El síndrome de la niña buena en psicología es una condición en la que una persona trata de complacer y agradar a los demás, se esfuerza por alcanzar un ideal. Una mujer así sacrifica sus intereses y deseos, intenta ser obediente y ejemplar. El síndrome afecta más a menudo a las mujeres, pero a veces se da en hombres. En este caso, se trata del síndrome del niño bueno.
Tabla
Causas
La razón del desarrollo del síndrome es una educación familiar destructiva, en la que la niña era constantemente reprochada, intentaba rehacerse. Ejemplos de frases que destruyen la personalidad del niño:
- «No grites, eres una niña».
- «Sé una niña obediente, orgullo de mamá»;
- «No discutas, eres una niña».
- «No pienses en los chicos, sino en tus estudios».
- «Y qué si no te gusta: te llevarás bien».
Poco a poco, la niña se acostumbra a ser lo que ellos quieren que sea, no lo que realmente es. Todo ello para ganarse el reconocimiento, el amor y los elogios de su madre. Más que nada, una niña buena tiene miedo de decepcionar a su madre, de ser castigada y rechazada. La niña intenta ser la mejor y la primera en todo, perfecta. En estos miedos está la raíz de muchas creencias destructivas de las mujeres.
Otras razones para el desarrollo del síndrome de la niña buena:
- Predisposición biológica. Psicólogos estadounidenses han descubierto que las mujeres, por naturaleza, son más propensas a ser pacientes, a esperar. Los hombres se guían por el principio de «corre o ataca», las hormonas femeninas amplían los límites del comportamiento.
- Estereotipos sociales. Hasta ahora, la sociedad sigue viva la creencia de que una mujer debe ser obediente, mansa, paciente. Y la industria de la belleza también inspira un mar de complejos, obligando a las niñas desde muy pequeñas a luchar por un ideal imaginario, a rehacerse a sí mismas.
- El ejemplo de la madre. El síndrome de la niña buena se forma con el ejemplo de falta de carácter de la madre. Si la madre era débil y de voluntad débil, sometida a la tiranía del padre, la hija crecerá como una víctima.
- Ambos padres son narcisistas y tiranos. Estas personas no saben amar, no prestan atención a los intereses de los demás. Intentan vivir su vida a través del niño una vez más, para crear una copia mejor de sí mismos. Esto es una patología, pero el niño no lo entiende, y por lo tanto sigue esperando y esperando, tratando de ganarse el amor.
Por qué una «niña buena» adulta conviene a todos, pero no a sí misma
Los padres le dicen a una niña qué decir y cómo actuar. La hacen sentir cómoda. El hábito de agradar a los demás se conserva de por vida. En el trabajo, en su vida personal, en sus relaciones con los amigos, una buena chica intenta ser correcta. Por ello se sacrifica, renuncia a sus intereses, reprime sus sentimientos, emociones y necesidades.
Una buena chica tiene miedo de decir lo que piensa. No sabe negarse, no tolera las críticas y teme ser juzgada. Una mujer con síndrome de niña buena vive para los demás, complace a los demás, pero permanece insatisfecha. Discute constantemente consigo misma, se critica. Por lo tanto, resulta que tales chicas son convenientes para todos, pero no para ellas mismas.
Importante: una buena chica se da cuenta de que su forma de pensar obstaculiza su propio desarrollo, pero no puede afrontarlo. Esto hace que se odie a sí misma aún más.
Quién está en riesgo
Los niños de familias autoritarias están en riesgo. O de familias en las que uno o ambos progenitores padecen un trastorno como el narcisismo. El déficit de amor incondicional de los padres, la crítica y la represión es lo que lleva a la formación del síndrome de la niña buena o del niño bueno.
Síntomas
Una mujer con síndrome de niña buena intenta agradar a todo el mundo, ser siempre reservada y amable. Y esto se aplica no sólo a los amigos y parientes, sino también a los transeúntes al azar. Si hay problemas, conflictos o malentendidos, la chica se culpa de todo. Se considera indigna, está segura de que la felicidad, la atención y el amor hay que ganárselos. No sabe hacer algo por sí misma, mimarse, complacerse.
Otros síntomas del síndrome de la niña buena
- inseguridad;
- falta de amor propio;
- negación de su feminidad y sexualidad;
- miedos múltiples;
- dependencia de opiniones ajenas, estereotipos, normas;
- intolerancia a la crítica;
- miedo a ofender a alguien;
- tendencia a justificar a los demás y a culparse a sí mismo;
- el hábito de tener paciencia y esperar a que una situación desagradable, un problema se resuelva por sí solo.
Atención Una mujer con síndrome de niña buena tolera mucho, se calla. A veces termina con una crisis nerviosa, por la que la niña buena se odia aún más.
Cómo deshacerse del síndrome de la niña buena: mis consejos
Para librarse del síndrome de la niña buena, es importante que la propia chica reconozca el problema y decida buscar ayuda en la psicología. Es necesario darse cuenta de que con sus propias manos se priva de libertad y de elección. ¿Qué hacer? Deja de ser cómoda y buena, quítate a la gente de encima y aprende a vivir por ti misma.
Cómo deshacerse del síndrome de la niña buena, consejos de la psicología:
- Eleva tu autoestima y desarrolla el sentido de la propia valía. No te volverás egoísta si aprendes a vivir para ti misma, según tus deseos e intereses. Esto no significa que debas ignorar las opiniones de los demás, pero no siempre debes hacerles caso. Cuando se trata de algo que sólo te concierne a ti, de lo que dependen tu felicidad y tu armonía, sólo debes escucharte a ti mismo.
- Rompe el cordón umbilical mental con tus padres. No tienes que vivir para complacerles, cumplir sus sueños o ser su motivo de orgullo. Si no están preparados para dejar marchar a su hijo, es su problema y su trauma. Las personas sanas entienden que la vida y el camino de cada persona es único, depende de ellos decidir lo que quieren ser.
- Niégate a ser juzgado. No eres ni bueno ni malo, eres tú. Tus padres te han inculcado que no eres digno de amor por nada. Pero en realidad, cada persona es bella y digna de ser feliz por sí misma. Conócete a ti mismo, hazte tests psicológicos para determinar tu tipo de personalidad y tu temperamento, escribe tus deseos (recuerda lo que una vez soñaste hasta que te convenciste de que era malo), estudia tus capacidades.
- Préstate atención a ti mismo cada día, cumple tus deseos y cuídate, hazte cumplidos y elógiate. Deja de esperar esto de tus padres o de otras personas, son incapaces de hacerlo. Empieza a reservar tiempo para ti con 10 minutos al día, aumentando gradualmente el intervalo. Piensa en lo que quieres hacer ahora y en lo que quieres hacer en general en la vida.
- Aprende a aceptar tus errores, considéralos oportunidades de crecimiento. En lugar de culparte y regodearte en tu propia culpa, piensa en lo que tienes que hacer de otra manera para obtener un resultado diferente. E intenta hacerlo de nuevo.
- Aprende a expresar tus emociones, sobre todo las negativas. Esto no significa gritar o insultar a alguien. Simplemente di qué y por qué estás experimentando, qué no te gusta, qué quieres. Utiliza la técnica de las autoafirmaciones, siguen este patrón: «Siento esto y aquello cuando pasa esto, me gustaría esto y aquello». Por ejemplo: «Me siento solo y no querido cuando estoy solo en casa el fin de semana, me gustaría pasar más tiempo juntos. Esto es importante para mí. Por favor, pensemos en cómo solucionarlo».
- Aprende a decir que no, a asumir más riesgos y a poner más límites. Sólo es difícil las primeras veces. Cada vez que dudes sobre cómo proceder, pregúntate: «¿Es esto lo mejor para mí, está en línea con mis objetivos, me ayudará en el futuro?». Si no es así, di con valentía que no. A la gente que te rodea le gusta «montar» a las chicas buenas. Sí, encontrarás negatividad. Pero también se notará quién te rodea: los amigos o los que están acostumbrados a utilizarte.
- No cedas ante la culpa y los miedos. No puedes discutir con tu jefe porque tienes miedo de perder tu trabajo. No puedes discutir con tu amante o amigo porque tienes miedo de quedarte solo. Pero fíjate en otras personas. Dicen que no, se oponen, defienden sus opiniones y aun así tienen todo lo que necesitan para ser felices. Tú puedes hacer lo mismo. Practicando todos los consejos anteriores, mejorarás cada día.
No intentes actuar de forma contraria a los demás, actúa desde lo opuesto. Analiza cada acto y acción en relación a lo útil que es para ti. Puede que a veces estés de acuerdo con otras personas en algo. Puede que no quieras cambiar algo de ti mismo. Si protestas por protestar, no serás más feliz, seguirás a merced del pasado.
Presta atención. Cuanto más tiempo vivió una mujer en el escenario paterno, más firmemente arraigado en el papel. La mayoría de las chicas buenas no se entienden a sí mismas. Por lo tanto, se recomienda no automedicarse, sino consultar a un psicólogo.
Aplicación de la psicología sistémica vectorial
En la psicología vectorial sistémica, las personas con síndrome de la niña buena pertenecen al haz visual-anal de los vectores. En la teoría de Yuri Burlan, los vectores se refieren a los deseos y rasgos de personalidad que rigen el comportamiento, los valores y las prioridades de una persona.
El haz visual-anal es una combinación contradictoria. Para comprenderla, es necesario tener en cuenta las características de ambos componentes:
- Anal. Sus principales características son el cuidado, la fidelidad y la constancia. Estas mujeres son las esposas y anfitrionas ideales. Lo sacrifican todo por la felicidad de sus maridos, sus hijos y sus seres queridos. Se trata de un tipo rígido y resentido que recuerda las ofensas durante mucho tiempo, temeroso de los cambios. Sin embargo, al mismo tiempo, las mujeres de tipo anal quieren ser significativas, respetadas. Esta contradicción provoca un sentimiento de impotencia e insatisfacción.
- Visual. Se caracterizan por su ligereza, belleza y coquetería. Son personas emocionales que saben llamar la atención y disfrutan con ello. Excepto que para una mujer de tipo anal es vergonzoso. De ahí el nuevo conflicto.
Para librarse del síndrome de la niña buena, hay que conciliar estos vectores en uno mismo, encontrar un equilibrio, resolver la contradicción. ¿Cómo hacerlo? Desarrolla ambos vectores. Cuanto más desarrollado esté cada uno de ellos, menor será la contradicción. Esto significa que tienes que aceptarte a ti mismo y aprender a gestionar los lados «luminoso» y «oscuro» de tu personalidad. Date permiso para ser tanto una anfitriona modelo como una chica juguetona.
Conclusión
El síndrome de la niña buena obstaculiza el desarrollo de la personalidad. Una chica obediente, callada y modesta vive según los preceptos de sus padres: «Agacha la cabeza», «No discutas», «No seas caprichosa», etc. La niña ha aprendido perfectamente estas manos, pero gracias a ellas no se forma ni su vida personal ni su carrera. Por eso es tan importante cambiar la mentalidad, deshacerse de las actitudes paternas destructivas.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023