La reactividad es una de las principales propiedades del temperamento. De esta cualidad depende el comportamiento de una persona en diversas situaciones. ¿Cómo toma las decisiones: de forma espontánea, basándose en las emociones o bien meditadas? La respuesta a esta pregunta mostrará hasta qué punto has desarrollado la reactividad, si puedes hacer frente a situaciones imprevistas.
Tabla
- Lo que pensaban los antiguos científicos y filósofos sobre el temperamento
- Los principales tipos de temperamento
- Las principales propiedades del temperamento
- La importancia de la reactividad en psicología
- ¿La reactividad le ayuda a tomar decisiones más rápidamente?
- De lo que depende la intensidad de la reacción
- Cómo se manifiesta la reactividad en la vida cotidiana
- Conexión entre reactividad y actividad
- Conclusión
Lo que pensaban los antiguos científicos y filósofos sobre el temperamento
Los filósofos y científicos antiguos creían que al nacer una persona recibe un conjunto de cualidades que determinan su vida futura. No es posible cambiar completamente las cualidades. Sin embargo, se pueden corregir fácilmente, utilizando la influencia de la sociedad o la educación.
Primero Hipócrates, y después su alumno Claudius Gallen, identificaron y describieron 4 tipos de temperamento. Se diferenciaban entre sí por el contenido de sustancias especiales en el organismo:
- Sanguíneo. Hay mucha sangre en el cuerpo, cuyo alto contenido se debe a sus acciones.
- Flemático. Este tipo de temperamento se debe a la presencia de flema.
- Colérico. En el cuerpo de estas personas hay demasiada bilis.
- Melancólico. Lleno de bilis negra, que poco a poco carcome desde el interior.
Hasta el siglo XVIII, esta teoría se consideraba la única correcta. En el siglo XXI, los nombres de los tipos de temperamento siguen siendo los mismos. Pero la descripción ha cambiado.
Los principales tipos de temperamento
Hoy en día, en psicología se utiliza el sistema de temperamentos desarrollado por el académico Pavlov. Descubrió que cada persona tiene un sistema nervioso especial. Determina cómo se comportará. Curiosamente, la teoría se aplica tanto a las personas como a los animales.
Así, según Pavlov, la descripción de los temperamentos es la siguiente:
- Sanguíneo. Encuentra rápidamente un lenguaje común con personas diferentes. No tolera la monotonía. Cambian fácilmente de trabajo. Habla en voz alta, gesticulando activamente. Posee un estado emocional inestable. A las personas con este tipo de temperamento les surgen sentimientos rápidamente. Pero con la misma rapidez pasan.
- Flemático. Se caracterizan por la lentitud, el aplomo, la lentitud, la calma. No expresan sentimientos, con los demás se comunican uniformemente. Tienen un estado de ánimo estable. Flemático es imposible salir de temperamento o herido emocionalmente.
- Coléricos. Conocidos por su tendencia a hablar apresuradamente, su excesiva movilidad, sus expresiones faciales y gestos vívidos. El estado de ánimo de los representantes de este tipo de temperamento cambia instantáneamente. Desequilibrados, desenfrenados, incapaces de evaluar objetivamente a las personas y la situación que les rodea.
- Melancólicos. Se caracterizan por un curso lento de los procesos mentales. Son pasivos, no se interesan por la vida que les rodea, son retraídos y a menudo solitarios. Sus sentimientos se desarrollan lentamente. Sin embargo, se caracterizan por su profundidad.
Cabe destacar que en psicología no existe un temperamento 100% sanguíneo o, por ejemplo, colérico. Por lo general, los temperamentos son mixtos.
¡Interesante! «El melancólico tomará por una tragedia lo que el sanguíneo verá sólo un incidente interesante, y el flemático — algo no digno de atención» — Arthur Schopenhauer.
Las principales propiedades del temperamento
Según los psicólogos, cualquier tipo de temperamento tiene una serie de propiedades:
- Reactividad. La principal propiedad del temperamento. Determina la reacción de una persona a las influencias externas.
- Sensibilidad. Es la fuerza del impacto de los factores externos, necesaria para la aparición de una reacción de la psique. En algunas personalidades es aguda, inesperada. Otras mantienen la calma en cualquier circunstancia.
- Rigidez, plasticidad. Capacidad de adaptarse a condiciones cambiantes.
- Introversión, extroversión. Afectan al comportamiento de una persona en sociedad.
- Excitabilidad. Indica bajo la influencia de qué factores aparece la excitación emocional.
- Velocidad de reacción. Muestra la velocidad de reacción mental ante el impacto de estímulos externos.
En la práctica psicológica, el temperamento de una persona se evalúa en función de cada una de las propiedades anteriores.
La importancia de la reactividad en psicología
El primero que habló de la reactividad como parte del temperamento humano fue Wolf Merlin. Así, en psicología, la reactividad es la respuesta del individuo a las acciones irritantes de factores internos y externos. La duración y la intensidad de estas reacciones determinan directamente el temperamento y la productividad.
Curiosamente, muchas empresas evalúan la reactividad de los solicitantes de empleo durante la entrevista.
La psicología distingue estos tipos de reactividad
- Individual. Está condicionada por cualidades y propiedades innatas y adquiridas de tal o cual persona. Determinada por la edad, el sexo, el tipo de actividad nerviosa. Depende de factores externos.
- Grupal. Reactividad de un grupo de personas unidas por características similares.
También se conocen otras formas de reactividad: fisiológica y patológica. La primera es una reacción normal a un estímulo en una persona sana. La segunda es una reacción inespecífica.
¿La reactividad le ayuda a tomar decisiones más rápidamente?
La respuesta es afirmativa. Una persona con una reactividad muy desarrollada toma decisiones rápidas en diversas situaciones. Sin embargo, en la mayoría de los casos, esto ocurre bajo la influencia de sentimientos y emociones. Por lo tanto, las reacciones y conclusiones pueden no ser correctas.
Las personas con alta reactividad están bien orientadas en situaciones críticas. Toman decisiones a la velocidad del rayo para salvar la vida de otra persona. Las personas con baja reactividad, en cambio, tardan mucho tiempo en formular un plan de acción. Son incapaces de tomar una decisión rápida, lo que les hace perder minutos preciosos.
De lo que depende la intensidad de la reacción
Entonces, ¿qué es la reactividad? Por definición, la reactividad en psicología es la reacción de una persona a los estímulos. Al igual que otras cualidades, tiene su propia fuerza. Los científicos han creado incluso una fórmula que refleja el tipo de reacción.
Según la fórmula deducida, en las personas con un nivel bajo de reactividad, la intensidad de la reacción depende de la fuerza del estímulo. Cuanto mayor es, más fuerte es la reacción.
Los que tienen una reactividad alta, pierden fácilmente los estribos. Su reacción no depende del grado de impacto de los estímulos. Por lo tanto, incluso el más mínimo impacto provoca excitación emocional.
En psicología, la alta reactividad hace que una persona sea impredecible en sus acciones y difícil de controlar.
Cómo se manifiesta la reactividad en la vida cotidiana
Imaginemos una situación familiar. Supongamos que tienes dos amigos con los que planeas pasar unas vacaciones. De repente, uno de ellos quiere ir a la montaña. El otro no es partidario de las vacaciones activas, así que sugiere ir al mar. Cada uno de ellos te llama para que les acompañes.
Te lo piensas mucho y decides tumbarte en la playa. Por supuesto, al primer amigo no le gustará esta decisión. Y aquí es donde entra en juego la reactividad. ¿Qué harás en respuesta a las llamadas para dejarlo todo y disfrutar de la belleza de la montaña? ¿Intentarás hacer frente a la presión y seguir tus deseos, preferencias y planes? ¿O cancelará su viaje al mar y se irá a la montaña en señal de protesta?
Si eres muy reactivo, es probable que pisotees tus propios deseos y sigas los de tu amigo. Por cierto, estas decisiones precipitadas no dependen de por quién se tomen. Puede ser un familiar o incluso un desconocido.
Conexión entre reactividad y actividad
Como ya se ha dicho, una persona muy reactiva pierde fácilmente los estribos. Basta la más mínima influencia externa para que se produzca una reacción. Esto es exactamente lo que dice la fórmula de la reactividad. Por lo tanto, estas personas se caracterizan por una baja actividad y eficacia. Se distraen constantemente con asuntos ajenos. Además, dependen de estímulos internos. Estos incluyen pensamientos, sentimientos y emociones buenos y no tan buenos.
Las personas con reactividad débil se caracterizan por un alto nivel de actividad. Cumplen sin prisas las tareas que se les encomiendan, no prestan atención a nimiedades y se dirigen con perseverancia hacia la meta. Una persona reactiva trabajará hasta conseguir lo que necesita.
Curiosamente, muchos científicos que hicieron descubrimientos asombrosos tenían un bajo nivel de reactividad. Esto es exactamente lo que creen los psicólogos.
Conclusión
¿Es usted una persona reactiva? ¿Cómo responderá ahora a la pregunta formulada al principio? La alta reactividad como propiedad del temperamento en algunos casos es muy útil. En situaciones críticas, ayuda a tomar fácilmente las decisiones correctas. Sin embargo, a veces se interpone en el camino, impidiéndole concentrarse en asuntos importantes. Por lo tanto, aprenda a controlar esta cualidad, así como a adaptarse rápidamente a los cambios de circunstancias.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023