Maltrato parental: signos, qué hacer, consecuencias

El maltrato por parte de los padres es una mala actitud hacia los hijos, insultándolos, humillándolos e intimidándolos. Este comportamiento acarrea a la persona muchos traumas psicológicos, problemas de autoestima y de construcción de su familia. Veamos cómo reconocer a los padres maltratadores, qué consecuencias tienen sus actos y si es posible hacerles frente.

Definición

Quiénes son los padres maltratadores

Los padres maltratadores son personas que infligen periódicamente malos tratos físicos, psicológicos, económicos o emocionales a su propio hijo. Puede consistir en ignorar sus necesidades, manipularlo, humillarlo, gritarle, hacerle daño físico y otras manifestaciones.

El maltrato de los padres puede manifestarse de varias formas:

  • Físico (maltrato, tortura, castigo corporal);
  • Sexual (acciones violentas hacia el niño, de las que el progenitor obtiene satisfacción);
  • emocionales (supresión psicológica de la personalidad del niño, manipulación, devaluación de los actos y logros del niño);
  • ignorar las necesidades del niño (médicas, físicas, emocionales).

Estas actitudes tóxicas tienen un fuerte efecto en la psique e imprimen su huella en la vida de los hijos adultos. Es muy difícil deshacerse de todas las actitudes negativas, trabajar este tema y devolver una autoestima adecuada. Esto sólo es posible con un gran deseo y una terapia a largo plazo con un psicólogo.

Causas del comportamiento abusivo de los padres

Causas del maltrato parental

Las víctimas de la paternidad tóxica creen que la causa de este comportamiento está en ellas mismas. Se preguntan: «¿Qué me pasa?», creen que son niños malos y equivocados y se equivocan por completo.

La causa del comportamiento abusivo es la psique rota de los propios padres. Puede ser cualquier trastorno de la personalidad: narcisismo, psicopatía, sociopatía, esquizofrenia. Debido a ello, el progenitor es incapaz de percibir adecuadamente la realidad circundante. Lo que hace daño al niño, él lo ve como amor. Y los intentos de la víctima por ocultarse o defenderse parecen un desafío para el maltratador.

La mayoría de las veces, los padres siguen utilizando con sus hijos las técnicas de crianza que utilizaron con ellos. Es entonces cuando su psique empieza a cambiar y les lleva a una situación de repetición del escenario.

Les parece que los niños a priori deben ser obedientes, por lo que los suyos les irritan y frustran con su incorrección. En esos momentos los padres suelen decir a sus hijos frases: «Yo a tu edad era mejor, más obediente, más respetuoso con los adultos». Y detrás de estas palabras ni siquiera hay arrepentimiento, sino envidia hacia su hijo, porque no debería ser más feliz y libre que ellos.

Quienes fueron víctimas de comportamientos abusivos de niños nunca son capaces de crecer del todo. Por lo tanto, un padre así no se inclina por la empatía y el autodesarrollo, así que no quiere aprender a utilizar otros métodos de crianza. No es capaz de dialogar, de dar argumentos a favor y en contra, porque está seguro de que sólo su opinión es correcta.

La manifestación de infantilismo es otro rasgo típico de los padres maltratadores. Son propensos al resentimiento, al cambio de culpas y a la susceptibilidad ante las opiniones ajenas.

Señales de un padre maltratador

Los padres maltratadores son presentados como espeluznantes tiranos con todo escrito en la cara. Pero en la mayoría de los casos no lo son. Aman a sus hijos, pero no saben que es posible mostrar su amor de otra manera, sin dañar la psique del niño.

En el arsenal de esos adultos hay todo un conjunto de los métodos más sofisticados para influir en el niño.

Abuso físico

Los problemas que pueden resolverse mediante explicaciones, persuasión y persuasión, los padres tóxicos los resuelven con la ayuda de acciones físicas. Los azotes, los codazos y las manitas son métodos que consumen menos energía y son más eficaces para obligar al niño a obedecer.

Rechazo

Rechazo del niño

Este método psicológico también es habitual entre los padres tóxicos. Se puede decir al niño que si no obedece, si no se sale con la suya:

  • será entregado al orfanato, a la policía, a extraños;
  • no se le llevará al teatro, al circo, de excursión;
  • será sustituido por otro porque no tiene suficiente talento, inteligencia o no es del sexo adecuado, etc.

El niño se toma estas frases muy en serio, creyendo en la autoridad y la corrección de las decisiones de los padres. Golpean duramente la autoestima y convierten en mítica la idea de que un niño puede ser querido a cambio de nada.

Ignorar

Este método lo utilizan padres que ellos mismos experimentaron frialdad emocional en la infancia. Es más fácil frustrar e ignorar los deseos y necesidades del niño que resolver problemas y conflictos complejos. En términos domésticos, el adulto cuida de su hijo: lo alimenta, lo viste, lo trata, pero emocionalmente no se muestra de ninguna manera: no apoya, no simpatiza, no busca establecer contacto.

Hiperpaternidad

Forma controladora de comportamiento abusivo: el padre es el único que sabe mejor qué y cómo debe hacer el niño en la infancia y luego en la edad adulta. Los niños deben ser responsabilizados y castigados por cualquier infracción e incumplimiento, y luego obedecer aún más al maltratador para no empeorar las cosas.

Aterrorización

Este tipo de comportamiento abusivo suele ser utilizado por padres con trastornos mentales. Se ensañan con el niño, descargan su ira y luego se disculpan y reparan el daño. Esto provoca un conflicto intrapersonal en la víctima porque es imposible adivinar cuándo y por qué un padre amable y cariñoso se convierte en una fuente de maldad y una amenaza.

Chantaje

Un tipo común de comportamiento abusivo porque los niños creen fácilmente todo lo que dicen sus padres. Pueden chantajear al niño por cualquier motivo, incluso amenazándole con el suicidio: «No contestas al teléfono, no necesitas a tu madre, estarás mejor sin mí», «Mira a lo que me estás llevando».

Gaslighting

El gaslighting es una forma especial de maltrato psicológico que tiene un fuerte impacto en la psique del niño. El progenitor no permite a la víctima formular su punto de vista, sino que le impone lo que le conviene: «Deja de llorar, no te duele nada», «Te lo imaginabas, no era nada de eso», «Y qué si prometiste comprar un juguete, no limpiaste tu habitación, así que no te lo mereces».

Aislamiento

El aislamiento del niño

Restringir la interacción con los compañeros tiene un grave impacto en la psique y las habilidades sociales del niño. Muchos padres maltratadores prohíben a sus hijos salir, jugar con compañeros y amigos o salir de casa por cualquier despiste. Pueden llegar tan lejos que sacan al niño de la escuela para educarlo en casa sólo para limitar sus contactos sociales.

Corrupción

Esto puede incluir no sólo el comportamiento sexual, sino también permitir que los niños hagan cosas que son inapropiadas para ellos. Beber alcohol, fumar, consumir drogas, ver pornografía y maltratar a personas y animales son cosas a las que los niños no deben exponerse.

Explotación

Algunos padres creen que los niños pueden asumir las mismas responsabilidades que los adultos. Por eso empiezan a implicarlos en las tareas domésticas, a cuidar de sus hermanos pequeños, a darles responsabilidades económicas. Puede tratarse no sólo de coacción y persuasión, sino también de un acuerdo con la promesa de incentivos.

Ayudar a un niño sólo puede considerarse normal cuando las tareas son apropiadas para su edad y se llevan a cabo por propia iniciativa del niño.

Qué hacer si los padres son maltratadores

Qué hacer si los padres son maltratadores

Es importante tener en cuenta que el maltratador en la familia es siempre alguien solo: la madre o el padre. El segundo de los cónyuges, así como el niño, es objeto de violencia, por lo que en el papel de defensor no es capaz de actuar.

Es aún peor cuando el cónyuge víctima intenta complacer al maltratador y empieza a imitar su actitud hacia los niños. El niño tiene que soportar un doble maltrato.

Por lo tanto, la víctima tiene dos opciones: una vida de sometimiento o trabajar sobre sí misma y liberarse. Esto requerirá mucha fuerza, tiempo y valor. El hijo adulto debe darse cuenta de que su vida es el principal valor y de que puede disponer de ella como quiera.

Etapas en la vida de una víctima con un progenitor maltratador:

  1. El niño está bajo la influencia de los padres, cree fácilmente en sus palabras y creencias. Esto también se aplica a los insultos, los niños realmente empiezan a creer que son malos, inútiles, torcidos, estúpidos, etc. La víctima se da cuenta del ambiente en el que tuvo que pasar su infancia, comprende cuánto tiempo ha pasado en la fe ciega en sus padres y llega a la conclusión de que no son buenos.
  2. La víctima se da cuenta del ambiente en el que tuvo que pasar su infancia, comprende cuánto tiempo ha pasado confiando ciegamente en sus padres y cuál fue la traición por su parte. Esto suele ocurrir en la edad adulta.
  3. El hijo adulto se libera de los pensamientos y sentimientos que le han impuesto, está dispuesto a romper la comunicación con los padres tóxicos y asumir la responsabilidad de sí mismo y de su vida.

Consecuencias de criarse en una familia de maltratadores

La crianza en familias de padres tóxicos no pasa sin dejar rastro, la dependencia de las exigencias, los reproches y las ambiciones, la actitud crítica hacia uno mismo pueden persistir de por vida.

Las consecuencias más comunes de este tipo de crianza son:

  • baja autoestima;
  • falta de confianza en uno mismo y en las propias capacidades (falta de autonomía);
  • imagen negativa de uno mismo;
  • una vida de miedo constante;
  • autoculpabilización de todos los fracasos (causa falta de autoestima);
  • sentimientos de impotencia e inutilidad.

Al no haber recibido afecto y cuidados en la infancia, una persona llega a la edad adulta con la sensación de que no es digna de amor ni de la más mínima simpatía. Esto deja su impronta en la vida personal. O bien no funciona en absoluto, o bien lleva a que la víctima de una paternidad abusiva vuelva a caer bajo la influencia no del padre, sino de la pareja.

Si la vida con padres tóxicos ha afectado tanto a la psique que la persona no está preparada para superarlo, puede repetir el escenario abusivo con sus hijos.

Mis recomendaciones

De niño, una persona aún no es capaz de darse cuenta de que ha sido víctima de un maltratador. Sin embargo, como adulto, no sólo es posible sino necesario darse cuenta de ello para sentirse independiente y vivir la vida al máximo.

  1. Confía en tus sentimientos. Si parece que los padres te ahogan con sus consejos, cuidados o prohibiciones, merece la pena reflexionar sobre lo que está pasando. Haz un seguimiento de tus sentimientos escribiéndolos y analizándolos.
  2. Recuerda que no es culpa tuya que te hayan tratado así. Pero eres tú quien elige cómo proceder y quien es responsable de tu vida.
  3. Permítete enfadarte con tus padres. Tienes todo el derecho a tus emociones, y el perdón no debe convertirse en una represión de los sentimientos. Recuerda que el enfado no sólo puede ser negativo, sino también una buena fuente de energía.
  4. Mantén las distancias con los maltratadores y no desarrolles un conflicto si no eres lo suficientemente fuerte. Cualquier método, incluso la ruptura total con los padres, es adecuado para salir de una relación tóxica.
  5. Mantente constantemente interesado en el tema de las relaciones abusivas, lee fuentes, habla con especialistas. Analiza esta información para tomar conciencia y ver la situación desde fuera.

Conclusión

El modo en que los padres trataron al niño en la infancia no es en absoluto culpa del niño. Los padres no se eligen, pero afrontar las graves consecuencias de una relación tan abusiva es un verdadero reto para la persona que lo desea. Al fin y al cabo, detrás del dolor y la culpa se esconde una vida que cada uno elige por sí mismo.

Fecha de actualización: 11-16-2023