Síndrome de vejiga constrictiva — paruresis

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La paruresis o síndrome de la vejiga tímida es un problema grave que afecta negativamente a la calidad de vida.

La situación cuando es imposible realizar las necesidades naturales en público, avergüenza a una persona: no puede ir al baño en el cine, mientras viaja, y a veces incluso cuando está de visita.

La paruresis requiere tratamiento, ya que supone un peligro para todo el organismo.

¿Qué es el miedo a orinar en público?

La paruresis es el miedo a orinar en público. Otros nombres de la fobia son síndrome de la vejiga tímida, síndrome de la vejiga tímida. Una persona no puede orinar en presencia de otras personas. Cuando aparecen otras personas, el proceso de micción se detiene. La paruresis es más frecuente en hombres que en mujeres.

La CIE no clasifica la paruresis como un trastorno independiente. Sin embargo, los psicoterapeutas y psicólogos la consideran un trastorno de ansiedad social.

La incapacidad para orinar en presencia de extraños se observa en ausencia de paresia o parálisis vesical. El proceso de micción se bloquea a nivel mental.

Conceptos relacionados

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El trastorno de la micción también se observa en la neurosis vesical . Al igual que la paruresis, la neurosis vesical tiene una naturaleza psicógena. Los urólogos, los terapeutas durante la exploración no detectan patología en estos pacientes, y finalmente son derivados a un psicoterapeuta.

La similitud de la paruresis y la neurosis vesical es que tienen una naturaleza neurótica y se manifiestan en un trastorno de la micción. En este caso, no se observan fenómenos patológicos en el sistema excretor.

La diferencia entre paruresis y paruresis es que la persona tiene dificultades para vaciar la vejiga en presencia de extraños. Si no hay nadie alrededor, la micción es normal.

La neurosis de vejiga se caracteriza por ganas frecuentes, a veces irresistibles, de orinar. En algunos casos, es imposible orinar en un lugar público, cuando hay una persona presente. Posible dolor en la uretra y en la vejiga.

Tipos y fases de la enfermedad

La enfermedad transcurre en su desarrollo en 3 etapas^

  1. En la primera etapa, la paruresis se manifiesta con molestias y opresión al orinar cuando hay otras personas presentes en el aseo.
  2. Además, en la segunda etapa, la micción se vuelve difícil cuando la persona visita cualquier aseo que le es ajeno. A pesar de sus esfuerzos, es incapaz de vaciar la vejiga.
  3. La tercera fase se caracteriza por la progresión de la fobia. Para poder vaciar la vejiga, el paciente necesita una ausencia total de personas en la casa y espacios cerrados.

Causas de aparición

El síndrome de la vejiga tímida suele manifestarse en la adolescencia. A sus manifestaciones se enfrentan los adolescentes indecisos y tímidos. Al encontrarse en una situación en la que tienen que compartir el lavabo con otras personas, se sienten incómodos. Por lo general, estas emociones surgen en las llamadas personas «domésticas». En un contexto de experiencias negativas, desarrollan una fobia.

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La educación inadecuada también es una causa común de la enfermedad. Los niños pequeños no saben cómo tolerar, por lo que a menudo piden ir al baño en la calle. Los padres en esta situación pueden avergonzar al niño. En este caso, la paruresis se desarrolla ya en la infancia.

La paruresis también se desarrolla en individuos tímidos que tienen miedo de ponerse en la cara de alguien mientras orinan o de ser ridiculizados. Por último, el síndrome de la vejiga tímida se asocia con el miedo a contraer enfermedades infecciosas.

¿Quién está predispuesto a padecer esta fobia?

Las personas que padecen paruresis están predispuestas a:

  • obesidad;
  • sociofobia;
  • claustrofobia;
  • miedo a enfermar;
  • tanatofobia;
  • complejo de inferioridad.

La paruresis la padecen más a menudo los hombres. En las mujeres, esta fobia es poco frecuente. Esto se debe al hecho de que las chicas van al baño con una amiga íntima que sostendrá la puerta o permanecerá en guardia. Los chicos no tienen este patrón de comportamiento. Por lo tanto, se quedan solos con fobias, inseguridades e inseguridades en un aseo público.

Los jóvenes se enfrentan a la fobia a orinar con los siguientes problemas

  • inseguridad;
  • timidez;
  • miedo a las críticas;
  • incapacidad para comunicarse con el sexo opuesto;
  • insatisfacción con su propio cuerpo;
  • baja tolerancia al estrés.

Síntomas de patología

La paruresis presenta estos signos principales

  1. Miedo a orinar en un baño público;
  2. miedo al pánico cuando se siente la necesidad de orinar fuera de casa;
  3. desorientación en el espacio;
  4. un sentimiento de intensa vergüenza;
  5. espasmo de los músculos de la vejiga que hace que la persona no pueda orinar;
  6. síntomas de ataque de pánico: mareos, aumento del ritmo cardíaco, escalofríos, temblores en las manos.

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Estos síntomas provocan malestar físico y psicológico. El miedo derivado de ello es imposible de superar.

Por lo tanto, una persona con una fobia descrita prefiere no alejarse de casa, limitar los viajes, visitar el teatro, el cine y otros lugares públicos.

En algunos casos, la paruresis es una fuente de problemas en el trabajo.

A veces una persona no puede orinar en un aseo público aunque la vejiga esté llena. Esto es peligroso para el sistema urinario. Se sabe que es necesario insertar un catéter para vaciar la vejiga.

Diagnóstico

Para determinar un diagnóstico, el médico

  • consulta el historial médico del paciente
  • pregunta al paciente cómo orina;
  • realiza un examen físico;
  • realiza una ecografía de la vejiga.

El médico también puede pedir al paciente que registre la hora de la micción y el volumen de orina excretado durante 3 días consecutivos. Si es necesario, el paciente será remitido a otras pruebas:

  • ecografía de los riñones
  • análisis de orina;
  • estudio urodinámico de la vejiga;
  • cistoscopia.

¿Cómo deshacerse del miedo de forma independiente?

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Los psicólogos recomiendan utilizar las técnicas de la terapia de morfeo.

Su esencia consiste en ofrecer a una persona cada vez que se encuentre en una situación propicia para orinar, que diga una palabra determinada (por ejemplo, «morfeo»).

Posteriormente se desarrolla un reflejo condicionado. Cuando una persona siente vergüenza al ir al baño, decir la palabra le relaja, lo que favorece la micción. Sin embargo, esta técnica de tratamiento no es adecuada para todo el mundo. En casos desatendidos, es posible deshacerse de la fobia con la ayuda de clases con un psicólogo e incluso el uso de medicación.

¿Cuándo necesito tratamiento de un profesional?

Se debe consultar a un médico en cualquier caso en que aparezcan síntomas de paruresis. Especialmente es necesario prestar atención a dichos síntomas:

  • La necesidad de hacer una pausa en el trabajo y volver a casa para ir al baño;
  • La limitación de la ingesta de líquidos para reducir las ganas de orinar;
  • limitar el contacto social;
  • ansiedad al intentar ir a un aseo público (a veces se produce un ataque de pánico con sólo pensarlo).

Acudir a un especialista ayudará a normalizar la micción y a prevenir la aparición de complicaciones.

Métodos terapéuticos

Para tratar la paruresis se recurre a la corrección psicológica y al entrenamiento de los músculos implicados en el proceso de micción. En algunos casos, por consejo de un médico, se recetan medicamentos.

Los psicólogos y psiquiatras aplican estas técnicas para el tratamiento de la fobia:

  1. Terapia cognitivo-conductual . Su esencia se reduce a que durante varios meses el paciente se ve inmerso en situaciones en las que siente miedo. Poco a poco se adapta a ellas y la fobia desaparece.
  2. Entrenamiento en grupo de apoyo . En presencia de personas con problemas similares, la persona va tomando conciencia de su problema y se da cuenta de que el miedo no tiene fundamento.

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También se enseña a los pacientes a entrenar los músculos cuya contracción contribuye a la micción.

La duración del tratamiento es de tres meses. Los pacientes aprenden a controlar el proceso de micción bebiendo mucho líquido para que la vejiga esté constantemente llena.

De este modo, los pacientes se acostumbran a tener que ir con frecuencia a los aseos públicos.

El tratamiento farmacológico sólo es eficaz en casos excepcionales y no puede curar la paruresis. Sólo la prescribe un médico como método complementario. Para ralentizar temporalmente el proceso de micción, hay que limitar la cantidad de líquido que se bebe, así como excluir del menú el melón y la sandía.

Prevención del desarrollo o de las exacerbaciones

Para prevenir el desarrollo de la paruresis, se recomienda utilizar este tipo de técnicas:

  1. Técnicas de relajación — meditación y ejercicios de respiración. Se consigue un efecto positivo eliminando la tensión general y relajando todos los grupos musculares.
  2. Visitar a un psicólogo . Las clases con él son eficaces para el tratamiento del síndrome de la vejiga tímida.
  3. Asistencia a grupos de apoyo en los que la persona pueda hablar tranquilamente de la situación.

Consecuencias y pronóstico

La incapacidad para vaciar la vejiga en presencia de otras personas tiene consecuencias principalmente sociales. La paruresis afecta negativamente a la autoestima y conduce al aislamiento social. La fobia convierte cada salida de casa en un auténtico calvario. En individuos ansiosos y perturbados pueden aparecer pensamientos suicidas.

La retención urinaria prolongada provoca una enfermedad renal inflamatoria crónica. Puede desarrollarse insuficiencia renal aguda. La restricción de líquidos para reducir la micción tiene un efecto negativo sobre el metabolismo, conduce a la acumulación de productos de descomposición de las proteínas en el organismo y a la intoxicación.

Vídeo útil

Vea un vídeo sobre qué es la paruresis y cómo deshacerse de ella:

Conclusión

La paruresis es una enfermedad causada por trastornos psicológicos. Por diversas razones, las personas con esta fobia no acuden al médico, lo que les hace la vida más difícil.

Existen formas eficaces de tratar la paruresis. No es necesario que intente combatir este problema por su cuenta. Acudir a un médico le ayudará a deshacerse de la fobia y a evitar consecuencias peligrosas.

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Psicoterapeuta de adultos y niños, áreas prioritarias — tratamiento de trastornos depresivos, ansioso-fóbicos, neuróticos, obsesivo-compulsivos, trastornos del sueño, enuresis, tartamudez, miedos infantiles, tics, retraso en el desarrollo del habla, trastorno obsesivo-compulsivo, resolución de dificultades en las relaciones niño-padre y problemas de la adolescencia.

Fecha de actualización: 11-16-2023