Madurez psicológica: signos, niveles, criterios

La madurez psicológica es uno de los indicadores de la solvencia de la personalidad. Idealmente, la madurez psicológica es sinónimo de la edad biológica de una persona. Sin embargo, en la realidad dista mucho de ser así: la mayoría de las personas se quedan estancadas en la adolescencia, y algunas incluso en etapas anteriores de la ontogénesis. Algunas personas viven hasta la vejez sin haber alcanzado la madurez personal.

Entonces, ¿qué es la madurez psicológica?

Definición del concepto

qué es la madurez psicológica

La madurez psicológica de la personalidad es la capacidad de autorrealización de una persona, basada en su capacidad para percibir adecuadamente la situación e interactuar eficazmente con otras personas. Naturalmente, para alcanzar la madurez, una persona debe gozar de salud física y mental.

Un ejemplo de la madurez del carácter de dos adultos es un matrimonio feliz en el que los cónyuges se cuidan mutuamente, responden a las necesidades del otro y ayudan a su pareja a desarrollarse. Los cónyuges maduros no se exigen nada mutuamente, sino que encuentran la felicidad en hacer algo por su elegido por iniciativa propia, respondiendo a las necesidades emocionales del otro.

Signos

empatía

Los componentes obligatorios de la madurez psicológica son

  • comprensión de las emociones y estados de ánimo de los demás;
  • sinceridad y franqueza a la hora de expresar sus emociones y pensamientos;
  • autoestima adecuada y comportamiento natural
  • flexibilidad en la comunicación y el juicio;
  • empatía, disposición a ayudar a una persona;
  • capacidad para encontrar un lenguaje común con cualquier interlocutor;
  • un sentido del humor bien desarrollado;
  • capacidad para hacer una petición a alguien;
  • capacidad de aceptación incondicional de otra persona y amor sincero elevado;
  • tolerancia;
  • apego a la ley, observancia de las normas y reglas éticas de comportamiento en sociedad;
  • rechazo a utilizar reproches, acusaciones, agresiones, insultos, manipulación, críticas en la comunicación interpersonal;
  • capacidad para admitir los propios errores y aceptar el punto de vista del interlocutor;
  • autosuficiencia e independencia en los juicios, acciones y valoraciones;
  • autoaceptación, trabajo sistemático para corregir los rasgos negativos del carácter;
  • autonomía para tomar decisiones y satisfacer necesidades;
  • la capacidad y la voluntad de asumir la responsabilidad de la propia vida;
  • la capacidad de marcar claramente los propios límites personales, de respetar los límites personales de otra persona;
  • la capacidad de rechazar a una persona y no sentirse culpable;
  • la necesidad de desarrollar el propio potencial creativo e intelectual;
  • la necesidad de aprender cosas nuevas, el deseo de autodesarrollo y superación personal;
  • bajo nivel de ansiedad, ausencia de miedo a la pérdida;
  • baja necesidad de aprobación por parte de personas ajenas a la empresa y de la dirección;
  • capacidad para sentirse cómodo tanto en compañía de otras personas como a solas;
  • reconocimiento de la propia singularidad, rechazo a compararse con otras personas.

El principal principio vital de una persona madura es vivir el presente. No se aferra al pasado, sino que extrae de él experiencias útiles para el presente. No sueña con el futuro, sino que planifica cada paso en el presente.

Niveles de madurez psicológica

Niveles de madurez psicológica

El nivel de madurez psicológica está relacionado con el nivel de madurez social y el grado de socialización de una persona, ya que los signos de una persona madura están relacionados en gran medida con las características de su interacción con otras personas. Cuanto más amplio sea el círculo de contactos sociales de una persona, mayor será el nivel de madurez de su carácter.

Los psicólogos distinguen los siguientes niveles de madurez psicológica de una personalidad, que son al mismo tiempo los criterios para su diagnóstico:

  1. Nivel alto. Lo poseen personas tolerantes y responsables que se esfuerzan por autodesarrollarse y aprender cosas nuevas. Son personas extrovertidas que poseen un pensamiento positivo. Estas personas salen airosas de las situaciones de conflicto.
  2. Nivel medio. Este nivel es característico de personas capaces de expresar fácilmente sus emociones y de comprender correctamente el estado emocional de sus interlocutores. Sin embargo, en situaciones conflictivas no están dispuestas a adoptar la posición del interlocutor. Carecen de tolerancia. Para tener éxito en la resolución de conflictos necesitan superar su terquedad y desarrollar la flexibilidad.
  3. Bajo nivel. Las personas con un bajo nivel de madurez personal son infantiles, a menudo se convierten en iniciadores de conflictos. En una situación de toma de decisiones, prefieren seguir las instrucciones de una persona con autoridad.

¿Cuál es la diferencia entre madurez psicológica y social?

desarrollo de la fuerza de voluntad

Hoy en día, los psicólogos se han dado cuenta de que la madurez psicológica es la edad psicosocial de un individuo. Sin embargo, esto no significa que la madurez psicológica sea idéntica a la madurez social. El nivel de desarrollo de un individuo determina el éxito social de una persona.

La madurez personal implica un alto nivel de desarrollo de las cualidades socialmente importantes de una persona: fuerza de voluntad, responsabilidad, actividad, iniciativa. Constituye la base moral y ética de la personalidad y determina su preparación para una vida independiente, para crear una familia fuerte y educar adecuadamente a los hijos.

La madurez social caracteriza el grado de desarrollo de las habilidades comunicativas de la personalidad, su capacidad para interactuar. Se manifiesta en forma de previsibilidad, adecuación y estabilidad mental de la personalidad durante la comunicación. Fuera de la situación de comunicación, la competencia social no puede manifestarse. La competencia psicológica de una persona se manifiesta en cualquier actividad que realice: en el trabajo, en los asuntos cotidianos.

Conclusión

Una persona madura no depende de los valores materiales. Su bienestar no está relacionado con su seguridad financiera. Ni siquiera la presencia de diplomas y títulos es una confirmación de la solvencia personal. Tampoco está relacionada con la edad biológica de un ciudadano.

La madurez psicológica suele indicarse por la sensación de bienestar que surge al comunicarse con una persona. Las personas personalmente maduras demuestran un gran interés por la vida, no se caracterizan por el aburrimiento y el abatimiento, no se quejan de los compañeros de trabajo ni se lamentan de la vida. En sus vidas siempre hay un propósito, y cada acción está llena de significado.

No pienses que una persona madura personalmente es una persona única cuya vida se parece a mirar las cosas a través de unas gafas de color de rosa. En la vida de una persona así hay conflictos con los seres queridos, disfunciones en el trabajo, pero sabe gestionar sus emociones y resolver constructivamente los problemas que surgen.

Fecha de actualización: 11-16-2023