El fenómeno de la transferencia fue descrito por primera vez por el famoso psicólogo Sigmund Freud. La base del descubrimiento fue un divertido caso de la consulta de uno de sus amigos que trabajaba como psicoterapeuta. Después de una sesión, un cliente se abalanzó a sus brazos. No parecía nada extraño. Lo más probable es que le pareciera un hombre muy atractivo. Pero Freud interpretó el caso a su manera, llamándolo transferencia. ¿Qué quería decir con eso? ¿Qué es este fenómeno y cómo se manifiesta en nuestras vidas?
Tabla
Qué es la transferencia en psicología
La transferencia en psicología es un fenómeno en el que un individuo desplaza sentimientos y emociones de un objeto que es importante para él a un objeto accesible que está cerca de él. En general, la proyección también está sujeta a impulsos, fantasías, actitudes y mecanismos de defensa. Lo más frecuente es que el efecto de transferencia afecte a personas del pasado y a las que están en nuestro presente.
El modelo de transferencia suele ser una persona que fue importante para el niño en la infancia. De adulto, no sólo buscará personas similares, sino que atribuirá cualidades que no le son inherentes a quienes son completamente diferentes. Además, interactuará con ellas basándose en sus propias ilusiones.
Curiosamente, la mente subconsciente no divide la información que recibe en pasado, presente y futuro. Las plantillas están fijadas en ella. Es necesario analizar nuevas situaciones, nuevas pautas de comportamiento, y esto está relacionado con un gran gasto de energía vital. El subconsciente sigue el camino de menor resistencia. Sugiere utilizar las plantillas guardadas y transferir el antiguo modelo de comportamiento y relaciones a una nueva persona.
Ejemplos
Ya se ha dicho que el modelo para la transferencia suele ser una persona importante de la infancia, por ejemplo, el padre o la madre. Así, si una chica vivió con un padre alcohólico, buscará un marido con la misma adicción. Y si un chico tuvo una madre sobreprotectora, intentará encontrar la misma compañera de vida.
Imaginemos otra situación: un hombre ya ha cambiado varias veces de trabajo. Y cada vez surge el mismo problema: un jefe tiránico. Ni que decir tiene que es una copia del padre tiránico del que el hombre sufrió de niño. Esa es la transferencia.
Hay otros ejemplos. Supongamos que una mujer ha tenido varias relaciones infructuosas. Ahora está segura de que «todos los hombres son gilipollas». Es entonces cuando se produce la transferencia de esta creencia de una pareja a otra. Y ocurre todo el tiempo. Incluso en un buen hombre, ella busca una trampa. ¿Por qué? Porque es más fácil utilizar el viejo patrón que trabajar una nueva relación desde el principio.
La relación entre transferencia y proyección
La proyección se considera un concepto más amplio. En psicología, es un mecanismo para transferir el mundo interior de un individuo al entorno exterior. En términos sencillos, la proyección es lo que uno ve a su alrededor. Es la «culpable» de que dos personas vean la misma situación, objeto o fenómeno de forma diferente. Usted ve el mundo tal y como se le aparece en su subconsciente. Lo mismo puede decirse de otras personas.
Otras manifestaciones de la proyección son los intentos de ponerse en el lugar de otras personas, de imaginar cómo te comportarías en su lugar, de adivinar sus pensamientos y sentimientos. En pocas palabras, se trata de juzgarte a ti mismo.
La transferencia es la misma proyección, pero no con todo el mundo exterior, sino entre dos personas.
Variedades de transferencia
La psicología distingue dos tipos principales de transferencia: positiva y negativa. En el primer caso, una persona proyecta sobre otra el sentimiento de amor y sus manifestaciones. Ocurre, por ejemplo, cuando un paciente transfiere ternura, confianza, interés, simpatía e incluso amor a un psicólogo. La razón de este fenómeno es la transferencia de experiencias amorosas del pasado a la vida real. Tiempo atrás fueron reprimidas por otras emociones u ofensas, y ahora durante el trabajo con un especialista estallan.
La idealización es una subespecie de la transferencia positiva. En algunas situaciones se convierte en adoración del objeto de proyección. Según el psicólogo, aparece cuando el paciente ha perdido a sus padres a causa de su muerte o divorcio.
Y ahora hablemos de la transferencia negativa. Se trata de la proyección de sentimientos y emociones negativas, basadas en el odio, la ira, la agresión. En tal estado, la persona muestra hostilidad, disgusto, aversión, irritación.
La transferencia negativa es mucho más difícil de detectar que la positiva. El problema es que, a menudo, el psicólogo sigue inconscientemente la corriente del paciente en su intento de protegerse de la constatación de que está proyectando en la realidad experiencias negativas del pasado. En consecuencia, no analiza correctamente la situación.
Cómo trabajar la transferencia en psicología
Todo depende de la situación. Si el objeto de transferencia acepta las condiciones del juego, aunque sea inconscientemente, no habrá problemas, se establecerá la armonía entre los interlocutores. Pero en la mayoría de los casos, aquel sobre el que una persona proyecta sentimientos y emociones no está a la altura de las expectativas. Ahí empiezan las dificultades.
Un psicólogo o un psicoterapeuta trabajará la transferencia. Es necesario que una persona sea capaz de comprender su pasado, dejarlo ir y aprender a vivir en la realidad.
En el proceso de trabajo de la transferencia, el especialista propone transferir los sentimientos a uno mismo o al consejero, y luego los analiza, ayudando así a ver la esencia del problema. La persona necesita recordar hasta el más mínimo detalle de la situación traumática, revivirla de nuevo y sacar conclusiones.
Trabajar a través de la transferencia ayuda a deshacerse del deseo de actuar según patrones una y otra vez. El psicólogo analiza todas las esferas de la vida, todos los acontecimientos que de un modo u otro están relacionados con el trauma.
El trabajo se desarrolla en varias etapas:
- Repetición de imágenes, sentimientos y emociones que una persona transfiere a un objeto cercano. Análisis de patrones.
- Separación de emociones fugaces, experiencias y recuerdos del pasado.
- Análisis en profundidad, estudiando aquellos momentos del pasado que han tenido un mayor impacto en la persona.
- Reconstrucción de diversos acontecimientos del pasado con la ubicación de personas importantes para la persona.
- Cambiar las reacciones emocionales, así como el comportamiento en aquellas situaciones que antes parecían peligrosas.
El trabajo a través de la transferencia no sólo ayuda a restaurar los detalles traumáticos del pasado, sino que también contribuye al desarrollo de la persona como tal. Este proceso también consta de varias etapas:
- Alcanzar un estado de conciencia, trabajando a través de los patrones y estereotipos que obstaculizan su desarrollo.
- Utilizar la conciencia para encontrar y desarrollar nuevas capacidades.
- Crear un nuevo yo, explorándose a sí mismo a la luz de las capacidades descubiertas.
- La tristeza sigue siendo uno mismo, superando las emociones negativas y diciendo adiós a los viejos apegos.
Resulta que el trabajo a través de no es sólo una lucha con los miedos del pasado, sino también una oportunidad para mirarse a sí mismo desde el exterior, para iniciar el proceso de auto-desarrollo.
Conclusión
El arrastre no siempre es malo. Pero en la mayoría de los casos tiene consecuencias negativas. Sobre todo si el objeto de la proyección no acepta representar el papel inventado por la persona. La situación puede corregirse trabajando con un psicólogo y superando situaciones traumáticas del pasado.
Fecha de publicación: 11-26-2022
Fecha de actualización: 11-26-2022