Pensamiento estratégico: habilidades y formas de desarrollarlo

Cómo aprender a pensar estratégicamente

El pensamiento estratégico es la capacidad de calcular los pasos a seguir, de saber qué, cómo y por qué hay que hacer en el camino hacia la consecución de un objetivo. Esta capacidad mejora notablemente la calidad de vida, afectando a todas sus esferas sin excepción. ¿Cómo desarrollarla? ¿Cómo aprender a pensar en el futuro?

Qué es el pensamiento estratégico

Es la capacidad del cerebro para ver y resolver las tareas que se interponen en el camino hacia la consecución de un objetivo. Las tareas incluyen intermediar pequeñas cosas, darse cuenta de cuánto y qué recursos se necesitarán, ayuda de familiares y amigos.

Este tipo de pensamiento es similar a un juego de ordenador. Consta de varios niveles de complejidad variable. En la vida todo es igual. Sólo una persona es jugador y creador del juego. Él mismo decide por qué niveles pasar.

Un ejemplo claro de estrategia es el deseo de construir una casa nueva. Para conseguir un gran objetivo, hay que resolver una serie de pequeñas tareas:

  • encontrar financiación;
  • comprar un terreno;
  • idear un proyecto
  • contratar a un equipo de especialistas de la construcción;
  • iniciar las obras;
  • supervisar lo que ocurre en la obra;
  • mudarse a la casa terminada.

Cada punto consta de subpuntos. El pensamiento estratégico ayuda a verlos todos, a elaborar y aplicar un plan de acción.

Principios del pensamiento estratégico

Toda estrategia se basa en unos cuantos principios que incitan a la acción.

Observar y buscar tendencias

La vida avanza a un ritmo vertiginoso. Esto dificulta la visión de conjunto. El cansancio, las situaciones estresantes, la depresión no permiten centrarse en lo principal, priorizar adecuadamente.

Para pensar estratégicamente, hay que obligarse a mirar la situación desde fuera, para poner de relieve las tendencias. La realidad circundante cambia constantemente. Por lo tanto, a veces existe la oportunidad de ver la dirección exacta.

Los psicólogos recomiendan repetir las acciones anteriores con regularidad.

Hacer preguntas difíciles

Cuestiones complejas

El segundo principio ayuda a observar el primero. Las preguntas difíciles, incluso incómodas, son una forma directa de poner de relieve las tendencias. Se puede decir que las preguntas son el lenguaje de la estrategia. Sólo los estúpidos piensan con respuestas.

Puedes preguntarte cualquier cosa. Puede ser el futuro, la carrera, los puntos fuertes, los puntos débiles, los hábitos, la distribución del tiempo. El pensamiento estratégico no sólo te ayudará a obtener respuestas sinceras, sino también a comprender qué dirección debes tomar a continuación.

Actúa como un estratega

Una persona estratega determinará fácilmente la importancia de los objetivos, su secuencia. Y todo gracias a una serie de habilidades útiles. Para aprenderlas le ayudarán dos consejos. El primero se refiere a la comunicación escrita y verbal. Debe ser estructurada, ordenada.

El segundo consejo afecta a la dirección de los pensamientos. Es importante que abarquen los detalles y el panorama general. Al mismo tiempo, hay que moverse con facilidad entre ellos.

Dedicar tiempo a la reflexión y la resolución de conflictos

Los pensamientos afectan a lo que ocurre en la vida. Por tanto, reserve tiempo para la reflexión. Es tanto trabajo como producir bienes.

Pensar con calma en las ideas, los problemas, sus soluciones, los conflictos con los demás, las dudas, los miedos, te da la oportunidad de tratarlos y desarrollar la capacidad de pensar estratégicamente.

Habilidades que contribuyen al desarrollo del pensamiento estratégico

Las personas no nacen estrategas. Es una gran habilidad que se desarrolla a lo largo de la vida. Se construye sobre la base de varias pequeñas habilidades:

  1. Fijación de objetivos. La mayoría de la gente piensa en abstracto, sin haber decidido nunca para el resto de su vida lo que realmente quiere. Al mismo tiempo, se dan cuenta de que tener un propósito es un componente del éxito. Tomemos, por ejemplo, el mencionado deseo de construir una casa. Puedes simplemente expresarlo. Una opción más correcta — concretar, eligiendo de antemano el proyecto y el diseño de la futura vivienda. Esto ayudará no sólo a fijar un objetivo grande y varios pequeños, sino también a elaborar un plan de acción.
  2. Buscar información relacionada con el objetivo. Esta habilidad incluye la comunicación con las personas, el trabajo con las fuentes y el análisis de los datos recibidos. Otro componente es la capacidad de delegar responsabilidades o asignar tareas a otra persona.
  3. Planificar. Una vez definido el objetivo y recopilada la información, comienza el desarrollo de los objetivos intermedios, destacando las partes débiles del plan. Aquí se forma un calendario, plazos, opciones para resolver posibles problemas. Según los psicólogos, la planificación es la habilidad más amplia del pensamiento estratégico.
  4. Acción. El título habla por sí solo. Es poner un plan en acción. Una persona ha entendido lo que quiere, cómo conseguir lo que quiere. Ahora es el momento de ir en esa dirección. El camino será difícil. Quizá tenga que enfrentarse a situaciones imprevistas, al estrés. Pero no debe detenerse.

Un punto aparte es el ajuste del plan. Es imposible prever todos los detalles. Por lo tanto, de vez en cuando tendrás que cambiar algo. Lo principal es no desviarse. El pensamiento estratégico siempre ayudará a tener en mente el objetivo más grande, y no centrarse en los pequeños.

Cómo desarrollar el pensamiento estratégico

El proceso de desarrollo consta de varias partes. En cada etapa, tienes que realizar tareas sencillas que te enseñarán a planificar tu vida y alcanzar tus objetivos.

Reflexionar

Pensar ideas y planes

Ya se ha mencionado anteriormente que los pensamientos desempeñan un papel importante. En muchos sentidos, de ellos depende cómo será el futuro de cada persona.

Los estrategas de personas entienden la conexión entre pensamientos, ideas y planes. Y si no lo hacen, intentan recrearlos. La reflexión ayuda a ello. El proceso será más eficaz si le dedica cierto tiempo, por ejemplo, una hora por la mañana o por la noche. Ten a mano una hoja en blanco y un bolígrafo.

Amplía tus horizontes

El desarrollo se ralentizará mucho si no te interesa lo que ocurre a tu alrededor. Esto se aplica no sólo a los límites del hogar, la ciudad, el país. Es necesario prestar atención a todo: la psicología, la ciencia, la literatura, el trabajo del cerebro. Los conocimientos adquiridos te permitirán establecer conexiones entre temas y acontecimientos con mayor rapidez, así como planificar la vida.

Una buena forma de ampliar horizontes es viajar. No es necesario ir a las islas. Puedes visitar una ciudad vecina, conocer gente nueva allí, estudiar monumentos de arquitectura e historia. Otra opción es participar en seminarios, conferencias, clases magistrales.

Tomar decisiones

¿Cómo desarrollar así el pensamiento estratégico? Para empezar, hay que entender que no se trata sólo de fijar objetivos y planificar. Se trata del cumplimiento de tareas. A veces el proceso conduce a un callejón sin salida, ya que requiere diversos recursos, entre ellos financieros y de tiempo. Y éstos suelen ser limitados.

La estrategia a veces obliga a tomar decisiones incómodas. Tomemos, por ejemplo, una tienda. Puede ser necesario prescindir de uno de los empleados para aumentar los beneficios. O dejar de vender determinados productos. Es difícil decidir, pero el resultado merece la pena. El estado del negocio depende de tales acciones.

Distancia y acercamiento

El pensamiento estratégico consiste en ver el conjunto y las partes individuales. Hay que hacer ambas cosas, buscando un equilibrio entre los dos métodos. Si sólo nos fijamos en el panorama general, podemos pasar por alto los detalles. El escrutinio escrupuloso de los pequeños elementos nos aleja de la visión de conjunto.

Aprender a cambiar es difícil. Esta habilidad se adquiere con la experiencia de la vida y un entrenamiento regular.

Hacer preguntas

Desarrollo del pensamiento estratégico

Las preguntas y las respuestas sinceras a las mismas no ocupan el último lugar en el desarrollo del pensamiento estratégico. Muestran errores, lagunas en el plan de acción y también ayudan a corregir la dirección.

Puede hacerse las preguntas que quiera: sobre estrategia, cambios en el mundo, necesidades humanas, ideas, cualquier información. Al intentar encontrar respuestas, el cerebro empezará a trabajar a pleno rendimiento, desarrollando todas sus capacidades.

Ponte en el lugar del otro

¿Cómo te ayudará este consejo a aprender a pensar estratégicamente? Al comprender los motivos que hay detrás de las acciones de los demás, podrás evitar errores en tu vida. Recuerda que cualquier estrategia, incluso la mejor, implica a quienes te rodean.

Un buen ejemplo es un equipo de trabajo aparentemente cohesionado. El jefe piensa que su equipo está formado por profesionales capaces de llevar a la empresa al siguiente nivel en poco tiempo. Pero no todo es tan sencillo. El pensamiento estratégico debería sugerir que el deseo de trabajar solo no es suficiente. Hay otros aspectos vitales:

  • La motivación;
  • la capacidad de generar entusiasmo;
  • la búsqueda de incentivos;
  • orientación en la dirección correcta.

Además, la resolución de conflictos es imprescindible en la estrategia.

Reconocer los propios prejuicios

El pensamiento estratégico requiere la validación constante de un punto de vista. No tema admitir cuando esté equivocado. No pasa nada por hacerlo. La credibilidad de uno mismo no cambiará, pero la mente entrará en una nueva etapa de desarrollo.

A veces hay que revisar las circunstancias, comprobar si hay fallos en el punto de vista, determinar qué influye en el pensamiento.

Aprender a comprender las consecuencias

Se trata de las consecuencias de elegir una determinada decisión. Una estrategia suele tener varias opciones a la vez. Hay que considerarlas todas. Merece la pena pensar en las ventajas, desventajas, esencia, plazos de realización del plan elaborado.

Otros componentes del pensamiento estratégico

Las formas anteriores de desarrollar la capacidad de pensar estratégicamente son importantes. Pero no bastan para dominar esta capacidad al cien por cien. Es necesario tener una serie de cualidades útiles

Capacidad para delegar autoridad

Delegación de autoridad

Los casos difíciles requieren ayuda. Una persona puede carecer de medios económicos, fuerzas o tiempo. Por lo tanto, parte del trabajo debe delegarse en ayudantes.

El pensamiento estratégico en este caso ayudará a comprender quién se ocupará mejor de cada parte de la estrategia.

Esta cualidad será necesaria incluso en asuntos pequeños, como la gestión de una tienda online. A primera vista, parece fácil. Sin embargo, a menudo requiere ayuda adicional de especialistas, sobre todo de los que se dedican a la publicidad o al diseño web.

Apertura a lo nuevo

Muchas personas son intrínsecamente inertes. No están dispuestas a renunciar a su modo de vida habitual, así que operan a la vieja usanza. Esto frena su crecimiento y progreso.

Puedes luchar contra la inercia y convertirte en un estratega al mismo tiempo de diferentes maneras. Una de ellas es buscar constantemente nuevas oportunidades y caminos.

Amplitud de miras

Depende directamente de la perspectiva y la experiencia vital. Esta cualidad ayuda a llevar el pensamiento estratégico al siguiente nivel.

La amplitud de miras es necesaria para cualquier persona. Sin ella, no podrá evaluar correctamente la realidad y tomar decisiones.

Libros útiles

Los libros pueden ayudarle a aprender a pensar estratégicamente. Revelan la esencia de la estrategia y las reglas de su aplicación en la práctica. Hay varios ejemplos:

  • G.N. Konstantinov «I-estrategia del empresario. Cómo combinar negocios y vida»;
  • Г. N. Konstantinov «Pensamiento estratégico»;
  • Robert Green «48 Leyes del Poder»;
  • Frederic Begbeder «99 Franks»;
  • Lafley A., Martin R. «El juego ganador: cómo funciona realmente la estrategia»;
  • Rumelt R. «Buena estrategia, mala estrategia: cuál es la diferencia y por qué importa»;
  • Mikael Krogerus y Roman Ceppeler, «The Decision Book. 50 modelos de pensamiento estratégico».

Lee la bibliografía educativa y aplica lo aprendido a tu vida.

Conclusión

A menudo las personas tienen la sensación de que las cosas no van como les gustaría. La culpa la tiene la falta de un plan de acción claro. Para corregir la situación te ayudará el pensamiento estratégico. Gracias a él, podrá definir el objetivo, pensar en cada paso, anticipar posibles errores y problemas de antemano.

Fecha de actualización: 11-16-2023