Personalidad autoritaria: características, causas de desarrollo, manifestaciones

¿Qué significa para usted una personalidad autoritaria? Lo más probable es que en su círculo de amigos, colegas o conocidos haya personas así. Sólo tienen en cuenta su propia opinión, no escuchan a nadie, interrumpen y, a veces, manipulan. Son cínicos ajenos a las emociones humanas. Comunicarse con ellos apenas resulta agradable. ¿Por qué la gente se vuelve tan rígida? ¿Pueden cambiar?

Definición de personalidad autoritaria

Т. Adorno

Una personalidad autoritaria es una persona que se esfuerza con todas sus fuerzas por subordinar a los demás a su influencia. Sinónimos de autoritarismo se consideran totalitarismo, autoritarismo, totalitarismo, totalitarismo, antidemocratismo.

Las principales características de las personalidades autoritarias son el deseo de conseguir lo que quieren a toda costa, de ocupar una posición de liderazgo en el grupo. Quieren manipular a otras personas, lograr sus propios objetivos, utilizando ayuda externa.

En psicología existe una teoría de la personalidad autoritaria, cuyo autor es T. Adorno y varios de sus colegas. Se dedicaron a estudiar las manifestaciones del antisemitismo. Según los científicos, el odio de la gente hacia un determinado grupo viene determinado por las cualidades personales de su líder.

En el proceso de investigación, Adorno y su grupo realizaron una serie de pruebas que mostraban la verdadera actitud de los sujetos hacia los judíos. Para ello, se creó una escala F. Se utilizó otra escala E para determinar el nivel de etnocentrismo, un signo de lo que se considera antisemitismo.

Basándose en los resultados de las respuestas de 80 participantes, los investigadores averiguaron qué rasgos posee una personalidad autoritaria. En total son 9:

  1. Convencionalismo. A la luz del estudio (sobre antisemitismo) aquí significa apoyo a los valores estadounidenses.
  2. Servilismo autoritario. Subordinación a las figuras de autoridad del propio grupo.
  3. Agresividad. La búsqueda incesante de personas con opiniones discrepantes para juzgarlas y castigarlas.
  4. Anti-intracepción. Incapacidad para aceptar algo emocional, lleno de sentimientos, fantasía. Negación de la debilidad, sentimentalismo.
  5. Superstición. Creencia en presagios, destino predeterminado.
  6. Idealización de la fuerza, pensamiento enérgico. Una persona autoritaria construye relaciones del tipo dominio-subordinación, débil-fuerte, líder-seguidor. Hace alarde de sus puntos fuertes.
  7. Cinismo. Las personas propensas al autoritarismo son hostiles a todo lo que les rodea.
  8. Proyectividad. La persona proyecta inconscientemente pensamientos sombríos sobre el mundo que le rodea.
  9. Sexualidad excesiva. El individuo muestra a veces un interés excesivo por los detalles íntimos de la vida.

Basándose en las ideas de Sigmund Freud, Adorno y sus ayudantes argumentaron que la razón principal del desarrollo del autoritarismo son las relaciones difíciles con los padres en la infancia y una educación inadecuada.

Estereotipos

autoritarismo

Se habla mucho del tipo autoritario de personalidad. Por lo tanto, no deberían sorprenderle tantas especulaciones al respecto. La principal de ellas dice que las personas propensas al autoritarismo son siempre limitadas, no tienen valores morales, muestran violencia, manipulan a los demás. Para muchos, son déspotas e incluso fascistas. Esta opinión fue sostenida y promovida por E. Fromm y K. Levin.

¿Cómo son las cosas en realidad? Una personalidad autoritaria busca el poder, a menudo de forma despótica. Sin embargo, también puede hacerlo de otras maneras. Una de ellas es crear un ambiente de respeto a su alrededor, que le ayude a formarse una autoridad.

Es difícil decir inequívocamente si es bueno o malo ser una persona autoritaria. Pero vale la pena señalar que muchos jefes de grandes empresas y las empresas es tal. Y esto puede considerarse un motivo de orgullo, ya que esta cualidad les ayuda a trabajar con más eficacia que los demás.

Las personas propensas al autoritarismo suelen ser muy exigentes consigo mismas y con los demás. Esta es otra ventaja. No sólo muestran disciplina ellos mismos, sino que también la enseñan a sus subordinados. La excepción es cuando una persona autoritaria exige mucho a los demás, mientras que él mismo sigue siendo poco organizado.

Por qué una persona se vuelve autoritaria

Por qué una persona se vuelve autoritaria

El autoritarismo se desarrolla por muchas razones. Como ya se ha mencionado, el creador de la teoría de la personalidad autoritaria coincide con Sigmund Freud en que este tipo de problemas se originan en la infancia. La culpa es de una educación inadecuada.

Imagina una situación en la que una madre rodea a su hijo de cuidados excesivos. Cree que puede evitar que su hijo o hija haga cosas malas. Pero, en realidad, lo angustia. El niño tiene miedo de hacer cualquier cosa sin el permiso materno. Cuando sea adulto, inconscientemente tendrá miedo de todo en el mundo. Y en un intento de librarse de este miedo, se esforzará por controlarlo siempre todo.

Otra consecuencia de la hiperprotección es la falta de independencia. Si en la infancia los padres protegen al niño del trabajo, toman decisiones por él, crecerá inseguro. Pero al mismo tiempo desarrollará rasgos como la arrogancia, la complacencia. Incapacidad para tomar medidas decisivas tal persona disfraza bajo la confianza en sí mismo. Al mismo tiempo, manipula a los demás, trasladándoles la responsabilidad, obligándoles a actuar en su propio interés.

Y, por último, la tercera razón: el hábito de la obediencia. Supongamos que en la infancia, un padre estricto obligó al niño a cumplir cualquiera de sus exigencias. Naturalmente, éste guarda rencor. Al convertirse en adulto, vierte las emociones negativas acumuladas sobre los demás. A menudo, inconscientemente, intenta hacerles sentir todo lo que él sintió.

Características de una personalidad autoritaria

Características de la personalidad autoritaria

La psicología identifica 3 signos principales de una persona propensa al autoritarismo en el carácter:

  1. Críticas frecuentes. En la mayoría de los casos, no tiene fundamento. Se critica todo, empezando por la apariencia y terminando por la forma de andar, algunas cualidades personales, la manera de comportarse. Al principio la crítica puede parecer un deseo de ayudar discretamente. Pero al cabo de un tiempo se vuelve demasiado grosera, inapropiada. La víctima puede incluso desarrollar un complejo de inferioridad.
  2. Restricción de los contactos con el mundo exterior. Por ejemplo, imagine una familia en la que el marido es una personalidad autoritaria, un tirano. Controla por completo todo lo que concierne a la esposa, incluido su círculo social. A menudo incluso establece las reglas, elige a los amigos. No sólo los hombres actúan así. El objetivo principal de este comportamiento es hacer dependiente a la víctima.
  3. Insatisfacción constante con todo lo que ocurre a su alrededor.

Además, las personalidades autoritarias nunca piden nada. Exigen. Y al mismo tiempo nunca dicen una palabra de gratitud.

En el lugar de trabajo.

Características de la personalidad autoritaria en el trabajo

En el ámbito empresarial, el autoritarismo suele jugar a favor del directivo. Aunque este estilo de gestión tiene muchos inconvenientes. Se refieren sobre todo al equipo. En las empresas no se espera que haya trabajo en equipo ni toma de decisiones conjunta. No hay votaciones ni lluvias de ideas. Las ideas y consejos de los empleados no se tienen en cuenta. El jefe se basa únicamente en su criterio. Su rasgo característico es la falta de flexibilidad.

A veces el jefe aplica el método de la presión dura, la coacción. En su opinión, los empleados no pueden tener situaciones de fuerza mayor, problemas familiares o de salud. Las llegadas tarde por cualquier motivo se penalizan estrictamente sin posibilidad de dar argumentos en su justificación.

Pero no te asustes si tu jefe directo resulta ser una persona autoritaria. Este estilo de liderazgo tiene muchas ventajas:

  1. Todos los empleados sin excepción reconocen la autoridad del jefe, le tratan con respeto, toman ejemplo de él.
  2. Cada miembro del equipo conoce exactamente sus responsabilidades, sus objetivos, la esencia del trabajo.
  3. Hay disciplina en la empresa o en la producción.

El autoritarismo en el carácter ayuda al jefe a ir con confianza hacia los objetivos fijados, desarrollarse y superar a los competidores.

En la familia

Características de la personalidad autoritaria en la familia

Una persona autoritaria en la familia se comporta de la misma manera que en el trabajo:

  1. Toma decisiones únicamente por sí mismo.
  2. No ve al niño como una personalidad, suprime por autoridad.
  3. En la comunicación muestra rigidez, presión. Manipula.
  4. Utiliza el conocido método del «palo y la zanahoria».
  5. Obliga a cumplir las exigencias sin explicar las razones.
  6. Castiga la desobediencia.
  7. No sabe discutir los problemas, llegar a compromisos.
  8. No escucha la opinión de los demás.
  9. Indiferente a los sentimientos y emociones de familiares y amigos.

No siempre una persona autoritaria en la familia es un tirano que mima el ego. Lo más frecuente es que crea sinceramente que esta forma de comunicarse dará buenos resultados. En su opinión, la aquiescencia tiene malas consecuencias.

Cómo librarse del autoritarismo

Cómo librarse del autoritarismo

¿Qué conclusión se puede sacar? En la mayoría de los casos, la comunicación con una personalidad autoritaria no produce ningún placer. Su entorno considera a esa persona un tirano, un déspota. ¿Ha notado manifestaciones de esta cualidad en usted? No se altere. La situación es fácil de corregir. Basta con seguir una serie de consejos:

  1. Si está dotado de poder, no intente utilizarlo en detrimento de los demás. Es mejor utilizarlo para el bien.
  2. Recuerda que el poder no es propio y absoluto. También lo has recibido de otra persona.
  3. No mandes ni manipules. No esperes que todos te obedezcan. No hagas del poder absoluto el sentido de la vida.
  4. Aprende a mostrar sabiduría, amabilidad, benevolencia.
  5. Conceda a sus subordinados el derecho a elegir.
  6. Comparta la autoridad. Deje que sus empleados también tomen decisiones, participen plenamente en el trabajo de la empresa, muestren iniciativa.

Y un consejo más. No hay nada malo en escuchar y oír las opiniones de los demás. No pienses que sólo tú tienes ideas brillantes. Puede que incluso tengas algo que aprender de los que te rodean.

Conclusión

Decir si es malo o bueno ser una personalidad autoritaria, es imposible. Por un lado, la presencia de esta cualidad en el carácter ayuda a ejercer el liderazgo en los negocios. Y por otro — estropea enormemente las relaciones con los demás. Por lo tanto, para no tener fama de tirano y déspota, aprenda a encontrar un lenguaje común con los demás. Recuerde: todo el mundo tiene derecho a opinar.

Fecha de actualización: 11-16-2023