La soberbia hace que una persona se crea mejor que los demás. No se trata de actos heroicos o logros serios. Las personas orgullosas a menudo no los tienen. Simplemente se exaltan hasta el cielo, considerando a los demás mero polvo. Por eso, la comunicación con ellos produce malestar. Y éstas no son todas las dificultades. Tales personas se enfrentan a la soledad, pierden la armonía interior. ¿Es posible corregir la situación? ¿Cómo deshacerse del orgullo, el ego excesivo y la arrogancia?
Tabla
Qué es el orgullo
El orgullo es una cualidad opuesta a la humildad y la modestia. La psicología, la filosofía y la ética lo definen como la incapacidad de transigir, de sacrificarse, de sacrificar los propios intereses por el bien de otra persona. Es un ego malsano, vanidad.
Una persona orgullosa siempre y en todas partes hace alarde de su «yo». Se atribuye inmerecidamente éxitos y logros, humillando a los demás. Exige alabanzas, reconocimiento, adoración. Los demás lo consideran indigno de su atención.
En palabras sencillas, el orgullo es amor ciego y fanático por uno mismo, egoísmo, sentido de la arrogancia.
Soberbia y orgullo: ¿cuál es la diferencia?
No hay que confundir orgullo y soberbia. El orgullo es una consecuencia del trabajo duro para superarse a uno mismo, de la consecución de objetivos. Es una confirmación del valor de tus éxitos. Esta cualidad puede y debe mostrarse a los demás. No en vano en los medios de comunicación se cuentan a menudo hazañas heroicas de las que merece la pena sentirse orgulloso.
Es digno de mención el orgullo de otras personas. Por ejemplo, puedes estar orgulloso de que tu cónyuge haya ascendido en su carrera, de que haya ocupado un puesto de responsabilidad. O de que el propio hijo haya ingresado en una universidad prestigiosa. Hay muchos motivos para sentirse orgulloso. Y no sólo para los seres queridos, sino incluso para los desconocidos.
¿Cuál es la diferencia entre orgullo y soberbia?
Orgullo | Orgullo |
---|---|
Incluye la autoestima, la autosuficiencia, la independencia. | Incluye la envidia, el engaño, la hipocresía. |
Uno puede estar orgulloso de sí mismo y de los demás. | La persona se centra únicamente en sí misma. Considera indigno comunicarse con los demás. |
Motiva a la acción, a alcanzar nuevas cotas, a creer en sí mismo. | No motiva a la acción. Se atribuye inmerecidamente a sí mismo los éxitos de los demás. |
Curiosamente, en la ortodoxia, el orgullo se considera un gran pecado, del que hay que librarse cuanto antes.
Signos de orgullo y arrogancia
Una persona orgullosa destaca sobre los demás. Se caracteriza por tales rasgos y acciones:
- En su discurso hay a menudo «Yo» y «Mi». Incluso divide el mundo en dos partes. Una es él mismo. La otra son las personas que le rodean. Y estas últimas no le interesan.
- Desprecia a los demás y se enaltece a sí mismo. Una persona orgullosa se acuerda de otras personas sólo para compararlas. Determina hasta qué punto se ve favorecido con respecto a su entorno. En un mundo ficticio, es cientos de veces mejor que los que viven a su alrededor. Pero ni siquiera esto le da una sensación de verdadera felicidad.
- Está seguro de tener razón. Es inútil discutir con un hombre orgulloso. Sólo existe su opinión. Y no importa que aportes muchos hechos refutatorios.
- Condena constantemente a los demás. Suele decir lo siguiente: «Pero yo nunca haría eso». Estas palabras se aplican a absolutamente todas las esferas de la vida.
- Da consejos cuando no los necesitas. Y antes de decir nada, también condenarán y humillarán a su interlocutor. A las personas orgullosas no les importa que a nadie le interese su opinión en una situación determinada.
- No reconoce los errores. No culpa en ellos a su favorito, sino a otros, a las circunstancias.
- No sabe perder honorablemente. Una persona orgullosa nunca admitirá que alguien es mejor que él. Por lo tanto, en cualquier circunstancia humillará, insultará al adversario.
- Habla en un tono ordenado. Un fenómeno raro — las personas orgullosas que hablan en un tono tranquilo. No saben cómo contener la ira y otras malas emociones. Son groseros, groseros, levantan la voz.
- Presumen constantemente. Están seguros de que sus logros son mejores que los de los demás. Intentan demostrárselo a los que les rodean.
¿Te gustaría salir con alguien así? Probablemente no. Y te apoyará mucha gente. Por eso las personas orgullosas suelen sentirse solas. Nadie quiere ser su amigo. Y no es de extrañar. ¿A quién le gusta oír quejas constantes, humillaciones, fanfarronadas?
Razones para el desarrollo del orgullo
Como muchos otros rasgos de carácter, el orgullo tiene su origen en la infancia. La principal razón de su aparición es una educación inadecuada. Imaginemos una situación en la que los padres enseñan a un niño que es el mejor, el más listo, el más inteligente. Y al mismo tiempo no le castigan por provincias. Como resultado, el niño no sabe escuchar ni aceptar las críticas. Se cree perfecto, no ve ningún defecto.
Por supuesto, esto no significa que no haya que elogiar a los niños. Pero no hay que inculcarles la superioridad sobre sus compañeros. Llevará al desarrollo del orgullo, la autoestima inflada, el ego excesivo. Al crecer, un niño así se enfrentará a muchas dificultades. La primera de ellas, la incomprensión en la comunicación con los demás. Casi nadie querrá soportar el tono ordenado, la jactancia constante, el desprecio.
Hay 3 razones más para el desarrollo del orgullo:
- La presencia de talentos. Alguien ya en la infancia muestra habilidades notables que permiten en el menor tiempo posible para lograr el éxito en cualquier campo. Tras recibir el reconocimiento de la sociedad, estas personas suelen considerarse mejores que los demás.
- Aristocracia o estatus especial. Supongamos que una persona nace en una familia de políticos famosos o, por ejemplo, de actores. Lo más probable es que ya desde la infancia disfrute de fama y popularidad. Pero no los alcanzará por sí mismo. Será la gloria y la alta posición de los padres.
- Baja autoestima. Sorprendentemente, pero la autoestima inadecuada también se considera una razón para el desarrollo del orgullo. Una persona se da cuenta de que no podía conseguir nada. Temerosa del ridículo exterior, empieza a presumir, a atribuirse méritos ajenos. Y ni siquiera piensa en lo tonto y ridículo que parece ese comportamiento.
El orgullo se desarrolla en las personas ricas, con poder, y en las pobres, desfavorecidas, humilladas. Por lo tanto, la mayoría de las veces carece de fundamento.
Los problemas de la arrogancia
La soberbia es un problema social e intrapersonal general. Una persona orgullosa crea malestar a los que le rodean. Primero le evitan sus amigos, y después incluso los nuevos conocidos. No recibe apoyo ni comprensión.
Alrededor de la persona orgullosa sólo estarán las personas que tienen baja autoestima, siempre están dispuestos a sacrificarse por el bien de los demás, en busca de la humillación. En una unión con los que se consideran ideales, encontrarán la armonía. Pero vale la pena señalar que tal comunicación no conducirá a nada bueno. Sólo reforzará la manifestación de las cualidades negativas de ambos.
El problema intrapersonal es que la persona sigue conociendo sus defectos. Una voz interior se los recuerda. Cuanto más a menudo suenan esos recordatorios, peor trata la persona orgullosa a los demás. Los desprecia, los insulta, los condena. No quiere corregir sus errores. En su lugar, busca defectos en los demás, señalándolos constantemente.
También es posible otro escenario. Imaginemos que una persona orgullosa se enfrenta a una dura realidad. De repente se da cuenta de que sus logros y éxitos no son más que fantasías. Aquí es donde empieza el autodesprecio. Una vez más, desaparece la capacidad de apreciar la realidad de la situación.
En los casos en los que las personas orgullosas nunca ven lo que realmente ocurre, el orgullo progresa. Lleva a la ruptura familiar, a la soledad, al agotamiento moral y físico y a la crisis intrapersonal.
Cómo librarse del orgullo
Hay 10 pasos eficaces.
Reconocer el problema
Ésta es quizá la más importante de las cosas que hay que hacer. Si se da cuenta de que las manifestaciones de orgullo le incomodan a usted y a los demás, es hora de actuar. Contrólate, aprende a controlar tus pensamientos, trabaja tu autoestima.
Considera los horizontes
Piense en esto. Una persona de éxito puede estar orgullosa de sí misma y de sus logros. Al mismo tiempo, no tiene derecho a humillar a los demás. Fíjate en quienes han creado una empresa, han ascendido en su carrera, han alcanzado cotas altas en el deporte o la creatividad. Si menosprecias a los demás con tus logros, ¿pueden las personas de éxito tratarte de la misma manera? ¿No eres más que tierra bajo sus pies?
Relaciónate con gente de éxito
Otra forma de deshacerse del orgullo. Toma ejemplo de las personas que han alcanzado el éxito. Presta atención a todos los aspectos de su vida. Interésate por cómo hacen negocios, cómo se comunican con su familia y amigos, cómo se relajan, cómo se divierten.
Si consideras indigno tomar ejemplo de alguien, hazte una pregunta. ¿Por qué esa persona ha alcanzado la fama y el reconocimiento y tú aún no?
Cambiar constantemente de aficiones
Aquí hay que tener cuidado. Las habilidades y destrezas en cualquier campo de actividad pueden causar orgullo. Una persona presumirá constantemente de sus logros. Pero vale la pena que se dé cuenta de que aún le queda algo por aprender, la situación cambiará.
Cambie de aficiones en cuanto llegue a la cima. Nuevos conocimientos, habilidades e intereses serán útiles para el autodesarrollo.
Trabaje con sus propios defectos
Una forma eficaz de deshacerse del orgullo. Recuerda que todas las personas tienen defectos. Tienes que trabajar con ellos. No para intentar ganar, sino para trabajar.
Coge una hoja en blanco. Escribe tus cualidades negativas. Revisa la lista de vez en cuando. Piénsalo, ¿podría la persona ideal tener esos rasgos? Por supuesto que no. Entonces trabaja para eliminarlos.
Criticarse a sí mismo
Puede hacerlo de varias maneras. Hágase comentarios mentalmente, escríbalos en un papel, hable con una grabadora. La opción no importa. Lo principal es ser honesto con uno mismo, no darse indulgencias.
Pida críticas a una persona cercana
El orgullo no te permite evaluarte objetivamente. Por eso, pide ayuda a las personas en las que confías. Deja que te nombren 3 de tus defectos. No intentes justificarte, por mucho que lo desees.
Piensa en lo que has oído. Puede que te lleve uno o dos días. Una vez que te des cuenta de que el interlocutor tiene razón, empieza a trabajar en ti mismo.
Consejos útiles
Hay otras formas de deshacerse del orgullo y la arrogancia:
- Piensa siempre en los sentimientos de los demás. Recuerda: todo el mundo puede tener su propia opinión. También todo el mundo tiene derecho a la intimidad. Por lo tanto, no faltes al tacto. No intentes dar consejos si no te los piden. Ten tacto y paciencia.
- Lleva un diario. Primero anota todas las manifestaciones de orgullo. Y luego cómo las combates con éxito. Al cabo de una semana o un mes, evalúa tus acciones. Esto te dará fuerzas para seguir adelante.
- Conviértete en altruista. Estas son personas que genuinamente, desinteresadamente se preocupan por los demás. Para superar el orgullo, amplíe su círculo social, aprenda a hacer nuevos conocidos.
- Niégate a comunicarte con aquellos que te adulan constantemente. La adulación provoca orgullo incluso en las personas modestas y tímidas. Por lo tanto, limite este tipo de comunicación. La falta de sinceridad no es necesaria.
Y un consejo más sobre cómo deshacerse del orgullo y la arrogancia. Haz cada día lo que nunca antes te atreverías a hacer. ¿Crees que limpiar la casa está por debajo de tu dignidad? Tendrás que superarlo. ¿O tal vez barrer las calles está por debajo de ti? Prueba a limpiar la zona exterior de tu casa o el camino de entrada.
Pero no te vayas a los extremos ni te humilles. Tienes que averiguar cómo combatir el orgullo, no bajar tu autoestima.
Conclusión
¿Cómo deshacerse del orgullo y la vanidad? Los psicólogos recomiendan identificar la causa del desarrollo de estas cualidades. Después, piensa hasta dónde has llegado en su manifestación. Tal vez haya estropeado sus relaciones con colegas, familiares y amigos. O puede que ya te sientas solo. Si es así, empiece a actuar. Aprenda a comunicarse con la gente en tono amistoso, tenga en cuenta su opinión, acepte las críticas. Pronto verá cómo su vida cambia a mejor. Y estarás orgulloso de tu victoria, aunque sea pequeña, pero victoria.
Fecha de publicación: 4-27-2022
Fecha de actualización: 4-27-2022