La nictofobia es el miedo a la oscuridad. Se considera una fobia bastante rara, pero se manifiesta con síntomas graves característicos de los ataques de pánico. A menudo, la nictofobia se combina con otros miedos: miedo a la muerte, a los espacios cerrados, a la soledad. Para deshacerse de ese miedo, vale la pena ponerse en contacto con un especialista que le prescribirá el tratamiento adecuado.
Definición del concepto de fobia
¿Qué es la nictofobia? Se trata de un miedo a la aparición de la noche y la oscuridad, que también puede denominarse escotofobia. Las personas con este miedo tienen una imaginación muy desarrollada. De hecho, no tienen miedo a la oscuridad en sí, sino a lo que pueda ocurrir en ella. La nictofobia (otro nombre: acluofobia) es bastante rara en adultos. Al mismo tiempo, el miedo a la oscuridad se considera normal en niños de 3 a 5 años.
Causas de aparición
La nictofobia puede tener un abanico bastante amplio de causas que afectan a su desarrollo:
- Herencia. Durante mucho tiempo, la gente ha tenido miedo a la oscuridad. Se creía que la noche era el momento más peligroso, cuando los animales salvajes y los enemigos podían atacar. El miedo a la noche y el instinto de conservación se han transmitido de generación en generación. Hoy en día, también hay una buena razón para temer a la oscuridad: es de noche cuando se cometen con más frecuencia diversos delitos y crímenes.
- Problemas de visión. Una persona que no ve bien en la oscuridad se siente indefensa, por lo que tiene miedo a la noche.
- Traumas psicológicos de la infancia. La soledad forzada por la noche o el castigo en forma de encierro en una habitación oscura pueden contribuir al desarrollo de la escotofobia en la edad adulta.
- Estilo de crianza. Los niños de familias autoritarias e hiperpaternales son los más ansiosos y propensos al miedo a la oscuridad.
- Trauma psicológico en la edad adulta. Un ataque en un callejón oscuro o la irrupción de ladrones en el piso por la noche pueden provocar el desarrollo de la nictofobia en una persona que antes tenía una actitud tranquila ante la oscuridad.
- Alto nivel de imaginación y sugestionabilidad. Tras haber visto noticias negativas, películas de terror y thrillers, una persona puede empezar a tomar cualquier sombra en la oscuridad por un monstruo aterrador.
- Trastornos psíquicos. Una persona que experimenta alucinaciones visuales y auditivas tiene un alto riesgo de desarrollar nictofobia.
- Fatiga crónica. La nictofobia se desarrolla en un contexto de estrés, privación crónica del sueño y fatiga constante. Las funciones cognitivas disminuyen, las fantasías pasan a primer plano, a través de las cuales la mente subconsciente requiere descanso y atención para sí misma.
Síntomas
El principal signo de la presencia de nyctophobia es una fuerte tensión emocional en condiciones de oscuridad. La persona se vuelve muy sensible, escucha cada sonido, mira cada sombra, espera constantemente que ocurra algo terrible.
Un ataque de miedo va acompañado de síntomas físicos desagradables:
- aumento del ritmo cardíaco;
- aumento de la sudoración;
- náuseas y sensación de nudo en la garganta;
- dolor abdominal;
- escalofríos o fiebre;
- mareos;
- temblores, pesadez y dolor en varias partes del cuerpo.
En casos graves, la persona puede experimentar problemas de sueño y ataques de pánico en los que no puede controlarse. En algunos casos, el individuo puede caer en un verdadero estupor debido al miedo.
Tratamiento
Puede intentar deshacerse de la nictofobia por sí mismo. Para ello, vale la pena recurrir a sencillas recomendaciones:
- En primer lugar, es necesario hacer frente a sus propias ansiedades. Intenta realizar un autoanálisis, respóndete a ti mismo a la pregunta: «¿por qué tengo miedo a la oscuridad?». Puedes escribir todos los pensamientos que te vengan a la cabeza.
- Lleva un diario. Anota cada vez que se produzca el miedo a la oscuridad. Describe todas las condiciones, sentimientos, pensamientos y sensaciones con el mayor detalle posible. Refleja en las notas lo que te ayuda a calmarte. Las próximas veces, intenta aplicar una nueva estrategia para reaccionar ante el miedo.
- Aprende técnicas sencillas de relajación. Puedes simplemente contar hasta diez, imaginarte en un lugar seguro o prestar mucha atención a los músculos que se tensan durante un ataque de ansiedad y relajarlos conscientemente.
- Rechaza ver escenas espeluznantes y películas de terror, thrillers e historias de miedo.
- Desplaza tu atención hacia lo positivo más a menudo. Puede ser un diálogo con gente agradable, un paseo al aire libre, ver una comedia o cuidar de una mascota.
- Cuide la seguridad de su hogar. Es importante que una persona con nyctofobia se asegure de que las cerraduras de sus puertas y ventanas son seguras. Si es necesario y posible, se pueden instalar alarmas y circuitos cerrados de televisión.
- Afronte su miedo. Intente explicarse racionalmente todos los fenómenos que le asustan. Si es una puerta que cruje, significa que es hora de engrasar las bisagras, y si algo raspa fuera de la ventana, basta con asomarse y darse cuenta de que no es más que una rama de un árbol cercano.
- Sé creativo. Casi cualquier actividad creativa relaja el sistema nervioso, ahuyenta los pensamientos desagradables y dirige las fantasías en una dirección más útil.
Si no puede hacer frente a la nictofobia de forma independiente, debe consultar a un especialista. Un médico-psicoterapeuta averiguará las causas de la dolencia y prescribirá el tratamiento adecuado. Lo más eficaz para el tratamiento de la nictofobia se considera la psicoterapia. En la mayoría de los casos, se utilizan los siguientes tipos de psicoterapia:
- Psicoanálisis. Ayuda a comprender las causas subconscientes de la nyctofobia e influir en ellas.
- Terapia Gestalt. Permite restablecer la armonía personal y ajustar los procesos de percepción adecuada del mundo.
- Terapia de juego. Da la oportunidad de jugar con los propios miedos, como resultado de lo cual eventualmente empiezan a parecer más inofensivos.
- Arteterapia. Ayuda a canalizar la creatividad en el proceso de tratamiento de la fobia.
- Hipnosis. Permite influir en las estructuras inconscientes de la psique y aliviar los síntomas del miedo a la oscuridad.
En algunos casos, se prescriben medicamentos, entre ellos somníferos y sedantes.
Consecuencias
Si no se presta atención a la nyctofobia en desarrollo a tiempo, con el tiempo puede haber graves consecuencias para la salud mental y somática de una persona:
- angustia que destruye gradualmente el organismo;
- infarto de miocardio y accidente cerebrovascular;
- desarrollo de enfermedades mentales, más comúnmente esquizofrenia y delirios de persecución;
- intentos de suicidio;
- trastornos respiratorios del sueño;
- envejecimiento prematuro debido al estrés constante.
Conclusión
¿Cómo se llama la fobia a la oscuridad? La nictofobia es el miedo a la noche y a lo que puede acechar en la oscuridad. Este miedo impide a la persona dormir plenamente y la mantiene constantemente en tensión. Las consecuencias de la acluofobia pueden ser bastante graves: desde trastornos mentales hasta infartos y derrames cerebrales. Puede intentar deshacerse de la nictofobia por su cuenta, pero en ausencia de resultados merece la pena buscar ayuda de un psicoterapeuta.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023