¿Cuál es la diferencia entre pereza y procrastinación? La primera es un mecanismo de defensa de la psique. La segunda es un hábito. Sin embargo, ésta no es la única diferencia, y además de la diferencia también hay similitudes. Estos fenómenos también suelen darse juntos. Veamos en detalle, cuando una persona es dominada por estos estados, y cómo deshacerse de ellos.
Tabla
Las principales diferencias
La pereza es la negativa a realizar una tarea. La procrastinación consiste en sustituir una tarea por otras y dejar las cosas para más tarde. Por ejemplo, si un autónomo no quiere empezar un determinado encargo e inmediatamente encuentra un montón de actividades «urgentes» (hacer limpieza, hacer deporte, ir a la tienda, etc.), estamos hablando de procrastinación. Y si se tratara de un estado diferente, el mismo autónomo no haría nada: tumbarse en el sofá y ver una película mientras el plazo de entrega del encargo arde y el polvo de la casa se acumula aún más.
Así, la pereza es un estado pasivo, mientras que la procrastinación es activo. En el primer caso, una persona ni siquiera planea realizar la tarea que tiene entre manos. En el segundo caso, planea hacerla, pero más tarde. Y a menudo este «más tarde» no está definido en el tiempo.
¿Qué más es importante recordar sobre las diferencias entre la pereza y la procrastinación? Esta última siempre se asocia a emociones negativas, mientras que la primera no provoca sentimientos desagradables. Por el contrario, si la pereza se enciende como un mecanismo de defensa en el fondo de exceso de trabajo, entonces ayuda a descansar, descartar lo innecesario, relajarse.
Presta atención. Con la pereza, una persona se niega a trabajar y no siente ansiedad, culpa u otras molestias. Con la otra condición, sustituye una cosa por otras y se siente ansioso por ello.
Cuando la pereza y la procrastinación abruman a una persona
Estos estados atacan a una persona en distintos momentos del proceso de realización de una tarea. La pereza ataca cuando la persona está planeando pasar del momento óptimo para empezar una tarea a su finalización, es decir, la persona perezosa se da cuenta de un problema pero se niega a resolverlo. La procrastinación ataca a la persona entre el momento en que planea ocuparse del asunto y la solución inmediata del problema.
Es decir, la diferencia es pequeña, pero está ahí:
- En la pereza, una persona pospone la toma de una decisión sobre qué hacer ante un problema;
- En la procrastinación, la persona toma una decisión, pero pospone su ejecución.
El principio de captar a una persona por tal o cual estado se describe con más detalle en el libro «Procrastinación: primeros auxilios», de los psicólogos Tanja van Essen y Henri Schouwenboer. Estos investigadores realizaron un detallado análisis comparativo de los conceptos e identificaron similitudes y diferencias entre los fenómenos.
Importante: La procrastinación es un estancamiento entre la intención y la acción. La pereza es un estancamiento entre la definición del problema y la formulación de la intención de resolverlo.
Causas de aparición
Ambas condiciones están unidas por problemas de motivación, pero son problemas ligeramente diferentes:
- La pereza está causada por la falta de motivación o su debilidad («Sí, supongo que podría hacerlo, pero no»);
- la procrastinación está causada por una contradicción de motivos (por un lado, una persona necesita hacer algo, por otro, no quiere hacerlo).
Por regla general, en el caso de la procrastinación hay una lucha de motivos externos e internos. Sin embargo, ocurre que los motivos internos de una persona entran en conflicto entre sí.
Señales
¿Cómo saber si te vence la pereza o la procrastinación? A primera vista, las condiciones parecen las mismas: una persona se niega a hacer cualquier tarea. Sin embargo, en la práctica, las diferencias son mucho mayores.
- «No hacer nada
- falta de voluntad para realizar una tarea;
- completa relajación y tranquilidad.
- realización activa de otras tareas;
- ganas de hacer cosas más tarde;
- culpa y ansiedad.
Como puedes ver, se trata de dos estados completamente diferentes.
Formas de combatir la pereza y la procrastinación
Así pues, hemos determinado que los estados tienen diferentes causas y diferentes puntos de aparición, lo que significa que los métodos para combatirlos serán diferentes.
Para deshacerse de la pereza, es necesario aumentar la motivación personal:
- hacer que te apetezca con seguridad, influir en las emociones, conectar con otras necesidades reales (sólo tú sabes con qué puedes engancharte en cada caso individual);
- haz una lista de las dificultades de no realizar la acción;
- busca un grupo de apoyo o declara públicamente tus intenciones.
Mejor aún, no te obligues a hacer algo que no te interesa. Utiliza este estado como puntero en el camino hacia la felicidad personal, la autorrealización. Por ejemplo, la pereza en los estudios puede asociarse a una profesión mal elegida. Conviene cambiar el perfil de la formación y desaparecerá por sí sola.
Formas de luchar contra la procrastinación:
- crear calendarios y horarios
- establecer prioridades;
- Crear una jerarquía de motivos;
- establecer metas y submetas
- realizar ejercicios de gestión del tiempo;
- analizar los motivos de la procrastinación.
Como en el caso de la pereza, puede hacer de este estado su amigo. También indica problemas en la vida, ayuda a elegir el camino correcto, a desbloquear el potencial personal.
Conclusión
Ahora ya conoce la diferencia entre la pereza y la procrastinación. En el segundo caso, una persona no puede simplemente tomar y obligarse a hacer algo, ya que es una cuestión de conflicto intrapersonal. Y en el primer caso se trata sólo de la falta de motivo personal, de interés por algo. La dilación también puede estar asociada con el hecho de que una persona no ve un motivo personal o significado en la realización de alguna acción, pero esto es sólo una de las posibles razones de la aparición del estado.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023