Miedo al castigo — rabdofobia

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Cualquier acto feo cometido intencionadamente va acompañado de un cierto castigo. Tales «sanciones» permiten reducir la frecuencia de los comportamientos inadecuados.

Pero si van más allá de la norma aceptable, aumenta la probabilidad de desarrollar un trastorno neurótico acompañado de un miedo incontrolable a ser castigado. Tal afección se denomina rabdofobia.

La patología va acompañada de manifestaciones somáticas y psicológicas características. A menudo conduce a complicaciones más graves. Es posible hacer frente al problema sólo con la ayuda de un enfoque psicoterapéutico y de medicación.

Psicología del miedo

La rabdofobia es un trastorno psiconeurótico caracterizado por la manifestación de un miedo irracional al castigo. En este caso, la persona llega a temer «represalias» tanto físicas como psicológicas. También experimenta terror pánico ante la idea de ser castigado.

Este tipo de ansiedad, que se manifiesta en la infancia, se considera normal. Sin embargo, cuando se da en la población adulta, hay motivos para pensar en el desarrollo de una fobia específica.

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Este modo de vida conduce al agotamiento del sistema nervioso, lo que puede contribuir a consecuencias más graves, como un estado de estrés o irritabilidad constantes.

La rabdofobia no tiene sinónimos . Entre los conceptos relacionados con este término, cabe distinguir la mastigofobia. Su diferencia radica en la manifestación del pánico exactamente antes del castigo corporal, la flagelación.

Dado que la rabdofobia se atribuye a trastornos mentales, suscita cierto interés entre los especialistas del campo de la psiquiatría y la psicología. En consecuencia, la patología es tratada por un psiquiatra, psicoterapeuta o psicólogo.

Causas de su desarrollo en niños y adultos

Muchos expertos creen que el miedo al castigo viene de la infancia. Desde el punto de vista de la psicología, la rabdofobia es el resultado del mecanismo de defensa del organismo del niño. Tal violación en un adulto se encuentra en el caso si creció en una familia disfuncional. Una persona experimentará un miedo patológico al castigo, si en la infancia fue objeto de violencia psicológica o física.

Entre los factores provocadores subyacentes que contribuyen a llevar al desarrollo de esta fobia, destacan los siguientes

  • las burlas en el jardín de infancia o en la escuela
  • frecuentes situaciones de conflicto con los profesores
  • peleas constantes con hermanas o hermanos mayores
  • malos tratos por parte de los padres;
  • experiencias negativas, por ejemplo, que el niño haya presenciado cómo se castigaba a otra persona;
  • ver películas violentas.

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Los niños que han crecido en familias fanáticas religiosas pueden experimentar un miedo incontrolable al castigo.

La rabdofobia suele estar alimentada por el miedo a una persona más fuerte, como un estudiante de secundaria.

Por determinadas razones, el niño es incapaz de compartir sus sentimientos con sus padres y se ve obligado a soportar el acoso, que también puede adoptar la forma de castigo.

El niño puede experimentar el mismo estado en el momento en que sus padres le amenazaron con castigarle por alguna mala acción, pero no hubo consecuencias. Al estar en un estado de constante expectativa de represalias por una falta, empieza a desarrollarse el miedo al mero hecho de que en cualquier momento serán castigados.

En la edad adulta, la causa de la rabdofobia puede ser la relación con un tirano, que repercute negativamente en la salud física y mental. Por ejemplo, es frecuente que una mujer sea víctima de violencia doméstica. Aunque las palizas periódicas de su marido acaben en divorcio, el trauma psicológico puede permanecer de por vida, lo que se manifestará en forma de miedo a ser castigada.

En mayor medida, el trastorno patológico se forma en la infancia. Puede manifestarse inmediatamente o al cabo de varios años. Los adultos también están sujetos al miedo al castigo. El grupo de riesgo son las mujeres, así como las personas de carácter débil e inseguras.

Síntomas

Dado que la rabdofobia no tiene desencadenantes, su curso adopta la forma de un trastorno de ansiedad. En el trasfondo de dicho trastorno, una persona se ve obligada a estar en un constante estado de estrés, evaluando constantemente su comportamiento en términos de castigo que no puede evitar.

En palabras sencillas, critica constantemente cualquiera de sus acciones. Un rabdofóbico siempre estará insatisfecho consigo mismo . Básicamente, se trata de perfeccionistas que tienen un gran número de complejos ocultos.

Todos los síntomas especialistas se asignan en dos grandes grupos: físicos y psicológicos.

Físicos

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Surgen en el momento en que una persona comete alguna mala acción, como resultado de la cual, en su propia opinión, puede ser castigado.

Los ataques de pánico van acompañados de los siguientes signos clínicos :

  • palpitaciones;
  • miedo creciente;
  • fuertes dolores de cabeza y mareos;
  • sensación de falta de aire
  • temblor de la voz
  • temblor de los miembros;
  • deseo de abandonar el lugar de la acción.

Una forma más grave del curso de la patología en el momento del ataque a menudo termina con la pérdida de la conciencia.

El problema de la fobia es la incapacidad de la persona para deshacerse de la sensación de que el castigo pronto le alcanzará. Por esta razón, es prácticamente imposible controlar el pánico, porque el paciente no puede ver el objeto irritante.

En la mayoría de los casos, los rabdofóbicos son excelentes profesionales, pero nunca tienen éxito en sus carreras porque no toman la iniciativa para evitar ser castigados por un error que creen haber cometido. También puede producirse un ataque de pánico cuando se les amenaza con una reprimenda o la pérdida de incrementos salariales.

Psicológico

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El miedo al castigo también se caracteriza por la manifestación de una serie de síntomas psicológicos, que pueden intensificarse periódicamente.

Un rabdofóbico nunca se sentirá satisfecho de sus actos y critica todas sus decisiones. Estas personas suelen tener baja autoestima. Se infravaloran constantemente.

A menudo, la rabdofobia va acompañada de miedo a hacer algo mal. Cualquier error es percibido por la persona como un motivo de «represalia» psicológica o física.

Entre los principales síntomas de esta categoría destacan :

  • aumento de la ansiedad
  • insomnio
  • nerviosismo;
  • insatisfacción constante con uno mismo.

Ignorar el problema a menudo termina en el desarrollo de trastorno depresivo y la neurosis.

El problema de la rabdofobia es que una persona teme constantemente la expectativa de un castigo. Estas personas atraen ellas mismas al objeto de su fobia a sus vidas, interpretando cualquier acontecimiento desafortunado en términos de represalias.

Diagnóstico

Detectar la presencia de un problema sólo puede hacerse consultando a un especialista. Puede tratarse de un psiquiatra, un psicólogo o un psicoterapeuta. El médico analizará la historia vital del paciente, su comportamiento, la sintomatología resultante. Basándose en los resultados, llegará a una conclusión adecuada y dará recomendaciones para la acción futura.

¿Cómo superar el miedo de forma independiente?

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Es posible hacer frente a la rabdofobia por sí mismo sólo si sus síntomas aparecieron por primera vez en la edad adulta, lo cual es relativamente raro.

Aquí es importante empezar a creer en la corrección de sus acciones, es necesario eliminar todas las posibles dudas, la culpa y la autocrítica. El autoentrenamiento y la recitación regular de afirmaciones positivas ayudarán a lidiar con esto.

También puedes practicar meditación y yoga, que te permitirán tomar el control de tus pensamientos y no dejar que el estrés se apodere de ti.

¿Cuándo necesito ayuda profesional?

Si el autotratamiento no da resultados positivos, o la rabdofobia es grave, merece la pena visitar inmediatamente a un especialista. En este caso, se recurre a un enfoque psicológico para conseguir un efecto duradero. Entre las prácticas más comunes destacaremos las siguientes:

  1. Terapia Gestalt . Este método es adecuado para pacientes con una infancia difícil y delitos descubiertos. Gracias a este enfoque, es posible resolver todos los conflictos del pasado y dejarlos ir. De este modo se reduce el sentimiento de culpa, que a menudo se convierte en miedo a ser castigado.
  2. Terapia de exposición . La esencia de esta práctica es acercar gradualmente al paciente al objeto del miedo incontrolable. Es decir, se obliga a la persona a experimentar el castigo, tras lo cual se da cuenta de que, en general, no ha ocurrido nada terrible y la vida seguirá adelante.
  3. Hipnoterapia . En este caso, el médico trabaja directamente con el subconsciente del paciente. Gracias a determinadas acciones, extrae los acontecimientos negativos hacia el exterior, determinando así la verdadera causa de la fobia.
  4. Psicoterapia cognitivo-conductual . El especialista modifica la forma de pensar del paciente con respecto a su comportamiento ante determinados acontecimientos. Tras el curso del tratamiento, el rabdofóbico ya es capaz de considerar sus acciones como correctas, merecedoras de elogio en lugar de castigo.

La medicación se utiliza junto con la psicoterapia y sólo en caso de sobrecarga grave. Se recetan antidepresivos para la depresión, ansiolíticos y tranquilizantes para la neurosis. También pueden prescribirse sedantes y medios para restablecer los procesos metabólicos cerebrales.

Consecuencias y pronóstico

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La rabdofobia es fácilmente curable si se acude a tiempo al médico. Ignorar la patología suele acarrear problemas más graves.

En primer lugar, el peligro reside en que la persona se ve privada de su vida plena. Todas sus acciones están encaminadas a cumplir los deseos de otras personas. Por miedo al castigo, no toma ninguna decisión y traslada toda la responsabilidad al entorno.

A veces los rabdofóbicos se vuelven crueles, pueden empezar a vengarse de sus agresores, llevar un estilo de vida inmoral y antisocial. En cualquier caso, la persona se vuelve inadaptada y desocializada.

Prevención

Para evitar la aparición de la rabdofobia, no se debe someter a los niños a castigos por ningún motivo. Lo mejor es adoptar un estilo de educación democrático. Para ganar autoridad, a veces basta con mostrar afecto, cariño y cuidado.

De adulto, los expertos recomiendan trabajar la propia autoestima y fortalecer el sistema nervioso, así como llevar un estilo de vida saludable.

Conclusión

La rabdofobia es un trastorno mental grave que no tiene desencadenantes. Para evitar consecuencias desagradables, hay que vigilar atentamente su estado y comportamiento. A los primeros signos de una violación no debe retrasar con una visita a un especialista. Sólo la ayuda profesional a tiempo es capaz de volver a la vida normal en poco tiempo.

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Fecha de actualización: 11-16-2023