Misofobia — qué es, causas, síntomas y tratamiento

Misofobia (también llamada germofobia): miedo a los gérmenes y a la suciedad. De hecho, es una manía de limpieza, una condición en la que una persona tiene un miedo obsesivo a las bacterias, suciedad, etc. ¿Por qué es peligrosa?

Qué teme la misofobia

La misofobia es un tipo común de trastorno psicológico. Las personas que sufren la fobia del miedo a la suciedad y los gérmenes están preocupadas por contraer cualquier enfermedad. El miedo a los gérmenes se manifiesta en niños y adultos. Se forma bajo la influencia de diversos factores traumáticos en el contexto de una psique inestable. Es más frecuente en la infancia. La fobia a la suciedad puede manifestarse muchos años después de la situación que la provocó. Y esto dificulta a los psicólogos la identificación de las causas. Una persona puede no recordar qué causó el miedo. Y sin identificar la causa, es difícil eliminar por completo el trastorno.

Síntomas de la misofobia

Lo que distingue a un misófobo de otras personas: el cuadro general del trastorno:

  • Lavarse las manos con frecuencia es la primera señal.
  • Limpiar todo con desinfectantes.
  • Rociar el aire con desinfectantes innecesariamente de forma regular.
  • Los misófobos son aquellas personas que llevan mascarillas durante la temporada de gripe en un intento de mantenerse a salvo.
  • Evitan el contacto: intentan no dar la mano, no tocar los picaportes de las puertas en lugares públicos, no tocar los pasamanos en el transporte.
  • Si un misófobo tiene contacto con una persona enferma, comienzan los ataques de pánico.
  • La persona no se calmará hasta que limpie todo a su alrededor, lave las cosas, lo desinfecte todo.
  • Los miedos son tan fuertes que empujan a realizar acciones obviamente innecesarias: lavarse las manos varias veces, tratar los senos nasales, lavar incluso las cosas limpias.

Estos y otros síntomas similares confirman la presencia de la fobia al miedo a los gérmenes y la suciedad. También hay una serie de síntomas fisiológicos que están necesariamente presentes en los misófobos. Se manifiestan cuando el misófobo ha estado en contacto con suciedad, personas enfermas, polvo:

  • miedo al pánico;
  • palpitaciones;
  • enrojecimiento o palidez facial;
  • hormigueo en las extremidades;
  • frío en manos y pies;
  • sudoración de los pies y las palmas de las manos;
  • temblor en el cuerpo o partes del cuerpo: manos, labios;
  • sensación de nudo en la garganta;
  • dolor de cabeza;
  • mareos;
  • presíncope, desmayo en casos graves;
  • sensación de falta de aire;
  • miedo intenso y persistente, certeza de enfermedad grave;
  • pensamientos de muerte;
  • Muchos pacientes señalan que sienten ganas de llorar durante un ataque de pánico.

Tal condición indica la presencia de una fobia. El ataque de pánico es un síntoma característico de cualquier fobia. Y todos los síntomas anteriores pueden manifestarse juntos o de forma selectiva. Depende de la reacción individual del organismo.

Casos graves de manifestación de misofobia

Con formas graves de miedo a los gérmenes y a la suciedad, la persona está en tensión constante: espera el peligro de todas partes. Aparece el aislamiento. La persona se aísla de cualquier contacto, se prohíbe entrar en su habitación sin antes lavarse las manos. Alguien exige llevar mascarilla, otros prefieren comunicarse sin contacto alguno. Con el tiempo, esto conduce a un aislamiento total.

Causas de la misofobia

¿Qué es la misofobia a ojos de los psicólogos? Creen que los padres son los más culpables de la aparición de este trastorno. Así, en el período de dos a cinco años de edad, los niños están acostumbrados a la bacinica. Cuando el niño durante mucho tiempo no puede acostumbrarse o, si tiene «accidentes», los padres regañan. Un rigor excesivo provocará remilgos en el niño. Cuanto más limpios estén los que intervienen en la crianza o participen indirectamente en ella, más se inculcará al niño la aversión a la suciedad y los gérmenes.

Los medios de comunicación, con sus anuncios de desinfectantes, refuerzan la fobia. Muestran los gérmenes como si dieran miedo o fueran divertidos. Hablan del peligro. La gente se lo toma al pie de la letra. Los anuncios están diseñados para vender los productos pero, en el proceso, provocan y refuerzan la misofobia.

Además, la fobia la provocan los padres cuando dicen: «Lávate las manos, que tienes mucha suciedad debajo de las uñas», «Te dolerá el estómago si no te lavas las manos», «Te pondrás enfermo por culpa de la suciedad».

Formas de tratamiento

La misofobia se trata en la consulta de un psicoterapeuta. Se utilizan sedantes y otros fármacos para aliviar la ansiedad y los ataques de pánico. La principal tarea del médico es mostrar al paciente que los gérmenes no son peligrosos. Que las mascarillas no protegen durante los resfriados. Los gérmenes son tan pequeños que se cuelan por los poros de la mascarilla como un gol de fútbol. Es como protegerse de los mosquitos con una red de pesca.

El método de la hipnosis se utiliza para averiguar qué acontecimiento fue traumático. Hay que analizar la situación y desarrollar la reacción correcta ante ella. Al «subordinar» el primer «detalle», es posible deshacerse de la misofobia para siempre. En esencia, se trata de una reacción distorsionada y errónea de las personas ante la suciedad y los gérmenes.

¿Es posible superar la misofobia por uno mismo?

La automedicación no es la mejor opción. Pero no hay tal problema con el que sería imposible hacer frente de forma independiente con paciencia y esfuerzo adecuados. Es necesario resolver todos los casos de pánico y darse cuenta de que nunca hubo un peligro real. Hay que aprender a vivir en armonía con este mundo.

Consejos de psicólogos

El mundo que nos rodea está repleto de gérmenes y bacterias. Pero esto no es peligroso para una persona. Para ello, cada uno de nosotros tiene inmunidad.

  • Si los niños juegan en la tierra desde pequeños, adquieren inmunidad a distintos tipos de gérmenes, lo que les hace más fuertes. Estos niños son menos propensos a enfermar. Por tanto, no hay peligro en que un niño juegue en el barro, la arena y el polvo.
  • Incluso hoy en día hay personas que viven fuera de la civilización. No se lavan las manos antes de comer, comen bayas directamente del monte. Y no enferman en absoluto. Ni resfriados, ni gripe. Son personas perfectamente sanas con una fuerte inmunidad.
  • Durante las enfermedades estacionales no podemos protegernos. Basta con aplicar precauciones: lavarse las manos después del transporte público, lubricarse la nariz antes de salir al aire libre. No se enfríe en exceso.
  • Si te contagias, si te sobreexcitas, tu sistema inmunitario se fortalecerá. La próxima vez no enfermarás con este tipo de virus. Así estamos hechos los humanos. Millones de años de adaptación. Hemos desarrollado inmunidad a diferentes virus.
  • Los gérmenes están por todas partes. Es el estado natural de las cosas. No es peligroso para los humanos. La suciedad no es peligrosa. Si te ensucias, basta con que te bañes.

Recuerda estos hechos y no busques peligro donde no lo hay.

Conclusión

La misofobia o miedo a los gérmenes complica enormemente la vida de una persona. Le persiguen miedos obsesivos. Y en casos especialmente graves, se produce un aislamiento total de la sociedad. Es posible corregir la situación. Hay que verlo desde fuera. Darse cuenta de que el peligro no es tan grande como parece. Si es necesario, está indicado el tratamiento con un psicoterapeuta.

Fecha de actualización: 4-18-2022