Una institución médica no es el lugar más agradable para visitar. La mayoría de las personas son capaces de superar el malestar y acudir al hospital, pero no todo el mundo.
En algunos casos, la ansiedad es tan fuerte que se convierte en pánico. Acerca de lo que científicamente se llama miedo al personal médico y las instituciones y cómo superarlo, en el material a continuación.
Tabla
¿Cómo se llama la fobia y qué es?
La nosocomefobia es un miedo compulsivo a los centros médicos, hospitales, puestos médicos, salas médicas. Desde un punto de vista científico, la nosocomefobia es un miedo persistente, irracional e intenso a situaciones relacionadas con la entrada en centros médicos.
¡Importante! Lo que distingue la fobia del miedo es su irracionalidad y la incapacidad de controlarse en una situación de peligro imaginario.
Algunas personas tienen miedo al ambiente hospitalario, otras sienten pánico por los olores, otras temen las infecciones. La frecuencia de la nosocomofobia entre hombres y mujeres, adultos y niños es aproximadamente igual. En los casos graves, se desarrolla un comportamiento de evitación. La persona tiene tanto miedo que incluso reprime las conversaciones sobre el tema de la hospitalización.
Lugar en la clasificación internacional
Las nosocomfobias pertenecen a las fobias específicas aisladas. Según la CI E-11, se incluyen en el grupo de trastornos relacionados con la ansiedad y el miedo.
Conceptos relacionados
La nosocomofobia debe distinguirse de otros trastornos patológicos similares, como la hemofobia, la tripanofobia o la iatrofobia.
- La nosocomefobia implica que una persona tiene miedo de estar entre las paredes de una institución médica.
- La hemofobia está relacionada con el miedo a la sangre.
- La tripanofobia está relacionada con el miedo a las inyecciones y las jeringuillas.
- Iatrofobia: la persona no teme la visita al hospital en sí, sino el diálogo con el médico. Los pacientes expresan su preocupación por ser juzgados por el personal médico acerca de su enfermedad, orientación, hábitos y características individuales.
Causas del desarrollo
Un estado patológico puede desarrollarse bajo la influencia de varios factores. Entre ellos se incluyen circunstancias externas y causas internas:
- Experiencia traumática. Se cree que el mecanismo de formación de las fobias, incluida la nosocomofobia, se basa en la consolidación de una determinada reacción en respuesta al estímulo. En una persona que se ha enfrentado a un estrés grave, se fija un determinado patrón de comportamiento. Este no es el caso de todo el mundo, ya que hay otros factores que influyen en el desarrollo de la patología. A veces, una persona no recuerda en qué circunstancias se produjo la experiencia, pero sigue sintiendo un fuerte malestar. Es especialmente difícil diagnosticar situaciones ocurridas antes de los 3 años.
- Miedo a lo desconocido. La nosocomofobia puede estar presente en personas que nunca han visitado una institución médica. Han oído hablar de los horrores de estar en el hospital y esto se convierte en motivo suficiente para el desarrollo del trastorno.
- Rasgos de personalidad. Los trastornos ansioso-fóbicos los padecen personas con ciertos rasgos de carácter: impresionabilidad, vulnerabilidad, imaginación excesivamente rica, hipersensibilidad.
- Influencia de los medios de comunicación. La sobreabundancia de contenidos negativos relacionados con la muerte, la enfermedad y el sufrimiento provoca un aumento de la ansiedad. Como resultado: fobias, trastornos de pánico, trastornos de ansiedad.
Sinopsis. Las razones por las que se desarrolla la nosocomofobia son profundamente individuales. Los expertos creen que los estereotipos sobre hospitales y centros médicos y las experiencias desagradables tienen una gran influencia.
Predisposición
La tendencia a las fobias específicas, incluida la nosocomefobia, es característica de las personas ansiosas y desconfiadas, que experimentan duramente las derrotas y, en general, cualquier situación estresante.
La probabilidad de aparición de la patología es mucho mayor en personas con trastorno de estrés postraumático, trastorno de ansiedad, trastorno de pánico.
Síntomas
Los nosocomofóbicos sienten pánico ante la idea de acudir a un centro médico. Se inventan diversas excusas para posponer el desagradable momento. El miedo puede ser tan grande que los pacientes simplemente huyen. Los signos de la nosocomofobia se manifiestan a nivel mental y somático. Un ataque de fobia se caracteriza por las siguientes manifestaciones
- aumento de la excitabilidad, de la actividad motora;
- movimientos repetitivos y tics nerviosos
- náuseas y otros problemas gastrointestinales
- dolor de cabeza, malestar corporal (hormigueo, entumecimiento), escalofríos;
- dificultad para respirar, palpitaciones y dolor torácico
- Micción y sudoración frecuentes;
- desmayos.
Atención En el momento del ataque, la persona puede perder la noción del tiempo y del espacio. Lo que está ocurriendo parece irreal, como si fuera un sueño o una película.
La persona se siente acorralada por la incapacidad de hacer frente al problema. El miedo a un ataque aumenta aún más la ansiedad. Los pacientes expresan su temor a no tener control sobre la situación. La emoción principal es un miedo intenso que no se puede frenar.
Diagnóstico
Hay criterios a los que el médico presta atención a la hora de hacer un diagnóstico. Entre ellos se incluyen:
- Miedo irracional derivado de la posibilidad de verse envuelto en una situación traumática;
- comportamiento de evitación;
- los signos de fobia deben ser primarios en relación con la ansiedad.
Es necesario distinguir la nosocomofobia de otras fobias y trastornos fóbicos específicos. Por ejemplo, la hemofobia se caracteriza por una disminución de la frecuencia cardiaca y síncope. La nosofobia, el miedo a enfermar, se clasifica como trastorno hipocondríaco.
Se puede hablar de una patología estable si los ataques de nosocomefobia duran al menos seis meses. El miedo se produce inmediatamente y no es proporcional al peligro.
¡Atención! La nosocomefobia no debe ser consecuencia de otras enfermedades.
Ejemplos entre personajes famosos
La «víctima» más famosa de la nosocomefobia es Richard Nixon. El 4º Presidente de los EE.UU. evitaba por todos los medios los centros médicos. Creía que la probabilidad de salir vivo del hospital era mínima. En 1974, Nixon aún tuvo que pedir ayuda a los médicos: le detectaron un coágulo de sangre. El presidente aceptó ser hospitalizado sólo cuando se enteró de que su vida corría peligro.
Consejos prácticos para superar el miedo
Muchas personas que sufren nosocomefobia creen que el problema no tiene solución. Esto no es del todo cierto. Es posible aprender a afrontar el miedo mediante un entrenamiento especial.
Psicólogos y psiquiatras ofrecen las siguientes opciones de autoayuda:
- Crear una sensación de seguridad. Si la necesidad de enfrentarse al hospital es inminente, hay que llevarse algo que evoque asociaciones agradables: fotos, un portátil con libros o películas interesantes, un reproductor. Puedes llevar una manta, una almohada, algunas cosas pequeñas de casa.
- Domine los ejercicios de respiración. Durante un ataque, la persona empieza a respirar de forma rápida y superficial, y la reacción de pánico se intensifica. Puedes detener el círculo vicioso aprendiendo a respirar correctamente.
- La forma más sencilla: cerrar los ojos, inspirar profundamente por la boca y espirar por la nariz.
- Un método eficaz de autoayuda: respirar en el cuadrado. En las primeras 4 cuentas hay que inhalar por la nariz, luego aguantar la respiración durante 4 cuentas, exhalar durante 4 cuentas y completar el ejercicio aguantando la respiración durante 4 cuentas.
- Algunas fuentes describen el método de respiración en bolsa, pero los médicos no recomiendan recurrir a él.
- Yoga y meditación. La capacidad de relajarse es una habilidad muy importante en la situación con trastornos fonéticos. Una persona aprende a concentrarse en las sensaciones internas, barriendo lo innecesario. Clases de yoga, pilates, práctica de la meditación — todo esto ayuda a restaurar los recursos. Independientemente superar el miedo es posible, si estamos hablando de una sintomatología débil. En las formas graves, es necesario trabajar el problema con un psicoterapeuta.
Cuando es necesario contactar con un especialista
La nosocomofobia puede afectar enormemente a la calidad de vida. Si el problema se trata a tiempo, se forma un deterioro persistente del funcionamiento. Si una persona está completamente consumido por el miedo y no puede llevar una vida normal — esto es una señal de que es hora de ir al médico. Métodos de terapia se aplican — no hay detalles y las drogas — sólo las direcciones generales.
El esquema de tratamiento de la nosocomofobia lo determina un especialista tras una conversación con el paciente. La farmacoterapia se prescribe si otros métodos no dan resultados. La psicoterapia ha demostrado ser muy buena.
Las principales direcciones del tratamiento
- terapia cognitivo-conductual;
- terapia racional-emotiva;
- terapia sugestiva;
- enfoque psicodinámico.
La nosocomofobia, como otras fobias, está relacionada con la conducta de evitación. En las sesiones de terapia de exposición, el terapeuta entrena a la persona para que permanezca en contacto con la fuente del miedo hasta que disminuya la intensidad de los síntomas.
Sinopsis. La psicoeducación desempeña un papel importante en el tratamiento de la nosocomofobia. El médico debe explicar a la persona cuál es la esencia de su enfermedad y cómo afrontarla. Informar reduce significativamente la ansiedad.
Prevención del desarrollo o de las exacerbaciones
No existen métodos que garanticen la protección contra el desarrollo de la nosocomefobia. Es necesario llevar un estilo de vida saludable, no abusar del alcohol, prestar atención a los aspectos positivos de la vida.
Los padres cuyos hijos acuden a centros de salud deben preparar a sus hijos para la visita al hospital contándoles lo que va a ocurrir. Es importante centrarse en el hecho de que los médicos son útiles, los medicamentos son útiles y nadie quiere causar daño.
Consecuencias y pronóstico
Las fobias específicas suelen responder bien al tratamiento. Si se tratan a tiempo, la probabilidad de curación es muy alta. En general, el pronóstico es favorable.
En primer lugar, la nosocomofobia perturba la vida de la propia persona, poniendo en peligro su salud. Las fobias simples se manifiestan en situaciones concretas, sin afectar a todos los aspectos de la vida.
En algunos casos, la tendencia al comportamiento evitativo puede evolucionar hacia un estilo de vida reclusivo, el rechazo a socializar, problemas en el trabajo y en la familia. Todo ello conducirá a una depresión prolongada.
Conclusión
La nosocomofobia es un trastorno que acarrea muchos problemas, en primer lugar a la propia persona. El éxito del tratamiento depende del grado de interés del paciente en la recuperación y de un buen contacto terapéutico.
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Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023