La musofobia es el miedo a los ratones, las ratas y otros roedores.

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La musofobia se refiere a un trastorno psicológico y va acompañada de una manifestación de miedo obsesivo a las ratas, ratones y otros roedores pequeños.

Los niños, las mujeres adultas y los hombres son igualmente susceptibles a la enfermedad. El grupo de riesgo incluye a personas emocionales e impresionables.

El método terapéutico más eficaz es el enfoque psicológico.

¿Cómo se llama también la fobia y qué representa?

La musofobia es un miedo irracional y obsesivo que surge al ver ratones, ratas y otros roedores pequeños. Es una de las fobias más comunes entre todas las zoofobías. Este concepto incluye la aversión, el asco y el remilgo hacia estos animales.

Un sinónimo de musofobia es surifobia. Entre los conceptos relacionados, se distinguen la zemmifobia y la quiroptofobia.

  1. El primer término significa miedo a las ratas. En algunos casos, bajo este concepto se entiende también el miedo a los topos.
  2. La segunda fobia no tiene nada que ver con los roedores. Se basa en la manifestación de pánico ante los murciélagos. Suele desarrollarse en cinéfilos aficionados a ver películas de vampiros.

La musofobia se refiere a una enfermedad mental, cuyo tratamiento se encarga a especialistas muy especializados: psicoterapeutas, psicólogos y psiquiatras.

¿Por qué la gente siente pánico?

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Gracias a numerosas observaciones, los especialistas han identificado varios factores que provocan la aparición del miedo a los roedores:

  1. Experiencia negativa . Cuando una persona, sobre todo en la infancia, es mordida por una rata o un ratón, en su mente se deposita una huella de esta situación, y comienza a esperar su repetición todo el tiempo.
  2. Los pequeños roedores son vectores de diversas enfermedades. Desde tiempos históricos, se sabe que ratones, ratas y similares han sido a menudo responsables del desarrollo de epidemias. Por ejemplo, la peste negra, provocada precisamente por roedores, se cobró un gran número de vidas humanas. Además, estos individuos pueden causar daños no sólo a la salud humana, sino también a los animales domésticos.
  3. Aspecto . A menudo las personas sienten una aversión y un miedo compulsivos únicamente por su aspecto desagradable.
  4. Tomar prestado . Cuando uno o ambos padres, o alguien cercano, muestran su miedo a las ratas o ratones, en un niño puede quedar fijado a nivel subconsciente. En el futuro, esta condición a menudo se convierte en una fobia formada.
  5. Estereotipos . A menudo en las películas, dibujos animados roedores no se muestran en la mejor luz. En este contexto, una persona comienza a manifestar su percepción negativa de estos animales.

Una de las principales razones del desarrollo de la musofobia es la genética. La lucha contra los roedores se lleva a cabo desde la antigüedad. Mordían a la gente y exterminaban las reservas de alimentos. Por tanto, el miedo a las ratas y ratones de entonces se depositó a nivel genético y sigue transmitiéndose a las siguientes generaciones.

¿Quién está predispuesto a la fobia?

Si el miedo a los roedores se considera desde el punto de vista de un trastorno fóbico grave, entonces tanto los hombres como las mujeres, las niñas, independientemente de su edad, son igualmente propensos a ella. Sin embargo, debido a la resistencia al estrés y menos emocionalidad, los representantes masculinos a menudo no muestran sus verdaderos sentimientos.

Además, los científicos han establecido que el grupo de riesgo son todos los niños, así como las personas sugestionables, ansiosas y demasiado imaginativas.

Síntomas y signos

La manifestación de la musofobia, como cualquier trastorno nervioso, en cada persona se produce de forma diferente y va acompañada de determinadas reacciones sintomáticas que surgen en el momento del encuentro con el objeto de irritación.

En este caso, si la enfermedad cursa de forma grave, el miedo se manifestará incluso ante la visión de un roedor representado en una imagen o vídeo. La fobia se caracteriza por los siguientes síntomas

  • ansiedad creciente
  • pánico;
  • miedo irracional que no se puede controlar;
  • signos somáticos.

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Un estado de pánico irá acompañado de manifestaciones sintomáticas como:

  • comportamiento inadaptado;
  • temblores de las extremidades superiores e inferiores;
  • palpitaciones;
  • sudoración excesiva;
  • ataques de náuseas y vómitos;
  • mareos;
  • trastornos del habla;
  • miedo a que la picadura pueda ser mortal;
  • Sensación de falta de aire;
  • pulsaciones en los oídos.

Dicha sintomatología tiene un desarrollo muy rápido a la vista de un objeto irritante, pero también pasa rápidamente cuando el agente causante desaparece del campo de visión.

A la vista de un roedor, algunas personas tratan de abandonar el lugar del encuentro lo más rápidamente posible, huyen, se esconden, otras, por el contrario, caen en un estado de estupor y no pueden moverse del lugar.

El trastorno fóbico conduce al hecho de que el paciente no puede estar en lugares donde presumiblemente puede encontrarse con el objeto de su miedo, y trata de evitarlos de todas las maneras posibles. Por ejemplo, un musofóbico no viajará al campo o al aire libre.

Las personas con este problema, filtran cuidadosamente los programas de televisión y las películas, eligen aquellos en los que es seguro que no aparece la imagen de un ratón o una rata.

En el caso de un curso descuidado de la patología es inevitable ruptura de los lazos sociales. Una persona que sufre de fobia es muy consciente de su comportamiento absurdo, al encontrarse con un roedor y comprender que no le hará daño, pero no puede hacer nada al respecto.

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Además, comienza a desarrollarse el miedo a quedar mal ante los ojos de los conocidos, lo que a menudo conduce a una depresión prolongada. Si no se inicia el tratamiento, la progresión de la neurosis es inevitable, lo que agravará aún más la situación.

En la forma grave de la enfermedad, las personas no distinguen entre realidad y fantasía. Algunos musofóbicos en un ataque de pánico son capaces de poner el piso patas arriba o incluso quemarlo, con tal de que el objeto del miedo no les alcance.

Diagnóstico

Para identificar un trastorno fóbico, los especialistas realizan una recopilación de la anamnesis, revelada en el curso de la entrevista con el paciente. También es importante establecer la primera manifestación del miedo y los casos en que se produce su exacerbación. El médico podrá hacer un diagnóstico definitivo sólo en presencia de tres signos clínicos, a saber:

  • reacciones somáticas;
  • pensamientos negativos y sensación de ansiedad que aumenta con el contacto directo con el estímulo;
  • reacciones de evitación.

¿Cómo dejar de experimentar miedo?

Si la enfermedad se encuentra en la fase inicial de desarrollo, puede intentar hacerle frente por sus propios medios. En primer lugar, es necesario desmontar la psicosomática del miedo, porque son las causas psicológicas las que subyacen a cualquier fobia.

Usted debe comenzar con la auto-inserción, cuya esencia es convencer a ti mismo que los roedores no pueden cumplir a cada paso y no suponen ningún peligro.

Ver vídeos, dibujos animados o películas donde se presente a estos animales desde un lado positivo y amable ayudará a cambiar la actitud hacia ratas y ratones. Este método da grandes resultados en el tratamiento de la fobia en los niños.

Además, no está de más visitar tiendas de animales y observar allí el comportamiento de ratones y ratas de compañía. La primera vez con usted puede tomar una persona cercana, un amigo o novia que puede apoyar en este momento difícil.

Las personas más valientes pueden utilizar métodos radicales, por ejemplo, para conseguir un roedor como mascota. Gracias al contacto cercano más rápido será capaz de entender que estos animales no son tan temibles como parecen.

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No menos eficaz será y el trabajo psicológico independiente. En primer lugar es necesario admitir honestamente a ti mismo que hay miedo. A continuación, hay que identificar qué factores provocadores pueden contribuir a su aparición.

Después, es deseable imaginar que lo peor ya ha ocurrido. Esto ayudará a eliminar el miedo a lo desconocido. A continuación, el origen de la fobia se imagina en su mente en la forma más ridícula. Con el uso regular de este método, puede obtener excelentes resultados.

¿Cuándo es necesario acudir a un especialista?

Si la autoayuda no da dinámica positiva, o la enfermedad ha adquirido una forma grave, se recomienda visitar a un especialista, a fin de no agravar aún más la situación.

Para el tratamiento de la fobia utilizar técnicas especialmente desarrolladas:

  1. Hipnosis . En el proceso de trabajo, el médico da a los programas de ajuste de la mente subconsciente que destruyen todas las emociones negativas incontrolables que surgen cuando se reúna con el objeto del miedo. Si el paciente confía plenamente en el especialista, las actitudes negativas serán erradicadas, los síntomas que causan ansiedad desaparecerán rápidamente. Sin embargo, no todos los pacientes confían en la hipnoterapia y a menudo la rechazan.
  2. Visualización . En este caso, el terapeuta muestra a la persona imágenes que representan roedores desde un lado simpático y divertido. Por regla general, al ver tales imágenes, la percepción de los bichos cambia en una dirección positiva.
  3. Programación neurolingüística . Se persuade al paciente para que tenga una percepción distorsionada de los pequeños roedores. Si se prepara a una persona para que vea sus miedos desde un ángulo diferente, lo más frecuente es que dejen de molestarle en el futuro.

Si sobre el trasfondo del miedo obsesivo, el paciente se encuentra siempre en un estado de estrés, se le pueden recetar sedantes. En el caso de ataques de pánico, falta de límites entre fantasía y realidad, se recetan tranquilizantes.

Los medicamentos pueden crear adicción. Sólo deben tomarse con el consejo de un especialista y durante un breve periodo de tiempo.

Prevención

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Para prevenir la aparición de la fobia, así como su exacerbación, es necesario cumplir algunas medidas preventivas:

  • tratar con cuidado el sistema nervioso
  • desarrollar el pensamiento crítico y analítico
  • pasar más tiempo al aire libre
  • alimentarse correctamente.

No menos importante es dedicar tiempo a la actividad física y al sueño completo. Si identifica la enfermedad a tiempo y empieza a tratarla, el pronóstico será favorable. Ignorar el problema conducirá a un empeoramiento del estado moral y físico. No se excluye el desarrollo de manía persecutoria y paranoia.

Conclusión

La musofobia es un trastorno común del estado mental, para hacer frente a la que en las primeras etapas es muy posible. Un tratamiento adecuado ayudará a volver a una vida normal.

Fecha de actualización: 11-16-2023