El trastorno histérico de la personalidad es un trastorno mental en el que el propósito de toda la vida de una persona es atraer la atención sobre sí misma. Lo hace de diferentes maneras, a veces son muy productivas — actuaciones, pintura, música, en otros casos — pueden ser de color negativo — intentos de suicidio demostrativos, manipulación, emociones fingidas. En cualquier caso, en ausencia de atención de la personalidad histérica deja de sentirse cómodo y está en constante búsqueda de nuevas formas de lograr sus objetivos. El trastorno histérico de la personalidad también se caracteriza por un comportamiento demostrativo, emociones no naturales y una mayor sugestionabilidad.
Tabla
Definición de psicopatía histérica
El trastorno histérico de la personalidad, también llamado psicopatía histérica o trastorno histriónico, es un estado de la psique del individuo en el que se exacerban su egocentrismo, su demostratividad y su infantilismo. Su comportamiento se vuelve antinatural y artificioso, y siente una necesidad constante de espectadores y de su atención. Por extraño que pueda parecer, los síntomas del trastorno histérico de la personalidad se dan en igual proporción en mujeres y hombres.
Entre las peculiaridades de la psicopatía histérica se encuentra el hecho de que no suele impedir que una persona tenga éxito y se adapte perfectamente a la vida. Sin embargo, la afición de una persona con trastorno histérico de la personalidad a las intrigas y los escándalos, la necesidad constante de atención, la falta de sensibilidad a las afirmaciones críticas y el aumento del nivel de sugestionabilidad pueden acabar provocando graves problemas vitales: pérdida de relaciones con personas significativas, destrucción de la reputación, despido del trabajo y otros.
No es posible curar completamente esta enfermedad, pero con un trabajo oportuno y sistemático, se puede compensar con éxito, debilitando los síntomas.
Causas
En psiquiatría se denominan tres causas de la formación del trastorno histérico:
- Predisposición hereditaria a la psicopatía histérica. El trastorno histérico de la personalidad es más frecuente en aquellos niños que tienen al menos un progenitor con la enfermedad.
- Lesiones del SNC a una edad temprana. Ciertos cambios en el cerebro debidos a lesiones o enfermedades pueden conducir al desarrollo del trastorno histérico de la personalidad.
- Estilo de crianza, basado únicamente en el estímulo y la admiración constante de su hijo, la atención constante hacia él y la demostratividad hacia todos sus «talentos y méritos».
Síntomas
El trastorno histérico de la personalidad está incluido en la CIE-10, y sus síntomas se exponen claramente aquí:
- la persona tiende a dramatizarlo todo, a exagerar emociones de distintos espectros y a comportarse de forma teatral;
- es muy sugestionable, fácilmente influenciable por los demás;
- se perdona a sí mismo incluso las acciones más desagradables, sin tener en cuenta la opinión y los intereses de los demás;
- quiere constantemente ser apreciado;
- siempre intenta ser el centro de la atención pública;
- manipula a la gente para conseguir sus objetivos.
Además, los siguientes signos son características de la psicopatía histérica:
- El paciente es incapaz de trabajar sistemáticamente. Intenta hacerlo todo más rápido y sin estrés innecesario;
- elige un estilo de vida relajado y ocioso, persiguiendo constantemente un cambio de impresiones;
- Propenso a la hipocondría y la simulación. En casos extremos, puede escalar a intentos suicidas y convulsiones que tienen el único propósito de llamar la atención;
- es engañoso. Hace promesas vacías que no va a cumplir sólo para manipular a los demás;
- se decanta por ropa y cosméticos muy llamativos y brillantes, persiguiendo las últimas modas para atraer la atención de los demás.
Síntomas en niños
La psicopatía histérica se forma en los niños sólo en la adolescencia, pero sus primeras condiciones previas y síntomas son perceptibles en la primera infancia. Un niño así, al igual que un adulto con trastorno histérico de la personalidad, necesita atención constantemente. No tolera que le señalen en un grupo. Es muy dependiente de los ánimos y los elogios, por lo que constantemente intenta hacer algo al más alto nivel para conseguirlos: cantar, bailar, recitar poesía. Durante sus años escolares, su éxito depende de que los adultos aprueben sus logros y le elogien.
En la adolescencia, los síntomas empeoran y el niño elige métodos más negativos para llamar la atención. Entre ellos se encuentran los intentos de suicidio demostrativos, pero una montaña de pastillas tragadas delante de una multitud de personas bien puede estar montada de «ascórbicos»; huir de casa, pero necesariamente a un lugar donde seguro que los encuentran. No intentan hacerse daño, sólo son gatitos para conseguir su ración de atención del exterior.
Diagnóstico
El diagnóstico del trastorno histérico de la personalidad lo realiza un psicoterapeuta o un psiquiatra. Para que pueda diagnosticarse una psicopatía histérica, la persona debe presentar tres síntomas comunes a todas las psicopatías y tres específicos del trastorno histérico. Entre los signos pertenecientes al primer grupo se encuentran:
- Reducción de la adaptación a la vida en sociedad;
- la presencia de relaciones desarmónicas
- comportamiento anormal durante varios años;
- la presencia constante de tensión;
- una disminución prolongada de la productividad en la esfera social y profesional.
El trastorno histérico de la personalidad se caracteriza por los siguientes rasgos de carácter
- comportamiento teatral y demostrativo
- emociones fingidas y antinaturales;
- un alto nivel de sugestionabilidad;
- atuendos reveladores y demasiado extravagantes;
- un deseo implacable de ser el centro de atención;
- comportamiento inapropiado;
- tendencia a dramatizar;
- una necesidad constante de admiración y alabanza por parte de los demás;
- egocentrismo;
- tendencia a manipular a los demás.
La presencia de síntomas se revela mediante conversaciones con el paciente y su entorno más cercano. Además de recoger la anamnesis, el médico también se dedica a realizar técnicas estandarizadas y proyectivas para aclarar el diagnóstico.
Tratamiento
El tratamiento del trastorno histérico de la personalidad se lleva a cabo en régimen ambulatorio u hospitalario, en función de la gravedad de los síntomas manifestados. Al paciente se le prescribe psicoterapia; los tipos más utilizados son la hipnoterapia, la psicoterapia cognitiva y la psicoterapia familiar. Se enseña a la persona a regular su propio comportamiento con ayuda de la autoformación y el entrenamiento. Además, en el tratamiento se utiliza la farmacoterapia, que incluye, dependiendo de la situación, antidepresivos, neurolépticos y estimulantes.
Prevención
La prevención del trastorno histérico de la personalidad tiene sentido en la edad escolar temprana y en la adolescencia. De ello se ocupa un psicólogo infantil, que puede ayudar:
- Ajustar el estilo de crianza familiar para un desarrollo más armonioso del niño;
- Proporcionar apoyo en la adaptación a la escuela para que el niño no persiga sólo elogios, sino que intente estudiar para su propia satisfacción;
- proporcionar ayuda en la elección de una profesión, teniendo en cuenta las características del adolescente.
Los padres, a su vez, para prevenir el desarrollo del trastorno histérico en su hijo pueden
- explicar al niño la importancia de no depender de la opinión de otras personas;
- apoyarle, pero sin «exagerar» en su admiración y elogios;
- consultar a tiempo a un especialista si hay sospechas de psicopatía histérica en un adolescente.
Conclusión
El trastorno histérico de la personalidad se refiere a una enfermedad mental. No siempre conduce a violaciones de la adaptación, pero a menudo tiene un impacto significativo en el estado de la propia persona y la actitud de los demás hacia él. La psicopatía histérica no se cura completamente, pero se compensa con éxito con la ayuda de la psicoterapia y la medicación.
Fecha de publicación: 1-17-2022
Fecha de actualización: 1-17-2022