El experimento del muñeco Bobo es uno de los experimentos sociales más famosos de la historia. Fue realizado por Albert Bandura para demostrar que los niños adoptan el comportamiento agresivo de los adultos.
Tabla
La esencia del experimento del muñeco Bobo
La esencia del experimento de A.Bandura con el muñeco Bobo, si se resume brevemente, es probar la hipótesis de que el comportamiento agresivo se aprende del ejemplo de los adultos. Demuestra que los niños no se vuelven agresivos con nadie por sí solos, sino que aprenden esos estereotipos de comportamiento observando a los demás.
Preparación del experimento Band Ura
Para el experimento del muñeco Bobo se organizó una sala con dos habitaciones. En la primera sala había dos secciones, en cada una de las cuales era visible lo que se hacía en la otra. En la primera sección había juguetes para el niño y en la segunda, el muñeco Bobo y juguetes para que el adulto demostrara el comportamiento requerido. Esta sala estaba equipada con un espejo de Gesell, que permitía al experimentador ver desde fuera lo que ocurría dentro, pero que desde el lado opuesto parecía un simple espejo.
El muñeco Bobo fue el invento de Albert Bandura para este experimento social. Se trataba de un muñeco hinchable alto con un fondo de colores brillantes y lastrado. El muñeco sólo podía estar de pie e inclinarse, pero no tumbarse de lado.
La segunda sala era una habitación con juguetes aún más interesantes para los niños pequeños.
Número de sujetos
El experimento se realizó con 72 niños de 3 a 6 años. 24 de ellos formaban un grupo de control: no se les trató para comprobar si las acciones de los experimentadores influían realmente en la formación de determinados comportamientos. El resto de los niños se dividió en dos grupos también de 24: el primer grupo debía mostrar un comportamiento agresivo, el segundo, un comportamiento no agresivo.
El equipo del experimento
El experimento fue realizado por Albert Bandura y otros tres adultos: una mujer organizadora y una mujer con un hombre que era el modelo de comportamiento adulto
Hipótesis
A.Bandura planteó 4 hipótesis que intentó comprobar en su experimento:
- Los sujetos del grupo «agresivo» mostrarán patrones de comportamiento agresivo que han visto previamente en adultos.
- El grupo de niños «no agresivos» no mostrará agresividad o lo hará de forma retardada.
- En su mayor parte, los sujetos reproducirán el comportamiento de una persona de su mismo sexo.
- Los niños mostrarán más agresividad que las niñas.
Desarrollo del experimento
El experimento de Albert Bandura con el muñeco Bobo se realizó en dos etapas. Cada niño pasó por ellas individualmente.
La primera etapa del experimento
En la primera etapa, el bebé fue lanzado a la primera habitación con dos compartimentos. En uno, el sujeto jugaba con juguetes, y en el otro, un modelo adulto hacía lo mismo, ignorando al muñeco Bobo. Antes de que el niño saliera de la habitación, se le dijo que no se le permitiría jugar con los juguetes con los que jugaba el adulto. Esto era un intento de crear resentimiento y frustración en el niño. Después de que todos los niños hubieran pasado por esta sala, se les volvía a enviar allí de uno en uno.
Junto a los niños que iban a mostrar un comportamiento agresivo, un adulto empezó a golpear al muñeco Bobo con un martillo y a aplicarle diversos golpes. Los adultos intentaron elegir acciones poco habituales para ver si los niños repetían realmente el patrón que estaban observando. En el grupo «no agresivo», el adulto permanecía ocupado en el juego, ignorando al muñeco.
Segunda fase del experimento
En la segunda fase, los niños pasaron a una segunda habitación, que tenía juguetes mucho más atractivos e interesantes, y se les permitió jugar con ellos. Pero en cuanto los experimentadores vieron que el niño se interesaba mucho y se entregaba al juego, lo interrumpieron. Le dijeron que ya no podía jugar aquí, sino que podía ir a la primera habitación donde había estado al principio. Cuando el niño aceptó, le permitieron jugar con los juguetes de los adultos, entre ellos un martillo y una muñeca. Aquí se observaba al niño a través de un espejo de Gesell.
Resultados del experimento
Como resultado del experimento, Albert Bandura consiguió demostrar todas sus hipótesis.
Los niños del grupo «agresivo» mostraron reacciones mucho más agresivas en comparación con el segundo grupo experimental y el grupo de control. Los niños que observaron comportamientos «no agresivos» mostraron muy poca o ninguna ira propia. Los niños repetían las acciones agresivas mucho más fácilmente con modelos de su propio sexo que con modelos del sexo opuesto. Y los niños del grupo experimental «agresivo» eran, de hecho, los más agresivos.
El concepto de recompensa y castigo por las acciones
Tiempo después, A. Bandura realizó otro experimento. En él, a niños de tres a siete años se les mostraba primero un vídeo con modelos adultos que «ofendían» al muñeco Bobo de diferentes maneras. Pero el final del vídeo era diferente: al primer grupo se le mostraba que el modelo era castigado por la agresión, al segundo grupo se le animaba verbalmente y con caramelos, y la agresión del tercer modelo era ignorada.
Después, cada participante del experimento fue colocado individualmente en una habitación con un muñeco Bobo. El análisis de los resultados del experimento mostró que los niños más agresivos eran los que veían el modelo con estímulos, y los menos enfadados los que veían el vídeo con castigo por la agresión.
Conclusiones
En su experimento psicológico con el muñeco Bobo, A. Bandura consiguió demostrar que los niños copian el comportamiento agresivo de los adultos. No utilizó ninguna técnica «prohibida»: el comportamiento agresivo se dirigía a un objeto inanimado. Además de mostrar el mecanismo de imitación de los adultos, también enseñó a algunos niños a deshacerse de las emociones agresivas de forma segura, sin dañar a nadie vivo ni a nada valioso.
Fecha de publicación: 3-28-2022
Fecha de actualización: 3-28-2022