El niño interior es la parte infantil de la personalidad. Responsable de las emociones, las experiencias, la curiosidad. El niño te hace caprichoso, mostrar desobediencia juguetón.
Con el niño interior también se asocia con nuevas ideas, la motivación positiva. Una forma de comunicarse con él, de despertar esta parte de la personalidad, es la meditación.
El niño interior puede estar deprimido, intimidado, lo que impide a la personalidad adulta confiar en otras personas, mostrar una posición vital activa, entablar relaciones e ir hacia sus verdaderos sueños.
Tabla
¿En qué consiste la práctica?
La meditación para trabajar con el niño interior se basa en la visualización. Al principio debes visualizar una imagen agradable, por ejemplo, la orilla del mar, un bosque, y sentirte seguro. Después puedes reunirte con tu niño interior, hablar con él, averiguar qué es lo que teme, qué es lo que realmente quiere. Es necesario dar amor al niño interior para que se sienta seguro.
En el estado mediado, esta parte de la personalidad puede comportarse de diferentes maneras. Algunos pueden llorar, otros pueden estar alegres o compartir sus preocupaciones, miedos y sueños que no se han hecho realidad. Comunicarte con tu niño interior te permite reconocer tu verdadero yo, comprender tu verdadero propósito.
La meditación guiada te permite establecer una fuerte conexión entre tu yo y tu niño interior para encontrar el equilibrio, iniciar el crecimiento espiritual y avanzar por la vida de forma más activa y productiva.
Objetivos de la meditación:
- Cognición de todos los aspectos del ser interior.
- Armonización de la personalidad.
- Comprensión del propio propósito, del verdadero sueño.
- Aprender a experimentar las emociones de la alegría y la felicidad incluso en las cosas más pequeñas.
- Establecer una conexión con el niño interior.
- Liberarse de las limitaciones internas.
- Luchar contra la soledad.
- Crear un entorno seguro para que puedas amarte a ti mismo y perdonar a los demás.
¿A quién va dirigido?
La meditación es adecuada para aquellos que sienten limitaciones internas, que no pueden comprender todas las facetas de su personalidad. En primer lugar, la práctica está destinada a quienes sienten soledad interior e indefensión. La meditación ayuda a deshacerse de los miedos, la inseguridad, a convertirse en una persona más fuerte, a encontrar recursos ocultos.
Pueden meditar hombres y mujeres. Práctica útil y para adolescentes. La edad no es importante aquí. E incluso a una edad madura es útil para comunicarse con su niño interior.
La esencia y características distintivas
La práctica le permite sumergirse en la infancia y con la ayuda de este estado para cambiar su presente. Ayuda a deshacerse de las experiencias infantiles que se alojan en lo más profundo de uno mismo. Muchos psicólogos afirman que la forma en que una persona actúa, piensa, está influida por los miedos de la infancia, los traumas, el entorno social. Pero esto no siempre se cumple, porque la psique oculta lo negativo lo más profundamente posible. Sin embargo, al estar en el subconsciente, los traumas de la infancia siguen influyendo en la persona.
Durante la meditación es posible familiarizarse con el niño interior. ¿Quién es: una niña asustada, un niño inseguro o agresivo? ¿Por qué tiene miedo? ¿Qué acontecimientos recuerda? ¿Qué le da alegría?
Durante la meditación, imagínate como un niño pequeño y haz lo siguiente :
- imagina cómo se siente este niño;
- si está molesto;
- consolarle;
- háblale de amor, de seguridad;
- ofrecerle ayuda.
Hay que dedicar a la comunicación con el niño interior tanto tiempo como sea necesario para comprenderlo, para hablar con él. El tiempo mínimo de meditación es de 10-15 minutos. Uno puede imaginarse en qué condiciones, en qué casa vivirá, qué le rodea, qué siente, con qué personas se comunica.
Técnicas
Para la meditación se utiliza un archivo de audio. Se recomienda escucharlo todos los días para conseguir el efecto deseado y estable.
Cómo hacerlo, consejos :
- Determinar con qué fines se realiza la meditación. La motivación adecuada permite empezar cada día sin saltarse la práctica. Además, es necesario comprender qué se quiere conseguir como resultado.
- Planificar un momento adecuado. Puede ser por la mañana, por la noche o por la tarde. Durante la sesión no debe haber nada que le distraiga. Es mejor estudiar solo, apagando el teléfono, en un lugar tranquilo.
- Lleva un diario de los cambios que se producen, de las sensaciones recibidas durante la sesión.
Música adecuada
Una música tranquila y discreta ayudará a crear ambiente. Es mejor elegir composiciones positivas y ligeras. Si usted es capaz de visualizar por su cuenta, puede prescindir de texto. Pero también es una opción cómoda: archivos de audio especiales con grabaciones de meditaciones.
Posibles dificultades
Si el practicante está familiarizado con otros tipos de meditación, no le resultará difícil relajarse. Los principiantes tendrán que aprender a concentrarse, deshacerse de pensamientos extraños. Al principio puede resultar difícil visualizar las imágenes adecuadas, pero con la experiencia resulta más fácil.
El encuentro con el niño interior es un diálogo con tus miedos, situaciones traumáticas, así que tienes que estar preparado para ello. Puede que descubras algo que hace tiempo que has olvidado.
Ejemplos de programas
Para principiantes
El orden de la práctica es el siguiente:
- Siéntate cómodamente, relájate, cierra los ojos, haz algunas inhalaciones y exhalaciones uniformes. Imagina cómo se relaja el cuerpo.
- Sienta su estado actual, su edad.
- Imagina una niña (mujeres) o un niño (hombres) delante de ti. ¿Cómo es el niño, qué está haciendo, sintiendo?
- Acércate a él, cógele de la mano, mírale a los ojos.
- Abraza al niño para que se sienta seguro.
- Piensa en cómo cuida de él un adulto de verdad, qué hace por él.
- Cálmese si el niño tiene miedo. Habla con él. Dale protección, sé una madre cariñosa.
- El niño necesita saber que se le escucha y que ahora está a salvo.
- Abre lentamente los ojos, manteniendo el sentimiento de amor, felicidad, seguridad y consuelo.
Encuentro con el niño interior
Realizar este tipo de meditación es bastante sencillo. El ejercicio durará unos 20 minutos o un poco más. Al principio es necesario relajarse, respirar para hacer uniforme:
- Imagina el borde de un bosque verde. Desde arriba, el sol brilla, cálido. Sienta los olores, el viento que sopla, oiga el canto de los pájaros. La imagen debe ser lo más realista posible.
- Imagina un camino delante de ti. Se adentra en el bosque. Camina por él. Lleva a un claro donde hay un niño. Este niño es un niño practicante. Observa lo que está haciendo, cuál es su estado de ánimo, si se ha fijado inmediatamente en el que se le ha acercado.
- Analiza tus sentimientos. Acércate al niño, cógele de la mano, acaríciale la cabeza, abrázale. Di las palabras que desearías haber oído cuando eras niño.
- Construye una casa en la que el niño se sienta bien. Albergará todo lo necesario para la vida. Puedes poner en ella animales domésticos, colocar juguetes.
- Crea una señal de comunicación para poder acudir al niño en cualquier momento, jugar con él, calmarlo.
- Crea una defensa (por ejemplo, una valla) para que nadie pueda hacer daño al niño.
- Vuelve por el camino del bosque hasta la parte trasera de la casa.
- Respira profundamente unas cuantas veces, abre lentamente los ojos, volviendo a la realidad.
Puedes realizar la meditación durante los ataques de ansiedad, cuando tengas insomnio o cuando necesites sumergirte en tu interior.
Sanación
La meditación «Sanar al niño interior» fue desarrollada por Louise Hay. Esta práctica te permite aceptarte a ti mismo, soltar la negatividad, disfrutar de la comunicación contigo mismo y encontrar la alegría en la vida. La meditación ayuda a despertar las capacidades creativas, mejorar las relaciones con el mundo y las personas que te rodean.
Cómo hacerla :
- Imagínate a tu lado como un niño.
- Observa cómo se comporta el niño interior, qué emociones siente.
- Pídale perdón por estar solo.
- Dígale lo que le gustaría oír de sus padres.
- Haga una fiesta para el niño: haga regalos.
- Dé las gracias, abrazos, besos.
- Pase todo el tiempo que necesite con el niño.
- Imagina que recibe mucha alegría cada día.
Durante la meditación, no retengas las emociones, deben encontrar una salida.
Para los niños
Un hombre puede imaginarse a sí mismo como un niño pequeño. Recuerda cómo era, ve cómo es ese niño ahora:
- ¿es agresivo;
- asustadizo o, por el contrario, valiente, con gran fuerza de voluntad.
Un adolescente también puede trabajar con su niño interior. Puede verse a sí mismo a una edad muy temprana, recordar cómo se sentía, qué juguetes quería, cómo le trataban los adultos. Si necesita un consejo del padre, puede imaginarse una conversación con uno de sus progenitores.
Para las niñas
Imagínese como una niña pequeña. Quizá quiera que la compadezcan, que le den más cariño. O necesita consejos de los adultos sobre cómo actuar. Sentir el amor de los padres, abrazar a su hijo, darle una sensación de seguridad.
Pros y contras de las técnicas
Pros de la meditación:
- La oportunidad de conocer a tu niño interior;
- la oportunidad de aprender qué miedos, actitudes, traumas interfieren;
- la oportunidad de aprender a alegrarse como lo hacen los niños;
- desarrollo del amor propio;
- las sesiones pueden realizarse en cualquier momento, utilizando el archivo de audio.
Contraindicaciones :
- Trastornos mentales;
- enfermedades crónicas;
- dudas sobre la necesidad de este tipo de meditación.
Conclusión
La meditación «Niño Interior» es una de las meditaciones útiles para trabajar con la mente subconsciente. Ayuda a crear una sensación de seguridad en uno mismo, a aprender a disfrutar de la vida. La meditación es una oportunidad para hablar con tu yo del pasado, cambiando así tu actitud hacia el presente.
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Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023