Las relaciones en el equipo tienen un enorme impacto en la eficacia del proceso de trabajo — todo directivo competente lo sabe. Para muchas personas, el trabajo se ha convertido desde hace tiempo en un segundo hogar. Por eso, el conocimiento de la psicología de las relaciones en el equipo desempeña un papel importante.
Cada empleado es individual, tiene su propio carácter, a veces difícil, sus preferencias y deseos. Por lo tanto, no es sorprendente que a menudo haya conflictos y peleas dentro del equipo. ¿Cómo evitarlos y crear una atmósfera de comprensión mutua?
Tabla
- Psicología social del equipo
- Psicología en el trabajo y las relaciones de equipo
- Tipos de relaciones en el trabajo
- Reglas del buen tono
- Primer día: éxito fatal
- Somos tan diferentes y sin embargo estamos juntos
- Qué puede provocar conflictos entre compañeros
- Relaciones en el equipo masculino: jerarquizar las prioridades
- Cómo construir relaciones después de un conflicto: consejos de un psicólogo
El colectivo en el trabajo es un entorno social. Está formado por muchas personas diferentes. Tienen diferentes visiones de la vida, educación, objetivos para el futuro y capacidades. Sin embargo, tienen que estar juntos durante algún tiempo y resolver problemas comunes. La colaboración en este caso es un camino directo hacia el éxito de la empresa.
Una persona aprende a encontrar un lenguaje común con un equipo desde la primera infancia. Primero viene el jardín de infancia, luego la escuela, después la universidad y por último el trabajo. Y cada vez hay que adaptarse a gente nueva. Sin embargo, esto no siempre es fácil de hacer. Como ocurre a menudo en la edad adulta, la gente deja el trabajo porque no se acostumbró al equipo. Y estos casos no son infrecuentes.
Las relaciones entre compañeros pueden demostrarse con un ejemplo claro. Supongamos que se ha incorporado a la empresa una nueva empleada, una chica joven y guapa. ¿Qué experimentarán en ese momento los que llevan mucho tiempo trabajando aquí? Lo más probable es que sientan interés y, al mismo tiempo, tensión. La empleada puede compararse a un cuerpo extraño que está siendo examinado por el organismo (en este caso, el equipo). Está siendo observada, estudiada y evaluada.
La gente tratará a la nueva persona de forma diferente. A algunos les gustará por sus cualidades profesionales y personales. A otros les resultará molesta y nerviosa. Y en el primer y segundo caso habrá que aguantar a una nueva empleada, porque de la armonía en el trabajo depende la relación en el equipo en su conjunto y las actividades de la empresa.
Psicología en el trabajo y las relaciones de equipo
El apartado de la psicología que estudia las relaciones en el equipo se considera, con razón, el más difícil. Y no es de extrañar, porque constantemente surgen malentendidos entre colegas. Hay varias razones que explican este estado de cosas:
- dudas sobre las cualidades profesionales de la otra persona;
- inculpaciones ante la dirección;
- cotilleos y denuncias.
Este tipo de problemas se dan en todos los colectivos sin excepción. No sólo pueden solucionarse fácilmente, sino también volverse a su favor. Para ello es necesario un conocimiento mínimo de la psicología de la comunicación y las relaciones con los compañeros.
Tipos de relaciones en el trabajo
Las relaciones con los compañeros de trabajo son diferentes. Se construyen según tres esquemas principales, cada uno de los cuales tiene sus propias características, ventajas y desventajas.
Psicología de las relaciones igualitarias o amistosas
Se trata de la comunicación más estrecha. Las personas se elogian mutuamente, pero harán algún comentario si es necesario. Este tipo de relación no es adecuada para un directivo y alguien del personal. Y hay razones para ello.
La amistad del jefe y uno de los miembros del colectivo distingue a este último del resto. Ocupa, si se puede decir así, una posición privilegiada, que sin duda no gustará a los demás. Este es un camino directo al conflicto.
Psicología de las relaciones del senior con el junior (desde la posición del senior)
Este tipo de relación en el trabajo se divide en dos subtipos:
- Mentor — aprendiz. El primero ayuda al segundo con consejos, pero no le supervisa en modo alguno, ni mucho menos participa en su trabajo. Es poco probable que un aprendiz escuche un consejo si viene directamente de un jefe que no conoce bien los procesos de trabajo. Un mentor, en cambio, da la oportunidad de mejorar y avanzar en la dirección correcta.
- Supervisor — subordinado. El jefe evalúa el trabajo de los empleados, lo controla, si es necesario, castiga o anima. Aquí no se trata de relaciones estrechas, porque destruirían la disciplina en el equipo.
Vale la pena señalar que la misma persona no puede ser un supervisor y un mentor.
Psicología de la relación del menor con el mayor (desde la posición del menor)
Al igual que el tipo de relación anterior, ésta se divide en subtipos:
- Subordinado — supervisor. La principal tarea del primero es responsabilizarse de las obligaciones y cumplir las instrucciones del segundo. Además, debe respetar al líder, sea cual sea.
- Aprendiz — mentor. Este tipo de relación de equipo implica que el primero escucha los consejos del segundo. Y no sólo los escucha, sino que los reflexiona e intenta ponerlos en práctica. Si el alumno discute y se niega a escuchar al mentor laboral, es que no está preparado para aprender. En este caso, toda conversación es inútil.
Cada uno de los esquemas anteriores de desarrollo de relaciones da la oportunidad de construir un ambiente sano en el equipo y establecer la comunicación.
Reglas del buen tono
Las relaciones en el trabajo con los compañeros deben construirse siguiendo unas cuantas reglas sencillas. La primera se refiere a la cordialidad. No hay que ser maleducado ni grosero con los que te rodean por estar de mal humor. Ser educado y agradecido no es tan difícil. Estas cualidades disponen a la gente.
Sin embargo, aquí hay que tener cuidado, porque las relaciones estrechas en el equipo y la comunicación informal pueden jugar una broma cruel. Por ejemplo, una joven empleada parecerá a las mujeres del colectivo rival. Los hombres, por su comportamiento demasiado libre, la considerarán ventosa y le perderán todo el respeto.
La segunda regla es una continuación lógica de la primera. No cuente a sus colegas de trabajo información personal sobre sí misma. Los buenos motivos y la confianza se convierten fácilmente en cotilleo, especulación y envidia. Basta con contar lo mínimo generalmente conocido.
La tercera regla es similar a la expresión «no corras delante de la locomotora». Por supuesto, es bueno que tus habilidades te permitan hacer tu trabajo rápidamente y al mismo tiempo con alta calidad. Sin embargo, un equipo está formado por personas diferentes. Alguien trabaja más rápido, alguien, por el contrario, dedica más tiempo a las tareas. No debes intentar corregir o reeducar a tus compañeros. Pueden tomárselo como un reto.
Y por último, la cuarta regla. Llama a no ignorar los rituales y tradiciones del equipo. Los almuerzos conjuntos y las vacaciones no harán sino mejorar las relaciones.
Primer día: éxito fatal
Las relaciones en el equipo de trabajo dependen en gran medida de la primera impresión del empleado. Tendrá que pasar una especie de prueba, en cuyos resultados se basará su posterior comunicación con los compañeros.
Por eso, el primer día de trabajo hay que seguir una serie de sencillas recomendaciones:
- Vístase con la mayor discreción posible, aunque en la vida el estilo de ropa difícilmente pueda calificarse de modesto.
- No se olvide de las normas de etiqueta. Lo mínimo — un saludo y unas palabras de despedida.
- No coquetees con representantes del sexo masculino. Esto sólo se echan a perder la relación con ellos y con las mujeres.
- No discuta, tratando de probar un punto.
- No diga demasiado sobre sí mismo.
- Si es necesario, pida ayuda a sus colegas.
No es difícil seguir estos consejos. Relájate e intenta disfrutar de tu trabajo.
Somos tan diferentes y sin embargo estamos juntos
Construir relaciones sanas en el trabajo no es fácil. Todo por el hecho de que cada persona es diferente. Hay varios tipos de empleados:
- Los rencorosos o gruñones. Personas antipáticas que siempre están descontentas con algo y pierden fácilmente los nervios. Cada palabra o reacción de los demás es una oportunidad para que descarguen su negatividad. Por eso, su gente no tiene ganas de hablar de cosas buenas.
- Envidiosos. Uno de los pasatiempos favoritos de estos miembros del equipo es difundir cotilleos, tanto en el trabajo como fuera de él. Hablan de todo, desde una nueva barra de labios hasta actividades profesionales. Estas personas son sencillamente aburridas. En la comunicación con ellos hay que evitar historias demasiado francas sobre uno mismo y la familia.
- Compañeros rígidos. No les gustan los cambios. Aunque lo nuevo sea muchas veces mejor que lo viejo, no cambiarán nada. Las relaciones con este tipo de empleados deben basarse en el estricto cumplimiento de las normas e instrucciones establecidas.
- Consejeros. Constantemente enseñando a los que les rodean, dando consejos a diestro y siniestro. Son inofensivos. Lo peor que puede provocar su comportamiento es una pelea en el trabajo. Para comunicarse con colegas de este tipo, hay que tomar la iniciativa y pedir consejo primero.
- Pedantes. Reaccionan ante las más mínimas inexactitudes y detalles. Templar su ardor es bastante fácil. Basta con desplazar algunas de las tareas que requieren gran atención y escrupulosidad.
- Artistas. Les gusta ser el centro de atención. Escándalos en el trabajo para ellos — una manera de energizar. Un par de cumplidos y atención les convertirán de enemigos en aliados.
Estos son sólo algunos tipos de empleados. De hecho, hay muchos más. Y si no encuentras la manera de entablar una relación con ellos, también deberías prestarte atención a ti mismo. Quizá el problema radique en tu carácter y tus acciones
Qué puede provocar conflictos entre compañeros
Según los libros de psicología, las relaciones sanas en el equipo a veces se ven amenazadas. Hay muchas razones para ello:
- insociabilidad, falta de voluntad para establecer contacto;
- quejas y denuncias de los compañeros;
- mal humor, desahogarse con los demás;
- exceso de confianza y franqueza;
- miedo al exceso de trabajo;
- comparación de trabajos anteriores con los actuales;
- curiosidad excesiva por los compañeros;
- Conversaciones en voz alta por teléfono, aumento del tono en la comunicación con los demás, fuerte aroma a perfume.
Otro motivo de posible conflicto radica en la adicción al trabajo. A veces, el deseo de realizar un trabajo de calidad desde fuera se percibe como un deseo de servir ante la dirección o de destacar entre la multitud.
Relaciones en el equipo masculino: jerarquizar las prioridades
En el equipo masculino, al igual que en el femenino, suele haber conflictos. Puedes prevenirlos de varias maneras:
- Ve siempre impecable. La mejor ropa para el trabajo: un estricto traje de negocios.
- La atención superflua de los colegas o incluso la coquetería sorprenden y ponen en un callejón sin salida. No hay necesidad de ser grosero en respuesta. Es mejor guardar silencio o transferir la conversación a otro tema.
- Vale la pena recordar que cada miembro del equipo — el mismo empleado como todos los demás. Por lo tanto, no es hermoso para exigir un trato especial.
- No reacciones demasiado emocionalmente a las provocaciones. Es importante mantener la calma incluso en los casos en que las emociones se saquen a relucir a propósito. Aquí necesitarás fortaleza.
Lo más importante es mostrar respeto por todos los compañeros de trabajo sin excepción. Podemos decir que ésta es la clave de las buenas relaciones.
Cómo construir relaciones después de un conflicto: consejos de un psicólogo
El conocimiento de la psicología de las relaciones en el equipo de trabajo no es garantía de ausencia total de conflictos. ¿Qué hacer si se produce?
- Cálmese, relájese. Concentra tus pensamientos en las buenas cualidades del provocador u ofensor. Esto ayudará, si no a olvidar la situación, al menos a recuperar las buenas relaciones.
- Mira la situación controvertida desde fuera. Gracias a ello, podrá controlarse, no permitiendo que el adversario altere el equilibrio y logrando así lo que desea.
Desarmar a una persona que planea continuar el conflicto, sólo se puede estar tranquilo y aplomo. Estas cualidades, junto con una mirada sobria, le permiten destruir todas las intenciones del delincuente.
¿Cuáles son las relaciones en el equipo? Normalmente complejas, porque cada persona es una personalidad formada. Todos tienen su propia visión de la vida y de lo que ocurre a su alrededor. Hay consejeros, provocadores, envidiosos, pedantes e incluso artistas. Si encuentras un enfoque individual para cada uno de ellos, la relación será armoniosa y saludable.
Fecha de publicación: 6-5-2022
Fecha de actualización: 6-5-2022