómo comportarse en una situación de este tipo, no puede asumir cómo los padres van a reaccionar.
Es importante reconocer correctamente en el niño los signos de una crisis de 1 año. Explicando erróneamente una reacción emocional brillante al hecho de que el niño está enfermo o que tiene mal carácter, los padres bloquean las contradicciones del alma del niño. En el futuro, esto puede provocar una difícil adaptación a la sociedad de iguales.
Cómo se manifiesta la crisis de 1 año
Puede resultar difícil reconocer las crisis en los niños, ya que el ritmo de desarrollo fisiológico y psicológico de todos los bebés es individual. Por regla general, las manifestaciones de la crisis se hacen perceptibles 3-4 semanas después de la formación de la habilidad de andar de forma independiente en el bebé. La crisis de 1 año en un niño se manifiesta como un conjunto de las siguientes nuevas formaciones
- aumento de la actividad motora, inquietud;
- interés genuino por objetos peligrosos;
- la aparición de entonaciones exigentes en la voz;
- la capacidad de experimentar ofensa y decepción;
- la capacidad de expresar insatisfacción;
- resistencia obstinada a las acciones racionales de un adulto;
- Ampliación de las reacciones faciales (el bebé sabe apretar los labios, fruncir las cejas, mirar con desgana o entrecerrar los ojos);
- ampliación de la gama de medios por los que el bebé exige lo que necesita (gritos fuertes sin lágrimas, pisotones, movimientos bruscos de las manos, caídas al suelo);
- celos hacia la madre, intrusismo;
- rechazo a observar los momentos de régimen.
Causas de los cambios de comportamiento
Conocer las razones que subyacen a la crisis del primer año de vida, ayuda a comprender la esencia de este fenómeno. Entre ellas cabe citar:
- un gran flujo de información con el que el bebé se encuentra cada día, abriendo para sí todo el espacio del piso;
- la exposición diaria a un gran número de objetos nuevos;
- un salto en el desarrollo de las funciones mentales;
- escaso desarrollo del habla, que no permite al niño expresar a los adultos sus necesidades y deseos de forma clara y nítida;
- primera experiencia de distanciamiento espacial independiente y consciente de los padres;
- necesidad de practicar diariamente un gran número de habilidades (lavarse, vestirse, comer con cuchara, hablar);
- gran esfuerzo físico debido al desarrollo de la habilidad de caminar de forma independiente;
- pérdida del vínculo psicofisiológico con la madre y estrés derivado del cese de la lactancia materna.
Una breve descripción de las causas de la crisis de 1 año de un niño muestra que este es un fenómeno natural de la psicología de edad, que no se puede evitar. Además el desarrollo social del bebé en la etapa de la primera infancia no será completa, si se excluye la crisis de 1 año de la ontogénesis.
Lo que siente el bebé
Según la psicología de la edad, un bebé de un año se encuentra en un estado de estrés por el salto en el desarrollo de la psique. Ahora es consciente de sus propios deseos, quiere declararlos al mundo entero. Siente que se ha independizado físicamente: puede soltarse de la mano de mamá y huir de ella a otra habitación. Sin embargo, el hecho de que mamá se vaya a trabajar, desapareciendo durante mucho tiempo de la vista del bebé en contra de su voluntad, no le gusta. La conexión psicoemocional con mamá es muy fuerte, si mamá se va, el bebé llora.
La experiencia acumulada durante este tiempo hace que la miga de un año sea muy receptiva a los fenómenos del mundo que le rodea. Le gusta estar entre la gente, mira sus caras con interés. Se interesa por todo, quiere tocarlo y probarlo todo, porque aún no está familiarizado con los peligros del mundo.
El comportamiento de un niño de un año está determinado por un adulto, pero al mismo tiempo ya ha formado una estructura psicológica como el carácter. Algunas prohibiciones del adulto contradicen sus propias creencias, por lo que se produce una violenta protesta.
Para un bebé de un año, el adulto es una fuente de emociones positivas. A esta edad, los niños son capaces de reconocer inequívocamente el estado de ánimo de los adultos. Los padres juegan con él, le dan de comer, le llevan de paseo. Al niño le gusta pasar tiempo con mamá o papá. Cuando no se le presta atención durante mucho tiempo, se aburre, quiere comunicarse. Para llamar la atención de un adulto, el niño empieza a lloriquear.
Entender lo que siente el niño no es nada difícil. Para ello, basta con reconocer que es una personalidad, que tiene sus propias preferencias, deseos y necesidades.
Duración de la crisis en un niño de un año
El nombre de esta crisis de edad es muy condicional. El momento de su aparición en el niño depende de la formación de la habilidad de andar de forma independiente. Cuánto dura la crisis 1 año en un niño, cómo procede — depende de las características individuales de la miga y reacciones de los adultos a las sorpresas negativas de comportamiento causadas por la transición a una nueva etapa de desarrollo.
Según Komarovsky, la crisis de 1 año de edad en un niño dura de 8 a 15 meses. Sin embargo, hay casos en que un niño logró superar con éxito la etapa de crisis en un mes. Para ello necesita entre 10 y 12 meses. La duración de la crisis viene determinada no sólo por la psicofisiología del bebé, sino también por la respuesta competente de los padres a los arrebatos de comportamiento.
El momento óptimo para superar las contradicciones intrapersonales propias de la edad del bebé es el periodo comprendido entre los 12 y los 15 meses. Para entonces, la maduración fisiológica del cerebro y el sistema nervioso se equilibra con la situación psicológica del desarrollo. Cuanto más comprenda el niño, más fácil le resultará sobrevivir a la etapa de crisis de la ontogénesis.
Si la crisis comenzó antes de los 12 meses, los padres tienen que entender que el cerebro del niño aún no tiene suficientes conexiones neuronales, por lo que le resultará difícil hacer frente a las contradicciones emergentes.
Los padres observan que, una vez superada con éxito la crisis del año, el bebé da un gran paso adelante en su desarrollo: aprende a saltar, aprende a subordinar sus deseos a las normas, su vocabulario se amplía, y en el comportamiento se rastrea la arbitrariedad.
Momentos peligrosos de la independencia del niño al año de edad
El interés de los niños por los objetos cotidianos puede provocar lesiones. Es imposible eliminar todos los objetos peligrosos de la vista de un niño. Es importante comprender que el peligro para el niño no reside en el objeto en sí, sino en el hecho de que lo coja sin la supervisión de un adulto.
El niño sólo se formará una imagen completa del mundo cuando se familiarice con todos sus objetos y fenómenos, incluidos los peligrosos. Pero sólo debe hacerlo junto a un adulto y bajo su control.
Sólo acercando la mano del niño al fuego para que sienta su temperatura, será posible explicarle el peligro del fuego. Sólo tocando suavemente la hoja afilada de un cuchillo, el niño entenderá que esta herramienta puede hacer daño.
Con este método, el bebé entiende inconscientemente que hay que tener cuidado. A través de las sensaciones táctiles en el cerebro se transmite una señal de peligro.
Cómo sobrevivir fácilmente a la crisis
Para que la crisis pase rápidamente y sin dolor, los padres deben prepararse para este importante periodo. Los psicólogos aconsejan seguir el siguiente algoritmo de actuaciones:
- Reconocer que el niño es un individuo. Sus demandas de autonomía son naturales. Todas las prohibiciones de los padres deben ser razonadas. Si el niño quiere intentar hacer algo por sí mismo, hay que darle esa oportunidad, pero bajo el control de un adulto.
- Es importante formular las prohibiciones correctamente. Es necesario negarse a utilizar la partícula «no» en la prohibición. En lugar de la palabra «no puede» es mejor utilizar la palabra «peligroso». Al mismo tiempo, no debe haber muchas prohibiciones. Antes de prohibir nada a un niño, los padres deben discutirlo entre ellos para desarrollar una visión común de la educación en la familia.
- Crear un entorno de vida seguro. Si al bebé se le permite participar en las tareas domésticas junto con su madre, estará encantado.
- Crear condiciones para el desarrollo integral del niño.
- Durante los juegos, se debe permitir al niño romper edificios de cubos, desmontar mosaicos. Después de que el niño haya destruido la torre construida, es necesario construirla de nuevo. Esto desarrolla el pensamiento lógico.
- Habla con el niño. Si el bebé está indignado por algo, hay que dejarle hablar e intentar comprender sus sentimientos. Al oír el discurso tranquilo de la madre, el bebé se calma. Sus declaraciones mamá pueden ir acompañadas de besos y caricias. Esta comunicación crea una relación de confianza entre el niño y sus padres.
- Observar los momentos de régimen es importante para la salud del bebé. No los abandones sólo porque el niño proteste. Pueden ser salvados, si no se utiliza la coerción estricta, y el juego.
El niño no deja que su madre vaya a ninguna parte — qué hacer
Muchas madres en la crisis de 1 año o en crisis en los niños después de un año se enfrentan a un problema: no hay tiempo para hacer las tareas del hogar, ya que el niño no deja ir a ninguna parte, no se baja de sus manos. ¿Qué hacer en una situación así?
En primer lugar, es necesario determinar la razón por la que el niño tiene miedo de la desaparición de la mamá del campo de visión. Puede ser:
- Una dependencia psicológica muy fuerte del niño hacia la madre. Cuando mamá está cerca, el niño se siente seguro. Sin embargo, si ella se va, siente ansiedad. Además, los niños sienten muy sutilmente el estado emocional de la madre. Si una mujer está preocupada, ansiosa, dejando al bebé, él copiará su estado.
- Miedo a la soledad. Cuando mamá se va, el niño no sabe la hora exacta de su regreso. Teme que no vuelva. Esto ocurre si los padres utilizan las amenazas como principal medio de corrección del comportamiento: «¡Si te portas así, te dejaré!». Cuando la madre se marcha por negocios, el bebé cree que ha llegado el momento en que su mal comportamiento ha provocado la marcha de la madre.
- Trastorno por déficit de atención. Si la madre está cerca del bebé pero está ocupada con sus quehaceres, al bebé le falta compañía. Al ver que mamá se va a algún sitio, el niño se enfada: estaba esperando que mamá le prestara atención, y ella se va.
Enseñar al bebé a percibir con calma la ausencia de mamá puede ser si juegas a menudo al escondite con él. Las visitas frecuentes de parientes cercanos y amigos de la familia contribuyen a la formación de su actitud tranquila ante el hecho de que no siempre con él puede estar cerca de su madre. No hay nada malo en tener a otra persona cerca de vez en cuando.
La frase de mamá: «Voy a la tienda, vuelvo enseguida» ayuda a reducir la ansiedad situacional del bebé. Este tipo de frases hacen que el niño confíe en la madre: mamá dijo que volvería pronto, y realmente vendrá en unos minutos. Esto es mejor que escaparse. Si el niño estaba ocupado jugando y luego se da cuenta de que la madre ha desaparecido, suelta un sollozo. Cuando la madre regresa, el bebé no se mueve un paso lejos de ella por temor a que desaparezca de nuevo.
Lo que no se puede hacer en la crisis de 1 año de edad en un niño
En el periodo de crisis de la ontogénesis, las siguientes acciones de los padres no están permitidas:
- sentir pánico ante el próximo período difícil de la vida del niño
- interrumpir la lactancia materna
- levantar la voz al comunicarse con el niño;
- complacer los caprichos del niño;
- prohibición de cualquier intento de mostrar independencia;
- castigarle por un juguete roto o un objeto estropeado;
- ignorar las necesidades de atención y comunicación del niño.
Consejos de la Dra. Komarovsky
El Dr. Komarovsky califica la crisis de 1 año en el niño como un periodo caprichoso. En las obras de este autor se pueden encontrar consejos para superar la crisis de 1 año:
- Antes de hacer las tareas domésticas al llegar a casa, se recomienda que la madre pase media hora con su hijo: juegue con él, háblele, póngalo en su regazo. Luego pueden ir juntos a la cocina. Mientras mamá está ocupada preparando la cena, el niño estará encantado de sentarse a su lado, observando sus acciones o jugando con los cacharros.
- Las fotos brillantes o los envoltorios de caramelos pueden ayudar al niño a aceptar el hecho de que mamá necesita estar sola en el baño durante un rato. Haciendo algunas de estas fotos, mamá puede entusiasmar a un bebé ansioso con un juego interesante: el bebé espera ansioso a que aparezca la siguiente foto brillante por debajo de la puerta. Si no tiene fotos a mano, puede cantarle canciones. Al oír la voz de mamá, el bebé no se preocupará por el hecho de que haya desaparecido.
- Llegar a un acuerdo con las prohibiciones del niño será más fácil si los padres ofrecen acciones alternativas permitidas. Por ejemplo: «No puedes romper el libro. Puedes hojearlo y mirar las fotos», «Cuando a un gato le tiran de la cola, le duele. Sólo se puede acariciar al gato».
- Los juguetes ayudarán a estimular el cumplimiento de los momentos de régimen. Si un niño no quiere lavarse los dientes, puedes pedirle a un osito de peluche que te enseñe cómo se lava los dientes. Si antes de acostarse la niña se muestra caprichosa, puedes llamarle la atención sobre el hecho de que la muñeca Katya ya está dormida, porque es obediente.
- Una forma eficaz de comprar el estallido de emociones negativas es cambiar la atención del bebé a otra cosa.
Mis recomendaciones
Las nuevas formaciones mentales en el umbral de nuevas etapas de la ontogénesis están asociadas a crisis. Esto es normal. Los padres deben tener paciencia: pasará un poco de tiempo y todo mejorará.
No regañes a tu bebé por sus reacciones negativas durante una crisis. La práctica psicológica demuestra que esto es ineficaz. Una alternativa es la comunicación confiada, explicando al niño la esencia de los estados emocionales. El bebé se calma cuando ve que mamá comprende sus sentimientos y los comparte.
Superan más fácilmente las crisis aquellos niños cuyos padres fomentan su independencia. Empezando por la independencia a la hora de vestirse y lavarse, los padres fomentan poco a poco la confianza del niño en sí mismo, su iniciativa y su amor por el orden.
Si los puntos de vista de los padres sobre la educación coinciden, los cónyuges tratan con calma la crisis, entonces su curso será indoloro para la familia.
Conclusión
La psicología de la edad cuenta varias crisis en el niño. La primera de ellas es la crisis del año. No hay que tener miedo de su aparición. Los detalles del curso de este tenso periodo y su duración dependen de cómo traten los padres este fenómeno. La aparición de la crisis de 1 año indica el desarrollo mental normal del bebé.
Si el niño tiene 1,5 años y aún no se ha producido la crisis, merece la pena consultar con especialistas. Esto puede indicar desviaciones en el desarrollo de la psique.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023