La acustofobia es una fobia bastante común, que se expresa en el miedo a los sonidos fuertes: el ruido de un avión en vuelo, el tráfico rodado, las multitudes, los gritos, las sirenas de incendios e incluso la propia voz.
Los sonidos fuertes causan pánico a los acustofóbicos. Los sonidos silenciosos prolongados no causan menos tensión a los acústicofóbicos.
Esto puede deberse a situaciones del pasado en las que los poseedores de la fobia tenían que acechar, esconderse, esperar y temer ser encontrados y dañados.
Tabla
- Lugar de la acustofobia entre otros miedos
- ¿Cómo se denominan patologías similares?
- Causas de su desarrollo en adultos y niños
- Síntomas característicos
- Diagnóstico
- ¿Cómo superar el miedo por uno mismo?
- ¿A qué especialista acudir?
- ¿Qué métodos terapéuticos se utilizan?
- Prevención del desarrollo
- Consecuencias y pronóstico
- Conclusión
Lugar de la acustofobia entre otros miedos
Cualquier fobia es un miedo intenso que se expresa no sólo cuando nos enfrentamos a circunstancias aterradoras, sino también cuando anticipamos ese encuentro y pensamos en la posibilidad de que se produzca esa situación.
Además, cualquier fobia se caracteriza por una reacción más prolongada, lo que significa que este miedo no sólo es intenso, sino también duradero.
La acustofobia dista mucho de ser la única fobia que puede padecer una persona. Las fobias en el hombre moderno son muy numerosas. Hay miedos patológicos que están causados por :
- determinadas situaciones
- objetos específicos;
- fenómenos naturales;
- animales, insectos, etc.
La acustofobia pertenece a la categoría de fobias asociadas a determinadas circunstancias y a la expectativa de que se produzcan. La acustofobia es una percepción dolorosa de los sonidos fuertes.
Una persona que padece acustofobia o fonofobia vive en tensión constante, con la expectativa de que experimentará un estrés grave y sensaciones físicas desagradables si de repente a su lado alguien grita o alguien pone la música alta, hace sonar un petardo, canta, chilla, llora, infanta, etc.
¿Cómo se denominan patologías similares?
Un sinónimo de acustofobia es fonofobia . La ligirofobia también se cita a menudo en la lista de fobias relacionadas con los sonidos.
Los ligirofóbicos tienen miedo no sólo de los sonidos más fuertes, sino también de los objetos que pueden emitirlos de repente: despertador, sirena de un coche de policía o de una ambulancia, auriculares, reproductores de CD, globo que se infla, badajo, etc.
Causas de su desarrollo en adultos y niños
El miedo a los sonidos fuertes es lógico y natural para el ser humano. Al fin y al cabo, un sonido fuerte es señal de peligro. Gritos: «¡Fuego!», «¡Socorro!», «Guardia», sirena de ambulancia o el sonido de la sirena de un coche de policía — todo esto no se inventa en vano, probado durante años, ayudó muchas veces a muchas personas, salvó muchas vidas.
Pero, ¿cómo se convierte en una enfermedad de un mecanismo racional de la sociedad, una dolencia onerosa que impide la existencia de pleno derecho en la misma sociedad? Las causas de la acustofobia pueden ser psicológicas, asociadas a ciertas experiencias negativas en la infancia.
Los sonidos fuertes suelen acompañar a la agresividad de los adultos de la familia, así como a peleas, escándalos y discusiones. Por tanto, no es de extrañar que un niño que es testigo sistemático de relaciones malsanas entre adultos de los que depende directamente y no puede librarse y protegerse de ellos, sufra y pueda experimentar las consecuencias durante muchos años.
Esta situación también puede ser la causa del desarrollo de la fobia acústica. Antes de que se produjera el suceso traumático, la persona escuchó un sonido fuerte. La psique conecta estos dos sucesos, los vincula en un todo único y, posteriormente, produce que el sonido fuerte sea la causa y el componente indispensable de cualquier suceso perturbador o aterrador de la vida.
La acustofobia también puede deberse a causas fisiológicas :
- lesiones craneoencefálicas
- los efectos de enfermedades infecciosas
- los efectos de operaciones quirúrgicas;
- patología del sistema nervioso central
- estrés prolongado;
- patología de los órganos auditivos y otras.
Sin embargo, cabe señalar que en la gran mayoría de los casos, la causa de la acustofobia es psicológica y no fisiológica.
La acustofobia es más susceptible en los niños. Sin embargo, si la fobia se formó y no se curó, en la edad adulta la persona experimenta su sintomatología de forma mucho más intensa y grave.
Síntomas característicos
¿Qué experimenta una persona que sufre ataques de acustofobia? La lista es bastante amplia, incluye
- Aumento de la respiración, palpitaciones y dificultad para respirar.
- Aumento de la presión arterial y aumento de la sudoración.
- Tics nerviosos, temblores y convulsiones.
- Mareos y dolor de cabeza.
- Aumento o disminución de la temperatura corporal.
- Tensión muscular intensa.
- Náuseas y vómitos.
- Incontinencia urinaria y fecal.
- Cambio de color de la piel.
- Pupilas dilatadas.
- Pérdida de autocontrol.
Además, el aumento de la tensión arterial es más propio de los acusofóbicos de edad avanzada.
Todos los acusofóbicos son propensos a sufrir ataques de pánico y ansiedad. Cuando el trastorno es duradero, se observan trastornos del comportamiento como irritabilidad, miedo, ansiedad y agresividad.
La acustofobia puede manifestarse en un deseo de evitar la compañía de otras personas, actitud marcadamente negativa ante cualquier actividad de la vida social. Para un acustofóbico, las empresas ruidosas y los lugares públicos se convierten en equivalentes a experiencias negativas de sonidos fuertes, ruido, música, conversaciones. Es decir, la sociedad se convierte en sinónimo de dolor físico y malestar.
Un punto importante es que a partir de la mayor atención de las personas circundantes, los síntomas de esta fobia se exacerban.
Diagnóstico
Un clínico puede diagnosticar fonofobia en un paciente durante una entrevista cuando encuentra evidencias de los síntomas clínicos de la fobia en las respuestas del paciente.
También se pueden utilizar pruebas psicológicas como herramienta de diagnóstico adicional. Estos dos métodos de diagnóstico dan una respuesta precisa sobre si el paciente padece o no esta fobia.
¿Cómo superar el miedo por uno mismo?
Sólo una persona con una fuerza de voluntad muy desarrollada es capaz de superar la acustofobia por sí misma, al igual que cualquier otra fobia. Esto significa que no todo el mundo es capaz de autocurarse.
Para una persona que sufre esta enfermedad, es importante enfocar conscientemente la elección de los lugares que visita, para no provocar ataques y no exacerbar el estado de tensión nerviosa.
El autoentrenamiento es uno de los principales métodos de autoayuda. Como resultado de un entrenamiento regular, el nivel de estrés de una persona disminuye. Lo que, en consecuencia, alivia su estado.
¿A qué especialista acudir?
Tratar la fonofobia es sin duda necesario. Y, lo que es más importante, puede curarse completamente. Si existe la sospecha de fobia acústica, en primer lugar la persona debe acudir a un otorrinolaringólogo para descartar una causa orgánica de hipersensibilidad a los sonidos.
Después, puede ser necesario consultar a especialistas como un neurólogo, un especialista en enfermedades infecciosas o un traumatólogo ortopédico.
En ausencia de patología somática, es necesario consultar a un psicoterapeuta. La visión de conjunto del desarrollo de la fobia permitirá elaborar el plan de tratamiento más racional.
¿Qué métodos terapéuticos se utilizan?
La fonofobia se trata con medicación, que se prescribe para el tratamiento de los trastornos de ansiedad.
Además de la medicación, el paciente necesita asistir a psicoterapia. El resultado será mejor y se conseguirá antes si se combinan estos dos métodos de tratamiento.
También es posible prescribir hipnoterapia y técnicas de PNL como métodos adicionales de tratamiento de la fobia.
Prevención del desarrollo
Como métodos preventivos para el desarrollo de la acustofobia, se deben seguir las siguientes reglas :
- Los niños deben crecer en una atmósfera psicológica favorable y confortable. Los escándalos, las peleas y los gritos afectan a la psique no sólo de los propios adultos que los inician, sino también a la de los niños.
- Tanto los niños como los adultos deben observar un régimen de sueño y vigilia. Un sueño saludable de 8 horas es garantía de un cuerpo sano y una medida preventiva para el desarrollo de cualquier dolencia.
- No inicie el curso de enfermedades relacionadas con los oídos. Definitivamente vale la pena tratarlas, y bajo la supervisión y orientación de profesionales.
- Casco — un atributo indispensable de armario en la estación fría. También es un medio de prevenir las enfermedades de los órganos auditivos.
- Debe organizar su vida de modo que el estrés no tenga cabida en ella.
- Evitar los lugares de trabajo nocivos, en particular los talleres ruidosos, es también una forma de proteger la salud frente al desarrollo de enfermedades y, en particular, de la fobia acústica.
Consecuencias y pronóstico
La acustofobia curada no tiene consecuencias, y esta es otra razón para tomar medidas a tiempo para deshacerse de esta enfermedad.
En cuanto a la fonofobia, que lanzó el paciente, puede experimentar trastornos mentales, aumento del estrés, trastornos del sistema nervioso central y otros problemas de salud graves.
La acustofobia también da miedo porque puede afectar al desarrollo de otras fobias. Por ejemplo, una persona tendrá miedo a volar en avión, montar en tren, conducir un coche, tendrá miedo a las tormentas eléctricas, etc.
Y esto no es lo peor. La fobia en una forma descuidada puede llevar a la depresión y al suicidio. Tan insoportable se convertirá una persona para vivir y tener miedo del ruido.
Así, por ejemplo, un habitante de la ciudad no puede protegerse de todas las fuentes de ruido, lo que significa que si tiene acustofobia, estará constantemente expuesto al estrés. Por lo tanto, la única salida es el tratamiento. Y a tiempo y bajo la supervisión de especialistas.
Conclusión
En resumen, cabe señalar que la acustofobia o fonofobia es un verdadero problema de salud que requiere una atención seria y un tratamiento integral a tiempo. Sin embargo, hay buenas noticias: si prestas atención a tu salud, puedes notar los síntomas, acudir al médico y curarte al 100% de esta enfermedad.
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Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023