El trastorno de identidad disociativo es un interesante fenómeno de la psique humana. En psicología, este término hace referencia a una doble personalidad. En el marco de este artículo, intentaremos comprender qué es, cómo se diagnostica el trastorno de identidad disociativo, qué métodos de tratamiento de la enfermedad existen en la psiquiatría y la psicología clínica modernas.
Tabla
Definición del concepto
¿Qué es el trastorno de identidad disociativo? El trastorno de identidad múltiple de tipo disociativo es una enfermedad mental que se manifiesta en el hecho de que la conciencia de una persona está fragmentada en varios estados del Yo aislados entre sí. Éstos se apoderan por turnos de las reacciones conductuales del individuo y, cuando un estado del Yo es sustituido por otro, la persona olvida todo lo que hizo en la imagen anterior.
Los investigadores han sugerido que la doble personalidad actúa como una especie de defensa psicológica contra el abuso emocional, físico o sexual.
La identidad dominante en psiquiatría se denomina identidad maestra. Todas las demás identidades propias del paciente se denominan identidades alternativas. La práctica clínica sugiere que un mismo paciente puede tener de 2 a 50 hipóstasis alternativas. Las hipóstasis alternativas pueden negar su existencia o tener una relación amistosa. Pueden tener diferentes nacionalidades, diferentes identidades de género, tener diferentes personalidades y desempeñar diferentes roles sociales.
Por regla general, el cambio entre las distintas imágenes de la misma persona se produce en el momento del parpadeo. En raras ocasiones, la persona pone los ojos en blanco al cambiar de estado yoico. A menudo, el cambio de estado va acompañado de un síndrome convulsivo, sacudidas de los músculos faciales, parpadeo frecuente.
Según la CIE-10, el trastorno de identidad disociativo tiene el código F44.81 y se clasifica como un trastorno neurótico asociado a estrés y patología somatomorfa.
El trastorno de identidad múltiple no tiene límite de edad. En ausencia de ayuda médica y psicológica, una persona puede vivir con él durante muchos años.
Historia del origen del trastorno
La primera mención del síndrome de personalidad múltiple se remonta al siglo XVI. Paracelso llamó la atención sobre la bifurcación de la conciencia del Yo del paciente. Por supuesto, el médico y filósofo suizo no dijo que este fenómeno fuera un trastorno de identidad disociativo, sino que decidió realizar un estudio en profundidad de la psique del paciente.
Después de 3 siglos, el psicólogo y médico Pierre Marie Felix Janet expresó en sus escritos científicos la idea de que en algunos enfermos mentales la autoconciencia se divide en varias identidades independientes. Janet denominó a cada uno de los estados yoicos independientes una disociación independiente. Creía que el trastorno de identidad disociativo podía eliminarse mediante hipnosis.
El síndrome de personalidad múltiple tiende a aumentar. Cabe suponer que esto se debe al entorno sociopolítico desfavorable en el mundo.
Casos conocidos de trastorno de personalidad múltiple
La historia cuenta muchos casos de manifestación vívida del síndrome disociativo. Por ejemplo:
- Louis Vivet. Es el primer paciente diagnosticado de trastorno de identidad disociativo. De niño, Louis experimentó una falta de calor y cuidados maternos. A los 8 años empezó a cometer delitos por los que fue internado en un centro de detención de menores. A los 17 años, alrededor de su mano se enroscó una víbora, que asustó mucho al joven. A raíz de este incidente, sufrió una parálisis de la parte inferior del cuerpo, que los médicos de una clínica psiquiátrica consiguieron curar al cabo de un año. El médico que observó a Louis notó que su paciente se volvía sombrío, sus hábitos cambiaban. Tras ser dado de alta del centro médico, Vive pronto se encontró de nuevo allí. Con la ayuda de la metaloterapia y la hipnosis, los médicos lograron identificar el trastorno de identidad disociativo en el joven.
- William Milligan. Veinticuatro personalidades diferentes coexistían en su cuerpo, y su dueño conocía información detallada sobre cada una de ellas. Se realizó una película basada en el cuadro clínico de este paciente.
- Judy Castelli. De niña, la niña sufrió múltiples incidentes de abusos sexuales y físicos, tras los cuales Judy se sumió en una prolongada depresión. Castelli sufría por el hecho de que en su cabeza sonaban diferentes voces que instaban a la niña a suicidarse. Como consecuencia de los intentos de suicidio, Judy acudió varias veces al hospital, donde los resultados de un examen exhaustivo le diagnosticaron esquizofrenia. Muchos la consideraban desahuciada, pero de repente empezó a cantar y a actuar en clubes. Además, la chica empezó a dedicarse a la fabricación de esculturas. Fueron estos hechos los que hicieron sospechar a su médico que Castelli tenía doble personalidad y realizó un diagnóstico de la capa inconsciente del constructo de personalidad de la paciente. Como resultado del diagnóstico, se descubrió que Judy tenía 7 hipóstasis diferentes. Cuando el médico le prescribió el tratamiento, el número de personalidades alternativas de la paciente aumentó a 44.
- Kim Noble. Al igual que Castelli, la chica sufrió abusos físicos de niña. En la adolescencia tuvo varias desviaciones mentales, intentos de suicidio. A los 20 años la chica empezó a manifestar vívidamente personalidades alternativas, y sus actividades eran siempre peligrosas para las personas de su entorno. Así, una de sus hipóstasis Julia, sentada al volante de una furgoneta, a gran velocidad se estrelló contra un aparcamiento. Otra de sus personalidades alternativas organizaba incendios. Trabajar con una psicoterapeuta ayudó a Noble a encontrar su yo creativo. Actualmente es profesora de artes visuales. Kim Noble escribió un libro, All My Selves, donde compartía con los lectores cómo consiguió establecer relaciones con todas sus identidades.
- Robert Oxnam. El trastorno disociativo de un joven fue descubierto durante un tratamiento por alcoholismo. Tras años de tratamiento con un psiquiatra, las identidades alternativas de Oxnam se redujeron de once a tres. Tras conocer su aflicción, Oxnam escribió un libro, The Split Mind, que se publicó en 2005.
- Truddy Chase. La infancia de Truddy fue difícil: su padre realizaba actos sexuales con ella y su madre la humillaba. La ruptura de identidad de Chase se produjo cuando consiguió un trabajo en el sector inmobiliario (broker). Sospechando que algo extraño pasaba con su psique, Truddy pidió cita con un psiquiatra. Tras el diagnóstico, el médico le informó de que padecía un trastorno de identidad disociativo. Chase aceptó este hecho con calma, pero pidió al médico que eligiera una técnica terapéutica que preservara la existencia de todos sus yos alternativos. Mediante una terapia prolongada, el psiquiatra consiguió enseñar a Chase a dominar el comportamiento de sus personalidades alternativas. Este caso clínico sirvió de base para la serie de televisión When the Rabbit Howls (Cuando aúlla el conejo), rodada en 1990.
- Chris Costner Sizemore. Esta chica fue educada en el amor y el cuidado. En busca de ayuda a un psiquiatra Chris se volvió después de que ella trató de estrangular a su propia hija a la edad de 20 años. Con ayuda de la hipnosis y de técnicas psicoanalíticas, el médico consiguió establecer que la chica padece un trastorno de identidad disociativo, surgido a raíz de la observación de dos terribles sucesos. El primero de ellos fue un episodio que Chris observó a la edad de 2 años: la niña presenció cómo el personal de la ambulancia sacaba a un hombre borracho de una zanja. La niña pensó que estaba muerto, por lo que se asustó mucho. El segundo suceso traumático fue cuando Kris vio una lesión laboral en una de las trabajadoras de la fábrica. La niña había cambiado varios psiquiatras en 25 años de terapia. No estaba contenta con el efecto secundario de la terapia: el número de sus hipóstasis alternativas iba en aumento. Su último terapeuta fue Tony Tsitos, que consiguió unir las personalidades alternativas de Chris en una sola durante 4 años de terapia, sacando a la mujer de su miseria.
Síntomas del síndrome de personalidad múltiple
Los síntomas clínicos típicos del trastorno de identidad disociativo son:
- Fuertes dolores de cabeza;
- trastornos alimentarios;
- disminución de la libido, disfunción sexual;
- comportamiento adictivo;
- insomnio, sonambulismo;
- deseo de aislamiento social, deseo de abandonar su ciudad natal;
- amnesia parcial o total, lapsus de memoria;
- la persona responde a nombres diferentes, da información contradictoria sobre sí misma a los demás;
- acciones caóticas;
- alucinaciones auditivas;
- cambios repentinos en el comportamiento, la forma de comunicarse;
- cambios en el timbre de voz;
- despersonalización (la persona parece observar sus reacciones corporales desde el exterior, le parece que no le está ocurriendo a ella);
- perturbación perceptiva;
- pérdida de conexión con la realidad;
- dificultad de orientación espacial y temporal;
- aumento de la ansiedad;
- depresión e intentos de suicidio;
- comportamiento autolesivo;
- comportamiento de trance;
- Falta de respuesta temporal o permanente a estímulos externos;
- insensibilidad al dolor físico y mental
- simulación de un trastorno mental grave;
- el individuo da a propósito respuestas incorrectas a preguntas sencillas.
Causas de la disociación
Entre las causas comunes del trastorno de identidad disociativo se incluyen:
- trauma psicológico en la infancia
- abuso sexual o físico;
- predisposición genética;
- estrés grave;
- trastorno de estrés postraumático;
- sentimientos de soledad;
- relaciones conflictivas con los seres queridos;
- sugestionabilidad del individuo;
- Participación en hostilidades;
- el individuo ha sido víctima de un acto criminal o de una catástrofe provocada por el hombre;
- antecedentes de diagnósticos psiquiátricos;
- uso de sustancias psicotrópicas.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de esta enfermedad lo realizan los psiquiatras. Es difícil detectar la patología, ya que sus manifestaciones pueden estar ausentes. El diagnóstico se complica por el hecho de que diferentes estados del Yo pueden tener diferentes enfermedades mentales. Para realizar un diagnóstico se utilizan las siguientes técnicas diagnósticas
- entrevista terapéutica con el fin de recoger la anamnesis;
- entrevista clínica;
- escala de disociación;
- Cuestionario de Experiencias Disociativas;
- Cuestionario de disociación peritraumática;
Un diagnóstico preciso puede realizarse entre 6 y 8 años después de que el paciente busque ayuda médica por primera vez. Sólo el médico decide cómo tratar el trastorno de identidad disociativo.
En la fase preparatoria del tratamiento, la terapia se basa en la toma de neurolépticos y sedantes. Estos comprimidos permiten comprar las reacciones emocionales negativas del paciente, hacer su conciencia plástica, susceptible a la hipnosis.
La etapa principal del tratamiento incluye varias sesiones de hipnosis, terapia dialectal y cognitiva. La tarea de esta etapa es ayudar al individuo a transformar los eventos traumáticos negativos, reducir la ansiedad. Los métodos psicocorrectivos de tratamiento en esta etapa se combinan con la toma de antidepresivos.
En casos especialmente graves, los psiquiatras y psicoterapeutas son incapaces de reunir todos los estados del Yo del paciente. Entonces enseñan al paciente a subordinar personalidades alternativas a sí mismo.
La fase final de la terapia consiste en reuniones sistemáticas entre el terapeuta y el cliente para evaluar la estabilidad del estado emocional. Los terapeutas recomiendan a muchos clientes con trastorno disociativo que lleven un diario para controlar sus estados yoicos.
Mis recomendaciones
El trastorno de identidad disociativo tiene muchas similitudes con la esquizofrenia. Es necesaria una evaluación psiquiátrica en profundidad para hacer un diagnóstico preciso.
Si se sospecha de un trastorno de identidad disociativo, es necesario encontrar un buen especialista. Lo ideal es que se trate de un psiquiatra con formación adicional en psicoterapia. En este caso, es más probable que se pueda esperar un resultado favorable del tratamiento.
Conclusión
El trastorno de identidad disociativo es un tipo de patología mental que los psicólogos y los profesionales médicos aún no comprenden del todo. Por regla general, se produce como resultado de la experiencia de una persona de emociones negativas agudas, acontecimientos impactantes. El peligro del trastorno es que puede manifestarse no inmediatamente, sino varios años después del trauma psicológico.
Es importante darse cuenta de que es imposible librarse por completo de la enfermedad. Pero esto no significa que sea inútil tratarla. El trabajo sistemático del paciente con un psicoterapeuta ayuda a suavizar las manifestaciones del desdoblamiento disociativo, minimizar el riesgo de autolesionarse y de cometer delitos al cambiar de identidad.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023